En situaciones complicadas, las organizaciones voltean a sus líderes para buscar alguna certeza en medio de la incertidumbre, y con la pandemia, el temor se ha extendido con fuerza. Según una encuesta global realizada por Mercer, el 90% de trabajadores se encuentran preocupados por el impacto de la Covid-19 en sus trabajos.
Bajo este escenario, Gustavo Giorgi. psicólogo especialista en empresas, aconseja evitar transmitir más incertidumbre. En un artículo para Entrepreneur considera que uno de los principales errores que algunos líderes cometen es hablar sobre cosas de las que no está plenamente seguro. Además, tampoco se debería hablar todo el tiempo de la pandemia.
“Es genial que un líder genere conexiones emocionales con las personas. Pero debe estar atento a no ser un factor multiplicador de angustia y por ende conducir las preocupaciones hacia zonas saludables. No se trata de desviar la atención del problema sino de la habilidad para encuadrarlo y que no desborde”, aseguró.
Lecciones para todas las crisis
El especialista comenta que hay algunos líderes que también cometen el error de aprovechar la coyuntura para hacer recortes y tomar decisiones cuestionadas. “Aprovechar la coyuntura, dramatizándola, permitirá al líder sentir cierto cobijo. Pero cuidado, si una vez superada esta etapa los empleados perciben que se les asustó más de la cuenta, el líder habrá rifado su credibilidad para nada”, advierte.
Para EAE Business School, a raíz de la pandemia, algunos líderes han caído en errores comunes que no deberían de ocurrir ni en esta ni en alguna otra crisis. Por ejemplo, volverse reactivo. Cuando un líder deja de recopilar información y de analizarla con ojo crítico antes de tomar decisiones, es seguro que incurrirá en graves errores. Aún menos se debe volver a soluciones desechadas anteriormente.
“No es recomendable acudir a los mismos consejeros que han acompañado a la empresa en los últimos tiempos. Es necesario adoptar una actitud de apertura hacia las nuevas ideas en lugar de refugiarse en la comodidad de ideas conocidas, que aportan una sensación de seguridad que, ciertamente, es deseada en tiempos de incertidumbre”, explican.
También indican que cualquier recorte de recursos debe hacerse con cuidado puesto que pueden salir muy caros a largo plazo. En muchos casos, es más recomendable preguntar a los propios miembros del equipo cuáles son los ajustes que ellos consideran que podrían llevarse a cabo pues son los que mejor conocen los requerimientos del proceso de producción.
Por último, no se debe caer en el pesimismo ni descuidar aspectos estratégicos a mediano y largo plazo. “Un día todo esto pasará y las empresas que sobrevivan serán aquellas que se adaptaron al presente, pero que desde la crisis construyeron su futuro, que tal vez sea distinto al que habían soñado el año anterior”, refiere Giorgi.