Una computadora con información reservada sobre el caso de Keiko Fujimori fue sustraída del domicilio de la fiscal que se encarga de sustentar la acusación contra la lideresa naranja. Aunque no puede señalar a un culpable directo, la fiscal Paulina Roque dice a Sudaca que le llama la atención que hayan ingresado a su departamento únicamente para sustraer una laptop que no tiene mayor valor en el mercado. La computadora le fue entregada por el Ministerio Público al inicio de la pandemia, para cumplir con sus labores de manera remota.
«Independientemente de ser funcionaria, [es extraño] que entren a un domicilio en el que hay bienes de valor y no se hayan llevado ninguno de estos, sino que se priorice una laptop que tampoco es de último modelo y tenía una antigüedad. Es la primera impresión que me da y el personal policial también me ha informado eso», señala la fiscal adjunta a este medio.
El robo ocurrió el viernes 1 de abril. Roque se percató de esto al llegar a su casa de San Borja, a las 11:35 de la noche. Según el acta de intervención policial, la fiscal señaló que los delincuentes “hicieron un forado en la chapa” de su departamento y que habían cubierto el hueco con papel higiénico.
Desde que ingresó al Equipo Especial, en el 2018, Roque sólo se ha dedicado a investigar a Keiko Fujimori y a su partido por el presunto lavado de activos de fondos ilícitos de Odebrecht. Desde el año pasado también tiene a cargo la investigación a la excandidata presidencial por el financiamiento de la campaña electoral del 2021. “Única y exclusivamente, desde que ingresé al Equipo Especial, estoy dedicada a la investigación a Keiko Fujimori y Fuerza Popular», asegura.
A la fecha, el proceso por el caso Odebrecht está en etapa de control de acusación. La fiscal señala que en la computadora que le fue robada había información de este caso que aún no conocían todas las partes y que venía siendo actualizada constantemente. La Fiscalía ha señalado que estamos ante un nuevo caso de obstrucción de la justicia.
«Por las evidencias y pruebas del robo, [la Fiscalía de la Nación] alerta a la ciudadanía y las autoridades de que se trataría de un hecho que intentaría obstruir las investigaciones del Equipo Especial Lava Jato vinculadas con delitos de corrupción de funcionarios y la empresa Odebrecht», indicó la institución en sus redes sociales.
Roque Soplopuco dice que es la primera vez que ella es víctima de un hecho de este tipo, pero este no es el primer caso contra fiscales del Equipo Especial Lava Jato. El mismo mes que José Domingo Pérez solicitó prisión preventiva contra Keiko Fujimori, en octubre del 2018, desconocidos intentaron ingresar a su domicilio, forzando la chapa. El hecho ocurrió cuando su esposa y su hijo estaban en su vivienda. El fiscal dejó el caso en manos de la Policía.
Walter Villanueva, otro fiscal del equipo especial, también denunció el año pasado un hecho similar. En junio de 2021, delincuentes ingresaron a su vivienda ubicada en San Juan de Lurigancho, específicamente al piso donde se encuentra la oficina que había construido para trabajar en medio de la pandemia. El acta de intervención policial habla de un bien sustraído, aunque no especifica cuál.
Estos hechos llevaron a Villanueva −que investigó los casos de Susana Villarán y Alejandro Toledo− a solicitar que agentes de seguridad realicen patrullajes nocturnos y de madrugada por los alrededores de su casa. Y es que según señala en un informe a la Fiscalía Superior, no era la primera vez que ingresaban a su domicilio.
«Considero que existe peligro que mi persona o familia podamos sufrir alguna agresión física ante la reiterada ocurrencia de hechos similares en mi domicilio, ocasionando temor en mi familia, así como un riesgo latente de sustracción de información reservada que manejo», expresó el fiscal en el documento.
La fiscal Paulina Roque considera que, además de estos antecedentes, otra forma de amedrentamiento son las distintas denuncias que se han formulado en su contra ante la Oficina de Control Interno del Ministerio Público, en medio del proceso contra Keiko Fujimori. En su caso, se trata de cuatro quejas, pero en el caso del fiscal Pérez, son incontables. Fuentes del Equipo Especial señalan que todas han sido archivadas. “Este es un patrón que se ha venido realizando con el transcurso del tiempo y ahora me ha tocado a mí”, dice Roque a Sudaca.
