Hace una semana, Sudaca contó en un reportaje la extraña historia del contrato de concesión para el servicio de limpieza pública firmado por la Municipalidad de Lima (MML) con la empresa Innova Ambiental. Allí se señaló una insólita irregularidad: el contrato debió haber concluido hace más de seis años, pero en virtud a una adenda firmada en 2016, sigue corriendo hasta hoy. Se suponía que dicha adenda permitiría mantener la continuidad del servicio por 120 días, tiempo en el cual se debía elegir a un nuevo concesionario. Sin embargo, como suele pasar en el Perú, lo temporal se volvió permanente, e Innova ambiental sigue a cargo de las tareas de limpieza pública en el Cercado de Lima, cobrando tarifas que están por encima del promedio del mercado.
No es el único aspecto problemático de esta historia. También se han denunciado presuntas irregularidades relacionadas con la flota de camiones que se usa para recoger los desperdicios. No es un tema menor, debido a que el contrato original de concesión establece condiciones muy claras sobre las condiciones que debe reunir esa flota y, también, que al final del contrato –que a estas alturas, no se sabe cuándo será– dichas unidades deben pasar a ser propiedad de la comuna.
“La flota de camiones compactadores con la que prestamos el servicio de recolección de residuos sólidos en el Cercado de Lima está compuesta de 20 vehículos, siendo 10 fabricados el 2017 y 10 fabricados en 2020”, fue la corta respuesta que Innova Ambiental le dio por escrito a Sudaca. No volvieron a responder al pedido para obtener más detalles. Y es que esta información concuerda solo a medias con la que remitió la Municipalidad de Lima: la comuna refiere solamente que hubo una renovación de vehículos en enero de 2021, debido a que los camiones llegaron al límite de vida útil establecido por una ordenanza.
UNIDADES BAJO ARRENDAMIENTO
Mediante las placas, Sudaca pudo acceder a más detalles sobre esta nueva flota. Los 20 camiones nuevos que usa Innova Ambiental han pasado, en algún momento, por propiedad del Banco Santander. La mitad fabricada en 2020, incluso, sigue estando registrada a nombre de dicha entidad financiera.
Todo parece indicar que se trata de un arrendamiento financiero, en donde el Banco Santander le transfiere la propiedad a Innova Ambiental pasados cuatro años: según los detalles revisados en SUNARP, los 10 camiones fabricados en 2017 fueron registrados a nombre del banco en 2018 y pasaron a ser propiedad de la empresa a mediados de 2021.
Según Cristian Castillo, abogado experto en contrataciones públicas, el arrendamiento financiero sí suele estar permitido en concesiones, salvo que se señale lo contrario. En este caso en particular, una adenda firmada en 1996 puede dar indicios de que esta concesión era, precisamente, una excepción a la regla.
En este documento se afirma que la gestión edil de Alberto Andrade encontró la Municipalidad en “precarias condiciones económico-financieras” tras la salida de Ricardo Belmont. Por eso, las partes acordaron que el concesionario podía subcontratar a terceros para ejecutar el servicio (dentro del cual se encuentra la provisión de bienes por parte del concesionario, como camiones). Pero esta posibilidad era excepcional y solo valió por 90 días.
Según el abogado Castillo, esta parte de la adenda puede ser clave para determinar si es que la empresa actualmente está autorizada para usar vehículos alquilados o bajo la modalidad de arrendamiento. Al respecto, solicitamos a la MML que nos pueda aclarar este tema, pero al cierre de este reportaje no obtuvimos respuesta.
Para la Sociedad Nacional de Residuos Sólidos (Sonare), todo este tema encierra una irregularidad, pues asegura que los nuevos camiones no serían parte de la concesión, y por lo tanto no pasarían a la MML cuando Innova Ambiental deje de dar el servicio. Basa esta afirmación en una respuesta que les dio la Municipalidad de Lima a un comunicado. En dicha carta, la comuna de Lima afirmaba que los camiones que se usan actualmente son propiedad de Innova Ambiental. “Esto constituye una modificación y desnaturalización del objeto de la concesión, modificación que se ha efectuado sin aprobación ni acuerdo de concejo y que no se ve reflejado en una adenda, evadiendo los procedimientos establecidos por las normas vigentes”, señala la Sonare.
Sonare sostiene además que debido a esta presunta irregularidad Innova Ambiental está obteniendo un beneficio indebido: “En los primeros 10 años, hicieron una inversión, compraron camiones y dieron el servicio. Renovaron el contrato y compraron una nueva flota para los segundos 10 años. Terminaron estos 10 años, no entregaron la flota y han seguido trabajando con nuevos carros que son parte de terceros y no forman parte de la inversión, pero sí siguen cobrando [a la MML] como si hubieran invertido. Es un sobrecosto”, afirma Ángel Delgado, presidente de la sociedad.
RESPUESTAS CONTRADICTORIAS
Hay una contradicción más en esta historia, y tiene que ver con el destino de los antiguos vehículos, los 18 que fueron adquiridos en 2005 cuando se renovó el contrato. “Actualmente estos vehículos están a disposición de la MML en el predio donde se ubica la planta de transferencia ‘Huayna Capac’”, señala Innova Ambiental en la respuesta que dio por escrito.
Sin embargo, esto no concuerda con la versión de la MML, la cual dice que estos “aún no pasan a la comuna limeña debido a que dicho contrato de concesión aún no finaliza”.
En lo que sí coinciden ambas partes es en que decidieron dar respuestas puntuales por escrito y no accedieron a brindar una entrevista para brindar más detalles. En el caso de la comuna de Lima, arguyeron que es porque no tienen un vocero para explicar la totalidad del tema. Innova Ambiental optó, más bien, por no responder el correo donde se solicitaba hablar con algún miembro de la empresa.
**Fotoportada por Darlen Leonardo
