El desarrollo de nuestras exportaciones en las últimas dos décadas ha sido impresionante, sobre todo en las no tradicionales, que son aquellas que generan mayor valor agregado y que impactan directamente en el bienestar de los productores.
Si bien los grandes números en dólares nos llenan de satisfacción, son pocas empresas las que concentran la mayoría de las exportaciones. Según datos oficiales del 2019, en el sector agrícola, solamente 40 empresas (un 4%) representaron el 50% de las exportaciones y si aumentamos la valla al 80% de las exportaciones, es el 20% de empresas quienes lograron este valor. Para el sector textil es aún más evidente la concentración de las exportaciones en pocas empresas, solo 69 empresas (el 7%) concentraron el 80% de las exportaciones.
En el Estado peruano existen diversas iniciativas para fomentar el emprendimiento e iniciar un camino comercial, primero en el mercado nacional, para luego emprender el gran reto de la internacionalización.
Sin embargo, estas iniciativas, como la de “Sierra y Selva Exportadora” del Ministerio de Desarrollo Agrario-Midagri y la de desarrollo e innovación de Pymes del Ministerio de Producción-Produce, no necesariamente están bien coordinadas con Promperú, que es la entidad estatal que tiene la responsabilidad de promover nuestras exportaciones y que debería orientarse primariamente a apoyar a que las Pymes peruanas se integren y se desarrollen en los mercados internacionales.
El Estado, tiene las herramientas para apoyar decididamente a las Pymes en su sueño exportador fomentando la coordinación intrainstitucional y con los gobiernos regionales, lo que permitirá no solamente incrementar el número de Pymes exportadoras, sino también, ayudar en su formación para que esa exportación se desenvuelva enfocada, saludable, técnica y con valor agregado.
Para alcanzar este objetivo, hay tres tareas imprescindibles que deben realizarse para apoyar con eficiencia y eficacia a la inclusión de las Pymes con sueño exportador.
La primera, es lograr una integración de las iniciativas exportadoras del Estado peruano para que se canalicen a través de Promperú, compromiso que debe liderar el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo-Mincetur con el apoyo de la PCM.Esto colaborará para que más Pymes de todo el país se integren a las cadenas comerciales internacionales.
Otra de las tareas es contar con programas de formación continua para que esas Pymes que ya están exportando puedan no solamente mantenerse en el tiempo sino, además, ir incrementando sus volúmenes de exportación año a año. Esta es una labor que muy bien puede realizar Promperú como desarrollo de su programa Ruta Exportadora.
Por último, es importante dirigir el enfoque de las oficinas comerciales en el exterior (OCEX) para que dediquen la mayor parte de sus recursos humanos y financieros al apoyo de las Pymes exportadoras en vez de concentrarse en las grandes corporaciones que ya tienen sus canales comerciales y logísticos establecidos.
Con estas propuestas podremos enrumbar un camino que nos lleve a revertir la concentración de las exportaciones en pocas empresas, diversificar la oferta e incluir a más Pymes en undesarrollo internacional creciente y sostenible en el tiempo.
