Arispe Bazan, Silvia

«¿El congreso nos deja sin Futuro?»

"Las mujeres podemos decidir. No debemos ser complacientes ni aceptar a la fuerza ni mucho menos ceder a que nuestro cuerpo sea tocado por nadie sin nuestro consentimiento."

Nunca te gustó mucho vivir en Lima. Te entiendo, aquí se aplica el refrán “pueblo chico, infierno grande”, ya que predomina el chisme y las apariencias de las tapadas limeñas tramposas y mojigatas. Hoy en día las tapadas se han transformado en ideas conservadoras, llenas de miedos y preocupaciones de la reputación de una mujer. Doscientos años después, nos siguen juzgando a las mujeres y no nos dan las herramientas para enfrentar y ser libres.

El bajo nivel educativo que tenemos contribuye a que seamos un país que desconoce los derechos de las mujeres. Sí, tenemos derechos Manuela y, entre ellos, están los derechos sexuales y reproductivos. Tú eras de las pocas mujeres de tu época que sabías leer en español y varios idiomas, así como montar a caballo y usar la espada. Tenemos derecho a decidir con quién, cuándo y dónde tenemos relaciones sexuales, así como decidir sobre nuestra reproducción. Las mujeres podemos decidir. No debemos ser complacientes ni aceptar a la fuerza ni mucho menos ceder a que nuestro cuerpo sea tocado por nadie sin nuestro consentimiento. El consentimiento es lo que permite que tengamos relaciones sexuales sanas. Tú dejaste a tu marido, el Dr. James Thorne por amor a la libertad, independencia y a tu Simón Bolívar.

Actualmente, la violencia sexual es una forma grave que tiene las más altas penas. Las estadísticas del Programa Nacional Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables establecen que, de enero a marzo de este año, se han atendido 5861 casos de violencia sexual donde el 94% eran de mujeres y el 5.1% hombres. La violación sexual junto con el feminicidio vienen a ser las formas más graves de violencia. Las estadísticas de este primer trimestre del año con respecto a la violación sexual establecen que fueron 1748 casos donde el 66.4% corresponden a niñas, niños y adolescentes, y el 33.6% restante a mujeres adultas, mientras que el feminicidio, que es la muerte de una mujer en manos de su pareja o expareja, es de 33 casos y 66 tentativas; es decir, en este último se tuvo la intención, pero no se logró cometer el delito.

Es en este contexto que el pasado 06 de mayo del 2022, el Congreso de la República aprobó la ley que impide educar con enfoque de género, la misma que no cuenta con opinión técnica del Ministerio de Educación como ente rector en la materia. Ahora serán los padres de familia quienes decidirán qué se les enseña a los niños, niñas y adolescentes, en un país donde los padres y madres han sido probables víctimas de violencia, donde los agresores sexuales son miembros del entorno familiar y en donde los adultos tienen un bajísima comprensión lectora o conocimientos lógicos, según el informe del 2021 sobre los “Resultados de la Evaluación de Competencias de Adultos – PIAAC” del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

Fueron 88 congresistas los que votaron por este proyecto. Te pregunto, Manuela, tú como mujer que luchó por la causa independentista, ¿consideras que atentan contra la lucha por la creación y sostenimiento de la República? Yo considero que sí atentan contra el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes, que están actualmente en constante riesgo, y, por lo tanto, contra el futuro de la República. El miedo a la educación sexual integral, al conocimiento que lleva a la libertad, puede más en nuestro oscuro Congreso del bicentenario.

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Congreso de la República, derechos, mujeres

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