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Entrevista / Informe

Renzo León Velarde gerente general de Perú Factura, empresa de transformación digital de la Cámara de Comercio de Lima, nos habla en la siguiente entrevista sobre la importancia de la digitalización como un elemento crucial para la subsistencia de los emprendimientos.

¿Cómo ve el panorama 2022 para los emprendedores en el camino hacia la digitalización de sus negocios?

El panorama para el 2022 presenta dos desafíos para el emprendedor. El primero es que se empieza a sentir un retorno al comercio, a la actividad, al consumo y a la vida pseudo normal que teníamos antes de la pandemia. Y eso genera mercado y oportunidades para todos los emprendedores. Por otro lado, este mercado es diferente, tiene otros hábitos de compra, otras comodidades para sus transacciones, y ahí es el gran reto que tiene el emprendedor.

¿Cómo es hoy ese “mercado diferente”?

La realidad es que la pandemia nos adelantó una década en el avance de la transformación digital que tenía nuestro país y a la fuerza nos quitó muchos miedos. Como el mecanismo de pago que hoy se usa. Por ejemplo, si vas al mercado a comprar frutas o verduras, la cacera te recibe con tu billetera móvil. Eso hace dos años era impensable. Eso te dice que el mercado ha cambiado, pero también te dice que el emprendedor está dispuesto a evolucionar con ese mercado. Y es un mercado que le ha perdido el miedo a la transacción digital. Que mas bien le ha cogido miedo al contacto físico y que se mueve mucho por delivery y por transacciones electrónicas.

¿Cuánto ha sido el avance de la transformación digital? Se habla de un 200% en estos dos años de pandemia.

Yo te diría que está muy por encima de ese 200%. Bastaría con ver los grandes comercios, que antes tenían plataformas electrónicas que representaban menos del 10% de su venta. Y hoy esas ventas pueden estar por encima del 30%. Quiere decir que es un elemento fundamental en su presupuesto. Por otro lado, tienes a millones de emprendedores que se mueven 100% en el mercado digital. Que venden únicamente por redes sociales y que no necesariamente todos se mantienen en la formalidad. Por lo tanto, gran parte del 80% de la informalidad que tiene nuestro país hoy es digital.

¿Cómo combatir esa ‘informalidad digital’?

Mira qué importante, porque [ellos] generan informalidad desde operaciones financieras. O sea, no están moviendo dinero en efectivo. Están generando transacciones con nombre propio. Si Sunat quiere, tiene cómo intervenir. Pero ahí entra a tallar el factor social. Te vas a perseguir como cacería de brujas a los pequeños emprendedores que intentan sobrevivir desde la informalidad, pero dejas a las grandes empresas acumular deudas y no pagar impuestos. Entonces tienes que hallar un equilibrio y un balance. Yo creo que más que verlo desde el lado punitivo hay que verlo desde la oportunidad.

¿Cuál es esa oportunidad?

Al emprendedor le beneficia ser formal sobre la base de lo que ya está haciendo, que es usar herramientas formales como las billeteras móviles o estar en el sistema financiero o pagar con tarjeta, etc.

Entonces ¿Cómo capitalizar esto?

La respuesta es simple. ¿Qué pasa si viene una empresa grande, te compra y te deja sin stock? Esa empresa grande no te va a pagar inmediatamente, seguramente generará una factura diferida a 30, 60 o 90 días y yo necesito de capital para seguir trabajando. Entonces, como emites una factura electrónica, puedes hacer factoring electrónico y en un par de días tener capital de vuelta con una tasa de interés mínima y seguir haciendo negocio.

Por otro lado, yo puedo hacer muchas transacciones electrónicas, pero si no emito las boletas y facturas correspondientes no genero historial. Una entidad financiera no te va a prestar porque tu Yape se mueva mucho, sino porque al lado de esas transacciones hay boletas y facturas que demuestran que son operaciones de negocio y eso te permitirá crecer. Entonces, la oportunidad de la transformación digital se pierde sino la capitalizamos con formalidad.

Aunque los emprendedores entienden que la digitalización es importante, todavía hay quienes se resisten a esa posibilidad ¿Cómo cambiarles el chip?

Lo primero y lamentable es que nuestra sociedad se mueve mucho por obligación. Entonces, Sunat ya sacó un cronograma de obligatoriedad para que los emprendedores emitan facturas y boletas electrónicas el 2022 que va de enero a abril y en el cual el 100% de los contribuyentes en el Perú, sí o sí van a tener que emitir boletas y facturas electrónicas. Entonces tienen que ir hacia la digitalización. El primer grupo de obligados se viene dando en enero. Son más o menos 90 mil; y cerca de medio millón en abril.

El tema no es movernos por obligatoriedad, sino por beneficio. Y una forma de entenderlo es lo siguiente: el emprendedor se tiene que ocupar de su negocio. No tiene que ocuparse en los papelitos, en el file palanca o en el cierre del mes contable o si le falta o no un correlativo, de todo eso nos podemos olvidar con la facturación electrónica.

¿Qué beneficios da la facturación electrónica?

Cuando mandas a imprimir boletas y facturas, el de la imprenta te dice que mandar a hacer 100 o 1000 te cuesta lo mismo. Mandas a hacer 1000 y metes 999 a un cajón y vas sacando de acuerdo a lo que vas necesitando. Pero en ese cajón lo que tiene es tu plata dormida. En facturación electrónica, si haces uso de la plataforma de Sunat, el servicio es 100% gratuito; pero si te vas a un privado que te da servicios de valor agregado (como el logo, el registro e información a la mano) los costos son mínimos: 20 soles al mes versus la imprenta con la plata dormida en el cajón que, además, te condiciona físicamente a tener que depender del lugar dónde está esa boleta físicamente, sino la tienes a la mano no vendes. En cambio, con la facturación electrónica yo puedes emitir una boleta o factura o acceder a información 24/7, desde cualquier parte del mundo y sin ninguna restricción. Y más beneficios, como el factoring electrónico.

Sobre el ecommerce ¿Cuáles son las perspectivas para este año?

Hay una gran cantidad de emprendedores que son 100% virtuales y por lo tanto hacen uso 100% de ecommerce para sus negocios. Las grandes empresas se han movido de un 5% de una dependencia presupuestal del ecommerce, a en muchos casos, más del 50% con lo cual es tan simple como decir: si a muchos negocios les va mal electrónicamente, no subsisten en el tiempo. Y eso te habla de lo importante que se ha convertido el negocio electrónico para los emprendedores. Entonces, el negocio se mueve digitalmente, desde la oferta, que muestran sus productos a través de las redes sociales o Marketplace, etc. La negociación, con herramientas de comunicación como el WhatsApp, y hasta la forma de pago, a través de billeteras móviles como Yape, Plin oBIM. Y finalmente la formalidad, porque emites un comprobante de pago electrónico. Entonces, podemos decir que el ecommerce y la transformación digital por lo menos está arriba del 30% de dependencia de éxito de cualquier negocio.

 

Foto: Tomada de La Cámara, revista digital de la Cámara de Comercio de Lima.

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Cámara de Comercio de Lima, Digitalización, Perú Factura, Renzo León Velarde

El economista y docente de la Universidad Pacífico, Jorge González Izquierdo explicó a Sudaca los tres sectores que provocaron el aumento en la inflación al cierre del 2021, y advierte que un eventual aumento en el sueldo mínimo podría ser peligroso para la vida de las micro empresas, que por ley, deben pagar este monto a sus trabajadores.

Ya se hizo oficial la llegada de la tercera ola de la pandemia y si bien no habrá confinamiento en esta oportunidad, ¿qué podríamos esperar o prever en materia económica esta vez?

Los efectos de esta tercera ola van a depender fundamentalmente de tres factores. Primero, la duración de las medidas que ha impuesto el Gobierno. Cuanto más dure en el tiempo, mayor va a ser el costo económico. En segundo lugar, va a depender también de cuánto se cumplan estas medidas. Si se cumplen al 100%, el costo va a ser mayor. En tercer lugar, va a depender de cómo va a reaccionar el ciudadano de a pie, por ejemplo, que tenga miedo de ir a un restaurante porque se puede infectar; si restringe su gasto, va a impactar en  la economía.

¿Cuánto proyecta de crecimiento económico para este año? ¿Podríamos recuperarnos de los años anteriores?

Bueno, el año 2020, la economía peruana cayó 11%. Aún no se tiene la cifra oficial pero se espera que en 2021 haya crecido alrededor de 13%, considerando que este crecimiento es un rebote estadístico. De esta cifra, solo un punto porcentual sería de  ganancia neta de bienestar respecto al 2020. Sin considerar la tercera ola, yo estimaba  el crecimiento del año 2022 en alrededor de 3%, pero si le quitamos 1% de crecimiento de la población, tenemos alrededor de 2% de crecimiento en el Ingreso per cápita y eso no alcanza para solucionar los problemas fundamentales de la sociedad peruana, como el aumento en la pobreza en 10% a consecuencia del Covid. Para ello, debemos crecer por lo menos 5%.

¿Cuáles son los sectores que requieren de mayor atención para generar esa recuperación esperada?

Los sectores que han sido golpeados desde el año 2020, no tuvieron una recuperación importante y están volviendo a ser golpeados el año 2022 con las medidas que se toman por la tercera ola. Es el sector servicios, que según el Banco Central, representa el 50% de la economía, del PBI nacional. Dentro de este, están sectores como turismo, restaurantes, gimnasios, teatro, cine, espectáculo y más. Son los que siguen estando fuertemente golpeados y no creo que este año reflejen una ganancia de bienestar.

¿Esta no-posibilidad de recuperación se debe únicamente a la tercera ola o hay alguna otras variables que entre a tallar?

Es básicamente por las medidas que está tomando el Gobierno. ¿Por qué? Porque no les permite trabajar al 100%. Ahora, si tú pones un aforo de 40%, quiere decir que el 60% de su capacidad instalada no la hace producir. Son sectores que, como si dijéramos, le amarramos el brazo derecho y la pierna derecha, no pueden correr bien.

El 2021 cerró con 6.43% de inflación. ¿A qué se debe este aumento?

La inflación del año 2021 fue alta para los estándares peruanos, pero a diferencia de Chile, Estados Unidos y otros países, la inflación en el Perú no ha sido causada por exceso de gasto ni de demanda de la gente o del Gobierno. La inflación se ha producido en Perú básicamente por tres rubros. En primer lugar, combustibles y electricidad, que subió 13,25%. En segundo lugar, alimentos que subió casi 8% y en tercer lugar transporte y comunicaciones, que subió 7.7%. Si tú te zambulles en estos tres rubros, te vas a dar cuenta de que son tres factores los que explican esta inflación peruana.

En primer lugar, la inflación del mundo, porque en el mundo los alimentos han estado subiendo de precio, especialmente el trigo, del que depende el pollo, el pan y otros alimentos, y el aceite de soya, del que depende toda la industria de las aceites de cocina, que son productos que el Perú importa. A eso se le suma el precio del petróleo y los combustibles en el mundo. En segundo lugar, el dólar subió un poco más del 10% y al subir el precio del dólar, suben los precios de los productos que tienen que ver con importaciones. En tercer lugar está el factor de expectativas que tiene la gente sobre los productos que van a seguir subiendo.

Respecto al dólar, hemos visto una mejor cotización en estas primeras semanas del año. ¿A qué se debe? ¿Podemos esperar una tendencia de mejora?

Es una bajada apreciable también en el mundo. El precio de algunos alimentos también empezaron a bajar, pero para que eso se traduzca a la mesa de los peruanos de a pie, tiene que darse una caída que dure en el tiempo. Lo que está pasando en el mundo es que está cayendo el precio de los combustibles, el precio de los alimentos, pero baja dos o tres días y lo que está pasando con el dólar también es así dos, tres días. El dólar cae hoy día, pero pueden pasar semanas para que recién comiencen a bajar los precios, pero que tienen que ser caídas sostenidas.

mypes informalidad

La Ministra de Trabajo anunció en diciembre que las primeras semanas de este año iba a recurrir a una sesión del Consejo Nacional de Trabajo Previo para evaluar la eventual alza de la Remuneración Mínima Vital. ¿Cuán viable es esta medida?

El último aumento en el sueldo mínimo se dio en 2018. Ya son casi 4 años sin subir el sueldo mínimo, y como en este último año ha habido una inflación alta, ya sería un tiempo prudencial para analizar un probable aumento de sueldo. Pero la teoría económica te dice algo muy cierto: si tú quieres aumentar el sueldo mínimo y minimizar sus efectos nocivos sobre el resto de la economía, lo tienes que hacer en función de dos criterios. ¿Cuáles son? Primero, reajustar por toda la inflación del periodo, y a eso le sumas el aumento en productividad. Sumas los dos y te va a dar 10%, 8%, 15%, lo que salga debería de ser el aumento que minimice sus efectos nocivos. Entonces, si lo van a evaluar, lo tienen que hacer en función de estos dos criterios.

¿Es el momento correcto para hacerlo?

No, y por varias razones. En primer lugar, porque la economía peruana está como un avión que va despegando y se le quiere poner un sobrepeso. Todavía las empresas y sobre todo la micro y pequeña empresa, todavía no se han recuperado totalmente. Si en ese contexto tú les obligas a pagar un sueldo mínimo mayor, no lo van a poder hacer porque su productividad no les da. Acá yo quiero llamar la atención: es un grave error que la ley actual obligue a la microempresa a pagar sueldos mínimos. Esta debe ser sacada de la obligación de pagar un sueldo mínimo, porque la micro empresa tiene una productividad muy baja.

¿Qué efectos podría provocar un eventual aumento del sueldo mínimo?

En primer lugar, la quiebra de micro y pequeñas empresas y quizás algunas medianas formales. En segundo lugar, se puede provocar despidos, desempleo de trabajadores formales que están ganando el sueldo mínimo, y que como ya no se les puede pagar, se les saca. El tercer efecto que puede producir es más informalidad. Yo creo que es un error y todavía con algo adicional: supongamos que lo suban a S/1,030. Una micro o pequeña empresa va a pasar de pagar S/930 a S/1,030, y uno podría decir que es poco, pero también se tienen que pagar gratificaciones y una serie de cosas colaterales. Ese nuevo sueldo mínimo de S/1,030 se puede convertir en S/1,300. Este no es el momento de hacer el aumento.

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Jorge González Izquierdo, RMV, sueldo mínimo

Conversamos con Adrián Revilla, gerente general de la Asociación Automotriz del Perú (AAP) sobre la situación actual del sistema de transporte, en el año de las elecciones municipales y a propósito de la norma donde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) autoriza el empadronamiento de los taxis colectivos, basándose en la Ley 31096, que precisa los alcances de la Ley 28972, ley que establece la formalización del transporte terrestre de pasajeros en automóviles colectivo en todo el país, con exclusión de Lima y Callao.

¿Este tipo de normas representan un retroceso para todo el sistema de transporte en el Perú?

La Ley 31096, determina qué tipo de vehículos pueden brindar el servicio de colectivo. Y lo que estableció la norma fue que pueden ser los vehículos que se conocen como M1, en este caso son vehículos como los sedanes o Station Wagon y están prohibidas las van o hatchback. Esto no valida a los que están yendo por Lima, por la Javier Prado, por la Vía Expresa, que uno los ve y no se sabe por qué la Policía no los detecta.

El problema es que hay una realidad que debemos conocer: el acceso a nuestro país es bastante difícil, la serranía es preciosa pero bastante complicada para acceder. La alternativa a esto, y entendemos que es de forma temporal, es el uso de estos vehículos colectivos en zonas donde, justamente, no se presta el servicio de transporte público masivo. Para ello tenemos una serie de propuestas. (Ver propuestas de la APP sobre soluciones técnicas para taxis colectivos).

¿No considera que este tipo de normas dañan aún más el servicio de transporte y ponen en riesgo a la ciudadanía teniendo en cuenta que al interior de un colectivo no se guarda distancia social, puede haber contagios de Covid-19 y si a ello les sumamos -que hay denuncias- de asaltos, solo nos precariza?

A ver, [a la norma] aún le falta el reglamento para ver los parámetros donde se moverá la Ley. En países desarrollados -a los que debemos apuntar como crecimiento económico- no hay servicio de colectivos. Eso no existe. Hay un buen transporte púbico, sistema de trenes y las personas -como se dice de rey a paje- se movilizan en servicio público porque es más eficiente, más rápido y seguro. Estas normas deben ser temporales. Lamentablemente las normas temporales en nuestro país se vuelven permanentes y eso debemos de cambiarlo. Nuestra sociedad debe tener un buen servicio de transporte público, e implementar en la serranía, un sistema como el ferrocarril.

¿Qué deben hacer los sistemas de control?

¿Cuándo vamos a dejar de ver colectivos en la Vía Expresa, en la Javier Prado y en otra cantidad de lugares donde siguen funcionando estos colectivos a vista y paciencia de todo el mundo? Eso debe eliminarse, debe erradicarse.

Otra de las tareas -saliéndome del tema de los colectivos- tiene que ver con la ATU. Muchas de las líneas de los microbuses pasan por los mismos lugares. Por la avenida Abancay pasan 30 líneas de buses. Solo debería haber dos o tres. Y los colectiveros podrían ser choferes de estos ómnibus que requerirán, por día, tres o cuatro choferes. Esto quiere decir que habría una gran demanda de choferes para este servicio de transporte masivo que necesitamos de manera urgente en el país.

Se ha buscado debilitar y hasta eliminar a la ATU…

No podemos, desde el lado del Congreso, torpedear la labor de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU). Es una labor técnica, en favor de los ciudadanos. Tenemos políticos beneficiando a determinados intereses, porque quieren mantener los esquemas que tiene el transporte público. Los ciudadanos nos merecemos un transporte público eficiente, seguro y sostenible y que nos permita desplazarnos de manera segura de un lugar a otro en nuestro país. No podemos seguir teniendo el sistema que tenemos hasta ahora. Eso no es posible. Cualquiera que vaya en contra de eso, está yendo en contra del Perú, en contra de los ciudadanos del país, porque tenemos que avanzar, y el camino es hacia adelante, y no hacia atrás: Tenemos que acelerar la construcción de los metros, que ayudará a esta ciudad con casi once millones de habitantes, a movilizarnos y eso es muy importante.

Es decir, el tránsito en manos de los técnicos…

El tránsito no puede estar en manos de los políticos. A ellos no les corresponde, que lo dejen. En Chile, todo lo que es diseño de vías, no lo hacen los alcaldes, le corresponde a la entidad centralizada de tránsito. Los municipios solo se encargan de avisar, por ejemplo, que el semáforo esté funcionando. Esa es la forma de manejar una ciudad. No podemos tener 42 municipios distritales, que cada uno decide por su lado. Es una ciudad desorganizada. Una lástima.

Nuestro servicio de transporte es el negocio más informal que existe en nuestro país. Si tuviera que calificarlo ¿Cómo lo haría?

Primitivo. Estamos en la época de la carreta. No hay derecho. Es un mundo salvaje, de poco respeto a la persona humana. No debemos seguir viviendo así.  Y eso de la informalidad es un tema amplio de conversación. Hablamos de informalidad y desde el Congreso siguen dando normas para exigir más a las empresas formales. Y luego quieren que las empresas informales pasen a ser formales.

¿Cuáles son las proyecciones para el sector automotriz para este 2022?

No es mucho. Para vehículos livianos se espera una disminución del 4%, hasta un crecimiento de 1%. En camiones tendremos un -5% o un crecimiento de 1.6%; y en buses, entre -8% y posiblemente 3.5%. Y vehículos menores se mantendrá en -0.8 y hasta un 4%. Es decir, no se espera mayor crecimiento en el tema vehicular para este 2022.

Si quiere ver en video la entrevista completa a Adrián Revilla, puede dar clic aquí.

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AAP, Adrián Revilla, Asociación Automotriz del Perú, Servicio de transporte

Poco antes de iniciar lo que será el tercer año de la pandemia, el psicólogo social Jorge Yamamoto, que también es fundador de un grupo de investigación en bienestar, cultura y desarrollo en la Pontificia Universidad católica del Perú (PUCP), nos explica las lecciones que nos ha dejado el 2021.

En entrevista con Sudaca.pe, considera que, nos encontramos en una situación de emergencia cívica de salud mental y productividad, donde los que han dejado de esperar un “retorno a la normalidad” y han empezado a aprovechar lo que la pandemia trajo, son los que mejores resultados han tenido hasta el momento.

-En el 2021 tuvimos una segunda ola del virus, pero también fue el año de la vacunación, ¿hay más optimismo de entrar al tercer año de la pandemia?

El optimismo es una característica personal sumamente importante y no es vinculada a lo que uno le pasa, sino a cómo enfrenta lo que le ocurre. El optimismo no es un producto de lo que nos ocurrió, sino producto de lo que vamos sembrando en los niños, cultivando de jóvenes y lo que consolidamos de adultos. Este año que acaba de terminar ha sido un año que parecieron 200 por la enorme cantidad de cosas. (…) Vemos que el nivel de preocupación va aumentando. Ha sido una coyuntura muy negativa. Tiene que sacarnos el mejor de los optimismos, pero no ese optimismo suicida en el que decimos el COVID-19 no me va a agarrar. Es un optimismo razonable, estratégico, que analiza las consecuencias de las conductas para sacar lo mejor de cada momento.

¿Qué significa la nueva normalidad para los peruanos?

La palabra clave no es nueva normalidad, sino adaptación productiva y optimista, estar siendo flexibles sobre lo que nos ocurre que no podemos cambiar y sacar lo mejor de cada situación. La pandemia, el pandemonio político, son situaciones terribles, pero muchas personas han sacado provecho de ello. (…) Los cambios los estamos viendo en la curva de rendimiento. Normalmente, teníamos un grupo grande de personas que estaba en la media de rendimiento, un grupo pequeño con elevado rendimiento y un grupo pequeño con mal rendimiento. Tanto el rendimiento como el bienestar y la salud mental se están reduciendo en el grupo de gente muy productiva y con mucho bienestar, pero esas personas están alcanzando niveles muy altos. Son pocos, pero son. El grupo que está mal de salud mental, bienestar y rendimiento crece y la media se está aplanando.

Por el lado económico, se perdió mucho empleo y ahora -por ejemplo- hay muchas más ollas comunes, ¿la economía también afectará el estado anímico de los peruanos en el 2022?

Creo que el peruano siempre ha estado preocupado por la economía, pero con el crecimiento económico, la reducción de la clase baja y el incremento de la clase media, esa preocupación económica se trasladó a un mayor consumo material, consumo de alimentos en restaurantes antes que en la alimentación básica y lo que ahora estamos viendo es un regreso a estas necesidades de corte básico, pero no es tan fácil, porque cuando uno se baña a diario en agua fría no siente el agua fría, pero después de haberse bañado en agua caliente, el agua fría se siente helada.

Por el lado político, ¿nos hemos acostumbrado a la crisis o cambiar de ministros en cuestión de días, es un nuevo nivel de crisis para nosotros?

Acostumbrado técnicamente no, porque recién está ocurriendo. El problema es el efecto psicológico que tiene este cambio de ministros turboalimentado en los últimos meses, pero que es solo la punta del iceberg (…) ¿cuáles con estas posibles reacciones? Ir cargando más un polvorín que genere más polarización y violencia. El otro camino es desarrollar un elevado nivel de cinismo. La gente ya no cree en nadie y solo busca su pequeño beneficio, que ya existía antes de 2020, pero podía llegar a un nivel espeluznante. Todo eso genera el caldo de cultivo para dos cosas.

¿Cuáles?

La más probable es que los próximos gobernantes sean aún más alucinantes. Después de Merino decíamos que habíamos tocado fondo, pero nos equivocamos. El otro caso, poco probable, es que, la gente que puede sacar adelante este país, no el político que busca la posición por narcisismo, intereses personales o una combinación de ambos, vaya cediendo paso a un grupo de héroes que se inmolen, que armen una propuesta que sea debidamente transmitida y ejecutada. Son dos escenarios que pueden ocurrir y hay que prender 2022 velas para que ocurra lo segundo, pero si fueran apuestas, iría a lo primero.

¿Algo podemos mejorar de la experiencia del 2021?

Yo era un abanderado de que la mejor inversión para el Perú eran los valores. Impulsar por décadas tres valores fundamentales en los cuales todos los peruanos nos pongamos de acuerdo y sigo manteniendo esa idea, pero la emergencia cívica de salud mental y de productividad me lleva a un paso previo que es el de la conciencia. No puede ser una persona consciente la que está enterrando a su familiar fallecido por COVID-19 sin máscara y tomando del pico (de la botella), para circularlo con todos los familiares. No es posible que estemos frente a antivacunas con argumentos alucinados. Lo que hay que fomentar es la conciencia, la capacidad de salir de nuestras reacciones emocionales inmediatas.

¿Hay algo positivo que se pueda rescatar?

Si hay que cerrar con algo positivo, es que este año ha sacado a relucir la fortaleza, la resistencia mental que tenemos los peruanos. Muchos han caído y se han levantado, muchos se han mantenido fuertes, muchos hemos estado por momentos tratando de salir adelante y hemos podido encontrar el camino y sacar provecho de estas tremendas oportunidades. Entonces, creo que debe ser una fiesta de la resiliencia de aquellos peruanos que van marcando con sus actitudes, con su conciencia, y sus valores, el camino a seguir.

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2021, 2022, Covid-19, Jorge Yamamoto, Pandemia, psicólogo social

Existen cuatro tipos de emprendedores: los empeñosos apasionados, los competentes, los cazadores de oportunidades y los sobrevivientes, según el estudio Perfil del emprendedor peruano del bicentenario que realizó IPSOS por encargo del BCP. María Alejandra Chirinos, Subgerente de Responsabilidad Social de dicha entidad financiera y Líder del Programa Contigo Emprendedor explica las características que los emprendedores peruanos forjaron a raíz de la pandemia, y la necesidad de la digitalización en los negocios.

En el 2020 se registraron 3.1 millones de Mypes, que fue un 48% menos que en el 2019. El impacto de la pandemia ha sido evidentemente fuerte para los emprendedores. ¿Cómo han percibido esta caída de las Mypes?

Creo que somos un país totalmente emprendedor, con el impulso de una resiliencia que no para. Pero sí es cierto que cuando empezó la pandemia tuvimos una gran caída de los emprendimientos porque las personas perdieron su empleo. Entonces no tienes consumidores, los emprendimientos caen, pero la verdad es que esto duró la primera parte de la pandemia y ahora hay un crecimiento de los emprendimientos. La pandemia generó nuevas oportunidades y se resaltó en el estudio que hicimos con Ipsos a inicios de este año, y es cómo veía el emprendedor el futuro que tenía en la pandemia. Lo veía con temor por cómo tenía que adaptarse a las nuevas reglas de vida, pero con mucho empeño, pudo fortalecerse.

Tras esta etapa de resiliencia, ¿cuál es el perfil del emprendedor de hoy?

Mediante este estudio, y dentro del perfil macro de los emprendedores resilientes y de actitud positiva, sacamos cuatro perfiles. El 30% de emprendedores son “empeñoso apasionado”, es el que va a donde sea por su empresa y es mucho más empírico. Quizá no es tan ordenado, pero tiene muchas ideas y es bastante creativo.

Luego están los “competentes”, que son el 40% de los emprendedores, la masa más grande. Son emprendedores que se sienten muy capaces de manejar su negocio. Son emprendedores que ya tienen una trayectoria un poco más grande, que ya tienen aproximadamente más de cinco años con un negocio, y se han transformado en la pandemia.

emprendedor peruano
30% de emprendedores son “empeñosos”, es mucho más empírico

Luego está otro 20% de “cazadores de oportunidades”. Son los creativos, mucho más empeñosos, siempre están buscando nuevas oportunidades, pero esos emprendimientos quizá tengan algunas caídas, por las decisiones que van tomando.

Por último, están los “sobrevivientes”, que son aproximadamente un 11%. Son emprendedores que han abierto su emprendimiento por necesidad, es decir, vino la pandemia, perdieron el empleo y optaron por emprender. Entonces, si los sobrevivientes consiguen trabajo nuevamente, dejarían el emprendimiento.

Estamos en una era digital y con ello van cambiando los sistemas de pago. ¿Cómo se han ido modernizando los emprendedores peruanos?

Cuando empezó la pandemia, por necesidad, los emprendedores tuvieron que migrar a lo digital, pagos digitales y venta digital. Esto último son las ventas por WhatsApp, Instagram, Facebook, más relacionamiento con clientes. Cuando hablamos de pago digital nos referimos a Yape  y otras formas de pago digitales. Desde la llegada del Covid hubo un crecimiento de más del 30% de esta masa de emprendedores y nos dimos cuenta de que no existía una cultura digital para los emprendedores en el país. No sabían sacarles el jugo porque no sabían que podían sacar métricas o que podían perfilar a sus a sus compradores. Entonces el emprendedor tuvo que darle seguridad al cliente a través de plataformas virtuales y pagos digitales, mostrando que su proceso de pago era confiable. A los emprendedores les costó moverse por ese lado. Aún a nivel nacional estamos hablando de un 40% que todavía tiene que ir más por los canales digitales, pero yo creo que fuera de la pandemia y así la vida vuelva a ser presencial, lo digital llegó para quedarse.

¿Cuál consideran que es el mayor problema de las mypes? ¿Por qué la mayoría no logra superar los dos años de vida?

Hay un tema del que no se habla mucho y es la educación financiera. Uno de los principales problemas que tienen las Mypes es que no son tan conscientes de cómo manejar sus finanzas en el negocio. ¿Por qué las Mypes se quedan tan chiquitas? Una de las principales cosas que vimos es que los emprendedores no pueden separar las finanzas personales de las finanzas de negocio. Hemos tenido emprendedores que en los talleres nos decían que cobraban cinco soles por un producto porque les costó tres y necesitaban ganar dos. No tenían una real conciencia de que están cobrando por su tiempo, su mano de obra, porque le pagaron a un proveedor para que les lleve el producto. La educación financiera realmente es uno de los principales stopper de las pequeñas empresas, porque si no ordenas tus finanzas no tienes una base sólida para seguir creciendo en el tiempo, no tienes ahorros para poder invertir en el negocio y crecer.

María Alejandra Chirinos, Líder del Programa Contigo Emprendedor.
María Alejandra Chirinos, Líder del Programa Contigo Emprendedor.

¿Cuál es la proyección a futuro que tienen ustedes para las Mypes en el Perú?

El programa emprendedor de 2019 ha ido capacitando año a año a miles de emprendedores. Este año estamos cerrando con más de 38,000 emprendedores capacitados en temas de educación financiera, digitalización, seguridad y liderazgo, y esto nos ha permitido levantar encuestas para sondear cómo ven el próximo año, cómo sienten que van a encontrarse. Las principales respuestas es que lo ven con mucho positivismo. Creen bastante que la vida está tomando un tema híbrido. Están teniendo también contactos presenciales sin dejar lo digital. Ven que la economía se está estabilizando y que podemos seguir creciendo el próximo año. Creo que la capacitación es lo básico, si es que tú quieres realmente sacar adelante tu negocio y seguir creciendo. Tenemos que prepararnos para un año que puede tener mucha presencialidad, pero no soltamos lo virtual y creemos que puede haber un fortalecimiento de las empresas. Ya lo hemos visto en emprendedores este año.

Ustedes recientemente han entregado el premio Contigo Emprendedor BCP 2021. ¿Cómo es que empezaron estos emprendedores y cómo están ahora que son ganadores?

El programa tiene distintas formas de capacitar. Una de las más grandes es este programa con Emprendedor BCP que ha hecho su segunda edición. Hemos capacitado aproximadamente a 7,000 emprendedores en talleres virtuales que eran cada sábado. Podías asistir a uno y ya tenías la oportunidad de ser uno de los elegidos para entrar a la segunda etapa del premio, que eran las mentorías virtuales. Los talleres son mucho más masivos, con más de 800 personas conectadas, pero en salones pequeños de aproximadamente 150. Ahí los capacitan voluntarios del banco. Luego en las mentorías pasan aproximadamente 500. Ellos sí tienen un contacto mucho más directo con el voluntario. Esos emprendedores tuvieron la oportunidad de presentar sus proyectos y el jurado decidió entre los 10 finalistas. Tuvimos dos premios de S/25,000. El programa no solamente se ve en Lima, sino a nivel nacional.

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Bicenenario, Emprendedor, Perfil del emprendedor Peruano, Perú

En el Perú se calcula que hay un millón de venezolanos. Un informe de la agencia de la ONU para los refugiados- Acnur, señala que dos de cada tres migrantes venezolanos en nuestro país quedaron en situación vulnerable por la crisis sanitaria, económica y política.

Además, indica, que nueve de cada 10 están desempleados o tienen un empleo precario, y siete de 10 comen menos de tres veces al día.

Ya que este 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante 2021, conversamos con Nancy Arellano, directora del proyecto Chance para sumar, una iniciativa de USAID Perú implementada por Cedro y presidenta fundadora de Veneactiva Perú, sobre el impacto de la migración venezolana en la economía peruana.

¿Cuántos venezolanos hay en estos momentos en el Perú y cuál su situación laboral?

Aproximadamente, la migración venezolana representa el 3% de la población en el Perú. Somos más del 95% de la población extranjera en el Perú. Los venezolanos somos la primera nacionalidad de extranjeros, en este momento.

Además, Lima es la ciudad con mayor número de venezolanos fuera de Venezuela. Y el Perú es el país con mayor número de solicitantes de refugio a nivel mundial de venezolanos.

¿Cuántos venezolanos se encuentran en situación de ilegalidad en el Perú?

Para nosotros ningún ser humano es ilegal. Hablamos de situación regular o irregular. En situación regular hay 247 mil con carné de extranjería. Hay alrededor de 250 mil que se han regularizado vía CPP (Carné de Permiso Temporal de Permanencia). Ahí hablamos de medio millón. Luego, tienes otro medio millón que están en condición de solicitante de refugio.

¿Cuál es la situación laboral de los venezolanos en Perú?

Hay una altísima informalidad. Al haber un número menor a 300 mil con carné de extranjería, al haber otro documento como el CPP (que es nuevo y que mucha gente lo desconoce) y al tener un alto número de solicitantes de refugio que, pese a que tienen garantizado el derecho al trabajo a través de un permiso especial, muchos de estos permisos no son aceptados por los empleadores. Entonces el empleo precario, el trabajo informal y los peligros latentes como la explotación laboral, la trata de personas y explotación sexual de mujeres, ha venido creciendo.

¿Podría darnos cifras?

Estamos hablando que, respecto a la trata de personas, específicamente en mujeres, el 92% son venezolanas. Para nosotros el enfoque es la regularización migratoria y un proceso de regularización que permita la obtención de un documento que habilite realmente la integración económica y social, como es el caso del carné de extranjería. 1) como medida de seguridad nacional, porque si sabemos quiénes están podemos medir los riesgos respecto a estas personas. Y 2) para evitar que caigan en ofertas engañosas de empleo, que son el mecanismo más usual para las redes de trata de personas y explotación.

¿En qué trabajos u oficios vienen desarrollándose?

En este momento se computa más de 3000 las empresas propiedad de migrantes venezolanos, microempresa que aportan a la economía peruana. 56 mil, aproximadamente, están en planilla y están trabajando como trabajadores dependientes, según el Ministerio de Trabajo de Perú. Y el remanente, tienen su RUC activo y emiten su recibo por honorarios. Aún hay un reto muy importante, respecto de la formalidad.

¿Cuánto es el impacto de la migración venezolana en la economía peruana?

Respecto al consumo, la migración aumentó la demanda agregada del Perú en 1500 millones de dólares. Esto representa el 1.1% del consumo peruano y eso representa el 0.74 del PBI peruano. Es decir, hay un impacto positivo.

¿Y si nos vamos al ingreso fiscal?

Estamos hablando de que la cifra entre el IGV (Impuesto General a las Ventas) y el ISC (Impuesto selectivo al consumo), así como el Impuesto a la Renta, suman 88 millones de dólares, equivalente al 0.043% del PBI peruano. Lo que a su vez representa el 0.66% de la totalidad de los ingresos fiscales del Perú.

La migración no le está costando al Estado peruano, sino que está aportando, pese a la situación de informalidad que estamos hablando.

Si se facilita la obtención del carné de extranjería, si se facilita los mecanismos para disfrutar de productos financieros, si se facilita la incorporación del talento productivo a través del reconocimiento de títulos universitarios y técnicos, sobre todo en los técnicos, donde todavía hay barreras importantes, o las colegiaturas que habiliten a determinados profesionales, este impacto según el Banco mundial podría superar los 4 mil millones (de dólares).

Ustedes tienen un proyecto donde llevan profesionales venezolanos a brindar ayuda a comunidades alejadas y vulnerables en el país como, por ejemplo, llevar doctores a zonas como Purús, en la selva peruana…

El programa Chance para sumar está articulando, con gobiernos locales, regionales, con los sectores del Ejecutivo nacional y con el sector privado, Confiep, y con distintos gremios, planes de desarrollo concertado y busca llevar este talento productivo que pueda ser recolocado de Lima, Arequipa o Trujillo, Cusco hacia otras zonas donde haya una demanda insatisfecha.

¿Qué profesiones serían?

Por darte un ejemplo sencillo. En el 2018 hubo un cambio curricular. Ese cambio curricular dice que todos los niños en el territorio peruano deben tener clases de educación física. Eso genera una demanda de 41 mil docentes de educación física, que no existen en el Perú. El Perú no ha producido 41 mil docentes de educación física. En la migración hay 9 mil. Entonces, si hay 9 mil, podemos acortar la brecha, que se propicie la inserción para cumplir con el mandato del currículo escolar peruano. Estamos trabajando en la ubicación de estos docentes. Ellos pasarían por un proceso de acreditación de sus títulos a través de la Sunedu y, por supuesto, por un proceso de capacitaciones. No se trata de competir con la mano de obra local para reemplazarla, sino aportar en los espacios donde las necesidades siguen latentes y no hay profesionales ni técnicos para suplirlas.

¿Cómo afectó la pandemia a la población venezolana en el Perú?

De una forma dramática. Nosotros hicimos un estudio y determinamos que el ingreso (de trabajadores informales venezolanos en el Perú) es de S/. 850.29 soles. Esto no alcanza para pagar alquileres de vivienda, alimentación, educación y gastos de una familia (que la conforman, en promedio, 3 o 4 venezolanos).

¿Considera que hay una estigmatización sobre la comunidad venezolana en el Perú?

Ha hecho mucho daño la matriz mediática de asociar migración con delincuencia, que no tiene base estadística. Hay un millón de personas, hay un millón de historias. El año tiene 365 días. Si la historia de un ciudadano de origen venezolano que ha trasgredido las normas la repito 3, 4 o 5 veces. ¿Cuántas historias son? ¿Son representativas de la comunidad venezolana? Yo no estoy minimizando la actuación de las personas que trasgreden la norma, deben recibir todo el peso de la ley y por su puesto nadie pide excepcionalidades al respecto.

¿Por qué la nacionalidad tiene que ser un epíteto? La delincuencia representa el 0.012% de la migración. Solo hay 26 mujeres privadas de la libertad de nacionalidad venezolana, y las mujeres representamos el 50% de la migración.

Para conocer esta problemática, así como la reinserción laboral, la capacidad emprendedora, y la integración de talento venezolano en el Perú, en los próximos días se realizará un evento, en trabajo conjunto con la Cámara de Comercio de Lima y la Confiep.

Se desarrollará este 15 de diciembre. Es sobre la recuperación económica y la inclusión socioproductiva, para la inclusión del capital técnico productivo, con un enfoque de diversidad y con miras a la reducción de brechas en las regiones del Perú. Para más información pueden entrar a pactoporlaintegración.org y las redes de Cedro Perú y de Chance para sumar. Ahí también se transmitirá el evento en vivo.

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Antes del cierre de las fronteras por la pandemia -hace 22 meses- entre 8 mil y 9 mil personas por día cruzaban el Complejo Fronterizo Santa Rosa, desde Chile hacia Tacna. Desde aquella fecha, según Guillermo Martorell, presidente de la Cámara de Comercio de Tacna, los restaurantes, hoteles, agencias de viaje y comercios de toda la ciudad han dejado de percibir entre US$ 300 millones a US$ 400 millones que generaban los visitantes cada año.

En entrevista con Sudaca.pe, explicó que por varios meses sostuvieron reuniones con las autoridades de la región y estaban esperanzados en que esto se lograra antes de Navidad, el 1 de diciembre, como lo indicaba el Decreto Supremo N° 174-2021-PCM, que se publicó el 28 de noviembre. Sin embargo, estos planes se vieron truncados cuando el Senado chileno aprobó un pedido para aplazarlo, que coincidió con el surgimiento de la variante ómicron en distintas partes del mundo.

El ministro de Salud, Hernando Cevallos, explicó que, frente a la situación epidemiológica del país y a la variante ómicron, que ha alarmado al mundo, se tomaron varias medidas y entre ellas estaba la suspensión de esta reapertura de las fronteras.

“Se ha tomado la decisión, por ahora, de no aperturar las fronteras, como se tenía planteado. De hecho, los países vecinos han tomado esa decisión antes que nosotros”, dijo el 1 de diciembre en la conferencia posterior al Consejo de Ministros.

Esa misma mañana, en el puente internacional entre Perú y Ecuador, los empresarios de los distritos limítrofes de Aguas Verdes (Perú) y Huaquillas (Ecuador), en compañía de algunos congresistas, decidieron acudir igual al punto que une los dos países para conversar, aunque fuese a través de las vallas de seguridad.

“Esperábamos con mucha alegría la reapertura del puente internacional, pero hemos visto que se reforzó con un pelotón de policías, tanto en Perú como en Ecuador”, comentó Gerardo Risco, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Aguas Verdes y de la provincia de Zarumilla.

Las condiciones de Chile y el control de la pandemia 

Si bien el aplazamiento de la medida se relaciona directamente con la aparición de esta nueva variante de la Covid-19, Martorell considera que también hay otras consideraciones políticas detrás porque durante el periodo de cierre, el comercio que no llegó a Tacna se quedó en Iquique.

“Ha habido marchas en la ciudad de Arica de todos los comerciantes de ferias, mercadillos y centros comerciales, pidiendo que se demore lo más que se pueda en abrir la frontera. Le han hecho un memorial al senador Maturana, que es de Arica, y él lo presentó. Para que no se vea como un pedido exclusivo de Arica, sumó a la frontera de Colchane (con Bolivia).

A pesar de las asperezas, la población tacneña avanzó con el control de la pandemia y la vacunación. Según Martorell, estiman que la región debe estar cerca del 80% de la población objetivo.

“Ha sido un clamor de la ciudadanía en general la reapertura de la frontera, es por eso que hay un alto porcentaje de vacunación en Tacna, situación que no sucede en el resto del país. Se adquirió una conciencia cívica de que debemos vacunarnos para poder exigir la reapertura de la frontera”, comentó.

No obstante, hay diferencias de cifras con el Ministerio de Salud que todavía no les permiten tener un cálculo preciso.

Aldo Fuster, presidente del directorio de Zofratacna, que también participó de varias reuniones de coordinación, comenta que además de solucionar este tema, estaba pendiente programar una visita de un equipo chileno para que pudieran ver cómo estaban funcionando los locales con atención al público y después otra visita por la parte peruana a Chile.

Consideró que el sector comercial es el que más necesita de la reapertura de la frontera y que, de darse este año, aunque fuera después de fiestas, sería tremendamente beneficioso para la economía de la región.

“La temporada alta nuestra es diciembre. Enero es incluso mejor que diciembre porque en Chile hay vacaciones escolares y, normalmente, las empresas públicas y privadas dan un mes de vacaciones, todos salen a la vez. Eso hace que el flujo sea muy grande, desde el 1 de enero hasta más o menos el 15 de febrero”, comentó.

Para Martorell, en el mejor de los casos, podría darse la reapertura en el mes de enero y, hasta entonces, solamente piden que se tome en cuenta las características especiales de Tacna. “Que se considere a Tacna como una región de contagio controlado. Ese es el objetivo que tiene la población. Es una ciudad pequeña donde es fácil controlar a la gente y llegar a las personas. En Tacna hay una conciencia cívica”, agregó.

La ilegalidad avanza pese al cierre en Tumbes

En el norte del país, los comerciantes del distrito de Aguas Verdes han formado un frente binacional de defensa de los intereses tanto de la ciudad de Aguas Verdes (Perú) como de Huaquillas (Ecuador) con 20 dirigentes de cada lado de la frontera, un trabajo en conjunto que no sienten que se haya realizado a nivel de gobiernos.

“El día de ayer (miércoles 1 de diciembre) era para nosotros consolidar el inicio de la reactivación económica y se ha frustrado”, lamentó Gerardo Risco, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Aguas Verdes y de la provincia de Zarumilla.

A diferencia de Tacna, en Tumbes, Risco reconoce que en Huaquillas hay bastante apoyo a la medida de reabrir la frontera. “Ecuador tiene vacunación de sobra. Hace mes y medio donaron a Tumbes 360 mil dosis y Huaquillas, que es la ciudad hermana con Aguas Verdes, está por encima del 90% de vacunados”, indicó.

Aseguró que en Tumbes, la Dirección Regional de Salud les ha informado de un avance de más de 70% con dos dosis, pero confía en que en los próximos días la brecha sea menor. En su opinión, lo que más preocupa a la población de ambos lados de la frontera es que mientras el paso peatonal oficial está cerrado, los puentes clandestinos y las rutas para el paso de ilegales se mantienen muy activas.

“La aparición de coyoteros, el tráfico de personas es constante. Cada día que esté cerrado el puente internacional el canal internacional se ha convertido en la zona de más alta corrupción binacional. El contrabando y la gente que vive al margen de la ley es lo que ha crecido, con la venia de la Policía Nacional”, manifestó.

Mientras el movimiento de carga utiliza el paso fronterizo de La Paz, el paso peatonal que era el de mayor uso en esta zona de galerías, tiendas y comercio ambulatorio, permanecerá restringido por las próximas semanas.

“Aguas Verdes, que es un emporio comercial similar a Gamarra, opera solo con un 5% del capital humano que vienen a visitarnos, el 95% de nuestros clientes no están llegando porque no se arriesgan a cruzar la frontera”, precisó. La poca afluencia ha hecho que los negocios pierdan capacidad de pago.

“Aguas Verdes languidece, todos estamos endeudados, prácticamente metidos en Infocorp, la banca privada está empezando a rematar nuestros locales comerciales y viviendas. Si estas fronteras no se reactivan, la crisis será mucho más grande”, advirtió Risco.

 

Fotoportada: Darlen Leonardo

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Tras iniciarse la “Semana de la micro y la pequeña empresa”, la Sociedad Nacional de Industrias instó al Ejecutivo a realizar un trabajo conjunto entre el sector público y privado para continuar con una efectiva reactivación económica que cuide sobre todo a las micro y pequeñas empresas. Antonio Castillo, gerente de Estudios Económicos y Sociales de dicha institución, prevé un crecimiento, siempre y cuando haya mayor estabilidad que atraiga la inversión privada.

¿Cuál es el panorama actual de las mypes? ¿Cuántos millones se han perdido durante estos ya casi dos años de pandemia?

En los registros de Produce y del INEI, teníamos cerca de 3,200,000 empresas al 2019. Muchas de ellas estaban en la informalidad y también están las personas que trabajan en el autoempleo, es decir que tienen negocios de microeconomía, de subsistencia. Gran parte de estas empresas se encuentran en el sector comercio, servicios e industria, que han sido indudablemente los más golpeados. Posiblemente el sector servicios ha sido el más golpeado en el país, porque ahí están incorporados todas las actividades de contacto, como restaurantes o turismo. Se estima que 500 mil empresas son las que han desaparecido. Esa sería gran parte de la cuota de quiebra.

¿Qué hay sobre la informalidad?

Tenemos una gran informalidad, mucho más alta que otras economías. El Perú tiene una informalidad del 78%, Chile tiene 30%, y Colombia tiene 40%. Para el Perú, esta informalidad también es un colchón de soporte,  pues los 7 millones de personas de la PEA que volvieron nuevamente a trabajar son personas que estaban en el comercio, eran ambulantes. Los restaurantes se reactivaron, los servicios comenzaron a moverse y por eso el empleo informal es lo que ha crecido principalmente. Son empleos que están por debajo de las 35 horas y por debajo de los S/900. Esa es la realidad que hay que cambiar.

Muchas empresas pequeñas no sobreviven a los dos años. ¿Por qué las Mypes y las Pymes son tan débiles y no pueden desarrollarse en el mercado con éxito?

Porque todavía en el Perú no hemos creado un ecosistema, un ambiente que permita resolver su problema de mortandad. Por ejemplo, en Argentina tienen cerca de 300 mil startups que se han dedicado al desarrollo de los servicios de software. Son muchas microempresas, porque el gobierno les paga el 30% de los costos de contratación de la mano de obra. Lo que se nos viene es trabajar quirúrgicamente en qué es lo que necesitan las Pymes en determinado momento. Nosotros, por ejemplo, tenemos empresas de bordados, entonces nos hemos organizado en la Sociedad Nacional de Industrias para darle un local a mujeres tejedoras. Ellas han formado sus Pymes por una necesidad imperiosa de la tela de la empresa grande. Tenemos que ser mucho más claros en el modelo de desarrollo que hemos de tener.

La SNI también ha considerado el factoring como medida eficiente. ¿Cuál sería el impacto real de ella?

Estamos preocupados por hacer un factoring para la microempresa. Estamos estructurando, por ejemplo, financiamiento al exportador o a la persona que genera negocios en el mercado interno. Por ejemplo, en Arequipa estamos financiando una planta que hace crema de ajo y necesita contratar a muchos productores. Estamos capacitando a estas Pymes para que emitan su factura electrónica y a su vez estas sean la base para que la empresa madre, que es la fabricante de esta pasta de ajo, reciba el financiamiento para poder financiar a sus Pymes. Necesitamos financiar a mayor escala, y como las Pymes no son sujetos de crédito, están en pérdida, o su calificación en la Superintendencia es mala, no queda otra opción más que garantizar su factura.

¿Cuál es el panorama para las Mypes y Pymes en el 2022?

Este año el sector industrial está creciendo. Por ejemplo, a los que hacen muebles, les faltan máquinas. Igual a los que hacen bicicletas. Todo va a depender de que mantengamos un crecimiento de la demanda interna y que las inversiones también prosigan. Esas inversiones chiquititas son el 64% de toda la inversión total. Entonces las peluquerías, un pequeño restaurante, son inversiones pequeñas que para nosotros suman. Por eso pensamos que un ambiente de tranquilidad, certidumbre en las inversiones es muy importante actualmente,  fuera de una política de promoción. Estamos muy preocupados en el tema de la inversión para el próximo año para que se mantenga este crecimiento.

Respecto de la inversión y de rubros un poco más grandes, la Premier Mirta Vázquez anunció el cierre de cuatro minas en Ayacucho y luego se emitió un comunicado desestimando esta medida. ¿Cómo afecta este cambio de discurso al rubro minero?

La mayoría de empresarios está mirando lo que sucede en otros sectores, porque lo que le pasa a un sector, le puede pasar a otro. Hay mucha preocupación. Nosotros tenemos una estrategia para este tema y lo que tenemos que hacer es asegurar estabilidad jurídica. Estas señales son muy negativas y esperamos que el Gobierno recapacite, para que tengamos mucha más tranquilidad en los ambientes de inversión. Esperamos tener ese ambiente necesario para poder operar.

Sobre el establecimiento de la Mesa de proveedores a la minería. ¿Cuánto ayudará a brindar seguridad para la inversión?

Nosotros tenemos 7,200 proveedores en la minería. Son el 4% del PBI, que son US$10 mil millones en inversiones de proveedores a la minería. Vamos a tener una inversión de US$50 mil millones con los proyectos mineros que se vienen en los próximos 10 años. El 30% servirían para compras públicas internas. De ello vamos a crecer. Se va a perder una oportunidad de oro si es que comenzamos a desperdiciar esta señal. En el interior del país hay mucha preocupación.

¿Cuáles son las tareas más urgentes que tiene tanto el sector público como privado para impulsar la reactivación económica que ya empezó pero aún no se ve en su totalidad?

Tenemos un paquete de proyectos de ley que estamos entregando al Congreso. Esperamos que se trabaje en la Comisión de la Producción y la Comisión de Economía, pues son varias leyes de incentivos que hemos planteado en distintos sectores. Esperamos que, en lugar de tener una agenda de tanta discusión e interpelaciones, tengamos una agenda productiva en el Congreso, donde necesitamos varias decisiones para que la producción salga adelante. El Congreso sí está siendo abierto y esperamos que el Ejecutivo también. Si bien tenemos un buen diálogo con el Ejecutivo, esperamos que este año que venga, las señales cambien y tengamos una mejor predictibilidad del Perú.

¿Cuál sería el panorama económico hacia el 2022? ¿Podremos ver una recuperación y crecimiento?

La gran preocupación que tenemos es que si tenemos un 5% de crecimiento en la inversión, vamos a poder crecer aproximadamente un 4.8 o 5%. Si no logramos ese nivel, vamos a caer. Nosotros en el Instituto de Estudios Económicos calculamos un 5% de caída. ¿Qué hay que hacer? Reactivar la inversión privada. La inversión pública va a crecer pero es solamente el 20% del total. Necesitamos que la inversión privada se dinamice, que baje el dólar. Hay que estar muy atentos a la inflación de costos que se puede presentar el próximo año, porque están subiendo algunos productos y su materia prima, la logística, los embarque está complicándose por la inflación. Yo pienso que si el Perú logra mantener una correcta política económica, vamos a salir adelante.

En caso de que no se llegue a ese 5% de inversión, ¿Cuál sería la mejor forma de afrontar la caída?

Yo pienso que necesitamos un gabinete de ancha base. No necesitamos un gabinete con ministros censurados, que no conocen su entorno. Eso tiene que cambiar, ese es el punto más importante que tiene que tener el Estado ahora, y tenemos muchos peruanos que pueden hacer estos cambios.

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Rolando Arellano, presidente del directorio de la consultora Arellano, participó de la última edición de la Cade Ejecutivos 2021. Durante la charla “¿Cómo llegamos a esta encrucijada nacional?”, señaló que en el 2019 habían alrededor de 3 millones de empresas formales en el país, pero si se incluyen a las informales, la cifra superaría las seis millones de empresas. Es decir-sostiene Arellano- habría una empresa por cada 5 habitantes. Esto lo hace concluir que somos uno de los países más empresarios del mundo, pero con muchos problemas por resolver. Uno de ellos, la desunión en la que cohabitamos.

Vivimos una época de división política, donde el sentido de unidad parece un concepto lejano. ¿Cómo lograr esa unión?

Tenemos un país muy dividido, pero esa división no es una cosa de hoy. Quizás se ha hecho más evidente por los últimos temas políticos, pero viene desde antes. En realidad, somos una nación que recién se está formando, después de 200 años. No hay otra forma de tener un país próspero, inclusivo, sino nos unimos.

Durante su participación en Cade usted señaló que el Perú es el país más empresario del mundo y con mayor sentimiento empresarial ¿Qué cifras explican esto?

Ser empresario y ser peruano es casi coesencial. Lo primero es la evidencia: Perú es por lo menos 50% más intensivo en empresas (registradas y formales) que países como Chile. Durante muchísimos años, el Perú salía siempre entre los cinco primeros puestos del mundo en la intensión de emprender. Esto se explica, en una parte por la necesidad y la supervivencia. Según nuestros estudios, el 73% de peruanos, cuando se les pregunta si quieren un empleo fijo o un negocio propio, nos dicen que quieren uno propio.

Pero de ellos, el 63% dice que preferirían tener ambas. Si se tiene un empleo, en la casa se tiene una bodeguita o el esposo ‘taxea’ o se vende cosméticos. El espíritu empresarial está ahí.  Lo que no hay es la unidad de las empresas para hacerse fuertes. Somos millones de empresas pequeñas pero desunidas. Y ahí está la oportunidad y el problema a la vez.

¿Y por qué no se ha logrado esta unidad?

No se ha logrado porque todo esto tiene faces. La primera es generar la empresa y el desarrollo; y la segunda es que el sistema, en general, ha facilitado la existencia del pequeño pero ha hecho compleja la existencia del que crece. Entonces, cuando empiezas a crecer y organizarte, caes bajo el control de un Estado ineficiente y terminas huyendo de la formalidad.

¿Este espíritu emprendedor está relacionado con la subsistencia?

Una de las razones de la formación de empresas es la subsistencia. Sabemos que el Estado no nos va a proteger, no nos va a ayudar, entonces lo que hacemos es protegernos a nosotros mismos y generamos nuestros propios emprendimientos, una especia de círculo vicioso si lo quieres, pero también de círculo virtuoso. Eso ha obligado que hagamos nuestra propia ropa, empresas textiles, restaurantes, soldaduras. No es que hayamos sido siempre el país más empresario del mundo. Esto tiene 20 o 30 años de existencia.

¿Cómo afectó la pandemia a las pequeñas y medianas empresas?

La pandemia afectó al mundo y al país. Hizo crecer la pobreza en 10 puntos, según el INEI. Sin embargo, lo que es importante es ver la resiliencia que hubo en esto. Del 2004 al 2016, el 40% de peruanos salió de la pobreza y la mayoría entró a la clase media.

En el 2020, según el INEI, la pobreza creció en 10 puntos. Pero si vamos al 2021, la pobreza creció tres puntos. Se revirtió esa tendencia y rápidamente llegaremos al nivel del 2019. Eso nos dice que la gente que entró a la clase media y vio que tiene la posibilidad de tener un bienestar mejor (tener a su hijo en la universidad y hacerlo profesional o tener una casa mejor o salir a comer un pollito a la brasa), pues estas personas no están dispuestas a perder esos beneficios que adquirieron y harán un inmenso esfuerzo para regresar a eso.

Pese a que muchas empresas quebraron…

En el 2020 desaparecieron 45 mil empresas, según el INEI. Pero el mismo dato nos dice que se generaron 235 mil. Es decir, creció la cantidad de empresas en 190 mil a pesar de la crisis. La gente está diciendo: “¡Ya está! Tengo el problema, lo tengo encima, pero ahora hay que tirar para adelante”. El peruano dice: “¡Yala!”. “’Yala’ vi cuando estaba Sendero Luminoso, cuando hubo la hiperinflación, cuando teníamos el problema de las crisis agrarias. He salido de peores”. En términos futbolísticos, esto es un entrenamiento en relación a lo que ya tuvimos: y lo que tuvimos fue terrible.

¿Cómo unirnos, el gran reto del bicentenario?

Debemos entender que unirnos es rentable. Ganamos más uniéndonos que estando separados. Si vamos por ese elemento, que es un win-win, la idea es que empecemos a darnos cuenta que ese espíritu empresarial separado es un yacimiento de metales valiosos que si lo empezamos a trabajar tendremos mucho valor para todos.

¿Qué lecciones nos viene dejando esta pandemia?

Una de las cosas importantes que nos deja es un sentimiento de fragilidad. Este crecimiento que hemos tenido ha podido generarnos cierto nivel de arrogancia, de que todas las cosas sí se pueden, pero nos hemos dado cuenta que hay una fragilidad en la sociedad que puede venir de adentro o de afuera. Ese es el gran escenario. La segunda cosa que nos ha hecho ver esta pandemia es reconocer que la sociedad no puede estar bien si hay muchos que están mal.

En Cade usted anunció el libro digital El país más empresario del mundo ¿Cómo acceder a él?

Si entran a la web de Arellano Marketing, encontrarán un QR donde podrán descargar el libro.

Podría resumir en una idea, esta publicación …

Tenemos un potencial de creación de empresas que está ahí, pero necesita superar muchos problemas. Primero: hay que creérnosla. Segundo: evitar todos los tipos de desaparición de grupos. Tercero: los chiquitos, y los medianos son tan o más empresarios que los grandes. Hay que evitar esa separación entre emprendedor y empresario porque es una separación que no tiene sentido. El pequeño es hasta más empresario que el grande. Cuarto: tenemos que apoyarnos. Si nos unimos, seremos más fuertes.

 

Fotoportada: IPAE.

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CADE EJCUTIVOS 2021, empresarios, MYPES, Rolando Arellano
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