Liz Meléndez - Sudaca.Pe

Nuestras vidas importan: indiferencia en el contexto electoral

La violencia de género es una pandemia que no ha sido superada y que afecta la vida de miles de mujeres, niñas, adolescentes y de la población LGBTI a diario. En el actual contexto electoral, de segunda vuelta, las propuestas orientadas a enfrentar esta problemática han estado por completo ausentes; lo que es un mal indicador y evidencia el perfil conservador y poco vinculado a una lógica de derechos de ambas candidaturas.

Mientras tanto el feminicidio, las desapariciones de mujeres, la violencia sexual, el embarazo forzado, el embarazo adolescente y el odio hacia las personas de diversidad sexual son problemáticas que se han profundizado causando dolor, indignación, miedo y preocupación en las víctimas y sus familiares. La indiferencia frente a estos problemas es más que preocupante.

¿Puede hablarse de democracia sin que se garantice el derecho a la igualdad?, ¿Puede hablarse de un cambio real si las mujeres, niñas y población LGBTI siguen sufriendo – tanto en el ámbito rural como urbano- por la discriminación de género y la violencia que profundiza la exclusión y desigualdad?

En el debate electoral protagonizado por los equipos técnicos sólo una persona – Avelino Guillén del partido Perú Libre- enfatizó la importancia de la prevención de los crímenes, incluyendo la violencia contra las mujeres y los feminicidios, para garantizar la seguridad ciudadana. Esto es fundamental y representa un atisbo de esperanza para que la agenda urgente no quede atrás. Sin embargo, ningún otro representante se refirió a estas problemáticas ni hablo del impacto de la discriminación. Preocupa – a la vez – que no se escucha ninguna propuesta del señor Pedro Castillo frente a estos temas.

En relación a la candidata Keiko Fujimori, su equipo no presentó ninguna propuesta en materia de igualdad de género ni lucha contra la violencia. Si bien esto preocupa, no sorprende en la medida que su partido y ella misma ha sido una permanente opositora a los derechos de las mujeres y de la población LGBTI, habiendo hecho mucho daño con su apoyo a la Campaña antiderechos “Con mis hijos no te metas”.

En días previos al debate, la candidata lejos de presentar alguna propuesta en este nuevo y supuesto escenario de “arrepentimiento” negó – nuevamente- las esterilizaciones forzadas cometidas durante el gobierno de su padre y se atrevió a nombrar a las mismas como un “plan de planificación familiar”. Con ello volvió recordar no sólo su indiferencia frente a lo que se considera un crimen de lesa humanidad, sino además nos recordó su gran desprecio por la vida de miles de mujeres que llevan más de 25 años buscando justicia.

A pocos días de la segunda vuelta electoral es claro que cualquiera sea el resultado tendremos un escenario – probablemente- adverso para la defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad, por lo que tocará mantenerse alertas y vigilantes para denunciar e impedir retrocesos.

Este domingo 30 de mayo es el debate presidencial, los candidatos tienen una última oportunidad para presentar propuestas orientadas a hacer frente a la discriminación y violencia de género. De no hacerlo quedará clara su indiferencia. Habrá que recordarles que no hay democracia sin igualad y que trabajar por la erradicación de todas las formas de violencia de género es defender la vida; y que nuestras vidas importan.

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Elecciones 2021, Perú

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