Contra lo pensado, luego del escandalosamente malo gobierno de Castillo y la complicidad de toda la izquierda con ese desastre, hay un sector de la población que aún comulga con esas ideas y apoyará cualquier iniciativa partidaria que vaya en esa línea. Ya tienen, además, la narrativa regalada a su disposición: la Asamblea Constituyente.
Lo que va a atormentar a la izquierda es cuál será su representación política, en quién va a encarnar la vocería electoral. Seguramente participará Verónika Mendoza en algún carro alquilado, ya que Nuevo Perú es incapaz, al parecer, de inscribir su partido, y probablemente la acompañará la misma mala suerte que en campañas anteriores (es la Lourdes Flores de la izquierda nacional); Antauro Humala de cajón, aunque su discurso se ha desgastado rápido y ha perdido impacto; Guido Bellido o Guillermo Bermejo podrían recoger el castillismo superviviente; Indira Huillca puede asomar como el rostro nuevo, pero adolece de lo mismo que Mendoza: no tiene partido, pero con la ventaja de que es más probable que Juntos por el Perú la lance a ella antes que a Mendoza.
–La del estribo: notable Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo, película peruano-boliviana, que mezcla el drama y la comedia, íntegramente hablada en quechua. No recomiendo proveedor conocido. Vayan a verla al cine, que es donde se aprecia mejor su magnitud visual. Aún está en cartelera, reducida, pero está.