El 26 de noviembre último, la noticia de la muerte de Oscar Catacora tomó por sorpresa a todos. El director de la afamada cinta nacional Wiñay Pacha falleció mientras rodaba lo que sería su siguiente largometraje en Puno. Una apendicitis que no pudo ser atendida fue la causa de esta trágica y temprana muerte. Las condiciones de precariedad y olvido por parte del Estado, impidieron tener una atención médica oportuna y nos quedamos sin uno de los grandes talentos del cine nacional. 

Oscar Catacora había logrado días atrás estrenar su primer largometraje Wiñay Pacha en la plataforma de Netflix. Cinta hablada completamente en idioma aymara. Siendo además el primer largometraje en ese idioma producido en nuestras tierras. Se encontraba también  filmando su segunda cinta sobre la rebelión indigena de 1780. Y como era el sello de su cine, pensaba proponer una reflexión sobre las diferentes formas de violencia que este acontecimiento implicó. 

Wiñay Pacha puso al director puneño bajo la atención de la prensa nacional y mundial, no solo por abordar un tema distinto y de manera singular. Sino porque desde la primera toma de su cinta, dejó en claro que se trataba de un director con estética propia y sobre todo con una brutal honestidad para retratar un escenario como el ande, fuera de toda frivolidad y con la intención de despertar emociones intensas que puedan llevar a una reflexión. 

Los protagonistas de esta película fueron una pareja de ancianos que superan los 80 años. Willka y Phaxsi, que en aymara significa Sol y Luna. No fue casual que denominara a esta pareja de ancianos como las deidades de la mitología aymara. Su respeto por la pachamama o naturaleza es el tema que subyace en esta realización. 

La historia narra como Phaxsi y Willka se encuentran a más de 5,000 metros de altura en la sierra peruana, acostumbrados a una vida en armonía con la naturaleza y con los recursos de esta. Pero por otro lado, desprotegidos ante cualquier adversidad y por lo tanto en completo desamparo, incluso de su propio hijo que emigró a la ciudad. 

Esta idea surgió de la experiencia del director puneño al vivir con sus abuelos. Es por eso que Vicente Catacora, actor que encarna a Willka, es el abuelo del director en la vida real. A pesar de la resistencia de su familia, la elección surgió de la necesidad de contar con actores naturales y de lengua aymara nativa. 

La cinta que fue seleccionada para representar al Perú en los premios Oscar es una historia de abandono, pero también de reivindicación hacia una cultura como la aymara. Si bien el director deja la cámara en modo contemplativo, su propuesta pretende enfrentarnos a la necesidad de reconocer las culturas que conviven en un mismo suelo. Su cosmovisión a través de Willka y Phaxsi tienen ese encargo frente al espectador. 

Wiñay Pacha no tiene música, pero si el sonido del viento, de la naturaleza. La pachamama es protagonista de esta cinta, con todos sus climas, paisajes y sabiduría. El propio Catacora contó cómo se dirigió al mismo Apu para pedirle un día nieve y otro día lluvia para poder filmar. El Apu lo escuchó. Al día siguiente tuvo nieve y el día que pidió lluvia, también la obtuvo. Decidió realizar el primer film en aymara porque si su lengua muere, decía, también morirá su cultura. En aymara Wiñay Pacha significa tiempo eterno y aunque no se realizó con muchas pretensiones está considerada como una de las mejores cintas nacionales. 

En su estreno superó la taquilla de El Capitán América, convirtiéndose en un blockbuster en Puno. Llevó a las salas de cine a más de 300,000 espectadores e incluso Tondero se interesó en distribuirlos luego de que recibieron el premio a mejor ópera prima y mejor fotografía en el Festival de Guadalajara de México. 

Oscar Catacora quiso establecer identidad, no quería ser encasillado en un género específico cinematográfico pero a la vez quería ser recordado como un buen realizador. Colocó a Puno ante la mirada mundial. Puso en valor no sólo el cine regional, sino la universalidad de los conflictos que el desarrollo capitalista ha ido imponiendo. 

Nos dejó con varios cortometrajes experimentales, un mediometraje y un largometraje para la historia, pero sobre todo para la discusión y reflexión de quienes somos y cómo pretendemos mirarnos, en una sociedad donde por siglos el desprecio a lo andino fue normalizado. Su cine fue como él, naturalista, sencillo, emocional y de compromiso social. 

Oscar Catacora ha trascendido y como su Wiñay Pacha, será también eterno. 

Oscar Catacora

Wiñaypacha

 

 

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Marité Ugaz y Mariana Rondón son directoras y también productoras cinematográficas. Se turnan estos roles en cada película que realizan. Están exhibiendo de manera alternativa su último film #Contactado. En donde Marité dirige esta vez y Mariana produce. #Contactado es la historia de Aldo, interpretado por Baldomero Cáceres. Quien fue líder de un grupo dedicado a buscar contacto con extraterrestres. 

La cinta se viene exhibiendo de manera gratuita en diferentes lugares. Quedan dos funciones al aire libre como lo han venido haciendo, una en la playa y otra en Barranco. Viernes 12 de noviembre en la playa Cantolao de La Punta y sábado 13 en el MAC de Barranco, a las 7 pm en los dos casos.

Pudimos conversar con ambas previo a lo que serán sus últimas presentaciones. 

Ante todo felicitaciones porque sacar una película en las condiciones que se presentan no solo acá sino en el mundo, es un gran logro.  Quería saber un poco de dónde sale esta historia sobre este personaje tan curioso que es una suerte de Mesías. 

Marité:  Primero quisiera decir sobre la coincidencia de nuestros nombres, nosotras somos sudaca films. Creamos esta empresa que se llama sudaca film en el 90 y fue mutando de lo que era. Al principio fue una multinacional andina que agrupaba varios países. Éramos dos peruanas, dos venezolanos, un ecuatorianos, una argentina, dos colombianos y al final fue decantando. Se deshizo el sudaca multinacional andino porque parecíamos una  red de narcotraficantes. No llegábamos ni a la esquina (risas) y entonces se creó uno en Venezuela y otro en Perú. 

La historia surge de querer trabajar sobre las presiones, las tentaciones del poder y la manipulación en torno a la fe, a las creencias tanto religiosas como políticas que son las que estamos viendo en el continente. Más que líderes políticos se transmutan en líderes religiosos en un punto. El juego del regador, regado, de alguien que hace 20 años más o menos tuvo un gran apogeo, que nos sirve para contar un poco lo que ha sucedido en este tiempo en la ciudad de Lima.  La casa donde vive el personaje se ha ido deteriorando como un espejo del deterioro de esa clase media dueña de esos espacios.

¿Podría ser una historia de desencanto?

Mariana: Yo no creo que haya ningún desencanto, creo que más bien es una mirada bastante objetiva de cómo se mueve el mundo y cómo se mueven los seres humanos. 

Marité: Una llamada de alerta.

Marina: Tener clarísimo como el fundamentalismo y el populismo están de moda en estos días es la moneda de uso de nuestros países. Ningún desencanto solamente con una visión realmente objetiva de lo que nos rodea.

Marité: No es muy alentadora nuestra visión.

Mariana: Yo soy venezolana además se de lo que estoy hablando. He visto lo que fue convertir la vida política y civil en religión. Justo el momento en que muere Chávez fue convertir todo eso en un culto.

¿Culto a la personalidad?

Mariana: Ya lo era estando vivo, cuando muere fue peor. Pero que no se escapa a ningún país. Como lo de Brasil que es el otro extremo. Me pregunto ¿cómo llegamos de pronto a esos discursos extremos?

Bolsonaro por ejemplo y su discurso antivacunas, con el mismo fundamentalismo. ¿Cómo puede tener cabida eso? 

Marité: En esta última década donde efectivamente la manipulación está a la orden del día y lo que queremos con esta película es que haya esa reflexión.

Una manipulación ligada al poder. En la historia por ejemplo alguien que tuvo poder, es reemplazado por una persona más joven y contrario a traer nuevas ideas o prácticas es peor que el anterior. ¿No es un poco desencantada esa visión? 

Marité: El último personaje es peor que el anterior. 

Mariana: Claro, el primero es un tramposo y trató de hacer una tesis y fue probando y probando. Este último personaje ni siquiera viene con una reflexión y viene jugando con el pequeño poder de dominar a otros. 

Marité: A partir de una seducción efectivamente

Mariana: Y muy de partidos políticos. Que cada vez están abandonando más las ideas cívicas para mostrar algo de tipo amoroso, como cuidar el alma al prójimo. 

¿Pero eso no podría estigmatizar la participación política?

Mariana: Claro, el peligro es la antipolítica. Una de las razones por las que estamos acá es porque no le creemos más a los políticos. 

Marité: No es que la manipulación viene con la política sino que viene con el abuso de la política. A eso apuntamos. 

Mariana: Por eso nos fuimos por la idea del culto y no la del partido político. 

Ojalá los partidos políticos no pierdan la objetividad del todo para que la antipolítica no reine.

Entiendo que también se refiere a este personaje en el film que tiene un discurso con el que no es coherente. 

Marité: Justo eso es lo que más resuena en nuestro aquí y ahora

Mariana:  Yo tengo 6 años aquí pero cuando empezamos a hacer la producción y empezamos a buscar locaciones. Estábamos buscando esos espacios maravillosos frente al mar. De pronto nos dimos cuenta que estamos en el centro de un problema en esos terrenos frente al mar. Nos estaban siguiendo.

Marité: Nos soltaban los perros. 

Marina: Por más que sólo buscábamos una lomita frente al mar. Algo tan inocente, pero que la película nos mostró el riesgo que había ahí. 

¿Cómo han logrado esta exhibición alternativa? Al margen de las salas comerciales.

Marité: La película iba a tener su lanzamiento en el mes de abril en el Festival de Tribeca de Nueva York. En ese momento el 15 de marzo nos cae la encerrona total y Tribeca también cierra. Todo se cierra. A los meses, empiezan a aparecer alternativas de festivales online. Decidimos esperar y pensamos que serían solo 3 meses. No fue así. Al año, Tribeca planea hacerlo presencial y deciden hacerlo con funciones al aire libre en parques. La gente salía hasta con tres mascarillas con tal de asistir. Vimos que podíamos lograr una exhibición de muy buena calidad. No teníamos la certeza de lograrlo en Lima entonces volvimos a fines de junio.

Mariana: Era un cambio en la manera de vivir, de asumir el cine y el arte. Para nosotros era como una revolución de cómo vamos a volver a empezar.

Marité: La experiencia fue alucinante las parejas chapaban. Se sentía pura vida.

 Por suerte esta película tiene el apoyo de la Dafo (Ministerio de Cultura) 

Quienes tienen ese apoyo luego reciben otro para la distribución. Este año pandémico era un monto mucho menor que el que solía dar porque pensaban que iba a servir para que la gente distribuya por streaming. Entonces aprovechamos todo ese dinero y buscamos las condiciones técnicas que habíamos visto en Nueva York.  Efectivamente vimos a un grupo de chicas que tenían esta dinámica de hacer eventos públicos. Les vendimos la idea, nos miraron horrorizadas. (risas). Con muy poco dinero pudimos armar todo esto. Nos ha parecido una experiencia muy grata  Hemos estado en todas las funciones platicando después de las proyecciones con la gente. 

Mariana: Además ha sido en unos lugares magníficos. Cuando se acaba la película, se enciende la huaca atrás y el público dice: “wow” porque además era la misma huaca donde filmamos.  Anoche que nos tocó en Pucusana, teníamos el mar y en la pantalla el personaje corriendo olas.  

Marité: Tenemos otras formas de recaudar que es a través de nuestro agente de ventas. Él se encarga de venderla a otros países. Lo que normalmente sucede con el cine de autor que hacemos nosotras. Llevamos ya varias películas, tenemos ya un circuito de gente que espera nuestras producciones. Ahí ya hay una relación comercial real. 

En absolutamente toda América Latina el cine que se desarrolla en sus países se protege. Se hace a través de cuotas de pantalla. Asegurando que las películas nacionales no estén solo 3 días y luego desaparezcan. En Perú ha pasado una ley de cine super linda, pero ese punto no pasa.

Eso es lo medular finalmente, la exhibición.

Mariana: En esta experiencia por ejemplo es increíble cómo ha ido aumentando el público

Marité: Se ha desbordado, efectivamente. Es real el deseo de la gente de salir y encontrarse con los demás. La última función estaba llena de estudiantes y amas de casa.

Mariana: En Reducto también se nos desbordó y no sabíamos qué hacer. Teníamos 120 sillas y se nos agotaron. 

¿Cómo empezó este proyecto?

Marité: Empezó a cocinarse en el 2016 con el guion. Nos fuimos a unas residencias a escribir el guion en Estados Unidos. Lo terminamos, lo postulamos a Dafo. Ganamos y en el 2018 lo filmamos.  En el 2019 lo terminamos. A finales de ese año lo terminamos en coproducción con Brasil y también con Noruega.  

Mariana: Lo curioso es que en Noruega si estaba funcionando todo a diferencia de acá y ellos si la estaban viendo la película en cines.  

¿Cómo fue trabajar con Pauchi Sasaki? (compositora musical de la otra cinta peruana: Canción sin nombre)

Marité: Delicioso, ella es súper cómplice y es como que ya nos casamos con ella.  La que viene también, ya estamos conversando sobre tipos de sonoridades. Ella desde las primeras imágenes comenzó a sugerir ideas.  

¿Cómo se dio la selección para el personaje principal de Baldomero Cáceres?

Marité: Le pedimos al jefe de casting que lo buscara. Él tenía la energía que buscamos para la película. Fue un trabajo arduo, pero no distinto al que solemos hacer. Normalmente ensayamos mínimo un mes antes de rodar.  Los ensayos no tienen la presión del tiempo y dinero que si tiene un rodaje. Así que nos podemos explayar y adentrarnos en la construcción de ese personaje. Eso es lo que nos encanta hacer y digo nos encanta porque las dos somos directoras que nos vamos rotando de película en película. En Pelo Malo, Mariana fue la directora y yo la productora. Ambas también escribimos las historias. La que viene, Safari, la va a dirigir Mariana. 

Una sociedad que funciona por lo visto. 

Mariana: Buscamos discutir las ideas para que funcionen.

¿Además de Tribeca y los países nórdicas ha pasado ya por otros festivales?

Marité: Teníamos todo listo para asistir al Festival de Huelva en España y de pronto se cerraron las fronteras con pasajes comprados y todo. No ha sido lo mismo no estar allá.  Somos medio freaks con la calidad de la película. Mostrarla en un celular nos da mucha bronca y siempre tenemos el temor de la piratería. En Huelva la película se pirateó, Tuvimos que hacer miles de cosas y pagar mucho dinero para evitar que se siguiera pirateando. Una de las empresas más privilegiadas durante la pandemia han sido los piratas. 

Mariana: Y los cuidadores de piratas. Empresas que se dedican a limpiar de la piratería. 

Ahora la película sale en salas en Brasil para marzo del próximo año. Calculan que tendrán un 70% de vacunación en la población

Marité: En México debe entrar ahora en enero. Lo más lejos que ha llegado en un Festival de cine ha sido en Calcuta, en la India. 

¿Qué han logrado contactar Marité y Mariana?

Marité: Creo que urge una reflexión para los tiempos que estamos viviendo. La reflexión es de lo fácil que puede ser manipulada, un alma necesitada. En este momento la tentación de caer en cualquiera de los dos extremos está a la orden del día.  También es un signo de los tiempos el populismo y la manipulación. 

Mariana: Si caes no hay vuelta atrás.  

Marité: Hemos tratado de hacer una historia dinámica, pero que no deje de ser reflexiva y con un trabajo visual atractivo.  

Esta semana cerramos en La Punta, el viernes y en el Mac de Barranco el sábado. La presentación del Mac de Barranco va a ser nuevamente con pantalla led y con un sonido espectacular.  En La Punta tendremos un pantalón frente al mar que va a estar muy bonito.

Un último mensaje. 

Marité: Qué hace el cine no es difícil, pero si requiere constancia y perseverancia.

Mariana: Creo que vienen tiempos donde seguir igual que como éramos antes tampoco tiene mucho sentido. Creo que hay que replantearnos todo. Esta catástrofe debería ser una opción para repensarnos.

 

 

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Contactado, Marité Ugaz y Mariana Rondón

Sergio y José Zelada crecieron con las historias que su madre les contaba de la Amazonia. Ambos vivieron en Pucallpa y Lima y se acostumbraron a lidiar entre la modernidad y la naturaleza. Ambos también, años más tarde decidieron fundar El Tunche Films. Empresa productora que hoy es la encargada de presentar Ainbo. Película peruana de animación exhibida en más de 100 países alrededor del mundo y realizada con el presupuesto más alto de la historia del cine de animación en el Perú hasta la fecha: 9 millones de dólares. 

Ainbo es la historia de una niña que asume el protagonismo de defender a su comunidad del peligro que representa la extracción de oro y minerales en la selva. 

Pudimos conversar con José Zelada, el director de la película y con Sergio Zelada, su hermano y productor, a propósito del estreno en las salas de cine locales desde el 28 de octubre.

Felicitaciones por lograr que Ainbo se exhiba y más aún en estas condiciones de pandemia. ¿Qué tan difícil ha sido realizar y exhibir una película nacional y encima de animación?

-Sergio Z-La película se empezó a realizar hace 3 años. Se iba a estrenar el año pasado en realidad en septiembre, pero no se pudo debido a la pandemia como tú dices. Y lo complicado fue eso, que toda la inversión que se hizo y que se pensaba recuperar, ya no va ser así. Esta cinta que tiene en realidad mucha tecnología ha significado bastante inversión. Una de las cosas buenas sin embargo, es que significa un paso más adelante de lo que normalmente se había hecho acá en el Perú. 

-Jose Z- Acá hay bastante talento, la evolución en el cine ha sido buena. En la parte de animación tuvo sus experiencias con otras compañías, pero la animación es un proceso bastante costoso y si tuviéramos más apoyo del Estado o del sector privado sería genial. Nos encontramos en las ferias internacionales con gente peruana que tiene mucho talento. Presentan cosas impresionantes en cuanto a los diseños y las historias, pero lamentablemente no tienen ese toquecito de asesoramiento comercial como para poder ser tomados en cuenta.

¿Cuál fue la inversión de la película?

-Sergio Z- Ainbo ha costado 9 millones de dólares. Que es un montón, sobre todo para el cine peruano de animación. Lo normal en los estándares afuera es de 50 millones más o menos. Incluso siendo de bajo costo.

Se pudo llevar adelante, pero tuvimos colaboración, coproducción con otros países como Holanda por ejemplo. Justamente porque tenía beneficios que el gobierno les otorga. Parte del otro dinero salió de la preventa de la película en todos los países y otra parte de lo que nosotros pudimos poner acá en Lima.

¿La Dafo no ha tenido nada que ver?(Fondos del Ministerio de Cultura)

-Jose Z- No.

-Sergio Z- No, no entramos con Dafo, la colaboración de la Dafo hubiera sido importantísima pero no pudimos hacerlo. Para cuando nosotros quisimos entrar a Dafo ya la película estaba en proceso.

-José Z- Pero el presupuesto de Dafo es muy limitado. Aprovechamos para hacer un llamado al gobierno para que el aporte a la cultura sea más sostenible. Esperamos que con este proyecto que hemos sacado y con los que se vienen, puedan darse cuenta que tenemos que apoyar a productores, directores y a todos estos talentos. 

-Sergio Z- La mayoría de países latinoamericanos en realidad tienen ese beneficio para su industria del cine. Por ejemplo, en República Dominicana la inversión que se hace por cada dólar que ellos ponen dentro de la industria de la animación o del cine, reciben 6 dólares de retribución en turismo. Uno no se da cuenta que esta es una de las mejores publicidades en turismo que se puede tener. Es una de las cosas que pueden tener un retorno rápido de inversión. 

¿Los proyectos que se vienen entonces tampoco irán de la mano de la Dafo?

-Jose Z- No.

-Sergio Z- Kayara que es la que se viene, si se presentó a la Dafo y no nos concedieron el premio. No se cuales son los criterios. Los presupuestos que otorga Dafo podrían ayudarnos a construir el diseño, mejorar algunos procesos. Nos presentamos con toda la base que teníamos de haber hecho Ainbo pero no fuimos seleccionados. Finalmente, no todos los proyectos que Dafo financia se llevan a cabo. 

-Jose Z- Lo que pasa es que Dafo hace todo lo posible, aunque son aportes muy bajos los que pueden dar, pero puede ayudar en la etapa de guión, de teaser. Nosotros ya venimos trabajando con una distribuidora de afuera. Para un director emergente ganar Dafo es una gran ayuda, así tienen ese presupuesto para empezar a hacer su proyecto y poder venderlo.

Nosotros tenemos una realizadora que es Tunche Films. Tenemos una compañía que hace efectos especiales desde hace años, hacemos publicidad, para el mercado de afuera, para el interno y tenemos una escuela de cine y animación. Tenemos recursos para poder hacer nuestro teaser, porque cuesta. Cuesta hacer un minuto de animación. Por eso creo que lo de la Dafo está bien y una de las razones por las creo que no ganamos es porque ya teníamos una película fuera y ellos aprovechan en dar el premio a películas que sí lo necesitan. 

-Sergio Z- En realidad yo creo que los premios tienen que afinarse, porque finalmente postulas porque necesitas un poco de ayuda. Porque la verdad la pandemia si nos afectó. Sabíamos que no íbamos a lograr vender con Ainbo lo que habíamos invertido. El camino que tomamos nosotros fue complicado porque en el mundo los Bancos que financian esto, no creían que los peruanos podían hacer un proyecto de animación y llevarlo a cabo. No había experiencia que respaldara eso. Muchos lo dejan en el camino.

Entiendo que además han logrado la exhibición en 20 países.

-Sergio Z- Se vendió en 80 países en realidad. Ya pasó por países de Europa, por ejemplo, no se si toda Latinoamérica, pero son en total 80 países donde se proyecta.  No fue en simultáneo lo que hubiera sido ideal.

-Jose Z- Más de 80 en realidad. Fueron 120 países.

-Sergio Z- La exhibición se inició en mayo de este año.

-Jose Z- Cuando estuvimos en el mercado sur, tuvimos la certeza de hacer un guion y teaser muy pegado a la fórmula Disney. Eso lo pensamos justamente para poder vender. No es que los otros fueron malos, solo se trataba de ver cómo se podía vender, habían proyectos impresionantes. Gracias a Dios vino CMG y le gustamos y creo que fue por eso. 

-Sergio Z- Cinema Management Group es una empresa de Hollywood que hace distribución de películas a nivel mundial. Es como la Paramount pero más pequeña.

Piensan exhibir la película primero en la comunidad shipibo donde se inspiró la historia.

-Jose Z- En Santa Teresita. Hay muchas comunidades shipibas y son amigos nuestros. Escogimos el lugar porque está en un sitio muy lindo y son bastante autóctonos. Eso es lo lindo y es como para afianzar el mensaje que estamos dando con la película, preservar y luchar por la Amazonía y que mejor que ahí mismo sea el estreno.

¿Qué significa para ustedes haber escrito una historia desde la perspectiva femenina?

-Jose Z- Primero la inspiración de mi madre. La figura Ainbo está prácticamente basada en ella. Una niña que nace en la selva, mi mamá también, tiene todas las características de ser una mezcla entre inocente, ingenua, media salvajita. Mis caminatas en el monte donde veía toda esta fantástica vida que está dentro de lo que es la amazonia en sí. Yo camino por el monte desde hace 20 años y cuando voy ahora, eso que era hermoso y verde ahora es desierto, barro y amarillo. Para sacar el oro depredaban millones de hectáreas. Es una tristeza total. Entonces el mensaje va por ahí.

Hay dos temas que son muy vigentes, como es el feminismo por ejemplo, porque de hecho se está partiendo desde una historia femenina y también del tema ambiental. ¿Tomaron en cuenta ese contexto o fue algo que surgió de sus vivencias?

-Sergio Z: No necesariamente, como dice José el tema fue más inspirado en mi mamá. Ella falleció el 2012 y fue como un homenaje a todas esas lecturas que ella nos contaba y que en nuestra infancia idealizamos. Esa mitología que la rodeaba a nosotros de niños nos hizo soñar mucho. Ahora por otro lado, el tema del feminismo, del empoderamiento de la mujer coincidió, pero coincidió bien, sí teníamos claro el tema de la Amazonía y de la depredación horrible que estaba pasando, veíamos mapas cuando investigamos. Todo lo que era verde ahora era marrón. 

Por ejemplo la siguiente historia que vamos a hacer sí tiene un poco más de empoderamiento de la mujer, sobre algunos mitos de la cultura Inca, pero no necesariamente de feminismo como se maneja.

-Jose Z: Yo para nada pensé en eso, la concepción de las historias no fue llevada por ese lado. En esa época yo creo que sí estaba el tema de la corriente feminista entrando fuerte y que viene acompañada de otras corrientes más. Siempre tuvimos en cuenta nosotros el tema de la mujer y que sea una niña por muchos aspectos, pero no necesariamente por el feminismo. Tener una madre que hizo todo por nosotros, super valiente, una heroína, fue el ejemplo máximo de ver a la mujer de una manera espectacular. Ainbo nace de eso, también representa la naturaleza. Es la lucha por la preservación, un ser inocente como lo es una niña, puede hacer algo muy fuerte.

¿Cuál creen que sea la respuesta o el impacto que pueda tener una historia como Ainbo?

-Sergio Z: En Colombia por ejemplo se estrenó hace un mes. Tuvimos diversas entrevistas y una que duró un poco más con un grupo ambientalista. Querían hacer cosas a partir de la imagen de Ainbo. Como un icono de lo que podrías hacer para que los niños entiendan que hay que preservar la naturaleza. Esta generación empieza a tener estos mensajes que en realidad al medio ambiente le queda poco tiempo si es que no hacemos algo. 

Cuéntenos sobre el próximo proyecto 

-Jose Z: Sí, son dos proyectos en realidad, tenemos Kayara, que es una niña o jovencita incaica. También toca temas contemporáneos justamente ahora como la igualdad de género pero llevado a la antigüedad. En la época incaica, donde todo era totalmente un patriarcado. Es una chica que quiere ser chaski, tan simple como eso. Entonces es todo lo que hace para lograr meterse dentro de este gran rubro que pertenecía solamente a los hombres y poderosos. 

El otro proyecto, muy lindo también, es una ranita venenosa que también toca temas actuales, sobre todo el de la discriminación y el aislamiento que pasamos ahora por la pandemia. Toda la historia pasa por un charco, donde vive con batracios, reptiles e insectos. Es una ciudad. Es una ranita de laboratorio, es una historia linda.

-Sergio Z: Sí, de Kayara tienes el teaser en Youtube, y te vas a dar cuenta que inclusive ha mejorado un poco algunos aspectos ya a nivel de realización con respecto a Ainbo.

¿Qué significa para ustedes haber pasado de la publicidad al cine de animación y a esta escala con un film como Ainbo?

-Jose Z- Es que siempre lo buscamos. Siempre estuvo en nuestra mente hacer cine. Tenemos 14, 15 años.

Sergio Z- 18 años en realidad.

-Jose Z- Yo tengo 30 años en publicidad más o menos dirigiendo. Tenemos desde hace 14 años la casa de postproductora y siempre habíamos pensado en hacer cine. Tenemos muchos guiones escritos para películas animadas que ya vamos a ir sacando. Fue muy lindo porque es diferente contar una historia en más de una hora a contarla en 30 segundos. Además puedes realizar tus propias historias. Es una experiencia muy bonita.

-Sergio Z- Nosotros ya cumplimos 18 años de experiencia con El Tunche. Cumplimos con la meta de tener un estudio de postproducción. Desde los 90 ‘s teníamos como proyecto historias de terror y leyendas de la selva, sierra y de la costa también. Cuando formamos El Tunche fue más para que en algún momento podamos hacer cine. También creamos la escuela de animación y de cine que es EPIC .

-Jose Z- Gracias a la publicidad es que pudimos hacer todo esto. La publicidad nos dio los medios necesarios para poder crear la escuela, para poder iniciar la película, para todo.

-Sergio Z- Además la publicidad tiene un sistema muy exigente de calidad y eso te depura mucho el trabajo. Si ves un reel de Tunche en publicidad te darás cuenta el nivel de sofisticación que se tiene. Eso lo trasladas al cine y logras que tenga efectos que ya se logran en publicidad.

¿Tienen expectativas de recuperar la inversión?

-Jose Z- Yo creo que ya es un poco tarde. (risas) La pandemia afectó a todo el mundo. Imagínate, se supone que íbamos a estrenar hace un año. Esperábamos sala llena según los comentarios de CMG. Las expectativas eran grandes, las cifras que nos daban CMG no lo podíamos creer. Imagínate 120 países, pero el estreno programado nunca se dio como se había planificado. Luego se tuvo que estrenar porque en los países que la habían comprado ya lo exigían, pero la gente no va a las salas.

-Sergio Z- Hay distanciamiento encima. Ahora, para poder financiar tuvimos que vender todo lo que teníamos que se consiguió en tantos años de trabajo. Las propiedades que habíamos logrado con Tunche, la escuela misma la vendimos. Tuvimos que vender todo para poder meternos de cabeza. Pero como dice José no estamos arrepentidos, lo haríamos de nuevo. Somos hermanos, imagínate, todos los acuerdos se han tomado íntimamente y lo que hemos logrado de verdad es hacer que el Perú se vuelva un mercado de animación o un producto vendible y ese fue el costo que se tenía que pagar. Estamos con un pie dentro de esta industria.

Un país raro donde se haya exhibido .

-Sergio Z: Ucrania.

-Jose Z: Vietnam, creo que Ucrania y Vietnam fueron los primeros.

-Sergio Z: Irán, también.

-Jose Z: Francia, Alemania.

No recuerdo que se haya exhibido cine nacional en lugares como Irán. 

-Sergio Z: No, muchos países de repente no conocen el Perú, con razón se dice la amazonia. Cuando veas el teaser de Kayara y veas Macchu Picchu al final, te vas a dar cuenta de que estamos afianzando más el turismo. Promperú nos llamó también para poder vincular la imagen de Ainbo y de Kayara a los proyectos o sea como embajadores “marca país”, eso está bueno.

¿Y llegaron a un acuerdo?

-Jose Z: Todavía no.

-Sergio Z: Se ha conversado, no tengo ahorita el acuerdo final pero realmente es un derecho de cesión de imagen, porque finalmente es marca país. Nos han pedido que Ainbo también no sea de Perú sino de otro país, no voy a decir el nombre, pero no aceptamos.

Algo que agregar antes de terminar 

-Jose Z: Nada más invitarlos a que vean la película, está buena, sobre todo por el mensaje que tiene.

-Sergio Z: Vean la película, es un gran esfuerzo que se ha hecho para lograr lo que tenemos ahí en la pantalla. Vamos a tratar de poner en algún momento algunas cosas del making of, de todo el proceso que se pasó para lograr esto. Creo que la entrevista ha sido bonita y nos ha permitido contar un poquito todo lo que se ha logrado y que otros artistas conozcan también el camino a recorrer.

 

 

 

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Hwang-Dong-hyuk recibió un no como respuesta en la reunión que sostuvo con productores coreanos el 2008. No era la primera vez que presentaba su proyecto cinematográfico. Tenía 37 años y temió que su historia nunca pudiera convencer a nadie. El guion que escribió en ese entonces, resultaba poco convincente para quienes lo escucharon. Antes de desecharlo, decidió corregirlo. 

El pasado 17 de septiembre, sin embargo, su obra se estrenó en Netflix, 13 años después. Fueron los ejecutivos del canal de streaming, quienes mostraron entusiasmo por convertir este proyecto en una serie de 9 capítulos. Luego de 4 días de su presentación, “El juego del calamar» se consolidó como la serie más exitosa de la historia, al ser vista por 111 millones de cuentas en el mundo. 

La popular serie coreana trata de la competencia que disputan un grupo de personas. Estas contiendas están comprendidas en 6 juegos que son de carácter mortal y con el fin de obtener un premio económico. Dicho premio consiste en 45,600 millones de wones. Lo que equivale a 38 millones de dólares. Con respecto al nombre del calamar, este viene de un juego infantil en Corea, que es representado con trazos geométricos en el suelo. 

El impacto ha sobrepasado las expectativas no sólo de los ejecutivos de Netflix sino del propio director. Se ha convertido en la primera serie coreana en ser la número 1 en Los Estados Unidos. Ha marcado tendencia con la viralización de memes en todo tipo de comunidades y bajo diversas temáticas, además de idiomas. Ha generado una moda hasta con la elaboración de las galletas de azúcar. Incluso el número telefónico que aparece en la tarjeta, además de ser  real, ha recibido miles de llamadas pidiendo participar en el juego. 

Si bien los cómics han servido de inspiración a Hwang Dong-Hyuk para construir esta historia, es su propia experiencia la que motivó el guión. El no tener cómo pagar sus deudas en un momento de su vida, fue el mejor punto de partida para escribir. Por eso nos presenta a personajes en situaciones límites que tienen que tomar la decisión de hacerlo todo por dinero o actuar de manera justa y sobre todo, con humanidad. 

Resalta la dirección de arte en su paleta de colores y la simetría en la composición visual. El primero, no solo por encender la imagen, sino por presentar colores opuestos que determinan el rol de sus personajes. Mientras que el segundo, además de marcar los conflictos que atraviesan y la posición en la que se encuentran, demuestra un orden casi enfermizo en la organización de los juegos. 

Además de la simetría en cada uno de los escenarios construidos para los juegos también existe un guiño a algunas obras de arte. Las escaleras por ejemplo que conducen a las habitaciones tienen una similitud con el cuadro Relatividad de M. C. Escher. Dedicada a los espacios y arquitecturas imposibles como representación en este caso, del laberinto entre la vida y la muerte que experimentan los jugadores. 

Por un lado están los concursantes con diversas situaciones apremiantes, quienes con dinero podrían resolverlas y por otro lado los V.I.P.  Un grupo de millonarios aburridos de su existencia, que disfrutan al ver cómo la gente se muere o mata por conseguir efectivo. Los realizadores coreanos una vez, ponen en pantalla las diferencias sociales como cuadro principal para sus historias. 

Las competencias presentadas en el relato, empujan a los participantes a destruirse entre ellos. Algunos de la manera más cínica y otros de la forma más culposa. Finalmente, las reglas de juego son impuestas por quienes tienen el poder económico para deshacerse de la vida humana como si fueran simples piezas de cristal. 

El juego del calamar es una historia de hombres. La presencia femenina es silenciada, los grupos evitan tener mujeres por temor a perder. Ellas tienen un perfil desquiciado, Han Mi-nyeo es un ejemplo de ello o cumplen un rol decorativo. Como las féminas en la sala V.I.P. de cuerpos pintados, sin derecho al mínimo movimiento. 

Kang Sae-byeok en cambio, le tocó un papel femenino distinto. Demuestra mayor control y fortaleza en la historia. Sin embargo, un final inesperado la saca de la contienda. Quizás la idea del director era también demostrar que las diferencias sociales habitan con las de género. La joven actriz de 27 años hoy se siente más entusiasmada con su carrera de actriz, a pesar de que inició como modelo. 

El éxito alcanzado por Parasite el año pasado ha sido un precedente para que la industria mire a los realizadores coreanos. Pero el éxito de lograr entretener y envolver al espectador sirve para exponer algunas reflexiones que son el verdadero interés del director. 

¿Tiene la humanidad aún esperanza?. 

El 2011 Hwang Dong-hyuk presentó su film Dogani. La historia real de una violación en una escuela de sordomudos. El estreno de la cinta logró que se reabra el caso, se cierre la escuela y se apruebe una ley contra la violencia sexual. 

Con el reciente estreno de su serie, el director ha declarado: “Quería escribir una historia que fuera una alegoría o una fábula sobre la sociedad capitalista moderna, algo que representara una competencia extrema, algo así como la competencia extrema de la vida. Pero quería usar el tipo de personajes que todos hemos conocido en la vida real ”.

Los protagonistas se reencuentran hacia el final de la historia para formular la misma pregunta. ¿La humanidad aún tiene esperanza?. Pero esta vez la respuesta es positiva. Después de todo, Dong-hyuk aún cree en ella. 

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Henry Vallejo recibió un galardón en la gran manzana por su segundo largometraje: Manco Capac. En esa oportunidad, hace un año, estrenó su film en el Festival People of Color de  Nueva York. Ese año también obtuvo el premio Luces a la mejor película, así como el Apreci en el ámbito local. Un año después de todo esto y aun en pandemia, su film ha sido preseleccionado para representar a Perú en los premios Oscar de la Academia de Hollywood.

Manco Cápac fue filmada en Puno y es la historia del joven Elisban que llega a esta ciudad en busca de trabajo. Al no encontrar a quien sería su apoyo, un amigo de la escuela, se ve forzado a intentar todo tipo de actividades para poder subsistir  Esta situación lo lleva a interactuar con diversos personajes que van evidenciando la deshumanización de una sociedad por un lado y por otro lado el devenir del protagonista hacia la indigencia. 

Gracias a la virtualidad pudimos conversar con el director puneño que se encuentra en Francia.  Su película se exhibe en el Festival de Biarritz, en el marco del Focus Perú. Sección que tiene como invitado especial al cine peruano.  

Felicitaciones por esta precandidatura a los premios Oscar. Cuéntanos por favor, ¿Cuál ha sido el recorrido que ha tenido el proyecto desde que empezó hasta llegar a la selección para representarnos?

Han pasado más de 10 años desde que empezamos a escribir el guión. En realidad, ha tenido un viaje más largo de lo que esperábamos. El actor que teníamos en ese entonces ganó una beca y se tuvo que ir a estudiar a Lima. Esto nos paralizó toda la producción, no podíamos hacer un juicio y reclamar nada porque íbamos a perder el tiempo, ya que era un menor de edad. Nos tomó 3 años reemplazarlo. Pero ha sido positivo porque pudimos pulir el guión y conseguimos también los fondos de la Dafo para realizar realizar el rodaje.

El nuevo actor tenía 15 años cuando vino el casting, empezamos a filmar cuando tenía 16 años y terminamos el rodaje cuándo cumplió como 20 años. Hemos filmado un poco menos de 4 meses, pero parece mucho más debido a las repeticiones. Afortunadamente Jesús ya tenía 16 años entonces ya había crecido lo que más o menos tenía que crecer y el peso también.

Los actores secundarios tampoco han sido fáciles de conseguir porque en Puno no hay escuelas de actuación.  Por eso recurrimos a algunos de Arequipa, de Lima y fuera del país también. Es el caso de un mejicano y un francés. Fui a ver la obra del mejicano y le pregunté si le interesaba hacer una audición. Se quedó tres días. Lo mismo pasó con el francés. Un día en el terminal lo vi tocar su acordeón. Me acerqué y cuando entendió lo que le decía gracias al Google translator, no lo pensó ni dos segundos y me dijo sí.  

Cuando empezaron este proyecto, ¿Cuál era la intención que tenían con esta película?

Básicamente teníamos dos retos. El primero fue querer contar una historia local que prescinda de todos los extremos. No es que esté mal contar historias extremas, lo que pasa es que era un reto personal. No queríamos tener cine de acción, persecuciones o romance. Queríamos prescindir de estos temas bastante recurrentes. Pero a la vez pensamos que, si le quitamos toda la carnecita, lo más sabroso, el reto era poder entretener y de ahí sale este guión.

Y el otro reto era rendirle un pequeño homenaje a los Incas. ¿Cómo introducimos a los Incas, sin hablar casi nada del pasado? Porque embarcarse en una historia de época demandaría millones obviamente y con poco dinero sería una locura. Tampoco queríamos hacer el ridículo.

Los diálogos por ejemplo en los mercados yo los he vivido. Iba a comer cuando todavía costaba dos soles un plato de pejerrey con arroz.  Siendo Puno una ciudad tan pequeña, encontramos por lo menos una docena de dialectos del castellano. Creo que en el fondo queríamos contar algo que venga de la realidad y ponerlo tal cómo es. Esa indiferencia que existe en muchos lados.  

¿Consideras que somos una sociedad poco empática?

Sí, creo que tal vez no somos poco empáticos, pero somos indiferentes. Porque si tenemos empatía en general, pero si somos indiferentes, pero no porque quisiéramos serlo. Sino porque nos han enseñado, preferimos escapar. Evitamos el problema. Si vemos a alguien que se está desmayando en la calle preferimos retirarnos porque hay experiencias negativas de que ayudar podría meternos en problemas. Esto obedece al sistema social y de leyes. Probablemente lo que nos falta es sentido común. Sobre todo, en el Perú no tenemos sentido común.

Justo ahora en la presentación de la película hablamos un poco de eso acá en Biarritz. Me han preguntado si esa era la intención de la película. 

¿Crees que estamos en un mejor momento para abordar problemas como el clasismo, el racismo?

Si, pienso que no solo en nuestro país sino en el resto del mundo de alguna manera nos guste o no, estamos madurando. Parece que la pandemia ha permitido eso, el ser humano necesita un poco de golpe para entender y claro, muchísima gente ha sufrido durante la pandemia y eso nos está haciendo a la fuerza más sensibles con nuestro entorno. 

La indiferencia no siempre es el mejor camino. Hay cosas que necesitamos reaprender. Sí algunos miembros de nuestra sociedad están en problemas, en el fondo también es nuestro problema. Probablemente no queremos reconocerlo. Nos hemos estado volviendo cada vez menos humanos.  

A eso quería llegar con la película, que no nos veamos tanto como fachadas, sino como seres humanos. El ser humano sí bien es cierto es un animal, pero tenemos alma racional y podemos discernir el bien del mal. A partir de eso creo que podemos construir una mejor sociedad.

Hablaste hace un momento de la reacción que la gente ha tenido ahora en el Festival de Biarritz. ¿Qué impresión han tenido los espectadores hasta el momento en los demás Festivales?

Creo que la película ha conectado con distintos públicos. Teníamos la duda de que en otros países no se entendiera el mensaje.  Finalmente me estoy dando cuenta que sí. La humanidad de los personajes es importante. En Francia, por ejemplo, que es un país de primer mundo, podríamos pensar que no hay gente sin dinero. Sin embargo, también existe indigencia. En Biarritz no creo, porque ha sido un balneario para gente adinerada. Todo Biarritz parece un barrio de Hollywood.

Cuando viste por primera vez la película editada ¿qué impresión te dio?

Recuerdo los primeros castings que habíamos hecho con el actor. La historia ya había tomado buen camino.  Ya me causaba emoción en la primera semana del casting, cuando me di cuenta que el personaje funcionaba. Ya cuando terminamos de ver la película, si estaba contento más o menos con el 90%.

Siempre uno no termina de escribir porque quisiera corregir muchas cosas, como dicen algunos escritores, uno podría escribir toda la vida. Una expresión artística, nunca va a ser perfecta, podría parecer, pero no lo es, ninguna obra ha sido perfecta.

¿Cuándo decidiste estudiar cine?  ¿Cómo descubriste tu vocación?

Recuerdo que, en quinto grado de primaria, un día estaba escribiendo una historieta para un cómic con el compañero que se sentaba a mi costado. La profesora nos llamó y pensamos que nos iba a castigar, pero al final nos felicitó y nos pidió que contáramos la historia a la clase. Esas cosas dan aliento.

Me parece que eso quedó en el subconsciente y cuándo terminé el colegio, gané una beca para estudiar ingeniería eléctrica en Argentina.  Estuve casi 2 años, pero no me sentía cómodo, no era lo mío.  En mis ratos libres recuerdo que me iba a la Facultad de fotografía. En la ciudad de Tucumán donde estudiaba había una gran oferta de películas. Una ciudad de un poquito menos de 1 000,000 de habitantes tenía como 10 a 12 salas grandes de cine. Y como había ofertas de 3 películas por uno, asistía mucho al cine. 

Cuando ya había regresado de la Argentina entendí que me gustaría la idea de hacer una película.  Lo más cercano que tenía era ciencias de la comunicación. Cuando comentaba esto con mis amigos o con mis padres me decían: “si vas a estudiar eso, no te apoyamos, olvídate”.  Algunos amigos me decían que iba a estar al nivel de un heladero. Ese tipo de comentarios podrían llegar a desanimar a cualquiera. Sin embargo, pensé que, si no hacía lo que quería realmente, iba a ser infeliz.  

Es posible que puedas transitar por la alfombra roja de los premios Oscar. ¿Lo has imaginado?

Sí, es posible. Creo que todo es posible.  Sin embargo, sé que ese camino es bastante difícil. Estos días me han contactado dos personas que tienen sus empresas en Los Ángeles y me han dicho para conversar. El cine ya sea de Hollywood o independiente es un negocio finalmente.  En la industria no necesariamente los que ganan un premio son las mejores películas. Lo que sí, es que les conviene que sean películas vendibles. Que puedan llamar la atención de mucha gente. Sin embargo, pienso que nadie tiene la última palabra.

Estoy satisfecho y quiero pensar en otros proyectos también que sigan conectando con la gente.  Mi intención con honestidad es hablar de humano a humano. De un espíritu hacia otros espíritus. Creo que el ser humano necesita más conexión.

Tarkovsky decía “la esencia es más importante que la técnica”. La esencia y el contenido ¿no? Pienso que todo ser humano sea artista o no tiene casi la obligación de intentar mejorar este mundo.  Debíamos pensar un poquito más en ir para adelante en todos los aspectos, no solo en el aspecto económico.

Hablando de la dirección de actores. ¿Cómo lograste esa naturalidad en un chico tan joven como Jesús Luque, protagonista de tu film? Sin experiencia cinematográfica, además.

Si, Jesús no había hecho nada en cine. Sólo presentaciones del colegio, pero después nos concentramos en el taller. Hemos hecho tres o cuatro talleres en distintos años y ha habido varios candidatos. Había un chico que nunca llegaba temprano. Las clases eran a las 4:00 y llegaba a las 5 de la tarde. A Jesús le conté algo de eso y él desde el arranque, si las clases eran a las 4, él estaba en el taller a las 3:30 pm. A pesar de que para llegar hasta Puno necesitaba 4 horas de viaje desde su comunidad. Nunca faltó a clase y eso es importante.  

Una de las cosas que uno no debe prescindir es el compromiso y por supuesto el talento también es importante. Jesús tiene una menta fresca, aprende bien los diálogos y ha aprendido las técnicas también.  Él ha entendido que, si algo va a salir bien, es después de mucho trabajo.

¿Cuándo es el estreno en las salas peruanas?

Será estrenada en Cineplanet y Cinemark entre el 9 y el 16 de diciembre. Estoy esperando definir esa fecha. Esperamos que sea el 9. Creo que no hay que tenerle miedo a los blockbuster, porque si bien es cierto ese público es diferente, un poco de ese público también irá a ver la película. 

Cuando presentamos nuestro primer largometraje en Arequipa el 2005, ese día justamente también se estrenaba La venganza de los Sith. Hicimos publicidad y llenamos las salas a pesar de estar compitiendo con Star Wars. Creo que para diciembre se estrena Matrix.

¿Qué proyectos se vienen?

Tengo dos ideas que más me convencen, que más me gustan, pues la voy a presentar. Son pasos que también hay que tomar con calma. No apresurarse tanto para no arrepentirnos. Es una inversión de tiempo, de vida, inversión de mucho dinero.

¿Nos adelantas cuáles son esas ideas?

Si, una de las ideas es sobre un viaje en bicicleta durante la pandemia. Es un viaje que un personaje emprende porque no le queda otro camino. Desde Perú hasta la Argentina y la otra idea trata de dos amigos que tienen una discusión que va aumentando de tono y al final terminan peleando. El tema central es el racismo. La historia muestra algo que al inicio no era tan obvio y luego si lo es, hasta ser ofensivo.

Algo que quieras agregar antes de terminar.

A todo el pueblo peruano invitarlos al estreno, ya sea el 9 o el 16 de diciembre. Es una película que tiene identidad, que toca no solo un tema humano, sino varios temas más. Me gusta mucho lo que decía Tarkovsky, “si el mundo fuera perfecto, entonces el arte no tendría razón de ser”, ¿no?

Gracias a Dios el mundo es bastante imperfecto. Hay mucho por inspirarse, mucho por corregir, hay mucho por mostrar. Sobre todo, necesitamos contar nuestras historias. Probablemente sean necesidades más del espíritu al que también hay que alimentar.

 

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La prensa internacional concentrada en el exterior del Palazzo del Cinema de Venecia olvidó por un momento a los que desfilaban por la alfombra roja. Los lentes giraron para captar al que descendió de un automovil blanco, llevando un discreto traje negro de Armani y el mismo corte de cabello de las anteriores galas. 

Bong Joon-ho ya no es una figura anónima y sus películas pasaron a ser populares fuera de su natal Coreo del Sur. Ha presidido el jurado en el reciente Festival de Cine de Venecia, que culminó el 11 de septiembre y posó para los flashes del brazo de la también oscarizada Chloe Zhao directora de Nomadland. Siendo de los más fotografiados después de Jennifer Lopez y Ben Affleck. 

Hace más de un año, el director de Parasite desfiló también en otra alfombra roja, la de los premios Oscar, con el elenco de su película. En ese entonces, declaró que cuando escribió el guión, nunca imaginó lo grande que sería el proyecto y que el punto cumbre de todo ello, era recibir las nominaciones. 

Sin embargo, el punto cumbre llegó esa misma noche, cuando se alzó con el Oscar a mejor película. Marcando un precedente al ser el primer film extrangero en obtener el galardón y además logrando las estatuillas a mejor director, mejor guión original y mejor película extranjera. Bong Joon-ho es uno de los más taquilleros en su país. Se ha convertido en un profeta en su tierra y fuera de ella. 

En Venecia ha declarado: «El cine no está muerto y difícilmente el COVID-19 podría destruirlo. Mirando al pasado, parece que esto fue una prueba que mostró la fuerza del cine. Como director, no creo que la historia del cine y el cine por sí mismo puedan ser destruidos tan fácilmente. Entonces, el COVID se irá y el cine continuará“, dijo el realizador que también ha escrito los guiones de todas sus películas. 

La industria cinematográfica se ha visto paralizada y afectada debido a la pandemia. Los grandes estrenos hollywoodenses han tenido que esperar y pasar en gran parte a las plataformas de streaming. Incluso premiaciones como el Oscar han modificado este año el proceso de selección para las películas nominadas. El mensaje de Bong Joon-ho da un aliento de esperanza, en un contexto de incertidumbres.

Al director asiatico se le conoce por el éxito alcanzado con su película Parasite. Palma de Oro en Cannes, Globo de Oro, Bafta, Cesar, Sindicato de Actores, 4 premios Oscar y muchos otros más. Pero su carrera empezó en 1997 como guionista. El primer largometraje que realizó en modo de director y guionista fue Barking Dogs Never Bite y él evita hablar sobre este film. Del que sí le gusta comentar es de Memorias de un asesino, su segundo largometraje.

La historia de un asesino en serie que escuchó en su adolescencia sirvió de inspiración para este largometraje que le abrió las puertas del mundo, pero también lo consagró en su tierra. Obtuvo la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián e inició el camino junto a su actor favorito Song Kang-ho . 

Luego vino The Host también con la actuación de Song Kang-ho en el rol protagónico. Película que se convirtió en la más taquillera de la historia de Corea del Sur. Sobre un monstruo en las profundidades del río Han, generado por las decisiones irresponsables de un científico americano y que propaga un virus, además de comerse a las personas. 

Song Kang-ho se convirtió en detective en Memorias de un asesino, fue un padre descuidado en The Host, un brillante cerrajero en Snowpiercer y el chofer de los Park en Parasite. El primero nunca encontró al asesino de su historia, el segundo no recuperó a su hija y aunque Snowpiercer tiene un final distinto a lo acostumbrado; Parasite tampoco tiene un final feliz. 

El cine de Bong Joon-ho tiene una estética definida y un contenido reiterado en todas sus películas. La exploración de los espacios oscuros, la predilección por la noche. La lluvia como marco en casi todos sus historias. Una lluvia que nunca clarifica algún escenario, sino más bien acompaña su fatalidad. 

Sus personajes descienden literalmente a los infiernos para enfrentar a sus enemigos o para buscar un espacio de protección. Las formas son diversas, un monstruo creado en un laboratorio o el asesino bajo la sombra. Aunque al final sus protagonistas, tan humanos y torpes, siempre terminan fracasando. 

Para Bong Joon-ho no hay finales felices, porque el mundo parece que apesta. El capitalismo apesta, las clases sociales apestan. La contaminación apesta y son esas verdades incómodas las que proyecta en sus películas. Bong se siente fascinado por los monstruos, por los túneles, agujeros y subterráneos y es desde esa perspectiva que satiriza a las clases sociales y a los personajes inútiles construidos por la sociedad. 

El 14 de septiembre, el cineasta cumplió 51 años. Prepara un proyecto de animación, para dar un giro importante a su carrera. En más de medio siglo de vida lo ha logrado todo. Incluso estar con un Oscar en la mano frente a Martin Scorsese y dedicarle su premio. Además ha respaldado su postura, al decir que el cine de superhéroes hecho por Marvel es estúpido.  

Bong Joon-ho. Director de cine.

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