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Chapa tu caviar

“En el Perú, hay un problema étnico cruzado, profundamente, con el de clases.” Julio Cotler – 1979.

UNO

Era natural de la lejana Wisconsin. Era un cuarentón, caucásico, con cejas pobladas, orejón y pelo engominado. Joseph McCarthy fue electo senador republicano en 1947. En 1950 emergió de la oscuridad: Dedujo, inteligentemente, que la Unión Soviética y China eran los enemigos a vencer. Entonces, cual demagogo oportunista, acusó a Truman de tibio, ante el avance del Comunismo. Como pocos le hicieron caso, le envió una misiva al Presidente denunciando una conspiración roja, dentro del Departamento de Estado. Más tarde, hizo pública la carta. Eso, jodió a Truman.

Volteó su mirada a la Costa Oeste: Hollywood. Y sonrió. Ahí esgrimió una lista negra, con apoyo popular y sin ninguna interferencia política. En dicha lista, incluyó a actores, guionistas, intelectuales, artistas, científicos y directores de cine.

DOS

Dícese, erróneamente, que la edad brinda un mayor sosiego y sabiduría. Generalmente, la gente que de joven es cojuda, pues de viejo lo seguirá siendo. O que en la vejez, mucha gente cambia para mal.

Vitocho Belaunde es una muestra clara de este axioma. En un programa político, recordó el golpe de 1962 (que benefició a Belaunde y perjudicó a los apristas) como un ejemplo –erróneo- del porqué se debe anular las elecciones. Aunque, hasta ahora, no se comprobó el tan mencionado fraude, según los organismos internacionales.

En 1992, tuve la gran oportunidad de entrevistar al vate Antonio Cisneros, quien generoso me brindó una hora y media de su tiempo. Me dejó muchas frases para el recuerdo.

“Tomás, todo es cíclico. Incluso el liberalismo a ultranza que estamos viviendo”.

Leí en las redes sociales, a gente que sin inmutarse, exigía que se proscriba al Partido Comunista. Otros, reclamaban que los tanques militares salgan a las calles. Me parecía volver a los años cuarenta y cincuenta, cuando el APRA y el Partido Comunista estaban proscritos; y sus líderes deportados. O los ignomiosos golpes de Estado.

TRES

Apuntó su mira a los Rosenberg, y los acusó de traición a la patria. Terminaron en la silla eléctrica.

McCarthy creó comités y grupos de vigilancia privados, para antiamericanos en las ciudades. La consecuencia directa fue que miles de personas perdieron sus trabajos. Así también, se procesaron a residentes extranjeros y homosexuales. Lo contraproducente de esto, es que él era gay; reprimido, pero gay.

Incluso persiguió a Chaplin. Lo obligó a exiliarse.

Años después, su imagen se desgastó. Se había creado demasiados enemigos. Su alcoholismo y el cambio de la opinión pública sellaron su suerte. Fue expulsado del Comité del Senado. Y luego se perdió en el anonimato.

CUATRO

El Perú era y es un país racista. Acá no hubo un proceso de mestizaje uniforme, como en otros países. Los españoles (conquistadores) usaron los indígenas como servidumbre. En otros países, los españoles tenían queridas e hijos, por doquier, con las indígenas. Acá eso no sucedió, ni de casualidad.

Que Pedro Castillo haya salido de un pueblo perdido del interior, y que no haya ido nunca a Lima, para hacerse de un nombre; es algo que los limeños no entienden, o no quieren entender.

Cuando hacia campaña por esos pueblos, les hablaba como un campesino más y comía con ellos. Fácil deducir, por que dichos poblados votaron por el hombre de Chota.

Que Keiko y su troupe, menosprecien y deseen anular el voto indígena, es una muestra más de racismo. Y su forma inequívoca de entender el país.

La irascibilidad se apoderó de un grupo heterogéneo de personas, ante los resultados electorales, en Lima. Por cuenta propia o no, decidieron colgar un cartel en las redes sociales: “Chapa tu Caviar”. Un mensaje netamente discriminatorio.

Lo insólito del caso, es que muchos cristianos que suscribieron en el muro del facebook: “El Comunismo es Satanás”;  ahora, con lo de “Chapa a tu Caviar”, dichos creyentes han virado en un silencio sepulcral.

A lo lejos, en el Seol, McCarthy dibujó una sonrisa sardónica en su rostro.

Tags:

Fraude electoral, Golpe de estado, Pedro Castillo, Racismo

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