Conflicto

De la misma forma en que los equipos de trabajo están integrados por miembros de distintas generaciones, es normal que también existan personalidades discordantes, que derivan en conflictos. El estudio “El Informe del Capital Humano Global” de la consultora global CPP reveló que el 85% de trabajadores de oficina han tenido que lidiar con conflictos interpersonales de algún tipo en el trabajo.

El licenciado en Psicología, Pablo Martín Rocha, explicó a Infobae que muchas veces dos personas pueden ofuscarse y se mal disponen sin jamás haber tenido conflictos entre ellos directamente y sólo con hablarlo en muchas oportunidades termina el conflicto de raíz.

Cuando se trata directamente de personas con un carácter difícil, considera que es inútil pedir que sean diferentes. “Es fundamental recordar cuando se trata con personas difíciles que no se trata de cambiarlos, si no de darles a las personas el espacio para ser ellos mismos y comenzar desde un punto de tratar de comprender realmente qué los hace diferentes”, señaló.

¿Quiénes son y cómo tratarlos?

Para los especialistas de Bumeran y Ubits, existen muchas personalidades que pueden resultar complejas de manejar, de ellas se destacan cuatro bastante bien diferenciadas.

Los histriónicos. Que siempre quieren ser el centro de atención y terminan generando una competitividad innecesaria en las organizaciones.

Obsesivos-compulsivos. Se trata de personas que necesitan tener siempre el control. En algunas organizaciones el perfeccionismo se ve como algo muy positivo, pero puede tornarse en improductivo si no permite el trabajo colaborativo.

Las víctimas. Siempre tienen alguna queja ante las medidas tomadas, incluso si no están siendo consideradas en ellas y harán escuchar su queja con todo el equipo.

Chismosos. Más que ser un canal de resonancia, hay personas que se dedican a crear chismes, provocando discusiones innecesarias, convirtiéndose en personalidades conflictivas.

Para Juan David Tous, director de Comunicaciones y Marketing de Manpower Group, es vital hablar con la persona y tomar decisiones para ayudarla a mejorar conductas inapropiadas. En un artículo de la revista Semana indica que se deben establecer acuerdos. “La paz y convivencia no significan ausencia de conflicto, sino un manejo adecuado de este”, precisó.

Agrega que el liderazgo no implica mandar, sino escuchar, conversar y lograr un consenso. Recomienda comunicar oportunamente las decisiones para evitar los rumores, cultivar la solidaridad y empatía en el equipo, además de evitar el escalamiento de los conflictos.

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Antes de la pandemia, más del 80% de los trabajadores consideraba que un mal clima laboral era suficiente motivo de renuncia, según una encuesta de Aptitus (2018). Ahora, con el teletrabajo, Sonia Igei Kohatsu, psicóloga y socia de Focus Gestión Humana, advirtió que existe el riesgo de que la distancia amplifique algunos problemas, lo que deriva en un mal ambiente de trabajo y un impacto negativo en productividad, por lo que es importante mantener la comunicación.

“Actualmente se están perdiendo muchos espacios informales para conversar con los compañeros. Entonces, se espera generar estos espacios y que el jefe se preocupe también por cómo se encuentran los trabajadores, que hablen del espacio laboral, pero también del personal que ahora están tan combinados”, aseguró.

Si se presenta una situación tensa en el equipo, recomendó tomar acciones y no dejarlo pasar. Desde la gestión humana, señaló que lo primero es pedir opiniones a las partes involucradas y mostrar cómo el problema está afectando el desempeño laboral desde la empatía.

“Podemos estar bajo mucha presión, ansiedad o estrés, pero es diferente responder a reaccionar. Lo ideal es dar una respuesta donde muestres que quieres conocer el punto de vista del otro, que muestre empatía, pero muchas veces en vez de hacer eso, reaccionamos”, comentó.

Recordó que la misma situación de pandemia genera un estado de tensión y el regreso a las oficinas también generará otras expectativas. Por lo que consideró importante hacer encuestas de clima laboral, mantener las reuniones de retroalimentación o simplemente recoger la información de todo lo que el trabajador necesita mientras trabaja desde casa.

Escoger los canales de comunicación

Bajo el contexto de la pandemia, la comunicación en el ambiente laboral ha perdido el lenguaje no verbal, por lo que Igei pide tomarse siempre unos minutos para evaluar el mecanismo de comunicación más idóneo para el mensaje que se quiere transmitir.

“Si el tema es importante, se puede usar una videollamada con cámara, pero si es una coordinación del día puede usarse Whatsapp. En cambio, si se deja una conversación importante por Whatsapp, es probable que puedan generarse malentendidos”, precisó.

Respecto del tono de la conversación, un artículo de EAE Business School también propone identificar los puntos del desacuerdo, escuchando con atención a la otra parte, sin permitir interrupciones y evitar prepararse para una reacción mientras la otra persona está hablando.

“Suele dar buenos resultados reformular lo que la otra persona ha dicho, una vez termina de hablar, para asegurarse de que el mensaje se ha entendido correctamente”, aconsejan.

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