Como resultado de esa turbia alianza Castillo-Cerrón, según la última encuesta de Ipsos, encargada por Lampadia, el 76% considera que los ministros y funcionarios nombrados por Castillo no son personas honestas ni capacitadas; el 61% considera que el gobierno está permitiendo o incentivando los conflictos sociales mineros; el 52% cree que está permitiendo la expansión del narcotráfico; como colofón, el 79% considera que la situación económica está peor que hace un año.
La calamidad burocrática y el descalabro gubernativo son el símbolo del peor gobierno que hemos tenido en el lapso señalado. Y Cerrón tiene mucha vela en este entierro. No basta un comunicado alharaquiento para zafar de su alta responsabilidad en el desastre.