Alonso Rabí Do Carmo

Amantes del libro

La Biblioteca Nacional del Perú ha entregado recientemente dos libros de sumo interés para quienes, valga la redundancia, consideramos el libro como un artículo de primerísima necesidad. Sus autores, coincidentemente, fueron coetáneos. El primero de ellos es una compilación de artículos de Sebastián Salazar Bondy y en sus páginas todos los problemas que giran alrededor de este precioso objeto ocupan el lugar central. El segundo, es una compilación de ensayos literarios de un notable poeta de la generación del 50 (o del 45 como prefería llamarla el mismo Salazar Bondy): Javier Sologuren.

Sebastián Salazar Bondy fue un hombre multifacético y lleno de talento. Fue narrador, dramaturgo, poeta, ensayista, gestor cultural, crítico de arte y cultura, periodista, en fin, una figura que, lamentablemente, aun no hemos terminado de aquilatar. Entre los muchos libros que escribió destaca Lima la horrible (1964), acaso uno de los ensayos más penetrantes, lúcidos y apasionados de nuestra historia literaria. La odisea del libro en el Perú es una compilación de 40 textos que giran alrededor de la problemática del libro en el Perú.

Desde diversas perspectivas, Salazar Bondy se ocupa del libro, la lectura y los actores de este escenario: editores, lectores, bibliotecas, en suma, buena parte de lo que podríamos llamar el ecosistema de la lectura en el país. Los textos abarcan un arco temporal de once años (van de 1953 a 1964) y muestran la mano ágil de Salazar Bondy y cómo logró, a partir de la crítica periodística, una forma precisa y rigurosa: cada pieza es un ensayo breve y articulado, de coherencia indiscutible.

El carácter visionario es indudable. Un artículo de 1956, titulado “Un país que no lee” pone el acento en varios asuntos que siguen siendo álgidos en el 2021: “Somos un país que no lee (…) Que la lectura no sea un hábito general y que el libro no sea considerado como uno de los más decisivos factores del adelanto nacional, significa sencillamente que estamos muy lejos de ser una nación culta. A pesar, es verdad, de los edificios monumentales, de la introducción de la moderna técnica industrial, del crecimiento de las cifras en los cuadros económicos, del evidente avance que mostramos en algunas ramas de la vida material” (p.39). ¿Le parece familiar este cuadro?

Al andar del camino nos devuelve a la condición de lector literario que ostentó Javier Sologuren, poeta de lenguaje exquisito e inspiración neovanguardista, amante también del libro, como demostró su impecable trabajo como editor de esa colección maravillosa que fue La Rama Florida, un tesoro como pocos. Muchas veces los poetas suelen ser admirables lectores literarios, llenos de agudeza, capaces de iluminar aspectos de un texto o un autor que otros difícilmente podríamos notar.

En esta selección de textos Sologuren recorre diversos territorios, desde la tipografía (“Lo que la letra nos dice”) hasta Javier Heraud, pasando por Arguedas, Westphalen, Eielson, Oquendo de Amat, Carlos Germán Belli, la modernidad, la poesía misma, la traducción, actividad esta última en la que el poeta destacó nítidamente. Hay pasajes reveladores, como aquel en que postula la poesía como un espacio de diálogo ecuménico: “a nadie le extraña sentirse conmovido por la lectura o audición de un poema chino, francés, o quechua. La poesía es un lugar de encuentro de todos los hombres, es un medio de descubrimiento y recuperación de lo humano del hombre” (p.42).

Son igualmente sugerentes sus notas sobre Eguren o Arguedas. En torno al primero, anota: “En la pequeña opera omnia de Eguren (Simbólicas, La canción de las figuras, Sombra y Rondinelas), se ha conseguido representar el misterio del lenguaje: usarlo, ingenuamente, en su fuerza y debilidad, en su pura alusión y en su irremediable silencio” (p.64).

En relación con Arguedas, el hecho de que publicara poemas “no constituía algo inesperado o sorpresivo; era la confirmación, en cambio, de su germinal fuerza poética, una doble vuelta de tuerca en el cabal ajuste de su expresión medularmente nutrida por una rica y densa emotividad” (p.138).

En conclusión, amable lector, te esperan las páginas de dos joyas que pueden ser o bien rescate o bien renovado encuentro, depende de quién se acerque.

 

La odisea del libro en el Perú. Antología de artículos periodísticos de Sebastián Salazar Bondy. Selección y nota preliminar de Alejandro Susti. Lima: Biblioteca Nacional del Perú, 2021.

Al andar del camino. Selección de ensayos, artículos y notas de Javier Sologuren. Selección e introducción de Renato Guizado Yampi. Lima: Biblioteca Nacional del Perú, 2021.

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Al andar del camino, Javier Sologuren, La odisea del libro en el Perú

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