La durísima reacción contraria al gobierno de Dina Boluarte por parte de gobiernos como el de México y el de Colombia, presididos por los izquierdistas Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, en base a mentiras políticas groseras (como que Castillo fue sacado por un golpe parlamentario, soslayando que él fue el golpista fallido del 7 de diciembre), pone de relieve una estrategia continental de apoyo mutuo de los regímenes de izquierda, de la que Castillo formaba parte, y que explica, por ejemplo (salvo en el caso de Gabriel Boric), el silencio estruendoso de estos gobernantes hacia las tropelías dictatoriales que se están cometiendo en Nicaragua.
Hay, claramente, un plan continental geopolítico por establecer en la región regímenes de izquierda que se apoyen mutuamente y coordinen entre sí intromisiones en asuntos de política interna para salvaguardarse mancomunadamente. Una suerte de Foro de Sao Paulo 2.0.
Castillo no era, sin duda, un estratega en asuntos de política exterior y lo deben haber visto como el vecino poco ilustrado del barrio izquierdista de la región, pero su salida del poder ha roto los planes continentales que se habían trazado, no cabe duda, en los que el Perú jugaba un papel significativo por su ubicación central en términos geográficos. Que hoy, el Perú no sea un enclave izquierdista arruina el mapa colorado de sebaba los planes políticos regionales de la izquierda.
Bajo esa perspectiva haría bien el gobierno de Dina Boluarte en responder con severidad a las majaderías de López Obrador y de Petro. Ninguno de los dos actúa de buena fe, desinformado respecto de los sucesos ocurridos en el Perú, sino que lo hacen malintencionadamente, con el objeto de dañar la reputación internacional de la democracia peruana, plenamente vigente (en ese sentido, el espaldarazo de Mario Vargas Llosa ayudará mucho a compensar la desinformación política y mediática existente en el mundo respecto de lo que viene aconteciendo en el país).
¿La Alianza del Pacífico, por ejemplo, con López Obrador, Petro y Boric de socios, es algo que debiera desvelar al Perú? Hay que actuar con sagacidad y firmeza frente al despropósito del mandatario mexicano de no querer entregar la presidencia pro tempore que nos corresponde, pero hacerlo con plena consciencia de ya esa comunidad multilateral ha dejado de ser relevante para el país, hasta que cambien los vientos ideológicos de sus países miembros.
