Chillia

A pesar de la crisis económica producida por la pandemia y las primeras medidas radicales de restricción social, el canon que recibió La Libertad tuvo un alza de más del 20%; llegando a 270 millones de soles en el 2021. Sin embargo, los gobiernos subnacionales de La Libertad dejaron un saldo sin ejecutar de 184 millones. De ese total, 163 millones correspondieron a los gobiernos locales como el de Chillia, sin condiciones para poderlos utilizar. A pesar de ser Pataz la provincia donde se extrae la mayor cantidad de oro en el departamento, hasta hoy no se han construido carreteras para unir a sus comunidades o dotarlas de agua potable. Mientras tanto, Chillia forma parte de sus once distritos ubicados entre los más pobres del Perú.

El chivo expiatorio, señalan los estudios, suele ser un niño o una mujer que se encuentra en una situación de indefensión absoluta, pues hasta los familiares se ponen en contra en estas situaciones de crisis extrema. No en vano el defensor Agüero remarcó que las dos mujeres que fueron castigadas de pueblo en pueblo eran indefensas adultas mayores. Irónicamente, no son minoría. En Chillia, el 78% de su población es adulto mayor en condición de pobreza y pobreza extrema, de ahí la edad y el bajo grado educativo de sus ronderos y de las mujeres sacrificadas; mujeres de las cuales más de la mitad no tiene como defenderse porque ni siquiera sabe leer ni escribir. Solo firmaron el compromiso que detuvo los golpes.

Que las sobrecogedoras imágenes del cuerpo magullado y herido de una de las señoras nos sirvan para despertar, para tomar en serio la pobreza y concentrarnos en conseguir evitar que expulsar al más débil sea la única razón que quede para mantenernos unidos.

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brujería, Chillia, provincia de Pataz, Ronderos
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