Fabrizio Ricalde

El mejor defensa central peruano del momento

"¿Y qué más hay que hacer para serlo? En dónde más hay que estar. En qué otro torneo hay que jugar. A qué delanteros hay que marcar. Cuántos cortes hay que hacer en un partido de visita contra el Real Madrid."

¿Y qué más hay que hacer para serlo? En dónde más hay que estar. En qué otro torneo hay que jugar. A qué delanteros hay que marcar. Cuántos cortes hay que hacer en un partido de visita contra el Real Madrid. Con la banda de capitán en el brazo. Qué odisea más grande hay que presenciar, desde la cancha, para ser considerado el mejor central de un país tan escaso en opciones como el Perú. 

Aunque sea para ser convocado, ¿no?

Gustavo Dulanto es el mejor defensa central peruano del momento. Hoy. No hace diez años, ni hace cinco. No tiene una carrera vistosa, ni mucho menos. Pero hoy es titular de un equipo que ha ganado diez partidos internacionales, dos en fase de grupos de la Champions, y se ha puesto primero de un grupo que incluye al Real Madrid y al Inter de Milan. 

Ayer jugó de central por izquierda ante uno de ellos, el Madrid. La misión era dividirse la marca de Benzema (nada menos) con el otro central, Arboleda, y de tapar las arremetidas de Hazard (Dios mío) cuando el ataque madrileño vaya por su lado. El partido iba a tener la cancha inclinada hacia el arco del griego Athanasiadis. En total, al final del partido, fueron 31 disparos en más de 60 jugadas de ataque claro. 

Claro, como era obvio, el Real Madrid salió con todo, a golear. Los 15 primeros minutos del partido, el Madrid  intentó ocho jugadas de ataque, todas las cuales fueron bloqueadas por Dulanto. Cortes de cabeza, bloqueos de disparo, cierre de divididas, quitadas de pelota. Por quince minutos, Dulanto era una muralla, siendo el único jugador de su equipo en cortar ataques. 

El mediocampo del Sheriff demoró en activarse. De hecho, Addo y Thill, los volantes de marca, iban duro a pegar, faltos de otros recursos para recuperar la pelota. Parecía que el equipo de Moldavia podía irse con algún expulsado temprano. Recién a los 16 minutos del primer tiempo, un jugador que no fue Dulanto cortó una arremetida merengüe. Fue el arquero, sacando con mano cambiada el primer remate a puerta del Madrid. 

Hasta el sorpresivo primer gol del Sheriff a los 24 minutos, Dulanto había bloqueado doce de catorce ataques del Madrid, casi todos de jugadas entre Hazard y Benzema. Impecable, sin errores. A partir del primer gol en contra, el Madrid dio más peso defensivo al lado izquierdo con Vinicius. Ahí apareció Arboleda, el central, y empezaron a estar más participativos los laterales, Fernando y Cristiano. 

El Sheriff Tiraspol se fue al descanso con un triunfo parcial de locos. Madrid había sido más, pero con un solo contraataque claro el equipo de Moldavia había llegado la diferencia. Al segundo tiempo, el Real volvió a salir a toda marcha, pero ya toda la defensa del Sheriff estaba alineada. La línea de cuatro era impenetrable, y el arquero tuvo al menos cinco atajadas impactantes. 

La única forma para el Madrid era estirar la posibilidad de faltas y buscar la pelota parada. Fue un penal claro contra Vinicius, que ya había buscado caerse jugadas atrás al entrar gambeteando por la izquierda. Addo le hizo la falta, única forma de pararlo. Y así llegó el gol de Benzema, que el portero griego casi ataja. Aún con ello, el Sheriff no se amilanó. Y Dulanto empezó a guapear desde el fondo. 

Diez minutos después del empate, el Sheriff se había salvado de otras tantas arremetidas merengües. Tuvo el primer contraataque del segundo tiempo a los 70, y por un pie adelantado se anuló el gol. Era el susto total a un equipo madrileño desencajado. A los 82 minutos, el Sheriff a penas había disparado dos veces al arco de Courtois en todo el segundo tiempo. 

El Madrid no podía. Había llegado más de treinta veces al arco, pero entre bloqueos y tapadas del arquero, no habían podido hacer diferencia. Y sobre los agónicos noventa minutos, en lugar de llegar el gol de Benzema que podía haber hecho honor a las casas de apuestas (donde un triunfo del Sheriff pagaba 25), fue un jugador de Luxemburgo, aquel país inexistente para la FIFA, el que decretó con un gol de otro planeta el triunfo de todo Moldavia y Transnitria y qué se yo. 

Gloria eterna a un equipo que ha logrado por primera (y quizás única vez) la mayor gesta histórica de su trayectoria futbolística.

Y en ello, Dulanto tuvo en total 23 cortes defensivos de ataque. De cabeza, con los pies, interceptando o como fuera. Fue el jugador de su equipo con mayor cantidad de ataques frustrados del rival. Tras él, su pareja central Arboleda con menos de la mitad, y los laterales brasileños con nueve cada uno. Cometió ocho errores, tres de las cuales fueron en salida, uno fue una falta (que costó una amarilla), y el resto imprecisiones defensivas. 

Pero las fortalezas de Dulanto son su personalidad, la capacidad táctica para no perder la posición en línea de cuatro, y el juego aéreo. En su estilo, sobresale jugando con pases largos desde el fondo, colocados hacia las bandas o hacia el medio, e intenta cortar alto el ataque con su tranco largo. Guapea el equipo, va a reclamar las jugadas de peligro con autoridad, y no cae en provocaciones. 

El Sheriff Tiraspol empezó la Champions League hace dos meses jugando la absoluta primera fase de clasificación. Goleó 5-0 en la llave a su primer rival, el campeón de Albania, un rival equitativo. Luego 4-1 al campeón de Armenia, otro rival equitativo. El tercer partido fue con el Estrella Roja de Belgrano, un rival superior y con historia, 2-1. 

Al cuarto partido, pasó por primera vez en su historia a la fase de grupos al Dinamo Zagreb, otro rival superior a ellos, por 3-0. En su primera participación en grupos, le ganó al Shakthar Donetsk por 2-0. Ahora al Madrid, de visita, por 2-1. Es primero de su grupo con 6 puntos. Está invicto en 10 partidos de competencia europea. Y ahí jugó todo Dulanto, de titular y capitán. 

Si con ese presente no eres convocable por Perú, donde no encontramos pareja de centrales sólida hace dos años, ¿qué más hay que hacer?

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defensa central, Gustavo Dulanto, Real Madrid

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