Ayer 26 de noviembre nos dejó nuestra querida hermana, María Katalina Robles Izquierdo, más conocida como “Kata”. Después de su gran labor con la música, con impulsar el arte negro en el Perú, con incentivar a la juventud para que siga una especie de arte y con mostrarse siempre apoyando a la comunidad afro peruana, nos dejó pero nos dio una gran tarea sobre todo para las mujeres, que sigamos cultivando el arte en el cajón.
“Kata” era percusionista, cajonera, zapateadora, gran maestra quien siempre trataba de ayudar a la gente, específicamente su gran objetivo era empoderar a las mujeres para que toquen el cajón. Un instrumento que se había distinguido durante décadas con el sexo masculino y que definitivamente no se identificaba para nada con las mujeres. Pero según nos relata Kata en una entrevista hecha por Gisella Giurfa, Kata empezó a tocar cajón cuando tenía cuatro años y de esa manera llegó a dominar este instrumento y empezó a enseñarlo para que más mujeres puedan tocarlo.
Kata es sobrina de Lalo Izquierdo y de Isidoro Izquierdo fundadores de Perú Negro. Kata es una representante de la cultura afroperuana y una figura artística quien ha abierto una puerta para el género femenino en cuanto a la relación con el cajón peruano. Poco a poco se ve más apertura a las mujeres como percusionistas y cajoneras lo cual genera un nuevo aire en cuanto a nuestra cultura desde el punto de más aceptación para las mujeres como músicos.
Participó en distintos movimientos culturales, los cuales se dedicaron a llevar el arte musical afro peruano a diferentes recintos. Docente encargada de motivar a estudiantes en cuanto a la percusión. Kata ha hecho mucho por el arte negro, por las mujeres y es nuestra tarea y su legado continuar con su trayectoria como artista y maestra. Vuela alto, Kata
