La última vez que Pedro Castillo y Vladimir Cerrón se encontraron en persona fue el pasado 26 mayo. La reunión entre el presidente de la República y el líder de Perú Libre se llevó a cabo en Palacio de Gobierno y, a la vista de lo que ocurrió desde entonces, fue la antesala de la ruptura que ahora se ha consumado.
Según una fuente del partido del lápiz, Cerrón había pedido la cita para quejarse con el presidente por el nombramiento de dos ministros. Cerrón se sintió “traicionado” –asegura la fuente– por la designación de Dimitri Senmache como ministro del Interior. Considera que el presidente puso a un personaje alineado con ‘los caviares’ en una cartera que considera estratégica, por la investigación en curso del caso ‘Dinámicos del Centro’. Justo por esos días, exgobernador regional de Junín estaba enfrascado en un pleito verbal con el jefe de la Dirección Contra el Terrorismo, Óscar Arriola, quien pidió incluso la detención preliminar del líder del lápiz por una supuesta vinculación con los remanentes de Sendero Luminoso. Por todos esos motivos,consideraba necesario poner un ministro más afín a los intereses perulibristas.
“No puedes conspirar contra el partido. Eso tiene sus consecuencias”, le dijo Cerrón a Castillo en la reunión en Palacio, según el relato de la fuente. El hombre fuerte de Perú Libre llegó acompañado de Richard Rojas, exjefe de campaña del partido y cuyo nombramiento como embajador en Venezuela fue anulado, justamente, por estar investigado en el caso Los Dinámicos del Centro.
El encuentro empezó a las 11 y 25 de la mañana del 26 de mayo, según el registro de visitas de Palacio. Castillo esperaba un encuentro cordial y hasta distendido; en cambio, le tocó una reunión tensa. Ante los reclamos de Cerrón, optó por no responder,de acuerdo con las fuentes de Sudaca.
Cerrón también se quejó por la designación de Alessandra Herrera Jara como ministra de Energía y Minas. Señaló (sin presentar pruebas) que Herrera es una ficha de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía. Y expresó su molestia por la salida de Carlos Palacios de dicha cartera, alegando que no se le avisó de dicho relevo. Palacios era una carta de Cerrón, y además le había declarado la guerra al presidente del directorio de Petroperú, Humberto Campodónico, otro personaje en la mira del mandamás de Perú Libre.
SEÑALES DE ROMPIMIENTO
Cerrón y Castillo habían retomado la comunicación, tras meses de distanciamiento. En febrero ambos armaron el gabinete presidido por Aníbal Torres, convocando a representantes de algunas bancadas aliadas al oficialismo, en un sistema de reparto de cuotas de poder. Pero cuando se volvieron a encontrar, los términos de la relación habían cambiado.
Castillo ha hecho cambios en su círculo de confianza, con personajes ajenos a Perú Libre. Henry Shimabukuro, ingeniero y empresario constructor que trabaja en la Dirección Nacional de Inteligencia, es uno de sus brazos derechos. Otra que le habla al oído es Cristina Boyd, una funcionaria muy afecta a las teorías conspirativas que trabaja en la Secretaría de Comunicación Estratégica y Prensa de Palacio. También está en el ‘núcleo duro’ Alberto Mendieta, un exdirigente del Partido Nacionalista Peruano y actual jefe del Gabinete Técnico de la Presidencia.
“Presidente, respete el programa de gobierno”, le dijo a Cerrón a Castillo en aquel encuentro del 26 de mayo, según una fuente. Castillo solo asintió, como es su costumbre. La reunión duró aproximadamente una hora y acabó con una sensación de ruptura.
Solo un día después, llegaría la gota que rebalsó el vaso. El 27 de mayo, la policía allanó la casa de Cerrón en Junín, como parte de la investigación por el caso de los ‘Dinámicos del Centro’. El allanamiento se realizó por pedido de la Fiscalía, pero Cerrón lo interpretó como un acto hostil del ministro del Interior. “Un abuso y una persecución sin límites en busca de lo inexistente”, escribió el exgobernador regional en su cuenta de Twitter aquel día.
Por si fuera poco para Cerrón, el 10 de junio se llevó a cabo otro allanamiento en su vivienda de Huancayo, esta vez, por la investigación fiscal a las contrataciones de uno de sus exhombres de seguridad, Carlos Zárate Villalobos, en el gobierno regional de Junín. Cerrón llegó a la conclusión de que ya era demasiado.
“Cerrón entendió que el gobierno no tenía consideración con él. Esperaba que el poder político calme a los policías, que son los que deciden los operativos ante el pedido de un fiscal. Él considera que hay una persecución injusta”, dice una fuente cercana al líder de Perú Libre.
Senmache enfrenta una posible censura del parlamento, que formalmente lo cuestiona por la bochornosa fuga del exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva. Está cantado que la bancada de Perú Libre en el Congreso vote a favor de remover a Senmache del cargo, aunque sus motivos ulteriores serían otros.
EL MOVIMIENTO DE PERÚ LIBRE
Así las cosas, la ruptura era una cuestión de horas y días. Así lo avanzó el semanario Hildebrandt en sus Trece en su edición del 17 de junio. El comunicado de Perú Libre en el que se invita al presidente a renunciar al partido es un golpe táctico que busca mejorar la posición perulibrista, con miras a las elecciones regionales y municipales de octubre.
Castillo se afilió a Perú Libre el 30 de septiembre de 2020. Por entonces pensaba en postular al Congreso, arropado en la popularidad que obtuvo como líder sindical en la huelga magisterial de 2017. Pero luego se le ofreció ser candidato presidencial, y una serie de circunstancias insospechadas terminaron llevándolo hasta Palacio de Gobierno. Ahora, el partido por el que postuló le pide que se vaya. Fiel a su costumbre, la primera reacción de Castillo fue diferir su respuesta: el miércoles dijo que la daría “en las próximas horas”. Lo cierto es que si no presenta su renuncia, Perú Libre amenaza con proceder a su expulsión.
Tal como están las cosas, Perú Libre –con Cerrón a la cabeza– considera que ha llegado el momento de desmarcarse de Castillo. “Lo concreto es que esté gobierno está continuando con las políticas neoliberales. Lo concreto es que no se está avanzando a romper con las viejas estructuras que han sometido a nuestro país a las políticas neoliberales que benefician a determinados grupos de poder económico”, dice a Sudaca el congresista de Perú Libre Jaime Quito, para justificar la ruptura.
Pero esta supuesta traición al ideario del partido no es la única razón por la que Perú Libre buscaría ahora desmarcarse el presidente. También se le considera responsable de fracturar al partido, promoviendo la inscripción de dos agrupaciones, Peruanos Como Tú y el Partido Magisterial y Popular.
Ninguna de estas dos organizaciones ha logrado su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones, con miras a las próximas elecciones. Sin embargo, las dos estarían dispuestas a acoger con los brazos abiertos a Castillo luego de que este se desligue de Perú Libre.
“Nosotros lo recibiremos con los brazos abiertos al profesor Pedro Castillo, cuando él lo considere. Él sabe que somos su gente, somos su base. Nos unen muchas cosas al profesor Pedro Castillo desde la lucha sindical. Hay esa afinidad con él”, dice a Sudaca Mery Coila, lideresa del llamado Partido Magisterial y Popular.
Coila anticipa que varios militantes de Perú Libre se van a desafiliar a ese partido para pasarse al suyo. Y estima que en julio presentarán un expediente al Jurado Nacional de Elecciones para tentar la inscripción.
Por su parte, Segundo Quiroz, congresista cajamarquino de la bancada del Bloque Magisterial, dice que la inscripción de su organización Peruanos Como Tú también esta encaminada. Sobre Pedro Castillo, dice que “es parte del trabajo que nosotros hemos venido teniendo para determinar el objetivo”.
EL ESCENARIO PARLAMENTARIO
¿La salida de Castillo de Perú Libre es el preludio de un nuevo intento de sacarlo de la presidencia de la República? No necesariamente. Jaime Quito señala que la agrupación del lápiz no se va a sumar abiertamente a la vacancia que promueve la oposición en el Congreso. “Nosotros somos de izquierda. No somos de derecha ni golpistas. No hemos cambiado ni un ápice de nuestra propuesta y nuestro planteamiento. Te estoy diciendo que no nos vamos a sumar a la derecha golpista”, asegura el congresista.
Otra fuente cercana a Vladimir Cerrón asegura que la estrategia de ahora en adelante será que los 16 congresistas de la bancada apuesten por la abstención en las votaciones claves.
Perú Libre tiene cinco de los 17 integrantes de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que en cualquier momento verá la denuncia contra Castillo por traición a la patria. La investigación a Castillo, por declararse a favor de someter a consulta una salida al mar para Bolivia, avanza a paso firme, y si prospera podría llevar a la suspensión del jefe de Estado. Sin la defensa de los perulibristas, la oposición tiene todas las de ganar en este caso.
