Kurt Burneo

Kurt Burneo: “Ingreso del Banco de la Nación como un competidor más, es plausible”

Kurt Burneo, economista, exministro de la Producción y ex presidente del Banco de la Nación asegura que existe un oligopolio donde cuatro bancos controlan el 83% del sistema bancario. Afirma que, dándole las competencias necesarias al banco público, este sería un buen competidor. En tanto, a los privados les pregunta: “¿Acaso no creen en la libre competencia? ¿O es de la boca para afuera?”.

-Usted ha señalado que cuatro bancos (BBVA, BCP, Scotiabank e Interbank) concentran el 83% del sistema bancario. En ese contexto ¿El Banco de la Nación está en la capacidad de competir con la banca privada?

Potencialmente por su puesto. Pero para eso tienen que cumplirse varias condiciones. Pero quisiera retroceder un paso.

-Por su puesto.

Cuando hablamos de cuatro empresas bancarias que controlan el 83% del negocio, es obvio que no hay lugar para la libre competencia. Entonces estamos hablando de un mercado oligopólico. Es decir: pocos ofertantes frente a muchos demandantes. Ahí no hay opción para el libre juego de la oferta y la demanda. Por lo tanto, hay una mayor probabilidad de que ocurra un abuso de posición de dominio. Que en cristiano significa aprovechar el poder de mercado, como la capacidad de influir sobre los precios. Por ejemplo: el precio básico de la tasa de interés. Entonces, se necesita que haya más competencia y en esa lógica yo sí creo que una idea plausible es el ingreso del Banco de la Nación para que sea un competidor más.

– En la región hay ejemplos de bancos públicos compitiendo con el sistema privado…

Esto no es marciano. Desde 1953 el banco público de Chile, un símil del Banco de la Nación, compite en el sistema. Y lógicamente la competencia en el sistema es bienvenida porque genera más eficiencia y definitivamente -por ejemplo- mejores tasas en favor de los consumidores. Aquí de lo que se trata es de promover la competencia de un mercado concentrado. Este no es un tema político, sino de mejor funcionamiento de los mercados. ¿O los cuatro bancos que concentran el mercado no creen en la libre competencia? ¿O solamente es de la boca para afuera? Mucha gente habla de la libre competencia siempre y cuando no le toquen el mercado concentrado donde operan.

-El Estado suele ser ineficiente en la gestión de recursos. ¿Qué condiciones debe tener el Banco de la Nación para que sea un buen competidor?

Por ejemplo, se debe capacitar al personal en términos de riesgos crediticios. El Banco de la Nación no tiene ese personal calificado y tendría que incorporarse o recalificarse al personal en ese sentido. El banco no es miembro del Fondo de Seguro de Depósitos y debería serlo, porque obviamente ese es uno de los caballitos de batalla de la banca privada. Por eso estoy diciendo, este es un proceso que debería conducir a que el Banco de la Nación tenga las competencias necesarias para competir con la banca privada.

– Al ciudadano ¿Cómo le beneficiaría que el banco público compita con la banca privada?

El ciudadano de a pie se va a beneficiar con productos financieros a menor costo y -sobre todo- con un carácter descentralizado. Por ejemplo: el Banco de la Nación tiene una oficina en San Antonio del Estrecho, en la región Loreto. Se puede llegar ahí a siete días por río o en hora y media por avioneta. Ahí existe una oficina del Banco de la Nación que permite que los padres de familia puedan depositar los abonos o pagos de la universidad de sus hijos (en otras regiones). La gran ventaja del Banco de la Nación es que tiene una red descentralizada y llega a sitios donde no llega la banca privada. También se le debería potenciar la economía digital, el uso del internet de las plataformas, de comercio electrónico para promover operaciones en línea.

– Para que el público entienda cómo funciona el Banco de la Nación podría explicarnos ¿Con qué recursos se maneja? ¿Recibe recursos del Ministerio de Economía y Finanzas, tiene recursos propios o se sostiene por sus utilidades?

Sobrevive de sus propios recursos. No recibe un centavo del tesoro público, excepto el pago por el manejo de los recursos de la gestión de la tesorería. ¿De dónde sacan los recursos para sobrevivir? De sus propias operaciones. El año pasado, que fue un año malo, la utilidad neta del Banco de la Nación estuvo alrededor de los 660 millones de soles (en el 2019 estuvieron alrededor de 1200 millones de soles). El tema es, y eso es lo que no se dice, que la mitad de las utilidades del banco van derechito al tesoro público. En cualquier otra empresa o banco, las utilidades o se redistribuyan o se reinvierten y si estamos hablando de una empresa pública como el Banco de la Nación debería reinvertirse. Pero solo tiene esa posibilidad el 50%.

– ¿Usted considera que a la banca privada le preocupa o le teme que el Banco de la Nación ingrese a competir?

Yo creo que sí. ¿Qué significa más competencia en lo concreto? Productos de mejor calidad y a menor precio. Ese es el resultado de la competencia. Si decimos que estamos convencidos de que mercados perfectamente competitivos son los deseables en economía, porque son mercados más eficientes, entonces por qué negarse a esa posibilidad. Insisto, no es que eso pueda hacerse mañana. Hay una serie de etapas preparatorias para que el banco tenga las competencias que ahora no las tiene. Pero es factible. Si funcionó en Chile, por qué no aquí.

– Cambiando de tema, luego de 20 años, esta semana Moodys bajó la calificación crediticia del Perú ¿Qué pasa con la rebaja de la calificación? ¿Cómo nos afecta?

Aquí yo quisiera poner paños fríos. El Perú no ha perdido la condición de grado de inversión como emisor de deuda, sobre todo en el caso de deuda soberana. Lo único que pasa es que hemos descendido dentro de lo que es el grupo de banca de inversión, que es un grupo en el cual las posibilidades de entrar en default son casi inexistentes. Perú pese al downgrade todavía es emisor con grado de inversión. Lo que pasa, sencillamente, es que la reducción en la calificación, hace que sea un poquito más riesgoso de lo que era casi nada anteriormente.

-Antes de terminar, una curiosidad, ha tenido nuevamente algún acercamiento con el presidente Pedro Castillo luego de su alejamiento del equipo técnico de Perú Libre.

[Sonríe] Ninguno. De mi lado, dije las cosas que tuve que decir en su momento. Ese tema del deslinde con el señor Cerrón terminó siendo fundamental.

– O sea ¿Tendría que irse el señor Cerrón para que usted pueda colaborar con el gobierno?

Yo no sé si tendría que irse. Él es el dueño del partido, el dueño de la pelota. Si la pregunta es si me han contactado como la vez anterior, la respuesta es negativa. Y si lo van a hacer o no lo van a hacer habría que preguntarle al profesor Castillo, y a Cerrón de pasadita.

 

Foto de portada: Andina-Agencia Peruana de noticias.

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