Liz Melendez

¡Justicia para Solsiret!

Las mujeres no desaparecen solas, nos desaparecen

El caso de Solsiret, aquella joven que desapareció un 23 de agosto del 2016, es uno de los más emblemáticos de los últimos años.

A partir de este se ha llegado a visibilizar, con mayor fuerza, el vínculo que existe entre la desaparición de mujeres y el feminicidio; así como las consecuencias de un Estado que incumple su deber de debida diligencia reforzada[1], lo que pone en grave riesgo la vida de las mujeres y sumerge a los familiares en el sufrimiento, la humillación, la estigmatización y el dolor al verse trasgredido su derecho a la verdad y a la justicia, siendo revictimizados constantemente por la indiferencia y mal actuar de las autoridades.

Solsiret o Sol, como es conocida por sus compañeras activistas, fue una joven que desapareció en su propio hogar, donde convivía con su pareja y sus dos menores hijos, además de la familia de este. La inacción en su búsqueda estuvo influenciada por la permanencia de estereotipos de género que, hasta hoy, observamos en los casos de desaparición de mujeres: «se habrá ido a una fiesta», «se fue con sus amigas», “de seguro está con la cabeza caliente” u otros comentarios sexistas que reflejan imaginarios discriminatorios y determinaron una acción tardía.

La búsqueda real de Sol empezó el 01 de setiembre de 2016, día en el que se emitió la nota de alerta[1] y ocho días después de su desaparición, denuncia que en algún momento no quiso ser recibida. Las pruebas de luminol en la casa que compartía con su ex pareja y la familia de este, se realizaron 06 meses después de que ella desapareciera y de una forma indebida; pues en esta misma casa, mucho tiempo después, se hallaron rastros de sangre que pertenecían a Sol y parte de su cuerpo.

Recién el 20 de agosto del 2019 se obtuvo el informe de la geolocalización de su celular, es decir, casi tres años después del feminicidio. Este informe fue clave para empezar a derrumbar las mentiras que se habían sostenido entorno a su desaparición. Todo indica que la vida le fue arrebatada por parte de la familia de su conviviente, quienes actuaron con alevosía y gran crueldad.

Este año se cumplen 06 años de su muerte y  aún no se accede a la justicia. En los últimos días se han iniciado una serie de audiencias, en donde diferentes afirmaciones y teorías del caso han revictimizado a la familia al revivir los trágicos hechos.

En la última audiencia el juez del 4º Juzgado de Investigación Preparatoria del Callao, ha determinado que los imputados Andrea Aguirre, Kevin Villanueva, Yolanda Castillo y Bryan Villanueva pasen a la etapa de juzgamiento. La defensa de Solsiret, a cargo del CMP Flora Tristán, impulsa que el crimen sea juzgado como un feminicidio, exigiendo que las autoridades hagan una interpretación amplia del tipo penal, lo que no solo contribuiría a qué realmente se acceda a la justicia, sino además a sentar un precedente importante en materia de feminicidio, crimen que puede ser cometido tanto por varones como por mujeres en un contexto de violencia de género.

La madre y el padre de Sol esperan justicia; pero a la vez, se han convertido en activistas y defensores por los derechos de las mujeres, en medio de su dolor buscan que lo que le pasó a su hija no le pase a más mujeres: «Que no hayan más Sol», es lo que su madre constantemente señala, con una fuerza y entereza digna de admiración. No puedo negar que se me encoge el alma al pensar en su indescriptible sufrimiento.

Dicen que la justicia que tarda no es justicia, pero aun así hay que insistir en que esta llegué y por fin se supere la impunidad, aplicando la máxima sanción a los criminales, garantizando la reparación para sus familiares y exigiendo que el Estado aplique medidas concretas para que estos casos no vuelvan a repetirse.

Las desaparecidas importan y sus familiares también.

Con la colaboración de Cecibel Jiménez

 

 

[1] Corte IDH, Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México, 2009, párr. 258.

[2]  Este es un formato emitido por la Policía Nacional del Perú posterior a la presentación de la denuncia por desaparición de una persona en situación de vulnerabilidad que contiene información de la denuncia y fotografía de la persona desaparecida y es difundida, entre otros medios, a través del Portal de Personas Desaparecidas. (D.L. Nº1428, “Decreto Legislativo que desarrolla medidas para la atención de casos de desaparición de personas en situación de vulnerabilidad”).

 

 

Tags:

Feminicidio, feminismo, sociedad

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