Mauricio Saravia - Sudaca.Pe

Post Chota: Misma elección, otras miradas

Por: Banda, García Contto, Sialer y Saravia

Si nos acostumbramos a entender todo de la misma manera, nada nos va a parecer diferente. Por eso en este artículo quisimos traer miradas diferentes para entender las implicancias del último debate. Desde la antropología, la política y la semiótica. Lo que leas acá no estará en ninguna editorial ni en el prime time. Pero créeme, te va a ayudar más a entender lo que pasa.

La foto de la encuesta de anoche de Ipsos, que es predebate, muestra básicamente lo mismo que se mostraba la semana pasada. Y la ante pasada. Un Castillo pasando apenas el 40%. Una Fujimori escalando bastante lento. Lima opuesta al interior. Los planos de interpretación en este momento nos llevan a tratar de sacarle el jugo a las cifras, aunque éstas nos digan muy poco más de lo que ya sabemos. Por eso, planteamos un diálogo virtual a partir del debate con 3 profesionales que desde sus disciplinas nos ayudarán a darle un poco de vueltas al actual panorama.

Gabriela Sialer, Gonzalo Banda y Jose García Contto, desde la antropología, la política y la semiótica nos dan luces interesantes sobre cómo se dio el debate y lo que podemos esperar a partir de ello.

El sábado a la una, mejor dicho a la una y media de la tarde, muchos nos pegamos con este primer debate y hubo tantas interpretaciones como cuentas de tuiter existen. Reconozco mi incapacidad para saber quién ganó, sobre todo porque no hay un método que nos guíe en esta tarea. Pero encontramos una frase de Matheus Calderón que nos llamó la atención:

“Corruptos como la «gallina que come huevo». Corrupción como «barrer las escaleras». «Votar por el pueblo, no por su verdugo». «La gran corrupción es constitucional». El manejo del lenguaje (a la vez coloquial y político) de Pedro Castillo es tremendamente superior al de Keiko.” 

Y nos planteamos la pregunta de si estábamos en capacidad de lograr descifrar la apuesta que cada candidato hacía y sobre ello le consultamos al panel. Sobre el debate en sí mismo, hay que señalar que estamos ante un factor pérdida que García Contto señala muy bien, que tiende a igualar a los candidatos: 

“una importante parte del “encuentro” en Chota se perdió en la transmisión televisiva, el “sabor de mitin”, la sensación de “acto público”. Creo que son pocas las tomas abiertas o planos panorámicos de la audiencia en la plaza mayor de Chota. Por tanto, pasamos a lo que “se nos deja ver” en la transmisión. No aparece alguno de los personajes como más fuerte o débil, visual o gestualmente, tampoco en su despliegue verbal”

Pero en el desarrollo mismo del debate, aparentemente la correlación de fuerzas estuvo pareja. Opino de manera similar, en un debate de plaza abierta se miden gestos incluso más que mensajes, y en ese sentido, Banda señala que:

“En lo simbólico, que es lo cuenta en esta reyerta callejera a la que se desafiaron en Chota. Castillo se mostró calmado y hasta diría contenido, no mostró ningún ademán autoritario, confiado de su respaldo popular, tuvo momentos notables de confrontación buenos. A Keiko es muy justo reconocerle el temple de haberse parado en una plaza opositora, quizá le jugó mal el tuve que venir “hasta aquí” y visiblemente su actitud fue más fuerte y confrontacional”.

Sialer va en ese mismo sentido: 

“Fuera del discurso, el acto de Keiko de salir de su zona de confort directamente a “territorio enemigo” en el primero de los debates con su competidor y “no correrse” fue en justa medida, rescatable considerando que este acto elemental de diálogo tuvo una valla muy baja en primera vuelta. El problema es que repetir al menos 4 veces la frase “He venido hasta aquí” se interpretó más como un meme y un innecesario ejercicio de ego, sin empatía, sin un deseo de aproximación genuinamente deseado.”

En esa confrontación de fuerzas, es claro que no hay un ganador por unanimidad, pues cada quien tendrá su evaluación en función de cada variable que considere relevante. Por eso sería injusto declarar a algún ganador como avasallante. Porque, como pocos han notado, García Contto señala que buscar un ganador “se vuelve absurdo cuando tienes candidatos hablando a sectores sociales opuestos en la escala económica, y para quienes el “ganador” va a ser radicalmente diferente, según su percepción y lectura”

Un elemento que Banda destaca y que pareció un eje de contención de Castillo contra Fujimori es la condición de localía. En los moderadores y en el mismo candidato hubo muchos gestos de agradecimiento a Fuerza Popular por llegar a su casa, recibiendo como respuesta el ya famoso “tuve que venir hasta acá”

“Creo que Castillo ha conseguido que se lo identifique como el candidato del campo que recibe a la candidata de la ciudad. Al candidato de las regiones que recibe a la candidata de Lima.  Keiko ha conseguido asegurar que se le identifique como una candidata que no huye de los retos, que no arruga. Es claro que ella ha dado un giro de timón para acercarse a los sectores más populosos.”

Ese coraje de Keiko ha sido reconocido también por propios y extraños. ¿A nivel de arrastre popular va a significar algo? Considero que se balanceó con la torpeza de llegar tarde. Pero un elemento percibido por Sialer en su análisis lo hace muy interesante. Cómo se presentó cada candidato y qué nos quieren transmitir con ello:

“Keiko ha incorporado la camiseta de la Selección Peruana de Fútbol, con su poderosa polisemia: el concepto de “ponerse la camiseta”: compromiso, entrega, darlo todo por el Perú. Lo mismo hizo Castillo, con una casaca blanca con el logo de, ¡oh sorpresa!, Marca Perú. 

Con esto, algunas hipótesis: el candidato no fue consciente de todo el background marketero de Marca Perú dentro del concepto global de marca país y partió de la internalización popular que ya tiene el concepto para el colectivo, relacionado al orgullo y la esperanza nacional; es una jugada maestra sutil para subrayar que está a favor de la economía internacional y las alianzas empresariales, tema que aún le falta muchísimo por aclarar y desarrollar; y otro eje es que Chávez también se ponía la casaca deportiva olímpica oficial de Venezuela. A estas alturas debería tener símbolos mucho más claros y de menos libre interpretación, pero creo que esto es parte de la zona gris en que se encuentra en cuanto a qué cede y qué mantiene de su discurso original.”

Sobre la orientación del discurso García Contto hace un análisis de cómo será percibido el mismo por los diferentes NSE:

“Para el NSE A y B, Castillo es inconsistente, inorgánico, incoherente, no deslinda de Cerrón, su discurso es desordenado y poco comprensible. No ven propuestas concretas y solo retórica y dichos populacheros. Para D y E, Castillo les habla “como ellos” con expresiones claras y metáforas cotidianas que son comprensibles sobre cómo eliminar la corrupción (barrer la escalera de arriba abajo), o figuras de cercanía sobre “ser como ellos” (sus hijos y la educación estatal). Eso sumando a sus discursos previos de nacionalismos.” Esa empatía consideramos que puede ser crucial en esta campaña.

Finalmente, ¿qué implicancias tendrá el debate? Sialer considera que se ha tratado más de una pelea de egos y que no se ha logrado exponer o mostrar nada que sea relevante. Banda considera que sí se ha logrado obtener un buen termómetro: “Castillo si bien tuvo momentos buenos en el ataque, ante Keiko es muy sencillo ganar en el ataque, se enredó en lo programático, y muy pocos reflejos políticos para responder por su flanco más débil que es Cerrón. Keiko ha comenzado a pronunciar la palabra cambio, pero se enfrenta a la montaña más dura que es su antivoto, a ella cada punto le cuesta muchísimo, al revés que a Castillo.”

Por su parte García Contto nos devuelve a la pregunta inicial, de cómo medir a cada candidato en el debate y estresando las diferencias señala:

“Castillo no podrá crecer en el sector AB, el tema es más que ideológico o sobre “el modelo”, es también de lenguajes (socioculturales), que “no se le entiende”. El misterio es el sector C, particularmente el urbano. ¿Qué lenguajes y prácticas rigen en estos espacios? ¿En qué medida las acciones y discurso de Castillo son entendidos (o no) ahí? Por su parte, sospecho que Fujimori seguirá fortaleciéndose en sector A, y creciendo en el B.  Pero dudo que eso ocurra en los sectores D y E. Más allá de la multiplicación de sus promesas populistas, Fujimori no logra adquirir esa “aura popular”, una suma de gestualidades y modales que se traducen como “ser parte de”. Por supuesto, me pregunto si eso es algo que “se puede adquirir”, o se tiene que “sufrir”, o si algún gobernante lo tuvo realmente o fue ficción.”

Ideas relevantes, novedosas, que aportan un punto de vista diferente al análisis de una campaña que nos reta y nos va a retar por mucho tiempo como decodificadores de la opinión pública. Hay que abrir más la ventana para iluminar más la casa.

 

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