2022

Este 2022 que empieza ya nos tiene con más interrogantes que certezas. En este artículo trataremos de hilvanas algunos escenarios posibles de lo que será el escenario político nacional.

Lo primero es que el show de la vacancia no queda allí, desde luego que continuará. El orden de los factores sí altera el producto. La vacancia es una especie de termómetro de fuerzas políticas y no un mecanismo en última instancia. Entonces, en este país, acostumbrado a que las cosas pasen por fuerza antes que por razón o institución, la vacancia es el inicio de la conversación antes que el fin. Vamos a buscar los argumentos para la vacancia en estos dos meses dice orondo el congresista Montoya y lo aplauden como si descubriera petróleo. No se trata de buscar el argumento, se trata de que haya el argumento para vacar de una manera incuestionable. La vacancia es perniciosa en el debate nacional, por ello es necesario regularla al máximo o jamás saldremos de esta absurda lógica. Apostaría que antes de las elecciones regionales Castillo tendrá una calma chicha a la espera del resultado.

SI algo nos ha enseñado el tratamiento de la pandemia es la necesidad de tener buenos marcos de interpretación de los datos y de un ejercicio sano de la docencia. Hoy vivimos esa realidad cuando desde distintos lados se analiza el anuncio del MEF del crecimiento de la economía peruana para el 2022. Lo bueno es que tenemos el dato. Lo malo es que los legos en economía no sabemos a quién creerle. Que si al gobierno, que si a los opositores. El mismo significa A y B. Agua y aceite. ¿Cómo hacerle? La única forma es siendo honestos y transparentes en el análisis. Otra vez volvemos al inicio. Si dejamos que los sesgos nos coman, estaremos entrampados en la justificación y no en el conocimiento. Así que no tendremos paz. Todo será, como hasta hoy, el espacio de confirmación y no de crítica.

Empezó el carnaval electoral. Y lo digo sin entusiasmo alguno. Carnaval no por fiesta sino más bien por descontrol. Ya Forzai se inscribió en Somos Perú para frenar a la mismocracia haciendo lo único que sabe hacer: siendo parte de ella. No hay político más tradicional hoy que él. Hace todo lo predecible en un político. No será alcalde, es muy poco probable y es muy fusible como candidato. Lopez Aliaga y Urresti aguardan. Se pone de hormiga la elección para las mujeres y para la temática de género.  Y pasará lo de siempre, miraremos solo a Lima. Las encuestas serán solo en Lima. El gran debate será solo de Lima (cómo no recordar a Reggiardo que tiró al tacho su postulación pasada renunciando al debate). Cuando lo que realmente importa para el país estará fuera de Lima. Cómo quedará la correlación de fuerzas allí. Quienes se impondrán allí donde se deciden las elecciones nacionales. Como se construirá el nuevo mapa político del país. ¿AP y APP seguirán con su presencia importante? ¿Aparecerá un nuevo movimiento como Perú Libre? ¿La derecha podrá conquistar espacios locales? ¿El centro encontrará centro? No se lo pierda en breves meses.

Todos los rumores del giro de Castillo hacia la derecha o la izquierda hasta ahora no pasan de ello. Si el buen Waldo será el nuevo MEF o si el nuevo premier será cerronista son incógnitas complicadas. Porque Castillo se encarga de complicar todo con una praxis política indecisa que abre siempre todo tipo de especulación nociva. En todo caso, lo que deja entrever es que quienes señalan que la cabeza del Ejecutivo no tiene ninguna idea de cómo hacer las cosas, gana terreno.

El presidente Castillo no debe tener un solo escándalo más asociado a él. Cada uno que ocurre, mina su credibilidad, su llegada y hasta sus potenciales acuerdos políticos. Después de las elecciones, definida la cancha política, es posible que APP, Podemos y AP lo dejen solo en la cancha. SI no ha logrado establecer una correlación importante, es difícil comprender su destino. Una parte Castillo se lo busca, pero la otra parte está llena de chacales que no han dejado de buscar la grieta para tumbárselo.

Hoy domingo El Comercio inaugura el año con una extensa entrevista a FOZ. Una de las mentes más lúcidas que tiene este país y que merece que se amplíe más el alcance de sus ideas. Interesante giro. Cuando todos esperábamos la entrevista a Merino, Alva o López Aliaga, el decano apuesta por un titular que llama al centro. ¿Cambio de timón? ¿Se desmarcará de la liga vacadora? ¿Cambiará su estrategia? Los rumores de la quiebra, sumados a la necesidad de no pelearse con los auspiciadores podrían realmente hacer que el grupo tenga una posición diferente este 2022.

Hubo quienes -me incluyo en primer lugar- que este gobierno iba a implicar por lo menos levantar en lo más alto la bandera de los DDHH. Salvo esfuerzos notables de las ministras Durán y Ortiz, hay un déficit notorio en esto y en muchas más áreas. Pero no corregir el operativo Olimpo y permitir casi con entusiasmo el accionar de La Resistencia ponen el foco en el rostro del Ejecutivo y pueden debilitar el alcance de lo que Interior y Justicia pueden hacer como carteras relevantes.

Seguramente tendremos muchos escándalos más. Mucha prensa inquisidora que levantará los temas de los que hablaremos día y noche. Seguro que seguiremos nombrando comisiones que investigarán caigaquiencaiga y leduelaaquienleduela y que no entregarán jamás un informe ni conclusiones de nada. Solo recordar que al inicio de su mandato, Alva juró investigar quién había tergiversado la historia del Perú en la comunicación del Congreso y varios meses después nada. Que hasta ahora Muñoz nos debe explicaciones por el caso Larcomar, cuando era alcalde del distrito. Que necesitamos saber quiénes visitaron a Castillo en Breña. Pero acá investigamos eternamente y nunca concluimos nada.

Keiko anda en silencio, ya hablará cuando el proceso de control de acusación siga su curso. Mantiene un discurso más enfocado en el Poder Judicial que en la opinión pública. Y es lógico, nadie quiere volver a la cárcel. Pero tener todo un partido político cuya misión institucional es impedirlo tiene más mérito que correr un triatlón. Dudo mucho que el fujimorismo cambie un ápice su espacio de juego.

El Nuevo Perú tiene un camino complicado. Tiene a los ministros y ministras que mejor están haciendo las cosas. Pero a la vez, si las crisis se agudizan más con el gobierno, su presencia en él amenazará su futuro como organización. Ya el cerronismo se ha encargado de declararlos enemigos primeros. Que no quepan dudas que darán la estocada por la espalda cuando quieran hacerlo. Y habrá desde muchos lados personajes dispuestos a ser los Brutos de Cesar. Habrá que ver si Mendoza tiene muñeca real para saber mantener el rostro de una izquierda distinta o no.

En resumen… nada nuevo habrá este 2022.

 

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2022, comisiones de investigación, Hayimi

La quiromancia política no existe. A veces uno cae en la tentación de querer pronosticar algo en este volátil e impredecible país y se pega un patinazo monumental, pero si se es consciente de que estamos ante un ejercicio lúdico, un juego de probabilidades, siempre falible, cabe animarse a hacer algunas predicciones relativas para este año que comienza (cabe advertir que algunos pronósticos estarán teñidos de deseos personales: valga el disclaimer psicológico).

-Si Castillo no gira al centro, ampliando su mediocre coalición de izquierdas, convocando ministros, inclusive, de derecha, no durará hasta fines de año. Será vacado por algún escándalo que lo muestre cercano a un hecho de corrupción, y esta vez las bancadas de centro (Acción Popular y Alianza para el Progreso), no lo acompañarán (hoy lo hacen básicamente por los parlamentarios provincianos que conforman sus bancadas, pero si Castillo sigue cayendo en su aprobación regional, será más tentador para estos congresistas inclinarse por la vacancia).

-La derecha no encontrará un líder capaz de aglutinarla. Rafael López Aliaga es el más proactivo en ese empeño, pero es probable que sea derrotado en las elecciones ediles y si eso ocurre, significará su muerte electoral para las ligas presidenciales del 2026, o de antes, si se recorta el mandato de Castillo. Muy rápido ha empezado a liderar las encuestas y su invencible antipatía le granjeará costos políticos precozmente.

-Surgirá un líder radical de izquierda, de origen provinciano, opositor al régimen de Castillo, a quien acusará de haberse humalizado y vendido al gran capital. Empezará su campaña para el 2026.

-En términos económicos, si Castillo sigue hipotecado a sus pensamientos radicales y prendado del ala cerronista y magisterial, la confianza inversora seguirá por los suelos, el dólar seguirá alto y la economía crecerá menos de lo esperado. Para hacernos una idea del impacto, la producción minera perdida y su consecuente menor recaudación el año pasado, ya supera los montos que Pedro Francke quería aumentar en tributos para este 2022. Si el Presidente, en cambio, sorprendiendo a la platea, da un giro de timón, podremos crecer a tasas que bordeen el 4% o más (la economía global nos es favorable) y el dólar bajará.

-Se mantendrá la división ideológica territorial en las elecciones municipales y regionales, confirmándose la casi extinción de los partidos nacionales en las grandes circunscripciones. No habrá tsunami cerronista ni castillista, como ambos liderazgos alucinan. El sur andino, de izquierda, Lima y la costa norte, de centroderecha o derecha, el resto, variopinto, dependerá del candidato particular.

-Peleamos la clasificación al Mundial hasta el final, hasta el último partido. Con alguito de suerte, estamos en Qatar 2022. Si a ello se le suma el triunfo de la U en el campeonato local, y del PSG (por Messi) en la Champions, la jornada futbolística anual será redonda.

-La del estribo: algunas películas que recomiendo. Flag Day, dirigida y protagonizada por Sean Penn; Last Words, dirigida por Jonathan Nossiter; La mano de Dios, de Paolo Sorrentino; Memoria, del genial Apichatpong Weerasethakul; y, especialmente, Blue Bayou, dirigida por Justin Chon. No sé si estarán en alguna plataforma de streaming, pero en su proveedor favorito ya las tienen. Para empacharse de buen cine.

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2022, agenda política, Horóscopo, Pedro Castillo, política peruana

Poco antes de iniciar lo que será el tercer año de la pandemia, el psicólogo social Jorge Yamamoto, que también es fundador de un grupo de investigación en bienestar, cultura y desarrollo en la Pontificia Universidad católica del Perú (PUCP), nos explica las lecciones que nos ha dejado el 2021.

En entrevista con Sudaca.pe, considera que, nos encontramos en una situación de emergencia cívica de salud mental y productividad, donde los que han dejado de esperar un “retorno a la normalidad” y han empezado a aprovechar lo que la pandemia trajo, son los que mejores resultados han tenido hasta el momento.

-En el 2021 tuvimos una segunda ola del virus, pero también fue el año de la vacunación, ¿hay más optimismo de entrar al tercer año de la pandemia?

El optimismo es una característica personal sumamente importante y no es vinculada a lo que uno le pasa, sino a cómo enfrenta lo que le ocurre. El optimismo no es un producto de lo que nos ocurrió, sino producto de lo que vamos sembrando en los niños, cultivando de jóvenes y lo que consolidamos de adultos. Este año que acaba de terminar ha sido un año que parecieron 200 por la enorme cantidad de cosas. (…) Vemos que el nivel de preocupación va aumentando. Ha sido una coyuntura muy negativa. Tiene que sacarnos el mejor de los optimismos, pero no ese optimismo suicida en el que decimos el COVID-19 no me va a agarrar. Es un optimismo razonable, estratégico, que analiza las consecuencias de las conductas para sacar lo mejor de cada momento.

¿Qué significa la nueva normalidad para los peruanos?

La palabra clave no es nueva normalidad, sino adaptación productiva y optimista, estar siendo flexibles sobre lo que nos ocurre que no podemos cambiar y sacar lo mejor de cada situación. La pandemia, el pandemonio político, son situaciones terribles, pero muchas personas han sacado provecho de ello. (…) Los cambios los estamos viendo en la curva de rendimiento. Normalmente, teníamos un grupo grande de personas que estaba en la media de rendimiento, un grupo pequeño con elevado rendimiento y un grupo pequeño con mal rendimiento. Tanto el rendimiento como el bienestar y la salud mental se están reduciendo en el grupo de gente muy productiva y con mucho bienestar, pero esas personas están alcanzando niveles muy altos. Son pocos, pero son. El grupo que está mal de salud mental, bienestar y rendimiento crece y la media se está aplanando.

Por el lado económico, se perdió mucho empleo y ahora -por ejemplo- hay muchas más ollas comunes, ¿la economía también afectará el estado anímico de los peruanos en el 2022?

Creo que el peruano siempre ha estado preocupado por la economía, pero con el crecimiento económico, la reducción de la clase baja y el incremento de la clase media, esa preocupación económica se trasladó a un mayor consumo material, consumo de alimentos en restaurantes antes que en la alimentación básica y lo que ahora estamos viendo es un regreso a estas necesidades de corte básico, pero no es tan fácil, porque cuando uno se baña a diario en agua fría no siente el agua fría, pero después de haberse bañado en agua caliente, el agua fría se siente helada.

Por el lado político, ¿nos hemos acostumbrado a la crisis o cambiar de ministros en cuestión de días, es un nuevo nivel de crisis para nosotros?

Acostumbrado técnicamente no, porque recién está ocurriendo. El problema es el efecto psicológico que tiene este cambio de ministros turboalimentado en los últimos meses, pero que es solo la punta del iceberg (…) ¿cuáles con estas posibles reacciones? Ir cargando más un polvorín que genere más polarización y violencia. El otro camino es desarrollar un elevado nivel de cinismo. La gente ya no cree en nadie y solo busca su pequeño beneficio, que ya existía antes de 2020, pero podía llegar a un nivel espeluznante. Todo eso genera el caldo de cultivo para dos cosas.

¿Cuáles?

La más probable es que los próximos gobernantes sean aún más alucinantes. Después de Merino decíamos que habíamos tocado fondo, pero nos equivocamos. El otro caso, poco probable, es que, la gente que puede sacar adelante este país, no el político que busca la posición por narcisismo, intereses personales o una combinación de ambos, vaya cediendo paso a un grupo de héroes que se inmolen, que armen una propuesta que sea debidamente transmitida y ejecutada. Son dos escenarios que pueden ocurrir y hay que prender 2022 velas para que ocurra lo segundo, pero si fueran apuestas, iría a lo primero.

¿Algo podemos mejorar de la experiencia del 2021?

Yo era un abanderado de que la mejor inversión para el Perú eran los valores. Impulsar por décadas tres valores fundamentales en los cuales todos los peruanos nos pongamos de acuerdo y sigo manteniendo esa idea, pero la emergencia cívica de salud mental y de productividad me lleva a un paso previo que es el de la conciencia. No puede ser una persona consciente la que está enterrando a su familiar fallecido por COVID-19 sin máscara y tomando del pico (de la botella), para circularlo con todos los familiares. No es posible que estemos frente a antivacunas con argumentos alucinados. Lo que hay que fomentar es la conciencia, la capacidad de salir de nuestras reacciones emocionales inmediatas.

¿Hay algo positivo que se pueda rescatar?

Si hay que cerrar con algo positivo, es que este año ha sacado a relucir la fortaleza, la resistencia mental que tenemos los peruanos. Muchos han caído y se han levantado, muchos se han mantenido fuertes, muchos hemos estado por momentos tratando de salir adelante y hemos podido encontrar el camino y sacar provecho de estas tremendas oportunidades. Entonces, creo que debe ser una fiesta de la resiliencia de aquellos peruanos que van marcando con sus actitudes, con su conciencia, y sus valores, el camino a seguir.

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2021, 2022, Covid-19, Jorge Yamamoto, Pandemia, psicólogo social

Daniel Córdova, la nula gestión del regreso a clases, la vacunación, el papel de la izquierda moderada o el rebote económico. ¿Qué fue lo mejor, lo peor y lo horrible del año que se va?

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2022, adiós 2021, Año nuevo

Querida Manuela,

Se acabó el año, hoy es el último día de 2021. Se pasó bastante rápido. Sigue la pandemia y tuvimos elecciones presidenciales bastante violentas y radicales. Entramos al Bicentenario de la República sin mayores festejos y con mucha convulsión política. Cerramos el año con una baja representación de mujeres en el Ejecutivo: una Presidente del Consejo de Ministros y cinco ministras mujeres para 19 carteras. 

Ha sido un año de contradicciones, donde las restricciones de la pandemia limita el tocarnos, el poder estar cerca, el poder asistir a escuelas y universidades y, sin embargo, hacemos fiestas, reuniones, abren cines y restaurantes, se llenan los centros comerciales y hasta se celebran conciertos. Somos un país de extremos: se limitan los aforos de locales, pero hay colas inmensas para ingresar, es como si solo tuviéramos la capacidad de recibir órdenes, pero no de analizar o internalizar las problemática en todo lo que realizamos. El criterio ha desaperecido. Los niños, niñas y adolescentes aun no van a ir al colegio y no hay un plan concreto para el retorno en 2022 (los últimos datos según las autoridades indican que se regresaría entre marzo y abril y por cuatro horas al día).

¿Crees que estemos acostumbrados a recibir órdenes y solo acatarlas por un tema de educación y formación? Lo pienso así. ¿Cuál es el futuro de un país donde el 25% son jóvenes entre 15 a 29 años y hace dos años que no reciben educación presencial? Entramos a los 200 años de la República sin un rumbo fijo en relación a nuestros niños, niñas y adolescentes.

Nuestra juventud debe de conocer nuestra historia para no repetir los errores y mirar hacia un futuro con expectativas reales. Estuve el 29 de diciembre en una ceremonia en el Parque de la Reserva por los 100 años de la urbanización de Santa Beatriz. Conociste esta zona como la hacienda de José Bernardo de Tagle y Portocarrero, el mismo con el conversaste muchas veces y quien fue el segundo presidente del Perú. Fue 100 después, con el que el entonces presidente Augusto B Leguía, que se desarrolla esta zona de Lima con una visión urbanística estadounidense, casas con retiros y jardines externos con garajes. Fue la primera creada fuera del Cercado, con espacio para la práctica de deportes modernos de la época como el tenis, un hipódromo, el estadio de fútbol y la piscina japonesa. Además, Santa Beatriz fue el barrio de la generación de 1950, ya que en distintos momentos vivieron ahí los poetas Javier Sologuren, Leopoldo Chariarse y Carlos Germán Belli; el narrador Julio Ramón Ribeyro; el pintor José Bresciani; el educador Carlos Cueto; el filósofo Augusto Salazar Bondy; los músicos Enrique Pinilla y Enrique Iturriaga; y mujeres talentosas como Chabuca Granda y la poeta Blanca Varela. El tiempo avanza, cambia, pero debemos mantener el recuerdo y aprender de las experiencias. Hoy Santa Beatriz luce bastante diferente. ¿Cuantos niños, niñas y adolescentes limeños saben de esto?

Recordar que existen mujeres como tú en nuestra historia y mirar hacia el futuro con las mujeres organizadas (somos el 50% del electorado y en Lima el 90% de las dirigentes vecinales). Hace 200 años fuiste condecorada con el título de Caballeresa de la Orden El Sol del Perú por Don José de San Martín por tus actividades proindependentistas, luego de que tomase Lima con su Ejército de Los Andes y proclamase la Independiencia del Perú un 28 de Julio de 1821. Pocas niñas saben tu historia. 

Entramos a 2022, a los 201 años de vida republicana. Es año de elecciones regionales y provinciales y distritales. Actualmente solo 11 mujeres ocupan un sillón municipal en distritos y en provincias de un total de 1676 municipios distritales y 196 provinciales. Esperemos más representación en estas elecciones y avancemos sin olvidar la historia. Por un futuro con más participación de las mujeres, así como con niñas, niños y adolescentes educados con memoria histórica. Feliz año y todo lo mejor para 2022. Manuela, nos mantenemos en contacto.

 

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2022, elecciones regionales y distritales, mujeres

Virginia Benavides lleva publicados varios libros de poesía; el más reciente es una reedición remozada de Ejercicios contra el Alzheimer (2021), originalmente aparecido en 2019. Uno de los aspectos centrales en la poética de este volumen es la enfermedad y, más concretamente, la pérdida de facultades como la memoria, la lucidez, los vínculos que unen al sujeto con el entorno factual. Incluir el término Alzheimer en el título no es entonces un gesto gratuito, es más bien un reclamo, una interpelación al abandono, al deterioro, a la finitud y a la indiferencia. La poeta asume su trabajo con un lenguaje que puede combinar la visceralidad y la sutileza, el tono airado y la audacia metafórica. Cito un fragmento del que es, para mi gusto, uno de los textos más logrados del conjunto:

“Mi país no es mi país. Es un rencor, un dormirse con hambre, una puerta entreabierta al vacío donde una escalera de emergencia se espera. Mi país es una piedra que hemos pintado limada por un mar calmo, pero áspera, pero sura y certera cuando la arrojamos para no olvidarnos de gritar detrás de ella. Una herida que lloramos a solas, sin consuelo; un óxido, un miedo de niño, un caramelo vencido (…)” (p.47).

002666 Lapo Tencia, poemario de Guillermo Valdizán prolijamente editado por Vallejo & Co. nos devuelve a la ironía y el sarcasmo propios de la mejor tradición coloquial peruana, especialmente la de la década del 60, donde a una observación crítica de la cotidianidad se sumaba el gesto político, se insinuaba un camino de intervención a través de las palabras. Su actualidad es indudable. Leamos, por ejemplo, el poema “Proclama”:

“A poco de celebrar las fiestas patrias / se acabó el papel higiénico // Cuando afirmábamos que todo cambiaría / se acabó el papel higiénico // No pudimos crear los poemas urgentes / se acabó el papel higiénico // Tampoco la vacuna para el universo / se acabó el papel higiénico // Seguramente es un truco publicitario / se acabó el papel higiénico // O los heraldos negros que nos manda la muerte / se acabó el papel higiénico // Senta dos como próceres // Por fin máxima suavidad / y rendimiento” (p.32).

Vanessa Martínez Rivero nos ofrece Arte-Facta, una selección de sus poemas traducidos, en la misma edición, a varias lenguas. Muchos de sus poemas están construidos bajo la premisa de una sencillez engañosa: detrás de ese orden y esos ritmos que la poeta sostiene con rigor, hay lugar para la revelación, para palabras que conscientes de su mordacidad reclaman su legítimo lugar en la enunciación. Así, tenemos, como muestra “Poema para una vaca en la plaza”:

“Si me podrías contar todas las estrellas / de esta casa universal / escogiendo desde mi norte y coleccionando las fugaces, / podríamos tirar el poncho a la grama y / yo jugaría a inventar sus nombres. // Te podría decir también / Un pecho henchido no es señal de amor, / sino de lucha. // Un toro posee a la noche y muge a las estrellas. / La vaca va parir” (p.64).

Calaveras retóricas, de Diego Lazarte, se ubica en una orilla desacralizadora, en la que las figuras del poeta y la escritura son invitadas a descender del Olimpo y sacudirse de sus más caros mitos. El autor imagina este aparato crítico a partir de ciertas categorías culturales populares de México, donde la calavera o calaca ocupa un lugar central. ¿Alguna nostalgia de los 60? Es posible, como es evidente también su autonomía. Dejo aquí este recuento y luego de decirles Feliz Año (en la medida de lo posible) entrego este botón breve y punzante de Lazarte, el poema “Calavera literaria”:

El crítico literario / Sobrínisimo de la cala / Becario de ultratumba / Monaguillo odiadísimo / Enterrador de vanidades / Ave de mal agüero. / Hay que persignarse / Tres veces / Si te lo topas. // El poeta es más bien / el espiritista. / Detrás de él se asoma / un Concilio Cadavérico. / Y hay que saber mantenerlos a raya. / El poltergeist de Adán / Prende y apaga las luces. / Los orbes de Moro / Dibujan un collage ectoplasmático. // Por eso ten mucho tacto, Sr. Crítico, / cuando escribas sobre los poetas / ¡Todos tienen un genio maligno! / No vaya a aparecerse / La calavera de Vallejo / y lo jale de las patas” (p.54). 

Virginia Benavides. Ejercicios contra el Alzheimer. Lima: La Purita Carne, colección La Trenza, 2021.

Virginia Benavides Libro

Guillermo Valdizán. 002666 Lapo Tencia. Lima: Vallejo & Co., 2021.

Guillermo Valdizán Libro

Vanessa Martínez Rivero. Arte-Facta. Selección y traducción multilingüe. Lima: Vallejo & Co., 2021.

Vanessa Martínez Libro

Diego Lazarte. Calaveras retóricas. Lima: La Strada, 2021. 

Diego Lazarte Libro

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2022, Fin de año, poemarios, poemas

A raíz del Covid-19, diferentes servicios y empresas se vieron obligadas a pasar de la presencialidad a la virtualidad. Personas que eran ajenas a realizar compras o hacer sus diligencias de manera virtual, debieron adaptarse. Y muchas empresas a migrar y captar sus clientes por internet. Esto ha generado que crezca la competencia por tener una mayor rapidez a la hora de la entrega de un pedido o por obtener un clic de un cliente potencial en su sitio web.

Estas tecnologías nos han permitido seguir -aunque en el mundo digital- comprar, ir a conciertos, reunirnos vía Zoom. Aunque también está generando diversos problemas como el “tecnoestrés”, en donde diariamente son más las personas que se sienten sobrecargadas de tantos estímulos. Aunque esta nueva evolución nos ha permitido avanzar, también nos dificulta la forma de interpretar el lenguaje no verbal dificultando las conversaciones serias.

Michiel Das, Profesor de EAE Business School, ofrece una predicción cercana de hacia dónde apunta el marketing digital en el 2022:

1.- Apunte al público adecuado para su producto

Teniendo muy claro el público objetivo al que dirige su producto, podrá plantear estrategias de marketing dirigido a su sector. Por ejemplo, si apunta a un cliente millennials, las campañas vía Tik tok o Instagram funcionarán muy bien.

2.- Consiga clientes locales

Use el poder de las redes sociales. Facebook, Instagram, Tik Tok son plataformas que permiten exhibir sus productos, además de facilitar el contactar a sus clientes.

3.- Aproveche el uso del correo electrónico para aumentar el tráfico del sitio web

Un correo electrónico institucional, como canal principal para promocionar productos y servicios de una empresa ofrece la posibilidad de educar a tu audiencia sobre el valor de tu marca, informarlos sobre novedades de tus servicios, mantenerlos interesados en tu empresa y fidelizarlos mediante promociones o descuentos exclusivos.

4.- Encuentre el mejor momento para publicar contenido en su sitio web

Según la agencia de marketing digital Avii Perú, los mejores momentos para publicar contenido en nuestras redes son: lunes: 11:00 a.m. a 5:00 p.m; martes: 5:00 a.m., 9:00 a.m. a 6:00 p.m; miércoles: 5:00 a.m., 11:00 a.m. y 3:00 p.m; jueves: 5:00 am, 11:00 am y 3:00 a 4:00 pm; viernes: 5:00 a.m., 9:00 a.m. a 4:00 p.m; sábado: 11:00 am; domingo: 10:00 a.m. a 2:00 p.m.

5.- Integre las redes sociales en su plan de marketing

“En el próximo año se espera que muchas empresas que aún no han llevado su negocio al mundo digital lo inicien y sigan convirtiendo sus estrategias de posicionamiento al mundo digital, todo esto pensado para captar nuevos clientes interesados en sus productos y ganándole de esta manera a su competencia”, enfatizó Michiel Das, Profesor de EAE Business School.

Por último, tenga en cuenta las reseñas o comentarios negativos sobre la marca, vea donde estuvo el error y actúe.

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2022, Marketing digital, Redes sociales
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