ciudad de cómic

Ciudad de cómic

En Ciudad Capital el fascismo ha tomado el poder e impuesto un nuevo orden. Tras ordenar a sus fuerzas armadas y policiales que dispararan a mansalva contra quienes protestaran en su contra, ahora reparte armas a los serenos municipales que asegurar el control de las calles, de las casas, de las familias, de las madres de familias.

[EN LA ARENA] En Ciudad Capital el fascismo ha tomado el poder e impuesto un nuevo orden. Tras ordenar a sus fuerzas armadas y policiales que dispararan a mansalva contra quienes protestaran en su contra, ahora reparte armas a los serenos municipales que asegurar el control de las calles, de las casas, de las familias, de las madres de familias. Las familias están obligadas a participar de las marchas convocadas por la asociación fascista de padres de familia, la cual ha conseguido tomar el control del contenido de los textos escolares, sobre todo los de historia y ciencias naturales, y ha expulsado los derechos inclusivos de las escuelas. Como forma de sanción a los territorios que osaron levantarse en su contra, ha dejado en abandono sus escuelas y postas de salud víctimas de los azotes de las tormentas, inundaciones y derrumbamientos. Para dar su apoyo al gobierno nacional, el fascista encargado de la protección del centro histórico, el gobernador de Ciudad Capital, decretó la prohibición de protestas cercando las calles con largas filas de calesas sevillanas tiradas por caballos de paso donados por sus entusiasmados admiradores fascistas. Esa es su misión, señaló conmovido.

El gobernador, investigado por corrupción por el Ministerio Público, respira tranquilo, confiado en que el haber condecorado a la Fiscal de la Nación en un sentido homenaje fascista, ha dejado en claro que si están unidos, es para defenderse el uno al otro. Ya han vivido las injustas acusaciones por carecer de títulos universitarios, pues se descubrió que las tesis de ambos habían sido aprobadas por catedráticos falsificadores de trabajos intelectuales. El gobernador la admira. Gracias a ella fue que los fascistas consiguieron apresar al expresidente del bando contrario, quien temeroso del fascismo buscó torpemente cerrar el parlamento, ubicado también en Ciudad Capital. La mayoría fascista del parlamento había buscado un pretexto para destronar al presidente. Primero lo acusaron de fraude electoral, luego de liderar una red de clientelaje, luego de liderar una red de sicariato político. Consiguieron innumerables testimonios y la prensa fascista se dedicó a difundirlos para exaltar a la población. De esa manera, el parlamento consiguió distraer a las masas y promulgar leyes en contra de los derechos de los derechos más elementales, a la vida y a la libertad, pues así lo indican sus intereses económicos y sus creencias fascistas. Con su caída, el nuevo gobierno fascista retiró a sus embajadores de los países del bando opuesto, el socialismo, que criticaron las masacres ocurridas en el país y que pidieron la liberación del expresidente.

Como en esos países el socialismo consiguió entronizar en el poder a líderes que por cumplir sus promesas agotaron los fondos económicos en muy pocos años, el aumento de la pobreza provocó una migración trasnacional que desató una ola de violencia que llegó hasta Ciudad Capital, circulando por las calles, asesinando migrantes, trabajadoras sexuales y víctimas de trata. El fascismo en Ciudad Capital sacó provecho de la lucha contra las bandas delincuenciales y al igual que en sus vecinos países fascistas, encontró en su erradicación, la forma de justificar el olvido de los derechos humanos, impulsando la represión y el encarcelamiento masivo. Así el fascismo aprovechó para enviar la doctrina social de la iglesia de regreso a los túneles de las catacumbas, y darle a las iglesias nacionales y extranjeras fascistas de Ciudad Capital el control de la moral.  De inmediato sus pastores declararon detestar a las instituciones que se atrevieran a hablar sobre poblaciones vulnerables y mayores atrocidades. Por eso el gobernador de Ciudad Capital, tan firme y místico creyente, ha clausurado el Museo de la memoria, el único lugar donde se resguardaba la verdad que contradecía tan duramente el discurso del fascismo y a sus aclamados escritores, quienes decidieron volver a contar la historia de tal manera que nunca se diga algo malo sobre los fascistas o algo bueno sobre esa horrenda creencia en los derechos humanos que tanto daño le hace a Ciudad Capital.

Tags:

corrupción, Fascismo

Mas artículos del autor:

"La factura"
"El comentarista escolástico"
"El reloj y la manga"
x