Datum

Asimismo, el reporte de agosto de 2022 de la empresa no contiene ningún sondeo para la alcaldía de La Molina. No obstante, la encuestadora CPI sí ha llevado a cabo un sondeo para ese distrito, realizado entre el 22 y 25 de agosto.

Según CPI, en el primer lugar se ubica el candidato Juan Carlos Zurek, de Avanza País (20,5%). Luego se encuentran Esteban Uceda, de Renovación Popular (14%); Luis Carlos Iberico, de Alianza para el Progreso (8,7%); Julio Martínez, de Podemos Perú (6,3%); etcétera.

En ambos casos, la estadística reportada no coincide con las cifras que presentó la encuesta falsa de Datum.

Conclusión

La publicación que atribuye a Datum dos supuestos simulacros de votación para los distritos de Cieneguilla y La Molina es falsa. Datum Internacional desmintió haber realizado tales encuestas electorales. Además, las cifras del posteo falso no coinciden con los estudios de opinión publicados por encuestadoras registradas para esos dos distritos limeños.

Verificación elaborada por Ezzio Ramos, de Verificador de La República, para la alianza PerúCheck.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

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Cieneguilla, Datum, desinformacion, Elecciones, Encuestas, La Molina

Todos los días de lunes a viernes «Si el Río suena» con Patricia del Río, entrevistas exclusivas. Este es nuestro episodio número 10. La especialista en derecho parlamentario Milagros Campos explicó que el rechazo de la suspensión de las elecciones primarias para el 2022 permitirá el fortalecimiento de los partidos políticos y será la primera vez que se aplique la paridad y alternancia. Campos también aseguró que estas serán obligatorias para todos los ciudadanos. Además, el analista político Juan Carlos Tafur analizó los resultados de la última encuesta de Datum sobre la gestión del presidente Pedro Castillo y su gabinete.

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Lima – Perú

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Datum, Milagros Campos, Pedro Castillo

Si Lima fuera el Perú, la diferencia entre Keiko Fujimori y PPK en la primera vuelta del años 2016 habría sido de solo 10% y no de 15% como fue en la realidad. Igual PPK habría sido presidente en la segunda vuelta, aunque con una diferencia mayor. 144 mil votos lo separaban de Fujimori. Quién sabe si con una diferencia así habría podido tener un gobierno menos complicado y quien sabe si lo terminaba.

Si Lima fuera el Perú, en las elecciones congresales del 2020, Podemos habría sido la bancada más numerosa del Parlamento, alcanzando el 15.5% del total de votos válidos. El Partido Morado, el segundo con 11%; Frepap tercero con 10%; AP cuarto con 9% y FP quinto con 8%. El PPC habría salvado la valla y hubiese tenido representantes congresales. El partido de los Luna habría conseguido 32 representantes, los morados 22, los Frepap 20, AP 18 y los fujimoristas 16. Ese habría sido el Congreso que se eligió. ¿Sagasti habría sido presidente? ¿Merino habría sido elegido?

Si Lima fuera el Perú, en estas últimas elecciones generales Hernando de Soto habría pasado a la segunda vuelta junto a Rafael López Aliaga. Ambos habrían sumado 38% de votos válidos y habrían llegado al 6 de junio en paridad de fuerzas. Solo 11 mil votos los separaba. Keiko Fujimori no habría podido montar todo su berrinche de fraude porque sencillamente no habría llegado a disputar la segunda vuelta. Se habría quedado en tercer lugar con 14%, a 156 mil votos de distancia de López Aliaga. ¿Castillo? Habría quedado en séptimo lugar con solo 7% de votos, bastante lejos de los punteros.

La bancada mayoritaria habría sido la de Renovación Popular, seguida de la de Fuerza Popular, Avanza País, el Partido Morado y Somos Perú. APP habría quedado afuera del Parlamento y Victoria Nacional (Forzai) tendría representación. Existiría una representación peculiar, pues RP tendría 22 curules, Fuerza Popular 19, Avanza País 17, el Partido Morado 14, Somos Perú 12, Podemos 11, Juntos por el Perú 11, Acción Popular 9.

Además, si Lima fuera el Perú, Keiko Fujimori sería la presidenta actual con un aplastante triunfo sobre Castillo de 66% contra 34%. Casi dos millones de votos de diferencia entre ambos existiría. Seguramente no pensaría que existió fraude, ¿verdad? Por cierto, resulta impresionante cómo teniendo esos casi dos millones de distancia no haya ganado la elección general.

Eso, en cuanto a resultados electorales, pero hay más. Si Lima fuera el Perú, el 26% de su población sería de NSE AB (no el 11% como realmente es) y solo el 6% de NSE E (no el 35% de la realidad).

Si Lima fuera el Perú, el 59% de hogares ya tendría conexión a Internet y el 56% tendría TV cable. Pero además, el 47% de hogares tendría una PC o laptop, aunque el 71% de personas usa Internet. El 83% de hogares refrigeradora, 57% lavadora de ropa, 39% microondas, 19% automóvil propio. El promedio de ingresos por familia sería de S/ 4,803 y existiría casi S/ 1,000 promedio de capacidad de ahorro. La mitad tiene una cuenta de ahorro, el 46% una tarjeta de débito y el 12% una de crédito.

Qué país diferente seríamos si Lima fuera por el Perú. No lo decimos ni con orgullo ni con alegría, sí con preocupación. Pero esta mirada ayuda a entender también qué es lo que va ocurriendo con la opinión pública cuando encontramos resultados que buscan auscultar la coyuntura actual. Somos un país dividido y cada encuesta -seria- que sale lo único que hace es confirmarlo.

 

En la última encuesta del IEP publicada el domingo 22 de agosto, esto se aprecia muy claramente. Lima desaprueba significativamente más que otros departamentos la gestión del presidente Castillo (61% Lima, 37% Perú sin Lima, ¡casi el doble!). En cuanto a la imagen del presidente, todos los atributos son negativos para los limeños, mientras que en el Perú sin Lima se considera que Castillo se preocupa por los que menos tienen, es honesto, democrático e inspira confianza. En promedio, en todos esos atributos, Castillo obtiene 42% en Lima y 57% de aprobación fuera de la capital.

Desglosando uno por uno cada item de evaluación que la encuesta recoge, la sentencia es la misma. Si Lima fuera el Perú la situación del gobierno sería insostenible y muy posiblemente las voces que piden hoy vacancia ya habrían logrado imponerse. Afortunadamente no es así. No porque nos guste el gobierno sino porque creemos que hay que respetar el proceso y Castillo fue el presidente electo (y no lleva un mes en el cargo).

La pregunta de fondo es, ¿qué explica esta fractura?, ¿esta mirada tan disímil dentro de un mismo territorio que no solo IEP muestra sino también Ipsos y Datum -aunque esta última con una estrategia de sesgo que casi invalida su interpretación? ¿Cómo explicar una manera de interpretar el país?

Tal vez sea muy pronto para aventurar un análisis. Tal vez el efecto mercado se siente más en Lima y ello mueve la aguja. Tal vez la capital no logra salir de su modo negación y sigue pensando en la campaña electoral. Quizás la esperanza real y concreta se mantiene en regiones que hoy se sienten representadas y nunca antes experimentaron ello.

En todo caso, debemos esperar para entender mejor todo lo que está pasando con este gobierno y con este país. Pero sí debemos estar atentos al simplismo argumental que muchos analistas están esbozando con una mirada muy fija en la capital y con muy poco ojo fuera de ella.

Si queremos que Lima sea el Perú, que sea una representación de este, no una isla aislada que mira con desprecio lo que pasa afuera de sus fronteras. Ese es el camino de la integración, aunque hoy estemos en el de la segregación.

 

La información electoral se encontró en: www.onpe.gob.pe.

La información económica en: http://apeim.com.pe/wp-content/uploads/2020/10/APEIM-NSE-2020.pdf

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Datum, IEP, IPSOS

Según la encuesta de IEP, Castillo trepa de 36.2 a 36.5 mientras Keiko baja de 30 a 29.6, ampliándose la diferencia de 6.2 puntos a 6.9. Controvertida, sin duda, porque difiere de las otras encuestadoras, que le dan menos margen a Castillo (Ipsos le da 3, Datum 2 y CPI 1.8), pero igualmente atendible por su seriedad.

Lo relevante, sin embargo, es que esta encuesta confirma, junto con las otras, la existencia de un voto duro a favor de Castillo, que oscila entre 34.4% (CPI) y 42% (Datum). El candidato de Perú Libre se ha estacionado, habiendo llegado aparentemente a su techo, pero al mismo tiempo demuestra tener un piso duro inafecto a la contracampaña.

A un sector importante, por ahora mayoritario, de la ciudadanía le importa poco la vinculación de Castillo con sectores filosenderistas, la improvisación de su plan de gobierno, el desmadre de sus equipos técnicos, la turbamulta interna por los pactos informales firmados o la radicalidad extrema de su plan de gobierno. Igual, tienen intención de votar por Castillo.

Es un mensaje fuerte al país respecto del descontento e irritación que un sector ciudadano enorme tiene respecto del statu quo o del modelo económico, y que siente haber sido excluido de los indudables beneficios que el mismo ha generado en los últimos 25 años.

Ese sector va a merecer, en cualquier circunstancia, especial atención. Con mayor razón si gana Keiko. Rápidamente va a tener que emprender programas sociales de compensación de la recesión, además de políticas institucionales agresivas en salud, educación y seguridad interna.

Y prepararse para una eventual asonada popular por “quítame estas pajas”, a lo Chile o lo Colombia, frente a la cual va a tener que desplegar un trabajo preventivo y luego una labor de contención represiva inteligente y no a la bruta, con saldo de muertos y heridos, que podrían conducir al final abrupto de su gobierno.

Hay un 40% del país que está protestando y ha encontrado como vehículo de ella a un candidato feble, por debajo de las circunstancias críticas que vive el país, pero que simboliza ese ánimo contestatario que el país entero haría bien en escuchar, sea cual sea el resultado electoral el 6 de junio.

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Datum, Encuestas, IEP

El simulacro de votación de Datum arroja un 44% para Castillo y un 41% para Keiko, en la práctica un empate técnico, pero la encuesta de intención de voto es más reveladora porque nos permite comparar las tendencias con las anteriores mediciones de la misma encuestadora.

Y allí Castillo tiene 42% y Keiko 40%. Se acorta a 2 puntos la diferencia que en la medición anterior estaba en 5 puntos. Los múltiples errores de Castillo están haciéndole perder votos y, sobre todo, haciendo que los indecisos terminen sumándose al bando keikista (cae de 12% a 7% el “No sabe”).

Según la encuesta de Datum, donde más sube Castillo es en mujeres (+5), entre 45 y 54 años (+6), Lima (+6), Centro (+6) y sector C (+8). Keiko, en cambio, crece más en jóvenes entre 18 y 24 años (+6), de 55 a 70 años (+5), se dispara en el norte (+11), en el A/B (+8) y en el crucial sector E (+8).

Si las tendencias se mantienen es dable pronosticar un triunfo ajustado de Keiko. Cuenta con la ventaja de tener un equipo y una estrategia afinada, a diferencia de su contendor, que en esta semana ha dado un espectáculo superlativo de improvisación.

Castillo no solo no tiene un plan de marketing electoral sino que en términos de sus equipos técnicos ha armado un despelote descomunal, con grupos en disputa por adueñarse del programa, en un desenlace final que parece confirmará la línea radical cerronista, alguito atenuada por los técnicos de Juntos por el Perú, pero no tanto como para hablar de un Castillo con el polo blanco.

Ese Castillo radical, improvisado y soberbio, le va a costar la campaña. Va a ocurrir, según todo lo hace prever, lo mismo que en Ecuador, donde el candidato de la derecha ganó sobre todo por los gruesos yerros cometidos por el candidato correísta.

Se vienen tres semanas decisivas, donde el papel más crucial podrá jugarlo el desempeño de ambos en los dos debates ya acordados. Lo más probable es que allí se defina la elección. Keiko cuenta a su favor con una masa crítica centroderechista que debiera, al final, inclinarse por ella, pero todo hace suponer que igual va a ser una definición de fotografía que va a depender de quién cometa la menor cantidad de errores.

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Datum, Elecciones 2021, Keiko Fujimori

Corroborando lo que venimos diciendo desde hace semanas, la diferencia inicial entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori se ha ido reduciendo paulatinamente. De acuerdo a la última encuesta de Datum, ésta pasó de 41-26% (15 puntos) el 22 de abril, a 44-34% (10 puntos) el 30 de abril, y ahora se reduce a 5 puntos (41-36%).

El punto de quiebre claro parece haber sido, sin duda, el debate de Chota, que los keikistas consideran en la interna una “gesta” por las circunstancias adversas en las que se libró, y que ello le habría otorgado a Keiko la imagen de arrojo y valentía necesaria para proyectar un talante presidencial.

Keiko sube en casi todos los segmentos en que se divide la encuesta (hombres, mujeres, edades 18-24, 25-34, 35-44, 45-54, Norte, Centro, Sur, Oriente, A/B, C y D (solo cae un punto en el E y dos puntos en Lima). En cambio, Castillo cae en todos, menos en el Norte que crece 3 puntos.

De hecho, el parteaguas ha sido el debate. Según la propia encuesta de Datum, un 44% considera que Keiko Fujimori lo ganó y un 32% que lo hizo Castillo. Allí se puso en evidencia una prueba de carácter, pesando ello más que el contenido mismo del debate.

A sabiendas de las tendencias, Castillo ha intentado una jugada ansiosa con este pacto mostrenco con Juntos por el Perú, que no se sabe siquiera en qué consiste y nuevamente pone en evidencia la absoluta falta de tino y criterio político de Verónika Mendoza (con justicia bautizada como la “Lourdes Flores de la izquierda”).

Si se mantiene la tendencia de Datum, la próxima semana, aún a tres semanas de la elección, estaríamos hablando de un empate técnico entre ambos candidatos, con la ventaja para Keiko de la imagen proyectada de ir en ascenso frente a un Castillo estacionado o en plan descendente.

Está funcionando la estrategia keikista de conquistar primero el reducto derechista propio (de allí el mensaje “peruanos versus comunismo”) y empieza a rendirle frutos la inclusión de una narrativa disruptiva antiestablishment que la haga mejorar en los sectores populares. Lo que aún no se aprecia es la profusión de gestos necesarios para reducir el antivoto, considerando que en verdad lo que la presencia de los mendocistas en la campaña de Castillo le va a brindar es la facilitación de equipos publicitarios especializados en el antifujimorismo (por allí van a venir las balas de la izquierda en esta fase final).

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Datum, Encuestas, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

Una encuesta de determinada empresa no se puede comparar con otra. Tienen metodologías distintas y muestreos diversos. Pero sí es factible compararlas entre ellas mismas y en esa medida, la última encuesta de Datum arroja resultados interesantes a comentar. Cabe mencionar que ha sido hecha antes del debate dominical.

Lescano (14%, +1): Empieza a lentificarse su crecimiento. Es curioso que en el oriente sea donde peor le vaya en cuanto a región geográfica siendo una zona tradicionalmente populista. No le fue bien en el debate.

López Aliaga ((9%, +2): también ya se detiene su boom de crecimiento. Está asentado sobre todo en el sector AB, hombres y en Lima. Va a ser difícil que crezca en otros segmentos. Ya habría llegado a su techo y puede empezar a descender. No participar en el debate fue un error.

Forsyth (8%, +1): El debate lo va a afectar. Tiene más arraigo en jóvenes limeños y del oriente, del sector AB. Si la da un giro a su campaña podría mantenerse y tentar la segunda vuelta. Deberían salir más sus voceros y no sólo él.

Fujimori (8%, +1): crece lenta, pero sostenidamente. Es la que mejor está llevando su estrategia, sin perder los papeles. Sabe que el partido dura 90 minutos y no se aloca. Debe trabajar el sur y el oriente. Tiene buena votación femenina (más que Mendoza).

Mendoza (6%, =): su mensaje cala más en el sector E. Después del debate puede crecer. La atenazan Lescano y Castillo. Le han quitado el sur. Lescano tiene 18% en esa región, Mendoza 8% y Castillo, allí cerquita, 7%. Y en el centro, Castillo le gana.

De Soto (5%, =): en el centro (1%) y el oriente (3%) casi no existe. Lo mismo en el sector E (1%). Debe hacer campaña allí. Se está desplegando bien en medios y en visitas. Va a crecer. No se puede asegurar si al punto de aprovechar la probable caída de López Aliaga o si le dé como para alcanzar a Keiko.

Urresti (5%, +1): es el que votación más homogénea tiene (género, edad, región y nivel socioeconómico). No le fue bien en el debate, aunque quizás su efectismo gestual logre calar.

Castillo (3%, +1): si hace campaña en Lima, donde tiene 0% de intención de voto, podría dar la sorpresa y superar la valla. Tiene 10% en el centro y 7% en el sur.

Acuña (3%, =): le va bien en las entrevistas. En el AB le va pésimo. Debería hacer hablar a sus voceros económicos que pueden sintonizar con ese segmento. No está descartado.

Quizás lo más importante de esta encuesta de Datum es que el 45% aún está pensando por quién votar y un enorme 25% no ha pensado nada sobre estas elecciones. Solo un 28% dice ya haber decidido su voto.

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