Escritores peruanos en los Estados Unidos: son legión

"El 2015 la Asociación Internacional de Peruanistas, creada en 1995 para coordinar las actividades de los muchos estudiosos que se enfocan en el Perú, organizó el Primer Encuentro de Escritores Peruanos en los Estados Unidos en Washington, DC. Acudieron casi cien escritores y la cosa acabó en fraternal fiestón."

Se sabe que fuera del Perú vive cerca del 10% de su población, o sea más de tres millones de peruanos repartidos sobre todo entre Europa y los Estados Unidos, aunque hay importantes grupos en Argentina, Chile, Japón y otros países. El grueso se lo llevan Estados Unidos y España. Nada más en el coloso del norte se calcula que debe haber cerca de dos millones, entre legales e ilegales. De todos ellos, hay varios cientos que se dedican a la escritura creativa de manera más o menos profesional y que poco a poco conforman redes de difusión que pueden abarcar tanto el español como el inglés y hasta el quechua. 

Pero el fenómeno no es nuevo. Escritores peruanos en los Estados Unidos ha habido desde hace muchas décadas. Habría que remontarse por lo menos a Armando Zubizarreta y José Durand, desde los años 60, a los que siguieron luego José Miguel Oviedo y Julio Ortega en los 70 (y me refiero solo a los que se radicaron permanentemente, no a los que vinieron solo por unos años y luego volvieron al Perú o terminaron en otros países). Si bien el motivo principal de su llegada a los Estados Unidos fue la búsqueda de un lugar en el mercado académico, su motivación central siempre ha sido la escritura creativa, aunque a algunos no se les recuerde como escritores sino solo como críticos. Y es que para vivir en los Estados Unidos hay mil posibilidades. También hay escritores, bibliotecarios, limpiadores de canchas de tenis y agentes de corretaje.

Ha sido el mercado académico y la tranquilidad relativa que otorga un puesto a tiempo completo en una universidad norteamericana lo que ha estimulado la salida del Perú y la expansión de las fronteras personales de muchos intelectuales peruanos. Esto se explica por las precarias condiciones de las universidades del país natal y las pocas posibilidades que otorgan para dedicarse de lleno a la investigación. No hablemos ya de la creación, porque eso simplemente no existe. (No somos como México, con un estado nacional fuerte que protege a sus escritores e intelectuales y les otorga becas para que se dediquen a lo mejor saben hacer, escribir).

La salida del Perú motiva muchas veces una ruptura interior producida por el alejamiento del terruño natal. Implica también adaptarse a otra cultura y a otra lengua, y vivir entre la nostalgia y la triunfante transnacionalidad.

Fue en la década del 80, con la espiral de la violencia política y la terrible crisis económica e inflacionaria de los primeros gobiernos neoliberales que la migración peruana en general se acrecentó de manera geométrica. Muchos intelectuales, sobre todo jóvenes, decidieron como tantos buscarse un futuro fuera del Perú ya que el Perú no les presentaba ningún panorama halagüeño. A ello hay que sumar la natural curiosidad que tienen los jóvenes por viajar y exponerse a experiencias culturales diversas. Nuestros grandes escritores han sido casi siempre migrantes (el Inca Garcilaso, Clorinda Matto, Vallejo, Arguedas, Vargas Llosa). La historia no es muy distinta el día de hoy. 

Fue pues con la gran migración latinoamericana de la década de 1980 (una migración que también afectó mucho a otros países de América Latina como Brasil, Colombia, Ecuador, República Dominicana, etc.) que los contingentes de inmigrantes latinos en los Estados Unidos empezaron a formar un grupo muy amplio e importante conocido como «los otros latinos». Reciben este nombre para diferenciarlos de los grupos latinos más tradicionales, como los mexicano-americanos, los puertorriqueños y los cubano-americanos, que totalizan más o menos un 70% de la población latina. Es decir, que los sudamericanos (entre ellos los peruanos) y los dominicanos ya llegan a cerca del 30%, o sea unos 20 millones. Nuestros hermanos peruanos ocupan un importante 10% de ese subtotal, o sea, como decía más arriba, unos dos millones.

Algunos llegaron muy pequeños y crecieron con el inglés. Son los casos, por ejemplo, de Marie Arana y Alberto Alarcón. Otros llegaron adolescentes y aprendieron el inglés de manera muy fluida, y por lo tanto escriben tanto en español como en la lengua de Faulkner. Este sería el caso de Oswaldo Estrada.

Pero muchos llegaron ya adultos y mantienen su lealtad al español de manera insobornable, creando una riquísima veta de producción que a veces es poco conocida en el Perú y otros países hispanohablantes. Entre los narradores hay que mencionar, por ejemplo, a Eduardo González Viaña (aunque ahora en España), Isaac Goldemberg, José Castro Urioste, Peter Elmore, Miluska Benavides, Rossana Montoya, Rocío Quispe, Cesar Ruiz Ledesma, Claudia Salazar, Margarita Saona, Rocío Uchofen, Alberto Caballero, Alfredo M. Del Arroyo, Ani Palacios, Fernando Salmerón, Jerry Gómez Shor Jr., Julio Jesús Zelaya Simbrón, Luis Fernández-Zavala, Martín Balarezo García, Rina Soldevilla, Ricardo Vacca-Rodríguez, Ulises San Juan, Luis Hernán Castañeda, Alexis Iparraguirre, Carlos Villacorta, Christian Palacios y Enrique Cortez, entre otros. 

Los poetas no se quedan atrás. Hay poetas mayores, de la generación del 68, como Raúl Bueno, Rubén Urbizagástegui y José Cerna-Bazán. Otros ochenteros como el finado Eduardo Chirinos (muerto el 2016), José Antonio Mazzotti, José Bravo de Rueda, Carlos Orihuela, Mariela Dreyfus, José Serna, Roger Santiváñez y Miguel Ángel Zapata, y otros noventeros y más recientes como Ana Varela, Enrique Bernales, Chrystian Zegarra, Evgeni Bezzubikoff, Erika Almenara y muchos más. Que me disculpen si se me pasa algún nombre, como es casi seguro. Y no son menos importantes los poetas en quechua como Dora Caballero Hurtado, Fredy Roncalla, Odi Gonzales y la itinerante Ch’aska Anka Ninawaman.

El 2015 la Asociación Internacional de Peruanistas, creada en 1995 para coordinar las actividades de los muchos estudiosos que se enfocan en el Perú, organizó el Primer Encuentro de Escritores Peruanos en los Estados Unidos en Washington, DC. Acudieron casi cien escritores y la cosa acabó en fraternal fiestón. 

El panorama es, pues, muy amplio. Se espera que pronto haya un Segundo Encuentro, ya que las masas lo exigen.

Escuchemos a nuestro Quinto Suyo, pues tiene mucho que decir.

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