¿Pagar en cuotas o revolvente?

El ritmo y la forma en la que efectuemos los pagos serán decisivas para nuestras finanzas personales: 68% de los peruanos bancarizados cuenta con una deuda pendiente.

Según el estudio “Bancarización del peruano” elaborado por Ipsos Perú, el 24% de los peruanos bancarizados usan tarjetas de crédito, y el 17% recurre a los préstamos personales. Además, el 68% de los peruanos bancarizados cuenta con una deuda pendiente.

El ritmo y forma en la que efectuemos los pagos serán decisivas para nuestras finanzas personales. En ese sentido, existen dos formas de efectuar los pagos: en cuotas o revolvente. Expertos del BBVA explican las diferencias entre ambos.

Pagar en cuotas

Un préstamo a plazos o pasar la tarjeta de crédito en más de una cuota significa que el consumidor toma prestado cierta cantidad de dinero de una entidad de crédito para financiar una compra, comprometiéndose a devolver el importe total del mismo más los intereses correspondientes, siguiendo un esquema de pago fraccionando, normalmente mediante una serie de cuotas mensuales. Los préstamos suelen ser por un importe y plazo determinados, que no pueden modificarse salvo que el o la titular presente una solicitud de reprogramación de pagos.

Los préstamos a plazos pueden ser una buena herramienta para consolidar deudas acumuladas en tarjetas de crédito sujetas a intereses elevados o, en general, para situaciones en las que el consumidor conoce la cantidad que va a necesitar y su capacidad de pago.

Pago revolvente

Un crédito revolvente es la cantidad de dinero, en una línea de crédito, que un banco pone a disposición de un consumidor para que realice sus compras. Al final de cada periodo de pago, se renueva el importe disponible de la línea de crédito revolvente. Un crédito revolvente puede o no estar sujeto a una fecha específica de vencimiento y por lo general no tiene asociada una cuota a devolver mensualmente, más allá del importe dispuesto cada mes.

Algunos ejemplos de crédito revolvente son las líneas de crédito personal, que suelen ser ofrecidas mediante la figura de una tarjeta de crédito y las líneas de crédito hipotecario que son respaldadas por una propiedad inmobiliaria. Los fondos de un crédito revolvente pueden utilizarse, por ejemplo, para pagar un viaje o simplemente financiar gastos del día a día. Expertos del BBVA afirman que el tipo de interés de un crédito revolvente puede variar, por lo que es más importante aún el estar al tanto de los términos y condiciones del mismo.

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cuotas, revolvente, tarjeta de crédito

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