Arguedas

Esta semana, justamente, se realizó en la Universidad Complutense de Madrid el gran Encuentro Internacional «El mismo viento respiramos: el tinkuy andino en la herencia de José María Arguedas», un congreso donde se reunieron algunos de los mejores estudiosos de Arguedas y de la literatura quechua en general. Nombres como los de Martin Lienhard, José Carlos Vilcapoma, Julio Noriega, Juan Zevallos, Christian Fernández, José Antonio Mazzotti, Luis Andrade, Giovanna Pollarolo y muchos más dieron cuenta de múltiples aspectos de la obra de Arguedas. De paso, se estudió su obra poética y se presentó la nueva novela de nuestro narrador trujillano Eduardo González Viaña, titulada Kachkanirajmi, Arguedas, que recoge la expresión tan elocuente en quechua, que significa «a pesar de todo, sigo existiendo, sigo resistiendo». Se trata de una novela muy interesante que recrea la vida de Arguedas a través de la presencia de los zorros andinos que el mismo Arguedas actualizó en su última novela.

«Tinkuy» es una palabra que significa «encuentro», pero que puede incluir también un evento conflictivo, en busca de una resolución. Es uno de los grandes conceptos que gobiernan la organización de la vida y las comunidades andinas. La iniciativa del «tinkuy» de Madrid se la debemos a los jóvenes investigadores Francesca Federico, Giovanna Arias Carbone y Juan Manuel Díaz Ayuga, interesados en la cultura peruana y en la difusión de nuestra literatura en España.

Gracias a ellos y otros intelectuales que aman el Perú es que nuestro riquísimo legado cultural se mantiene vigente como un punto de referencia insoslayable en el panorama académico internacional.

Arguedas sigue viviendo. Después de 53 años de su muerte, su propuesta de modernidad alternativa parece ser el único camino viable para nuestra supervivencia. Hay que seguir leyéndolo e investigándolo. Ese es el mejor homenaje que podemos hacerle.

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A eso se añaden la ruptura unos meses después con su enamorada Otilia Villanueva y el aborto que ella habría sufrido, por lo que Vallejo nunca conoció al que podría haber sido su primer hijo o hija, como se consiga en numerosos poemas de Trilce. Como vemos, la vida de Vallejo es fundamental para entender el origen y el sentido de muchos de sus poemas.

 

En el congreso de Cuba también se examinó la influencia andina en Vallejo gracias al profesor Enrique Cortez. Se mencionó esa relación tan cálida y necesaria de Vallejo con la sierra y más particularmente con el mundo andino.  

Hemos visto la presencia de los ancestros, la influencia del mundo indígena y de los elementos del Ande en general con los cuales Vallejo se sentía muy cómodo a través de las creencias que practicaba y de las costumbres que ejercía, en constantes alusiones de cariño, mucho más que a las costeñas ciudades de Lima o Trujillo, y sintetizando su «Perú al pie del orbe» en los Andes y no en el legado criollo.

El evento realmente fue un intercambio dinámico e intenso para reconocer el trabajo tan profundo y difícil de nuestro César Vallejo y para reunir a notables intelectuales que compartieron sus investigaciones en un ámbito de gran camaradería.

Creo que el clímax del congreso fue cuando se anunció la aparición de una nueva edición cubana del segundo libro de César Vallejo. Realmente fue muy emotivo ver un sueño hecho realidad.

Otro evento importante es el festejo por los cincuenta años de la publicación de Katatay, de José María Arguedas, el único poemario que escribió y que llega a nuestros corazones hasta hoy, pues abre toda una dimensión de modernidad poética en lengua quechua, como resaltó José Antonio Mazzotti, uno de los organizadores del congreso en Cuba.

Precisamente a Arguedas se dedicará todo el congreso de Madrid el 28 y 29 de noviembre, donde destacan nombres reconocidos de la crítica arguediana como el propio Mazzotti, Martin Lienhard, Julio Noriega, José Carlos Vilcapoma, Tania Anaya, Carmen María Pinilla, Christian Fernández, Charo Tito, Luis Andrade, Francesca Federico y muchos más. El evento culminará con las presentaciones del último número, el 95, de la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, dedicado a la memoria de Antonio Cornejo Polar –el mayor crítico arguediano– por los 25 años de su fallecimiento, y de la nueva novela de Eduardo González Viaña, ¡Kachkanirajmi, Arguedas!, dedicada precisamente al autor de Katatay. En este enlace se puede acceder al programa completo del encuentro en Madrid: https://www.facebook.com/tinkuy2020

Será una fiesta arguediana que complementará muy bien las celebraciones vallejianas que han hecho de este 2022 un verdadero annus mirabilis de las conmemoraciones literarias peruanas. 

El Perú podrá no destacar en fútbol ni en política, pero en literatura estamos entre los primeros. Nuestros poetas sacan la cara. 

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