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Alonso-Rabi-Do-Carmo

Nostalgia del cuerpo, vigor del verbo

"Un poemario vigoroso y una espera que no fue vana. Eslava nos ofrece, una vez más, una voz reflexiva, con toques de exquisita ironía y sentencias que difícilmente olvido"

Jorge Eslava ha combinado con éxito la palabra y la acción. Su práctica como escritor y su entrega al maltrajeado oficio de la tiza y el pizarrón tienen un correlato igual de intenso y apasionado pero dividido en diversas pasiones como el box, el fútbol o la sesión de entrenamiento, ámbitos en los que, al contrario de lo que se piensa, son posibles la iluminación, la epifanía y, las más de las veces, la expresión amarga y transparente del sujeto ante la finitud o el envejecimiento del cuerpo, destino inevitable.

Luego de un prolongado silencio poético, Jorge Eslava vuelve a “pisar la cancha” con un equipo de veinte poemas a través de los cuales se articula una sutil trama en la que se van sucediendo la exaltación y la inminencia de la derrota, el placer y la penumbra, la memoria y la posibilidad de su revés. En esa trama, además, aparece el trazo de una singular analogía entre el ejercicio corporal y la escritura como una de sus manifestaciones, en un vaivén constante entre la contención y la ironía.

Muy simple y empobrecedora sería una lectura en la que Eslava apareciera como el perpetrador de un libro que, en su brevedad, ofrece un esbozo autobiográfico. Creo que ese sería un asunto menor; más importante en todo caso es la tradición que respira y late en sus versos, la de Albert Camus haciendo de portero en un equipo minúsculo y casi ignorado por la historia; la de Hemingway y sus ademanes de fortachón incorregible; Galeano y su asombro futbolero; Soriano y su galería de conmovedores locos y perdedores; Parra del Riego y su polirrítmico hecho de pulso y regate o, para rozar el origen de todo esto, las odas de Píndaro, que cubrieron de un majestuoso lenguaje a los atletas vencedores.

Más importante que la revelación autobiográfica, entonces, es la conciencia de saber que los textos que componen Gimnasium, así, en latín, como casi nadie nombra a este templo, son parte de un amplio repertorio histórico y se inscriben con fluidez en ese territorio de la tradición.

Dos estancias conforman la estructura interna de Gimnasium. La primera lleva como título “Entrenamiento” donde se deja notar una tensión entre el despliegue físico y la expresión verbal. Palabra y acción se estudian se miden (como dos pugilistas digamos) para que el hablante pueda pronunciarse, incluso, con sarcasmo, pues, ¿qué es un gimnasta “desnudo en la plaza entre mercaderas y funcionarios”? Frugal es la mercancía, no el cuerpo. Declara también el hablante que gusta o suele discernir sobre “Asuntos del alma”, las “artes del pugilato”, “la lectura” y el “juego de pelota”. Entre el cuerpo y la escritura han una contigüidad, un puente que no siempre es fácil transitar.

La segunda parte, titulada sintomáticamente “Fatiga”, nos devuelve a la límpida conciencia que el hablante observa la decadencia corporal, el fin de la plenitud física, como se lee en uno de los mejores poemas del conjunto, “Cuerpo a cuerpo”ː “Llegar a los setenta/ un desperdicio/ si no te matas en la tabla inclinada/ y en el press de la banca/ no harás el amor con nadie/ ni terminarás el combate/ te recogerá el personal de limpieza/ en penumbras/ entre colillas y bolsas de maní”.

Un poemario vigoroso y una espera que no fue vana. Eslava nos ofrece, una vez más, una voz reflexiva, con toques de exquisita ironía y sentencias que difícilmente olvido, sentencias como estas: “el brío ante la agonía es mejor que el saber” (p.28).

Jorge Eslava. Gimnasium. Lima: Colmillo Blanco, 2022.

 

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Gimnasium, Jorge Eslava, poemario

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