Es imposible en las actuales circunstancias, por más que las encuestas lo digan, convocar a una Asamblea Constituyente. Tendría que reformarse la Constitución para que ello sea factible y no hay ni el tiempo ni la masa crítica parlamentaria para que ello suceda. Y por más movilizaciones sociales que haya, los poderes constituidos no pueden dar ese salto al vacío.
Pero el tema va a estar presente en la venidera campaña electoral y seguramente será uno de los ejes ideológicos de la misma. A ver si en tal circunstancia, la derecha y el centro salen a la cancha a contrarrestar los argumentos demagógicos y anacrónicos de la izquierda peruana. Es lo que corresponde si no se quiere que el Perú retroceda treinta años en su desarrollo.