Juan Carlos Tafur

La fatal caricatura de Keiko

“Keiko comete un grosero error convirtiéndose en una caricatura destemplada de Renovación Popular, el partido ultraconservador. Le está haciendo la campaña a Rafael López Aliaga”.

Hace dos semanas, voceros calificados del keikismo se esmeraron en informar a los medios de un presunto distanciamiento de la lideresa de Fuerza Popular respecto de la estrategia beligerante y belicosa de la ultraderecha representada por Rafael López Aliaga, quien había anunciado que no reconocería el triunfo de Pedro Castillo.

Ello ocasionó, inclusive, fricciones en la organización de sendos mítines en paralelo, dando a entender claramente que Keiko Fujimori iba a seguir una ruta distinta, que pasaba por el reconocimiento de su derrota. Se mantenía un perfil opositor a Castillo, pero bajo los cauces democráticos legales.

¿Qué pasó en ese lapso, que hoy nos muestra a Keiko anunciando que no reconocerá a Castillo como Presidente? ¿Alguien le habrá sugerido que no puede permitir que el liderazgo de la oposición se lo arrebate López Aliaga y que eso pasa por radicalizar su postura y mimetizarse con aquél? ¿No importa, en ese cálculo, la lección de lo sucedido con Kuczynski, donde su labor de obstrucción necia casi destruyó su partido?

¿La habrán animado los cantos de sirena golpistas de encumbrados personajes de talla mundial, como Mario Vargas Llosa, y aspirará a que eventualmente se produzca algún acontecimiento que interrumpa la unción de Castillo o recorte su mandato y pensará que en el impensado nuevo escenario electoral inmediato, ella debe estar en forma, manteniendo la beligerancia al extremo?

El error de cálculo estratégico puede ser suicida. Porque si, más bien, Castillo es proclamado, asume el 28 de julio, ejerce un gobierno de centroizquierda y se beneficia del contexto económico internacional, lo más probable es que llegue en buen pie al 2026 y que en esa circunstancia, le deje un buen capital político a quien, desde la izquierda, quiera tomar la posta (probablemente alguien como Indira Huillca).

¿En ese escenario, acaso cree Keiko o quien la esté asesorando, que su ultraderechización y alejamiento del centro -camino autodestructivo que ya recorrió desde el 2016- le fortalecerá un patrimonio electoral o, más bien, la condenará una vez más a la derrota?

La única manera de que Keiko se alce con el triunfo en las próximas elecciones pasa porque capture el espacio de la centroderecha liberal y se comporte democráticamente. En ese nicho no tiene competidor y lo más probable es que no aparezca ninguno en el horizonte. Comete un grosero error convirtiéndose en una caricatura destemplada de Renovación Popular, el partido ultraconservador. Le está haciendo la campaña a Rafael López Aliaga.

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Keiko Fujimori, Mario Vargas Llosa, Rafael Lopez Aliaga

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