¿Cuál es la esencia de la tecnología?

¿Cuál es la esencia de la tecnología?

"Heidegger define el concepto de “claro” como una región del “Ser” en la que las cosas se revelan como importantes. Identificar la esencia de la tecnología es poner al descubierto la tecnología como un “claro”, es decir, un modo tecnológico del “Ser”."

[EL CANCERBERO] Martin Heidegger (1899-1976), considerado uno de los filósofos más importantes del Siglo 20, publicó un ensayo llamado “La cuestión relativa a la tecnología” en 1953.

En este ensayo, Heidegger hace un análisis de la esencia de la tecnología, que considero nos permite interpretar de manera distinta a la que es, quizás, la fuerza más importante en la determinación de nuestra realidad.

En su propuesta, pareciera que, Heidegger intentara plantear un retorno al respeto de lo sagrado, ya no desde una base religiosa, pero desde su particular análisis filosófico. En su texto encontraremos un lenguaje particular, formado por palabras, que reinterpretadas, nos ayudan a tratar de entender sus planteamientos.

Es difícil incluir todo lo que plantea, pero he intentado transmitir las ideas principales a través de un resumen del ensayo que sobre el tema produjo Michael Wheeler, filósofo especializado en Heidegger.

A continuación, el resumen y traducción del artículo de Wheeler sobre el tema de la tecnología en el pensamiento de Heidegger:

Heidegger inicia su ensayo con un relato de la tecnología según el cual esta es la amplia gama de instrumentos, máquinas, artefactos y dispositivos que los seres humanos inventamos, construimos y luego utilizamos. Desde este punto de vista, la tecnología es básicamente una herramienta que controlamos.

Heidegger afirma que este relato proporciona solo una «definición instrumental y antropológica» limitada de la tecnología. La representa como un medio para un fin (instrumental) y como un producto de la actividad humana (antropológica).

¿Cuál es la esencia de la tecnología?

Heidegger define el concepto de “claro”[1] como una región del “Ser”[2] en la que las cosas se revelan como importantes. Identificar la esencia de la tecnología es poner al descubierto la tecnología como un “claro”, es decir, un modo tecnológico del “Ser”.

¿Cuál es el carácter de las entidades[3] (cosas) en su forma de “revelación”[4] tecnológica?

Heidegger dice que la “revelación” que domina a la tecnología moderna es un desafío, una demanda irrazonable, que hace a la naturaleza para que esta suministre energía que pueda extraerse y almacenarse.

El modo de “revelación” de la tecnología moderna entiende que el mundo natural, las plantas, los animales y los seres humanos, no son más que lo que Heidegger llama “reserva permanente”, es decir, recursos para ser explotados como medios para fines.

El ejemplo emblemático de tecnología de Heidegger es una planta hidroeléctrica construida en el río Rin que convierte ese río en un mero proveedor de energía hidráulica. Como contraste a esta «monstruosidad» (así la llamo Heidegger) está el entorno natural del Rin como la señala un viejo puente de madera que cruzó el río durante cientos de años. En este contraste de interpretación poética, los fenómenos naturales se nos “revelan” como objetos de respeto y asombro.

El fenómeno primario que debe entenderse no es la tecnología como una colección de instrumentos, sino más bien la tecnología como un “claro” que establece una comprensión profundamente instrumental y, como Heidegger lo ve, grotesca del mundo en general.

Según Heidegger, la “revelación” tecnológica no es un aspecto periférico del “Ser”, más bien, define nuestra forma moderna de vida, al menos en Occidente.

¿Es posible que el pensamiento tecnológico sea simplemente la aplicación práctica de la ciencia matemática, y que, por lo tanto, este último sea el fenómeno primario?

Heidegger rechaza este punto de vista, argumentando que el establecimiento del modo tecnológico de “revelar” es una condición necesaria para que exista la ciencia matemática, ya que esta «exige que la naturaleza sea ordenada como reserva permanente» al requerir que «la naturaleza se reporte de una manera que sea identificable a través del cálculo y que permanezca ordenada como un sistema de información». Al revelar a la existencia como nada más que lo medible y manipulable, la tecnología finalmente reduce los seres a no-seres.

Sin embargo, la ciencia también puede operar con un sentido de asombro respecto a la existencia, señalando el camino que permita superar al “claro” tecnológico. Heidegger piensa que esto último se logra principalmente a través del arte de gran calidad.

Heidegger también introduce los conceptos de “destino” y “encuadre”. “Destino” es «lo que inicia al hombre en un camino de “revelar”», es una estructura trascendental a priori del ser humano y, por lo tanto, más allá de nuestro control. “Encuadrar” es un ordenamiento del destino que desafía al hombre, para que revele lo real, en el modo de ordenar como “reserva permanente”.

“Encuadrar” es el inicio del “claro” tecnológico moderno.

La humanidad es el agente activo del pensamiento tecnológico, pero «el “desvelamiento”[5] en sí mismo no es una obra humana». La «esencia del hombre está encuadrada, reclamada y desafiada por un poder que se manifiesta en la esencia de la tecnología, un poder que el hombre mismo no controla». La tecnología es parte del propio despliegue esencial del Ser (existencia).

Heidegger considera que, aunque el pensamiento tecnológico era una posibilidad en la sociedad premoderna, no era ni el único, ni el modo dominante.  ¿Qué ha cambiado? Heidegger argumenta que lo que es distintivo de “encuadrar”, como una ordenación del destino, es que «expulsa cualquier otra posibilidad de “revelar» y que encubre la revelación como tal, dejándonos ciegos al hecho de que la tecnología es, en esencia, un “claro”.

La historia de la metafísica es equivalente a la historia de la filosofía occidental en la que se pasa por alto el Ser como tal, una historia que, para Heidegger, culmina en las fuerzas nihilistas[6] de la “voluntad de poder eternamente recurrente”[7] de Nietzsche.

La lógica totalizadora de la metafísica implica la visión de que hay una solo “claro” que constituye la realidad. Esto hace que el pensamiento sea insensible a la estructura fundamental del Ser, en la que cualquier “claro” particular está ontológicamente co-presente con la plenitud ininteligible de los “claros” alternativos, el misterio.

El “encuadre” podría considerarse como la ordenación del destino que establece a el “claro” tecnológico como la única imagen dominante, con exclusión de todas las demás. Por lo tanto, la tecnología es metafísica que se completa a sí misma.

El lenguaje de la metafísica, pensamiento tecnológico y calculador, es un lenguaje del que Heidegger creía no escapó completamente en “Ser y Tiempo”[8]. Lo que se necesita para pensar el “Ser” históricamente y en su despliegue esencial, es un tipo diferente de lenguaje filosófico, un lenguaje sugerido por el carácter poético de la “morada”[9].

Aunque Heidegger cree que ciertos poetas nos permiten vislumbrar el aspecto misterioso del Ser, su intención es establecer que el tipo de filosofía que se necesita es en sí misma poética.

La humanidad moderna (Occidental) se encuentra capturada por las garras (“encuadre”) del pensamiento tecnológico. Debido a esta promoción de la instrumentalidad como la forma fundamental del Ser, hemos perdido de vista cómo habitar poéticamente lo “cuádruple”[10], cómo salvaguardar lo “cuádruple” en su despliegue esencial, donde “cuádruple” es entendido como la «reunión» de la tierra, el cielo, los mortales y las divinidades.

Aunque Heidegger a menudo promovió una imagen romántica de una era pretecnológica habitada por campesinos dignos en contacto con la naturaleza, no creía que fuera posible para la humanidad moderna forjar un edén pastoral del cual la tecnología esté completamente ausente.

El camino a seguir, según Heidegger, no es acabar con la tecnología, sino habitarla de manera diferente. Transformar nuestro modo de “Ser” en uno en el que la tecnología esté ahí para que la disfrutemos y usemos, pero en la que la tecnología no sea nuestra única o fundamental forma de “revelar” el mundo.

[1] “claro” debe ser interpretada en el sentido de lugar con escasa vegetación dentro de un bosque.

[2] “Ser” debe ser entendido como existencia.

[3] “entidades” deben ser entendidas como seres

[4] “revelación” entendido como manifestación de una verdad secreta u oculta.

[5] “desvelamiento” entendido como la proyección de la esencia de algo.

[6] Nihilismo: Negación de todo principio religioso, político y social. Negación de un fundamento objetivo en el conocimiento y en la moral.

[7] “Voluntad de poder eternamente recurrente”: La principal fuerza impulsora en los seres humanos de acuerdo a Nietzsche.

[8] “Ser y Tiempo” es la obra principal de Heidegger, la cual fue publicada en 1927

[9] “morada” o “dwelling” en inglés, es un concepto que Heidegger utiliza para referirse a permanecer en un lugar, en paz.

[10] El “cuádruple” se refiere a la «reunión» de la tierra, el cielo, los mortales y las divinidades.

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Filosofía, Martin Heidegger

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