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Crísis

[PIE DERECHO] Gran parte del desasosiego generalizado de la ciudadanía, puesto de manifiesto en la encuesta de Ipsos que revela que el 75% de peruanos considera que estamos empeorando, se debe a razones psicológicas, como señalamos en nuestra columna de ayer.

Correspondería a los “jefes de familia”, la clase dirigente, enrumbar el camino. En esa línea interpretativa, se debe exigir de nuestras élites y dirigencias, la recuperación de una perspectiva futura, de una mirada país, que aliente las expectativas de que la cosa no viene para peor, aun cuando, si no se desalinean los astros políticos, todo apunta a que el hoyo se haga más grande.

Por lo pronto, queda claro que la única manera de que el Perú recupere la senda del desarrollo y de una relativa estabilidad política pasa por asegurar que el 2026 gane una opción de centroderecha o de derecha monda y lironda. Que sea capaz de remontar la pendiente, de atender los problemas de inseguridad, crisis económica y crisis política.

Que nuevamente gane la izquierda supondría un retroceso grave para el país y nos llevaría al caos, como ya sucedió con Pedro Castillo a nivel nacional o, como ya ocurrió, a nivel regional y municipal, cuando administraciones de ese perfil ideológico han tomado el poder.

Ello pasa, sin embargo, en primerísimo lugar, porque los partidos que van del centro a la derecha se aglomeren y no que haya más de veinte candidaturas, como hasta ahora todo hace suponer. Si eso termina ocurriendo, lo más probable no es solo que pase a la jornada definitoria un candidato radical de izquierda sino que, de repente, lo hagan dos.

El Perú sigue siendo un país mayoritariamente centrista y derechista, más que izquierdista, como corroboran las regulares mediciones que efectúan Ipsos y el IEP. Debería haber, pues, terreno fértil para el sembrío de planteamientos ideológicos de ese perfil. Pero si la derecha se aconchaba con el establishment, como viene sucediendo respecto del régimen de Dina Boluarte, a la par, se desperfila ideológicamente (parece tener miedo de decir lo que piensa) y, lo que es peor, presenta una baraja tugurizada de candidatos, le tenderá la cama a quienes nunca más deberían ocupar el poder, mientras no se modernicen y no reculen de ideas autoritarias y populistas.

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Crísis, elecciones 2026, Estabilidad Política, IPSOS, Pesimismo

[MIGRANTE DE PASO] Tengo 29 años y en mi corta vida como peruano he tenido 11 presidentes. Algo no cuadra, al parecer la norma de mandatos de cinco años sólo son tinta en la Constitución. Evidentemente, los presidentes sustituidos lo tenían merecido. Ocho de ellos han sido procesados, en algunos casos encarcelados y otro se disparó: Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Alan García, Pedro Pablo Kuczynski, Pedro Castillo y Manuel Merino. No se puede pretender una mejora con sujetos de esta calaña. La percepción del panorama político de nuestro país, cada vez es más fatalista. Yo opté por no depositar mi confianza en ningún político y mantener mi postura, siempre de oposición. Ya no tengo simpatías políticas. Esto debido a decepciones que viví. En estos momentos que la democracia está bajo asedio, ya nada me sorprende. Pensemos si alguna vez fuimos democráticos. Vale la pena analizarlo.

Presidentes del Perú

En la serie “Vikingos”, el carismático protagonista Ragnar Lothbrok (personaje histórico y de carácter mitológico) soltó una frase que me marcó de por vida: “El poder siempre es peligroso, atrae a los peores y corrompe a los mejores”.

Se aplica al caso peruano. Muchos entran a la jauría política buscando dinero y beneficio propio. Otros, con ímpetu de cambio, se ven envueltos en la maraña corrupta que ha contaminado hasta las ramas más profundas de los tres poderes estatales. A veces me pregunto si siempre estuvimos jodidos (recordando la incógnita de Mario Vargas Llosa) ¿Es posible erradicar esta perversión? Algún día lo sabremos.

No voy a escribir sobre los casos de corrupción y escándalos actuales. Viviendo lejos, la tristeza y decepción son muy fuertes para ponerlo en palabras. Más de una vez he borrado redes sociales por la frustración y rabia que me generan las noticias. El Perú es un país de violadores, de sicariato y de constante opresión. Me limitaré a contar mi experiencia y observaciones sobre la perspectiva política del ciudadano común, como yo.

En tercero de secundaria desarrollé una obsesión con las rondas campesinas debido a la espectacular muestra fotográfica “Yuyanapaq”. La figura de una mujer en poncho sosteniendo un rifle sigue siendo mi retrato favorito, al verla te sentías paralizado. La exposición tomó lugar en una casa chorrillana, republicana, asemejando los desastres ocurridos durante el periodo de terrorismo. Los huesos se te congelaban al caminar por ahí y el miedo se hacía presente paso a paso. Fue en este momento que despertó mi interés político.

Yuyanapaq

Durante este año escolar teníamos que desarrollar un ensayo a lo largo del año, mi tema: La importancia de los comités de autodefensa para combatir a Sendero Luminoso y el MRTA. Los ciudadanos de ciertas poblaciones fueron armados por la falta de alcance militar. Pasaba las tardes investigando y la tristeza me invadía al pensar en los campesinos que se vieron atrapados en medio de una guerra sin cuartel. Los terroristas no tenían identidad y los militares acribillaban pueblos enteros.

Al año siguiente exploré las ideas de izquierda revolucionaria y, en su momento me fascinaron. Las historias de la revolución cubana me deslumbraban y encendían un brillo en mi inocente mirada. La expulsión de Batista, el Granma, Cienfuegos, el Che Guevara, la bahía Cochinos y el ingreso a La Habana me parecían cuentos heroicos. Soñaba con eso. La ilusión fue derrumbándose de a pocos.

Mi asesor de una monografía escolar mostraba sin escrúpulos un resentimiento hacia mi posición privilegiada. Yo no entendía cómo alguien que buscaba la libertad plena tenga como enemigo a un niño de 15 años.

Hicimos un viaje familiar a La Habana y me encontré con una sociedad precaria que parecía estar atrapada en los años 50s. Carros antiguos, edificios maltratados, prostitutas en las esquinas y niños hambrientos. No sólo estaban atrapados temporalmente, tampoco podían salir del territorio cubano. Escuché incontables historias de escape que rápidamente me desilusionaron. Cuba se había vuelto una dictadura severa. Fidel Castro entró al poder en 1959 y rompiendo su promesa de nuevas elecciones se mantuvo hasta el 2008, ocho años antes de su muerte.

Fidel Castro

Quisimos invitar a un taxista a comer con nosotros y nos dijo que estaba prohibido. La idea de estar encerrado en tu propio país me llenó de ira hacia la isla blindada. Al regresar, una sensación nauseabunda se infiltró en mis pensamientos por meses. Una sensación que la direccioné al profesor resentido. Me dura hasta hoy. Después de ese viaje aprendí a no confiar en las promesas de quienes anhelan poder.

Aprendí que es mejor estar siempre enterado, sólo así sabes dónde estás parado. Los autodenominados apolíticos jamás podrán romper el cascarón en el que viven y se mantendrán como pececitos en una diminuta pecera.

Cabe recalcar que las noticias mal administradas también fomentan la desilusión.  Actualmente pierden calidad, transformándose en boletines informativos sin reflexión alguna.  Las fake news no son el único enemigo. También lo políticamente correcto transforma las ideas en algo insípido y desabrido. Todos opinan lo mismo, salvo algunas excepciones. ¡Es imposible que todos piensen igual! Adaptan sus discursos para no perder seguidores y tienen como regla decir lo que quiere ser escuchado. Esto entorpece el desarrollo de una identidad política.

“Libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír”

-George Orwell

Durante mi época escolar, intentaban orientarme a ciertas tendencias políticas. Por más neutral que sea el profesor, lo normal es que no puedan desprenderse de sus orientaciones. Se les escapaba la doctrina. Había que responder en las evaluaciones sin estar de acuerdo con la contestación. No entendía qué era izquierda y derecha. Aun siendo niño esas atribuciones me parecían infantiles ¿De verdad toda la coyuntura y realidad podía estar abarcada en esa dicotomía?

Otro gran golpe a mi cautela política. No me parecía viable continuar con tendencias que llevan siglos en la delantera. Escuchaba a amigos y familiares idolatrar candidatos sólo por promesas. Me enfurecía. Ollanta Humala tomó la presidencia al año siguiente de salir del colegio. “Es el último eslabón de la izquierda”. “Por fin las élites van a recibir lo que merecen”. “La primera dama parece muy capaz”. Me alejé de muchas personas histéricas, apenado de ver en lo que se habían convertido. Distanciado de todo espejismo político busqué lo bonito de la vida en las artes y filosofías. Con sólo 20 años ya estaba convencido que la belleza no se encuentra en la política.

Ya en la universidad, con pelo largo, tatuajes y rebeldía punk, me percaté de las diferencias ideológicas y siempre encajaban en inclinaciones preexistentes. Seguía sin ningún hallazgo novedoso. Siendo sincero, las disputas entre ambos bandos me parecen berrinches infantiles dignos de pequeños en guardería. Opino lo mismo del Congreso. Siglos con la misma división y nada inédito. Parecen charlatanerías adornadas de falsa inteligencia. Antes me molestaba, ahora me da lástima. Es notorio cómo el conocimiento ha rebasado nuestra sabiduría. Los estudios académicos llevan años bajo el mismo paradigma y, en consecuencia, los avances estancados ¿Qué pensaría Thomas Kuhn?

Foto castillo - 29 años de fiasco político

Durante la pandemia salí a marchar en contra de Merino. Prendido por las muertes de Inti y Brian. Nadie merece morir al protestar por sus derechos. Descubrí lo que es respirar gas lacrimógeno. Presencié palizas de parte de los policías. También vi cómo personas incitaban la violencia disfrazándose de protestantes pacíficos. Tuve la oportunidad de detener a un sujeto despreciable que quería tirarle un ladrillo a una policía sin justificación alguna. Esos días de marcha detonaron en mí una desilusión, probablemente irremediable.

A pesar de los constantes ataques por parte del Estado, las personas parecen no aprender y siguen reacios a sus doctrinas. Seguidores de tendencias, aduladores de personajes e ídolos que son sombras de nada. Parecen estar sometidos a un cocowash en masa. A esto le llamo inocencia política y colectiva. Con Pedro Castillo bastaron unas estupendas fotos y su personalidad de outsider para encender las llamas de la esperanza. La atractiva idea de un maestro rural al mando no fue suficiente para contentar a la población. Su gobierno duró año y medio, en el cual se dieron 60 cambios ministeriales. Las banderas de izquierda, como la educación y salud pública, jamás fueron izadas. Este fue el inicio de la debacle gubernamental de mayor gravedad, en mis pocas décadas de vida. El pánico también forma parte de la inocencia mencionada. Sucedió con Humala y Castillo. No había pasado ni un día y la clase alta ya temía lo peor. “Somos un país comunista”, deliraban las elites. Al final, fue más de lo mismo.

A diferencia de los seguidores acérrimos existen otros de mayor riesgo: los que creen no tener agencia. Recurro al término psicológico de indefensión aprendida, donde los sujetos están convencidos de no poder generar cambios en situaciones adversas, viviendo de manera pasiva. Que quede claro que esta conducta es aprendida y en el caso de nuestro país, los maestros son las autoridades. ¡Igual los van a soltar! ¡Nunca me darán cita en el hospital! ¡A la policía no le importa proteger a gente como nosotros! ¡Ir a la capital es en vano! ¡Soy muy tonto para la universidad! Estos son ejemplos de pensamientos desesperanzados que han sido enseñados por la sociedad misma. Estos dos tipos de reacción predominan en el clima sociopolítico del Perú y nacen de la misma órbita gubernamental. Se retroalimentan mientras los políticos se regocijan.

“He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”

-Charles de Gaulle

Tenía 19 años, recién había sacado mi brevete y estaba emocionado por mis primeros días en el volante. Si sabes manejar en Lima, lo puedes hacer donde sea. El tráfico era de locos y los conductores que le quieren sacar la vuelta a las normas de tránsito abundan. Regresaba escuchando música para aliviar la infinita fila de carros. De pronto una combi repleta intentó colarse yendo en contra. En ese momento todavía pensaba que dar lecciones era fácil e impedí su avance. Quedamos ventana a ventana. Insultos y amenazas. Tal vez este sea un tercer tipo de ciudadano: el sacavueltero. “Lo que haces es ilegal y obstruyes las vías” le dije ingenuo. Su respuesta me dejó mudo: ¡Qué tiene! ¿Dónde está la autoridad? Después de todo, somos un país huérfano de Estado.

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Crísis, indefensión, presidentes

Liderazgo

[EN EL PUNTO DE MIRA] Henry Kissinger escribió el año pasado, exactamente por el mes de setiembre, un importante libro que, desde marzo de este año, sale traducida al español titulado “Liderazgo” (Debate 2023). Kissinger, después de reflexionar y escribir sobre “diplomacia”, el “orden mundial” y sobre “China”, nos trae un estudio de seis casos (al que todos ellos los conoció como funcionario público o como profesor en Ciencia Política en la Universidad de Harvard), en el que evalúa la voluntad organizada para describir sus aciertos para construir -como estadistas y profetas (ambas al mismo tiempo)- la noción de sociedad e instituciones.

Los seis casos (Adenauer, De Gaulle, Nixon, Sadat, Yew y Thatcher) representan liderazgos fuertes, decididos y -hasta- casi autoritarios en algunos casos. Estilos de liderazgos (o “voluntad de estrategia”, como señala en el texto el profesor de Harvard) que lo atrae. Y es que como dice Kissinger, para organizar un Estado e inspirar a una sociedad es necesario tomar decisiones -muchas veces- en situaciones de urgencia. Para eso es necesario, leer historia y pensar desde la incertidumbre que te proyecta el futuro para encaminar las estrategias a seguir.

Los seis casos impulsaron y sellaron sus estilos de liderazgos en situaciones de crisis, de urgencias de guerra, económica, ideológica o cambio tecnológico rápido. Fueron esas coyunturas que permitieron que la voluntad organizada aparezca para dar sostén a las estructuras sociales e institucionales. Por estos tiempos de democracias plurales, ¿es posible ello? Maquiavelo sostiene -como premisa- que el exceso de paz y prosperidad trae como consecuencia liderazgos mediocres y sociedades más propensas al pedido de favores. Razón no le falta.

Por el mundo, Kissinger observa -con algo de desesperanza- que los liderazgos presentados en el libro han perdido todo tipo de aparición en el escenario político. Y es que también, como señala él, se ha relativizado en extenso la noción de nación. Kissinger, fiel creyente en el libre mercado y la democracia, nos presenta este texto para pensar en perspectiva el devenir de la historia y cómo se puede hacer que la sociedad vuelva a creer para la gestión de las instituciones y de las mentes y corazones de las personas a creer en ellas.

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Análisis de casos, Crísis, Henry Kissinger, Instituciones, Liderazgo, sociedad

Despidos irregulares y cancelación de programas en TV Perú confirman las medidas adoptadas por el gobierno de Dina Boluarte de controlar el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) por un intento de mejorar su imagen en medio de las movilizaciones inminentes en la capital.

Los detractores de Dina Boluarte ya no se encuentran solo en estas manifestaciones, ahora están en las instituciones públicas, y es que desde el IRTP, cuya institución se encarga del funcionamiento de TV Perú, se ha vuelto el foco de críticas del gobierno de turno y no ha sido del agrado de la primera mandataria del país.

El mensaje que está intentando implementar el gobierno es que los medios estatales (Radio Nacional y TV Perú) manejen la imagen presidencial; en pocas palabras, que se convierta en un órgano de publicidad y no un órgano de información. La libertad de prensa se ve golpeada por un gobierno que poco a poco sigue causando indignación e inestabilidad en la situación social y  política del Perú.

Comunicado del IRTP tras la salida de Carlos Cornejo

La lista de despidos en el canal del Estado suma más de 10 trabajadores, sin embargo, a pesar de esta problemática, recién la opinión pública ha tomado consideración del caso desde la repentina salida del periodista Carlos Cornejo. Jesús Solari, en ese entonces presidente del IRTP, no se pronunció sobre esta cuestionada salida del periodista. Su silencio se cubrió en un comunicado que publicó la institución justificando que se había tomado esta decisión tras el cumplimiento de su contrato; mientras tanto, en conversaciones con el periodista esto sería solo una de las tantas mentiras que venían presionadas desde el Ejecutivo.

“Cuando Solari me saca de TV Perú y ponen en un comunicado que mi contrato había finalizado, lo cierto es lo que han contado hoy día todas las personas que han sido expectoradas de TV Perú: Nuestros contratos son mensuales, por lo tanto, no había ningún final de contrato. Lo que había es una irregularidad absoluta en términos de contratación laboral”

Carlos Cornejo para Sudaca

Carlos Cornejo fue respaldado por la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) que consideró incausado, arbitrario e injustificado su salida del Instituto Nacional de Radio y Televisión (IRTP). “No contesto las necedades que suelen decirme en twitter o las provocaciones de algunos fachos -respecto a mí, por muy agraviantes que sean- que son auténticas insolencias y difamaciones”, manifestó el periodista mientras recordaba los ataques que recibió por las redes sociales por simpatizantes de Pedro Castillo que habían mostrado su disconformidad por las declaraciones de Cornejo sobre la represión que realizó la PNP en la Toma de Lima.

En reflexiones con el periodista, tras la salida de Jesus Solari, se intuye que se pudo evitar, ya que debió tener mejor manejo y soporte para construir mejores alianzas para poder sostenerse en la presidencia del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú, sin embargo, esto no se dio. Más bien se ha dado una amplia fragilidad personal y que ha influido en lo profesional mientras tenía el cargo y que lo llevó a su inminente renuncia.

Ahora bien, este accionar de manipular el IRTP no es novedad actual. Estas intenciones de Boluarte son heredadas de su antecesor, y es que desde el gobierno de Pedro Castillo se ha evidenciado notablemente esta manipulación de información, ya que dispuso la designación de Fernando Aliaga como presidente del IRTP para producir cuatro programas que intentaban beneficiar al expresidente, compitiendo con los programas dominicales de Latina, Panamericana y América.

Hasta ahora, contando desde Castillo a Boluarte, han sido tres intentos fallidos del Ejecutivo para controlar el IRTP; primero con Aliaga, después con Jesús Solari y ahora con Ninoska Chandia, pero estos dos primeros terminaron con su renuncia por escándalos en la institución. Solari renunció sin mencionar palabra alguna por la salida de Cornejo, a su vez, alegó que, como institución, se debe garantizar la independencia editorial y que se debe priorizar la veracidad, imparcialidad y completa información que se transmite a la ciudadanía, ¿Eso se cumplió en su gestión?

“Cuando es nombrada Bettsy Chávez se percibe un intento del Gobierno de manejar el canal y por supuesto hay fricciones y oposiciones hasta que finalmente terminó saliendo al poco tiempo de que asumió el premierato, ya que mi nombramiento es de confianza”.

Joseph Dager para Sudaca

Carta de renuncia de Jesús Solari a la presidencia del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú

Este gobierno no solo quiere un trato amable, sino también, servil”, mencionó el expresidente del IRTP, Joseph Dager para Sudaca sobre las cuestionadas salidas de Carlos Cornejo y Francisco Belaunde que no fueron bien explicadas.

La nueva del IRTP

Ninoska Chandia es licenciada en Ciencias de la Comunicación y actualmente es la sucesora de Jesús Solari en la presidencia del IRTP. “Es significativo que quien han puesto como nuevo presidente del IRTP es la persona que manejó prensa e imagen de Boluarte cuando era ministra en el Midis. Después ocupó la Secretaría de prensa en Palacio de Gobierno. El mensaje es terrible”, mencionó Dager sobre la nueva presidenta del IRTP que nos da la triste interpretación que el Gobierno está intentando colocar personal de su entera confianza que los beneficie a diestra y siniestra de la población.

Nombramiento de Ninoska Chandia a la presidencia del IRTP

Mira lo poco que ha durado Mónica Vargas como gerente de prensa. Ella que era la gerente de confianza o la gerente que propuso Solari y su cuerpo directivo”, cuestionó Carlos Cornejo. Y es que todas estas anomalías que no han tenido una justificación válida por el despido y el rechazo que varios trabajadores tienen dentro del IRTP, respondería a temas políticos e intereses personales del Ejecutivo por fortalecer su imagen

Pero, ¿Para qué el gobierno está interesado en manipular el IRTP?

Las críticas de Cornejo fueron por las disposiciones de Dina Boluarte por utilizar la represión para solucionar y terminar las manifestaciones en la capital. Esto ha sido criticado por la opinión pública e internacional. Sin embargo, los intentos del gobierno por callar a un sector de la población han sido en vano.

Para este miércoles 19 de julio se ha programado una masiva marcha que la han nombrado como la Segunda Toma de Lima. Recordemos que la última marcha que tuvo este nombre terminó con varias edificaciones del Centro Histórico de Lima destruidas y con una muerte por perdigón de bala proveniente de la Policía Nacional del Perú (PNP). No sería mera coincidencia que esta estrategia de manipular este medio de comunicación con el fin de fortalecer la imagen presidencial tenga como consecuencia un declive en el interés de la ciudadanía de participar en esta próxima marcha.

Mientras los esfuerzos del gobierno siguen adelante. Es importante ver las soluciones que deberían de darse para evitar toda esta problemática que vive el medio de comunicación del Estado:

El financiamiento del IRTP. “No podemos seguir con la figura de que el financiamiento depende de lo que le dé el MEF en el presupuesto, así como hace con otros organismos públicos”, mencionó Dager. Cree conveniente que para financiar a los medios estatales se debe utilizar la publicidad estatal. Las instituciones estatales podrán seguir publicitando en los medios privados, pero considera  que ninguno de los medios privados tiene el alcance y la llegada que tiene TV Perú.

“Queda plenamente justificado pensar que aquellas acciones que quiera el Gobierno, el Congreso y el Poder Judicial o cualquier entidad estatal que quiera que la población conozca tiene que pagar por su publicidad y no invadir la línea editorial, no que haga publi-reportajes, sino que pague publicidad y que esa publicidad le permita al canal sostenerse”, expresó el expresidente del IRTP.

Al cierre del informe, y en medio de la inestabilidad del IRTP, Joseph Dager recomienda que, para evitar nuevamente estas irregularidades, el Consejo Directivo del IRTP no debe ser elegido por el gobierno de turno, sino más bien, se debe de llevar a concurso público y con un tiempo determinado. Con esto, si es que un ministro o presidente culmina su periodo o es destituido, no afecta al IRTP ni a su mesa directiva.

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Crísis, despidos, IRTP, Libertad de prensa, manipulación, medios estatales

Otro factor que contribuyó al ocaso de las ideologías fue la globalización y la creciente interconexión de la economía mundial. La apertura de los mercados y la liberalización comercial generaron nuevas dinámicas y desafíos que las ideologías tradicionales no estaban preparadas para abordar.

Además, la complejidad y diversidad de la sociedad contemporánea dificultó la capacidad de las ideologías para movilizar a la población en torno a una visión común del futuro. La fragmentación social y la multiplicidad de intereses y demandas individuales y colectivas hicieron difícil la construcción de una identidad colectiva y un proyecto político compartido.

Por otro lado, el surgimiento de nuevas formas de comunicación y la democratización de los medios de información permitieron una mayor pluralidad y diversidad de opiniones y puntos de vista. Esto dificultó la hegemonía de las ideologías tradicionales y permitió la aparición de nuevas corrientes y discursos políticos y sociales.

En este contexto, el individualismo y la apatía política se han convertido en rasgos característicos de la sociedad contemporánea. Muchas personas se sienten desencantadas con la política y con las ideologías tradicionales, y prefieren centrarse en sus intereses individuales y en su bienestar personal.

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Por otro lado, la polarización extrema y la falta de tolerancia pueden llevar a la confrontación, lo que podría llevar a una espiral de violencia difícil de detener. En estos momentos, es importante que los líderes políticos se esfuercen por fomentar el diálogo, el respeto y la búsqueda de soluciones pacíficas a los problemas.

No es momento para que los políticos descansen. Por el contrario, es ocasión para que trabajen rápidamente en darle solución a los problemas de fondo (conflicto social, reforma del Estado, reformas políticas y electoral, cambios en la descentralización, informalidad, etc.), más aún cuando el horizonte de gobierno se ha extendido por lo menos tres años más.

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Crísis, Perú

¿Cuál es el impacto del desperdicio de alimentos?

Además de los impactos sociales o humanitarios, existe un alto impacto ambiental ya que cuando desperdiciamos alimentos, también desperdiciamos toda la energía y el agua que se usaron para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos, empacarlos y ponerlos a la venta.

Asimismo,  si los alimentos terminan en botaderos o rellenos sanitarios y se pudren, producen metano, un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono. El desperdicio de alimentos genera aproximadamente entre el 8% – 10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por el hombre. 

¿Qué podemos hacer?

Empezar por nuestra casa y ser parte de la solución con estas recomendaciones:

  • Compra de forma planificada cada una de las porciones de alimentos que necesitarás a la semana.
  • Tener claro la fecha de vencimiento de tus productos. Recuerda que muchos de ellos se pueden congelar y así prolongar su tiempo de uso.
  • Compostar los desperdicios, para evitar que terminen en botaderos o rellenos sanitarios.
  • Sé un agente de cambio y educa a las personas que tienes a tu alrededor, en los impactos del desperdicio de alimentos.

 

 

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