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La última caravana del Frepap

Luego de la indescifrable actuación de su bancada, el partido israelita podría no repetir el plato. Al cierre de esta edición, estaba a 0,35% de tener representación en el Congreso. En la recta final hasta se lanzaron presagios de que algo malo sucedería el 11 de abril. Sudaca los acompañó en su cierre de campaña y habló con algunos de sus seguidores. (*)

Jacinto Saldívar llegó a Lima desde Ecuador para participar en el cierre de campaña del Frepap. No pensó que el partido donde milita desde 1990 podría  perder su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) por no pasar la valla electoral. A mediodía del 8 de abril se apareció en Villa María del Triunfo. Desde allí, una multitudinaria caravana estaba a punto de partir hacia el centro de la capital. Recibió la bienvenida de decenas de correligionarios, quienes lo esperaban con cariño para que diera inicio al recorrido proselitista. “Soy jubilado y hasta hace tres años fabricaba esponjas para vajilla. Vengo desde Ecuador. Estoy allá haciendo la obra: predicando”, cuenta extendiendo sus dos brazos al cielo.

 

 

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Desde el año 1990, Jacinto Saldívar participa en las campañas políticas del Frepap (Foto: Frepap).

 

Don Jacinto estaba vestido como en todas las campañas, con una indumentaria que representa al Inca Pachacútec: una túnica de color rojo con la imagen del sol en el pecho, una capa azul y una corona dorada de fantasía que aparentaba estar hecha de oro. El hombre de cabellos largos y barba plateada portaba también una lanza de plástico y una bandera del Tahuantinsuyo.

A las dos de la tarde, la bulliciosa caravana del Frepap comenzó a avanzar por las calles de Villa María del Triunfo con un entusiasmo desmedido, como si fuese la última de sus vidas. El convoy estaba conformado por un centenar de vehículos particulares, desde motos hasta camiones, donde iban candidatos y militantes a los que no parecía importarles el distanciamiento social. En cada luz roja, los participantes repartían volantes, polos, lapiceros y fósforos con propaganda de diversos postulantes al Congreso. Los transeúntes los saludaban a los lejos.

“El Frepap está integrado por personas de todos los oficios: desde vendedores ambulantes hasta profesionales”, dice David Chauca, más conocido como el “hincha israelita”, que trabaja como ambulante, mototaxista y albañil. David se hizo conocido mediáticamente por acompañar en entrenamientos y viajes a la selección peruana de fútbol.

En la campaña congresal del 2020, el “hincha israelita” construyó, soldando fierros retorcidos, un pescado de dos metros y medio al que forró con tela sintética de color azul. Le puso las siglas del Frepap en el vientre y lo enganchó a la parte trasera de su mototaxi. En aquella oportunidad, recorrió casi toda la capital jalando con su vehículo ese pescado, que se ha hecho presente en esta caravana de cierre.

 

David Chauca
David Chauca, el «hincha israelita», milita en el Frepap desde el año 2000. Como en todas las caravanas, estuvo presente el último jueves. Tuvo un presagio: no hubo tanta gente como en el cierre proselitista del 2020.

A las 6:30 de la tarde, el convoy hizo su última parada frente a la sede de América Televisión, en la urbanización Santa Beatriz. Un camión que ha sido acondicionado para realizar espectáculos musicales servía de escenario para que los candidatos bailen al ritmo de canciones de campaña. “Por un gobierno justo y transparente / que trabaje por el pueblo y por su gente / en estas elecciones vamos Frepap / todos juntos a marcar”, dice el estribillo de una de estas. Un hombre disfrazado de tiburón -otro símbolo que empezó a utilizar el partido tras su victoria del 2020- salta y mueve sus brazos junto a los postulantes. Pero el show está a punto de acabar y, en algunas horas más, el entusiasmo de los militantes también.

David Chauca cuenta a Sudaca que no hubo una gran participación en número de militantes en este cierre de campaña como sí la hubo el 2020. Ese hecho, dice, le causó preocupación. Pensó que sería una señal de que alguna sorpresa estaba por venir. Un día antes de las elecciones, el pasado sábado 11, los militantes de Villa María del Triunfo tuvieron otro extraño presagio. Una “hermana” contó en un grupo de Whatsapp el contenido de un sueño que había tenido: iba a ocurrir un fraude electoral contra el Frepap. Todos acordaron rezar para evitarlo. No hubo tal fraude, pero sí habría una ajustada derrota.

Al cierre de esta edición, según el conteo de votos válidos de la ONPE (al 78,86%), el Frepap ha obtenido el 4,65% de votos válidos. Si la tendencia se mantiene, se quedaría a poco de llegar al 5% que le permita obtener curules en el Congreso y mantener su inscripción en el JNE. No sería la primera vez en su historia que sucede algo similar. En el 2012, ese organismo electoral le canceló su inscripción por no participar en las elecciones del 2011.

Horas antes del conteo de votos, los candidatos del Frepap al Congreso, Erik Merino y Héctor Cochón, señalaron a este medio que “sea cual sea el resultado” su partido seguirá trabajando para ayudar a los más necesitados. Para ambos, no sería un problema volver a inscribir al Frepap.

El excongresista del Frepap (1995 – 2000), Javier Noriega, apunta en otra dirección. Noriega, si bien ya no milita, dice mantener contacto con algunas bases del Frepap. “El partido necesita un cambio. Siempre hay problemas internos, como en todo partido, en toda agrupación. Hay un malestar, hay quejas. Mis hermanos me cuentan que no respetan las votaciones de las bases. Hay muchos hermanos cuyos hijos son profesionales y preparados y no los han tomado en cuenta [en estas elecciones al Congreso]”, dice.

 

Javier Noriega

 

Javier Noriega fue el primer congresista del Frepap que fue elegido en el año 1995. Aquí aparece, el día de su juramentación en el Parlamento, junto a sus «hermanos» y al «maestro Ezequiel Ataucusi Gamonal (cuarto de la izquierda). «El Frepap necesita un cambio», aseguró Noriega a Sudaca el día de la votación del domingo 11 (foto de abajo).

 

DNI
Informes – Sudaca.Pe

Noriega señala que la familia materna del presidente del Frepap, Jonás Ataucusi, estaría influyendo en las decisiones del partido. Explica que el expersonero Wilfredo Tenorio Molina, primo de Jonás, ha colocado personas allegadas a él para que trabajen en el Parlamento. «Sus amistades están en el Congreso. Y otros hermanos que están más capacitados y son llamados a experimentar en la política y hacer respetar los derechos de Dios son marginados».

El excongresista dice, además, que el partido se ha alejado de sus principios bíblicos predicados por el «maestro» Ezequiel Ataucusi. Por ejemplo, apunta, la pena de muerte para los adúlteros, los violadores, los ladrones y los asesinos no ha estado en la agenda de Parlamento.

Sólo el tiempo dirá si el movimiento israelita puede volver a repetir ciertas proezas. En la campaña congresal del 2020, el Frepap obtuvo el 8,32% de los votos, lo que le permitió conseguir sus históricas 15 curules. Esa campaña fue la mejor performance que ha tenido desde su creación en 1989. En el año 1992, consiguió dos curules en las elecciones de la Asamblea Constituyente; en 1995, logró por primera vez un escaño en el Parlamento; y en el 2000, obtuvo dos escaños.

 

(*) Fotocomposición: Leyla López

Ha sido usada una fotografía de la caravana del Frepap que ha sido tomada, el pasado jueves 8, en el cono norte de Lima (imagen: Frepap).

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Elecciones 2021, Frepap, Segunda vuelta

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