La construcción de un sistema de almacenamiento de energía en Ventanilla (Callao), encargada por Enel, ha dejado al borde de la quiebra a tres empresas que participaron de la obra. Estas denuncian que no se les ha pagado por sus servicios y que se les ha generado un perjuicio económico de aproximadamente US$425.000.
JIR Ingenieros, Axial SRL, y Bruce Ingenieros fueron subcontratadas por una cuarta empresa con la que la transnacional -que provee luz en Lima y Callao- había hecho el trato para la construcción de la obra. Las tres sostienen que Enel debió garantizar la cadena de pagos.
Señalan, además, que mediante una adenda al contrato se anuló la obligación de entregar una primera carta fianza, la que hubiera permitido que se cumpliera con los desembolsos. Otra carta fianza -una segunda- habría sido ejecutada, pero el dinero se lo quedó Enel, desde donde aseguran ser una víctima más de toda esta trama.
AL BORDE DE LA QUIEBRA
En marzo de 2019, Enel suscribió, por US$2.807.003, un contrato con Electrowerke para la ejecución del Sistema de Almacenamiento de Energía de Batería (BESS) en Ventanilla. Y, en los meses posteriores, la contratista se hizo de los servicios de JIR Ingenieros, Axial SRL y Bruce Ingenieros. Según refieren estas empresas en su denuncia, Electrowerke hizo pagos solo hasta setiembre de ese mismo año.
Esta empresa, ante la falta de liquidez, recurrió a dos empresas de factoring (dedicadas a la compra de facturas): Primus Capital y Efide. En resumen, estas firmas le pagaron la deuda esperando, más adelante, que el dinero regrese a sus arcas.
En junio de 2019, Enel y Electrowerke suscribieron una adenda del contrato con la que se acordó dejar sin efecto la obligación de entregar una de las dos cartas fianza que servirían como garantía en beneficio de Enel. A la fecha de la firma de dicha adenda, Electrowerke ya figuraba en el reporte de Equifax como una empresa «con problemas potenciales». Aún así, la eximieron de entregar la garantía.
Enel sostiene que dicha garantía era en caso Electrowerke hubiese recibido un adelanto del 30% de la retribución del precio de la obra, “lo que no fue necesario dado que la contratista no recibió dicho anticipo”. “Incluso en caso Enel Generación Perú hubiese realizado el anticipo de dinero y recibido la segunda garantía, esta habría servido únicamente para garantizar la recuperación del anticipo en caso de incumplimientos de Electrowerke, y no como respaldo de las obligaciones de Electrowerke hacia sus subcontratistas”, señalan.
Como fuese, en enero de 2020, Enel solicitó al banco BBVA ejecutar la otra carta fianza de ‘fiel cumplimiento del contrato’, la que no se había anulado. Esto significaba un monto de US$421.050,56.
Un mes después, Electrowerke le pidió a Enel que, del dinero obtenido por la carta fianza, se transfiera a las cuentas de Primus Capital US$245.548,71, pues tenían deudas por saldar con esta firma.
Pero Enel respondió, cuatro meses después, que no iba a ser posible. «Precisamos que los montos que nuestra empresa ha asumido o estima asumir por las obligaciones incumplidas por Electrowerke (incluyendo sus obligaciones laborales como empleador), correspondiente a penalizaciones contractuales y demás conceptos relacionados al Contrato, por sí solos exceden la suma de los montos reclamados por Electrowerke (montos que no han sido aceptados por nuestra empresa) y resultantes de la ejecución de la carta fianza», se lee en una carta de la compañía de luz.
Las empresas denunciantes consideran que la falta de rigurosidad y respeto a las obligaciones contractuales de Enel han permitido que Electrowerke las ponga en riesgo de quiebra. En reiteradas oportunidades se enviaron cartas notariales de cobranza de la deuda tanto a Electrowerke como a Enel.
En agosto pasado, JIR Ingenieros, representada por José Ignacio Razuri, presentó una denuncia penal contra Víctor Huamán Armas, representante legal de Electrowerke, y contra Alex Villa García Roser, ejecutivo comercial senior de Primus Capital, por el presunto delito de estafa.
Si bien las empresas denunciantes no responsabilizan penalmente a Enel, sostienen que esta tiene una responsabilidad civil por no actuar bajo las reglas de la buena fe, es decir, la confianza que debe haber entre las partes en una relación comercial. El Código Civil, en su artículo 1362 señala que: “Los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de buena fe y común intención de las partes”.
La abogada especialista en derecho civil, Silvia Sotomarino, explica a Sudaca que, aunque hay que revisar los detalles del caso concreto, «siempre se debe reclamar a las partes la buena fe porque es algo que debe comprometer a todos en las relaciones comerciales».
Ante esta denuncia, Enel respondió a Sudaca que «cuenta con procedimientos rigurosos para el contrato y control de proveedores». «El sistema de scoring financiero, Sentinel, calificaba a Electrowerke como un proveedor de “riesgo mínimo” a la fecha de celebración del referido contrato», dijeron.
Enel sostiene que, si bien el contrato firmado con Electrowerke permitía subcontratar a terceros que apoyen la ejecución de la obra, «no establecía ninguna obligación por parte de Enel frente a estos u otros proveedores subcontratados». «Tal como se explicó, debemos aclarar que Enel no puede responsabilizarse de las deudas que mantiene Electrowerke con sus subcontratistas», precisan.
Fotoportada: Darlen Leonardo
