Fraude electoral

La derecha radicalizada ha construido una narrativa irresponsable de fraude que lamentablemente ha calado en la opinión pública. Con fake news, dudosos especialistas, cobertura grandilocuente de los medios televisivos de señal abierta y complicidad de buena parte de la clase política, han asentado ese lugar común.

Y en ello también tiene responsabilidad la gente de Perú Libre. Según la última encuesta de Datum, un 65% del país considera que hay indicios de fraude; 85% de los que votaron por Keiko y 50% de los que votaron por Castillo lo piensan así. Un desastre político desde donde se le mire, que teñirá de ilegitimidad de base al inminente triunfo de Castillo en las urnas.

Mecha corta va a tener el candidato de Perú Libre para gobernar. No solo desplegará su gestión bajo las mencionadas sombras de la sospecha sino que pronto deberá lidiar con otra realidad incontrastable: el voto detrás suyo ha sido un voto anti establishment, no uno ideológico activista ni comprometido con su ideario radical de origen.

Según la propia Datum, un 69% está en desacuerdo con prohibir importaciones (entre ellos, nada menos que un 47% de los propios votantes de Castillo); 78% está de acuerdo con que se mantengan los tratados de libre comercio (73% de los que votaron por Perú Libre); 67% considera inadecuado el control de precios (65% entre los que votaron por el lápiz); solo 20% considera que se debe hacer un cambio total de la Constitución y un mayoritario 63% que solo algunos cambios (un similar 63% de los que votaron por Castillo considera que solo debe hacerse algunos cambios y apenas un 30% cambios totales). La mayoría contra el ideario de Cerrón.

Más razones para que Castillo entienda que su mandato está obligado a contemporizar si no quiere provocar un descalabro mayúsculo en el país y eventualmente poner en riesgo su propia estabilidad y permanencia en el cargo.

El país no quiere modelos estatistas, antimercado, ni radicalidades constitucionales. Ni siquiera los propios votantes de Castillo. Si éste soslaya esta realidad y se deja seducir o intimidar por el chantaje cerronista, cavará su propia tumba política, porque pronto caerá en niveles altos de desaprobación, las bancadas congresales le darán la espalda a un mandatario impopular y no logrará sostenerse con sus apenas 42 congresistas (sin considerar que los 12 incondicionales de Cerrón también podrían volteársele). En cambio, tiene el camino de la gobernabilidad a la vista. Es cuestión de que se guíe por la sensatez y el pragmatismo.

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Extrema derecha, Fraude electoral, Perú Libre

En redes sociales del Perú se ha generado una narrativa extraña que podemos sintetizar así: una gran conspiración, cuyo cerebro principal es “el comunista” Martín Vizcarra, ha logrado reunir al Foro de Sao Paulo (el “comunismo internacional”), Maduro, Evo Morales, los “curas rojos”, Hezbollah, y Sendero Luminoso, con el financiamiento de Rusia y de Irán, para tomar el control del Perú, donde ya tiene entre sus garras al Jurado Nacional de Elecciones, y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales.

Por lo demás, cualquiera que se atreva a negar algo sobre esta conspiración en marcha debe ser, sin dudas, un aliado del terrorismo.

Como se sabe, dicen, esta alianza ha consumado un gran fraude en las recientes elecciones generales, ante la vista y paciencia de observadores de la OEA, Transparencia Internacional, la Unión Interamericana de Organismos Electorales, y muchos más observadores, que son una asamblea de tontos ante quienes pasa de todo sin que se den cuenta.

Un ejército de operadores en las redes sociales (trolls), una cantidad considerable de bots (robots que automáticamente replican mensajes por centenas de miles), vídeos trucados, y el apoyo de las portadas de los medios de comunicación escrita que, en el Perú, están en un 80% en manos de una sola empresa propietaria, además de la totalidad de los canales de televisión abierta, son una maquinaria poderosa capaz de convencer a mucha de la población urbana, incapaz de responder críticamente a tal avasallamiento.

Ecuador, Bolivia [1]

Pero esta maquinaria es muy antigua y frecuente, solo que se ha ido perfeccionando con el tiempo. Así, durante la campaña reciente en Ecuador, hubo la misma intervención masiva de los medios de comunicación en contra del candidato correísta,

Un medio digital llamado 4Pelagatos, creó un instrumento de burla al ex presidente Rafael Correa llamado MashiMachine, que se difundió mucho, y mediante el cual se podía insertar frases de Correa de distinto origen, de manera que se construían oraciones que podían decir cualquier cosa.

Lo ocurrido con Facebook, en ese asunto, fue notable. En plena campaña, Facebook decidió premiar a ese instrumento de burla, lo que se difundió mucho. Ocurre que el responsable de Facebook es un caballero llamado Diego Bassante, que antes había servido como personal de la embajada de Ecuador en Washington, al servicio del ex presidente Lenin Moreno, enemigo jurado de Correa.

Y como en el Perú, varios medios se dedicaron a usar fake news (noticias falsas) que nunca aparecían en sus fact checkings. Un ejemplo es el del periodista Fernando Villavicencio del portal MilHoja, que manipuló un vídeo acusando a Arauz de apoyar la desdolarización del país, cuando en realidad este defendía lo contrario. El resto de medios difundió el bulo y Guillermo Lasso lanzó una campaña en redes con el HashTag #DesDolArauz, que se repitió mucho. Aunque ocurrió que el 80% de las cuentas que más tuits replicaron, tiene menos de 5 seguidores, es decir que, claramente, se trataba de bots, de robots.

Como anécdota ilustrativa, cabe señalar que, a Lenin Moreno, ex presidente de Ecuador, se le acabó el servicio de bots el mismo día que dejó de ser presidente. Ha pasado de no menos de mil setecientos retuits diarios, a no pasar de 30 retuits.

Lo anecdótico es que, luego, en medio del conteo de votos para la segunda vuelta, los correístas y aliados iniciaron acoso contra la candidatura indígena de Yaku Pérez, al que acusaron de ser candidatura producto de laboratorio, financiado desde afuera, llamándolo “candidato falso”, negando su origen indígena y sus convicciones ambientalistas. Los correístas habían aprendido de sus propios objetores.

En Bolivia, para preparar el golpe de Estado contra Evo Morales – con ocasión de su, sin dudas, reprobable decisión de volver a postular a la presidencia contra la constitución y contra un referéndum por el mismo convocado – se agilizó una maquinaria similar a lo que conocemos.

Antes de la autoproclamación de Jeanine Añez como presidenta, se lanzó propaganda falsa contra Evo Morales desde cuentas como la de un diputado venezolano Henrique Salar Romer, implicado en los Panama Papers. Y a partir del día 10 de noviembre se empezó a usar varios HashTags en Twitter, coordinados con miles de cuentas recién creadas, para hacer crecer de manera acelerada los retuits y los seguidores del golpista Camacho, y de la futura presidenta interina.

La cuenta de Luis Fernando Camacho, el golpista asociado, pasó en efecto, en tan solo unos días, de 2 mil seguidores a casi 130 mil, de los cuales más de 50 mil fueron cuentas creadas durante los últimos 15 días de noviembre de 2019.  Jeanine Añez pasó de 8 mil seguidores a 150 mil, y el número de cuentas creadas en los 15 días previos al golpe, fueron más de 41 mil.

El resultado final fue de más de 68 mil cuentas falsas diferentes, que podrían ser más. Todas con interacción y comentarios para crear Trending Topics (noticias más vistas) favorables a los chismes y bulos requeridos por los golpistas, donde ya se anunciaba, antes de las elecciones, que iba a haber fraude.

Todo esto, como en Ecuador y en el Perú, coordinado con los medios televisivos, la gran prensa escrita, que refrendaba la veracidad de los bulos y el pre-anuncio del fraude que, como se supo luego, nunca hubo.

Colombia

El caso de Colombia merece trato aparte. País azotado por guerrillas y por destacamentos informales llamados “de autodefensa”, fue objeto del caso de fake news más horrible posible, que provenía directamente del Estado. Durante el mandato de Álvaro Uribe (2002 –2010) se creó un sistema de lucha contra el terrorismo, al que se llamó de Seguridad Democrática- Este consistía en promover la represión estimulando los logros individuales, con dinero ofrecido a quienes mataran o tomaran prisionero, a miembros de la guerrilla.

Mediante este mecanismo, se creó una dinámica de bajas por recompensa que tuvo como consecuencia la muerte – confirmada, pueden ser más – de alrededor de 6 mil personas. La mecánica diabólica creada, hizo que militares se unieran a civiles armados para asesinar a personas, sobre todo de origen modesto, a las que vestían con ropa de la guerrilla, ponían un arma, le cambiaban el nombre y los presentaban como terroristas muertos en combate.

Estas acciones, bautizadas como la de los falsos positivos, fueron avaladas permanentemente por el mismo presidente Uribe, que se dedicó a perseguir e involucrar con el terrorismo a las organizaciones de derechos humanos que denunciaban el horror.

El uso de los medios, de la prensa televisiva y escrita, para disfrazar los muchos casos de falsos positivos, acusando a las organizaciones de derechos humanos y los medios minoritarios de ser organismos de fachada de la guerrilla, y sostener que las acusaciones de asesinatos promovían la destrucción de la imagen de las fuerzas armadas, tesis que sostenía Uribe, avasallaron a buena parte de la población.

Sabemos hoy, de las grandes movilizaciones que tienen en vilo a la sociedad colombiana, disgustada primero por medidas de impuestos a las mayorías tomadas por Iván Duque. La reacción del gobierno ante las protestas ha sido reprimir violentamente con la policía, que muchas veces esconde sus acciones al usar armas que no son de reglamento, pero también con el apoyo de civiles, e infiltrados.

Hay un caso de infiltración para vandalizar que nos trae amargos recuerdos a los peruanos. Cuando elementos infiltrados quemaron el Palacio de Justicia en la ciudad de Tulúa, ciudad situada a casi 100 kilómetros de Cali, en medio de enfrentamientos entre manifestantes y la policía.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha confirmado las denuncias sobre 132 personas que permanecen desaparecidas a la fecha, y resalta la gravedad del hecho porque en 276 casos anteriores de denuncias por desaparición de personas, estas habrían sido reportadas muertas posteriormente. La CIDH menciona 87 casos comprobados de violencia sexual contra mujeres manifestantes, cometidos por agentes policiales, habría 979 casos de civiles heridos, de los cuales 33 con heridas en los ojos por los agentes policiales.

Estas denuncias de agresión a los ojos, que también ocurrieron en Chile, motivaron una respuesta que nadie olvida de parte de la senadora uribista, Paola Holguín, que negando lo evidente ante las declaraciones de la personas afectadas, lanzó una frase que nadie olvida: “¡Dejen de estar llorando con un solo ojo!”, les dijo.

El despliegue de mentiras, bulos, desmentidos, falsos fact checkings en redes sociales, y el ocultamiento en varios medios importantes de los hechos reales transformados en pura vandalización en los informes oficiales, permiten conformar el respaldo desinformado de muchas personas a los actos represivos del gobierno.

La Carta de Madrid y la “Iberósfera”

La Carta de Madrid, es un documento que reúne a varios protagonistas de los sucesos narrados aquí. Es promovido por el partido político español de extrema derecha, Vox, gran aliado de grupos similares en el mundo, mediante su Fundación Disenso. Plantea la existencia de algo que denominan Iberósfera, como “una comunidad de naciones libres y soberanas que comparten una arraigada herencia cultural y cuentan con un gran potencial económico y geopolítico para abordar el futuro”.

Esto es como la prolongación del famoso “España una” que enarbolaba Francisco Franco para España, negando las particularidades y diversidad de su propio país donde, como es sabido, se prohibió la enseñanza de todas las lenguas, salvo el castellano (al que se denomina español).

Tiene el texto las consabidas alusiones al ya decadente Foro de Sao Paulo que siempre es útil porque sin espantapájaros no hay proyecto entre la extrema derecha. Los himnos a la democracia y las libertades brotan de firmas bajo el documento, como las que siguen: gente del bando uribista en Colombia, como la senadora Paola Holguín (la misma que pidió a los que habían perdido la vista, no llorar con un solo ojo), y otras figuras del uribismo fieles defensoras de las políticas de Seguridad Democrática de Uribe, y detractoras como él, de los falsos positivos: Margarita Restrepo, María Clara Escobar, y Paloma Valencia.

También firma Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas que desató el caracazo, en complicidad con el entonces presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, con miles de víctimas, incluso asediadas hasta en sus domicilios por la represión, a donde se les disparó sin preocuparse por la presencia de niños o inocentes. Y, hay que recordarlo, evento que fuera el punto de partida para la rebelión de Hugo Chávez y su crecimiento como figura pública.

También figura Arturo Murillo, ex ministro de gobierno durante el breve mandato golpista y ultra conservador de Jeanine Áñez, en Bolivia

Han firmado, por Ecuador, Henry Kronfle, del muy conservador partido Social Cristiano, aliado de Lasso en el gobierno. Así como el ex vicepresidente Otto Sonnenholzner.

Por el Perú figuran Aldo Mariátegui, el aristócrata Francisco Tudela, el ex vice ministro del interior Dardo López-Dolz, Rafael López Aliaga, y acaba de adherir el congresista electo y vicealmirante en retiro Jorge Montoya.

Pero, ¿qué es la Iberósfera?

La Cruz de Borgoña

Hay varios artículos informativos en el órgano del ultraderechista Vox, La Gaceta, defendiendo a Fuerza Popular y la candidatura de Keiko Fujimori. Y reseñando sus actividades. Uno de ellos, que describe una de las marchas más importantes de esos colectivos y grupos fujimoristas, se fija expresamente en la importancia que adquiere una bandera que tiene, sobre fondo blanco, rayas en rojo con varias salientes semejando los nudos de un árbol, de esquina a esquina, y que se cruzan al medio, la que se conoce como la Cruz de Borgoña. No es cualquier insignia, es el emblema de la hispanidad, la representación de su pasado imperial.

El artículo [1] se llama “Las Aspas de Borgoña ondean en Lima durante las protestas contra el presunto fraude electoral izquierdista”, y tiene como volada la sugestiva afirmación: “Peruanos rescatan el símbolo del imperio español”.

Los portadores de dicho emblema dijeron que este representa a quienes “no se han dejado seducir por los tópicos de la Patria Grande (expresión creada por el libertador Simón Bolívar, como sabemos) y los estados plurinacionales que prometen los comunistas bolivarianos, continuadores de la revolución que deshizo los reinos españoles americanos en el siglo XIX”. Lo que constituye menudo elogio para aquellos “comunistas” a los que critican, y que serían – según estas declaraciones – los herederos de la independencia.

Asimismo, dicen que “son los mismos jóvenes los que están viendo y sufriendo las consecuencias del fracaso de los proyectos republicanos, directamente, con el deterioro de sus entornos de vivienda, sus bolsillos, calidad de vida, y el imparable crecimiento del crimen.” Es decir, que la alternativa es la monarquía española.

Agregan, entre otras cosas que “la gente de sesenta o setenta años creció bajo la idolatría sanmartiniana y bolivariana, pero los jóvenes son los más críticos con lo que les cuentan sus profesores en la escuela y universidad, críticos con el discurso monolítico que ya no se sostiene materialmente”, es decir que hay que acabar con el discurso de la peruanidad republicana e independiente.

Ya sabemos, entonces, a qué se refieren con la Iberósfera.

[1] Gran parte de la información que sigue en este segmento de la presente nota, y el que sigue sobre Colombia, proviene de la muy informada cuenta en Twitter del periodista español Julián Macías Tovar @JulianMaciasT, y de su canal en Telegram, llamado Pandemia Digital: T.me/PandemiaDigital
[2] https://gaceta.es/actualidad/las-aspas-de-borgona-ondean-en-lima-durante-las-protestas-contra-el-presunto-fraude-electoral-izquierdista-20210616-1714/

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Extrema derecha, Fake news, Fraude electoral

Está jugando con fuego la derecha, hoy aupada bajo el mando de Keiko Fujimori, al no deslindar con claros pronunciamientos golpistas expresados, por ejemplo, en una proclama firmada por centenares de oficiales militares en situación de retiro conminando a sus mandos en actividad a que tomen cartas en el asunto e impidan la proclamación de Pedro Castillo como Presidente, bajo la sola sospecha, aún no probada, de que ha habido un fraude electoral en el Perú para favorecer un triunfo ilegítimo del mencionado candidato y que éste asuma el poder espuriamente.

Se entiende la desazón y eventualmente la convicción de algunos voceros de Fuerza Popular respecto de que su eventual derrota se ha debido a maniobras irregulares en ciertas localidades del país donde Perú Libre logró alzarse con el triunfo. De allí que nos parece legítima su lucha legal por lograr que el JNE atienda sus pedidos de impugnación y que no lo limite en función de temas horarios o asuntos menores.

Pero lo que no puede trasponerse es el marco legal para librar esa batalla. Lo que corresponde es pelear hasta las últimas aristas jurídicas posibles, con todos los recursos impugnatorios y legales pasibles de aplicarse a una circunstancia como la que nos toca enfrentar. Pero el telón de fondo sobre el que no debería caber discrepancia alguna es que sea cual sea el fallo final del JNE éste debe ser acatado sin dudas ni murmuraciones.

Si acepta las impugnaciones, las avala y le otorga el triunfo a Keiko Fujimori, aunque las huestes de Castillo incendien el país, el resultado se deberá respetar e imponer. Y si el fallo final favorece a Castillo, las fuerzas crecientemente beligerantes de la derecha deberán aceptar el resultado, resignarse a ver los siguientes cinco años un gobierno probablemente mediocre y negativo para el país, y esperar a que el 2026 el país haya aprendido de la nefasta experiencia y nunca más cometa el error de votar por la izquierda.

La llamada a los cuarteles, directa o indirecta, forma parte de un delirio colectivo al que un sector numeroso de la derecha se está sumando peligrosamente. Paños fríos y racionalidad democrática es lo que cabe anteponer como imperativo en estos momentos de conmoción en un Perú dividido en dos.

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Derecha, Fraude electoral, Golpe de estado

Querida Manuela,

Te escribo muy preocupada, seguimos con la incertidumbre porque aún no se ha declarado Presidente de la República. Desde nuestra última carta han pasado unos días de mucha inestabilidad ya que se ha terminado el conteo de votos y por un pequeño número de impugnaciones no finaliza el proceso electoral. Hay una polarización muy grande basada en miedos y suposiciones con respecto a lo que será el futuro del país.

Tú sabes a lo que me refiero, ya que viviste la política durante nuestra independencia. Participaste en los cambios políticos desde la llegada de San Martín, en la elección del Primer Congreso Constituyente, la creación de la Junta Gubernativa; y fuiste testigo del rol de José Bernardo de Tagle -Marqués de Torre Tagle- y luego del General José de La Mar, de Riva Agüero como Presidente de la República y finalmente de la entrada triunfal de tu amado Simón Bolívar. También viviste la inestabilidad política en la Gran Colombia luego de que muriera Bolívar, las acciones durante el gobierno de Francisco de Paula Santander, cuando decide detenerte con tus esclavas y te deportan a Jamaica. Luchaste por regresar a Ecuador, pero a lo más próximo que llegaste fue al puerto de Paita en Piura.

Dentro de este desorden, lo bueno es que luego de 200 años tenemos una institucionalidad con debidos procesos que estamos respetando. Pero esta polarización es preocupante porque no da espacio al diálogo ya que no hay puntos en común. Eso me genera inquietud por la protección de los derechos humanos de las poblaciones vulnerables y las minorías. Esta misma semana, Liz Chicaje, mujer indígena del pueblo originario Bora de la región Loreto, ganó el prestigioso premio Goldman por su compromiso de proteger los bosques amazónicos. Es un gran logro para las mujeres indígenas y activistas de derechos ambientales, pero ha tenido muy poco impacto en los medios por los conflictos en el proceso electoral.

Sabes, hace unas semanas, mi comadre me compartió un volante sobre un taller de teatro testimonial. Decidí tomarlo, siempre me han encantado las artes escénicas ya que he bailado muchos años danza moderna, soy capoeirista y apasionada del teatro. Tengo cosas que contar y me pareció interesante, no investigué mucho por la falta de tiempo, y me inscribí. El primer día de clases me percaté de que era un taller dirigido a la comunidad LGTBQ y que participaban varios jóvenes activistas. ¿Me había equivocado? ¿Me retiro? ¿Tú qué hubieras hecho?

Como abogada y artista apasionada pensé que el hecho de que no sea miembro de la comunidad no me debía limitar. Creo en los derechos humanos, he trabajado toda mi vida defendiéndolos, soy artista y sobre todo tengo personas muy queridas que son miembros de la comunidad, por qué no ser una mejor aliada. Al igual que lo hubieras hecho tú, me quedé en el taller y ha sido una experiencia increíble. Hemos creado de manera colectiva la obra Seámoslo. Tenemos más cosas en común que diferentes y el taller se volvió un espacio de diálogo y de unión. A veces, solo se necesita un despiste y mucha voluntad y coraje para unirnos. Junio es el mes del orgullo y nuestra obra estará en el Festival Internacional de Artes Escénicas Diversas el próximo miércoles.  Tú, claro, estarás en ella.

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Fraude electoral, Incertidumbre política, Votos impugnados

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 155: Personajes supuestamente serios le hacen el juego al discurso que esgrimen quienes piden un golpe militar. Y el modus operandi de Perú Libre en sus gestiones regionales.

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Fraude electoral, Golpe de estado

UNO

Era natural de la lejana Wisconsin. Era un cuarentón, caucásico, con cejas pobladas, orejón y pelo engominado. Joseph McCarthy fue electo senador republicano en 1947. En 1950 emergió de la oscuridad: Dedujo, inteligentemente, que la Unión Soviética y China eran los enemigos a vencer. Entonces, cual demagogo oportunista, acusó a Truman de tibio, ante el avance del Comunismo. Como pocos le hicieron caso, le envió una misiva al Presidente denunciando una conspiración roja, dentro del Departamento de Estado. Más tarde, hizo pública la carta. Eso, jodió a Truman.

Volteó su mirada a la Costa Oeste: Hollywood. Y sonrió. Ahí esgrimió una lista negra, con apoyo popular y sin ninguna interferencia política. En dicha lista, incluyó a actores, guionistas, intelectuales, artistas, científicos y directores de cine.

DOS

Dícese, erróneamente, que la edad brinda un mayor sosiego y sabiduría. Generalmente, la gente que de joven es cojuda, pues de viejo lo seguirá siendo. O que en la vejez, mucha gente cambia para mal.

Vitocho Belaunde es una muestra clara de este axioma. En un programa político, recordó el golpe de 1962 (que benefició a Belaunde y perjudicó a los apristas) como un ejemplo –erróneo- del porqué se debe anular las elecciones. Aunque, hasta ahora, no se comprobó el tan mencionado fraude, según los organismos internacionales.

En 1992, tuve la gran oportunidad de entrevistar al vate Antonio Cisneros, quien generoso me brindó una hora y media de su tiempo. Me dejó muchas frases para el recuerdo.

“Tomás, todo es cíclico. Incluso el liberalismo a ultranza que estamos viviendo”.

Leí en las redes sociales, a gente que sin inmutarse, exigía que se proscriba al Partido Comunista. Otros, reclamaban que los tanques militares salgan a las calles. Me parecía volver a los años cuarenta y cincuenta, cuando el APRA y el Partido Comunista estaban proscritos; y sus líderes deportados. O los ignomiosos golpes de Estado.

TRES

Apuntó su mira a los Rosenberg, y los acusó de traición a la patria. Terminaron en la silla eléctrica.

McCarthy creó comités y grupos de vigilancia privados, para antiamericanos en las ciudades. La consecuencia directa fue que miles de personas perdieron sus trabajos. Así también, se procesaron a residentes extranjeros y homosexuales. Lo contraproducente de esto, es que él era gay; reprimido, pero gay.

Incluso persiguió a Chaplin. Lo obligó a exiliarse.

Años después, su imagen se desgastó. Se había creado demasiados enemigos. Su alcoholismo y el cambio de la opinión pública sellaron su suerte. Fue expulsado del Comité del Senado. Y luego se perdió en el anonimato.

CUATRO

El Perú era y es un país racista. Acá no hubo un proceso de mestizaje uniforme, como en otros países. Los españoles (conquistadores) usaron los indígenas como servidumbre. En otros países, los españoles tenían queridas e hijos, por doquier, con las indígenas. Acá eso no sucedió, ni de casualidad.

Que Pedro Castillo haya salido de un pueblo perdido del interior, y que no haya ido nunca a Lima, para hacerse de un nombre; es algo que los limeños no entienden, o no quieren entender.

Cuando hacia campaña por esos pueblos, les hablaba como un campesino más y comía con ellos. Fácil deducir, por que dichos poblados votaron por el hombre de Chota.

Que Keiko y su troupe, menosprecien y deseen anular el voto indígena, es una muestra más de racismo. Y su forma inequívoca de entender el país.

La irascibilidad se apoderó de un grupo heterogéneo de personas, ante los resultados electorales, en Lima. Por cuenta propia o no, decidieron colgar un cartel en las redes sociales: “Chapa tu Caviar”. Un mensaje netamente discriminatorio.

Lo insólito del caso, es que muchos cristianos que suscribieron en el muro del facebook: “El Comunismo es Satanás”;  ahora, con lo de “Chapa a tu Caviar”, dichos creyentes han virado en un silencio sepulcral.

A lo lejos, en el Seol, McCarthy dibujó una sonrisa sardónica en su rostro.

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Fraude electoral, Golpe de estado, Pedro Castillo, Racismo

Verificación a versión que circula en redes sociales

Fecha de declaración: 15 de junio del 2021

FALSO.

Fuente:

Una versión que circula en redes sociales asegura que el acta de la mesa donde votó la candidata presidencial Keiko Fujimori fue declarada ilegible por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). El mensaje fue repetido tanto por internautas como por distintos personajes públicos en el marco de las alegaciones de un presunto fraude electoral. Tras revisar los detalles del caso, la red Ama Llulla señala que esta versión es falsa. 

Uno de los que hizo eco de esta versión fue Alfredo Barnechea, excandidato presidencial del partido Acción Popular. En una entrevista televisiva, Barnechea dijo literalmente lo siguiente: «La mesa donde votó Keiko Fujimori fue declarada por el jurado ilegible».


Esto no es cierto.

Para empezar, la ciudadana Keiko Fujimori fue la votante 114 de la mesa 047286, instalada en la Institución Educativa 7086, del distrito de Santiago de Surco. Así se aprecia en la siguiente captura de un tuit emitido el domingo 6 de junio, día de la segunda vuelta, por la propia candidata.

Ahora, el acta de esa mesa figura en la web de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) con el estado ‘Acta electoral normal’. A diferencia de las actas que son observadas, en este caso no hay documento alguno que registre una irregularidad.

Por cierto, el resultado consignado en la web de la ONPE indica que Keiko Fujimori obtuvo 193 votos, contra 62 de Pedro Castillo. También se registró un voto en blanco y 15 votos nulos, lo que sumó 271 votos emitidos.

Los votos fueron contabilizados con normalidad.

Esta versión fue desmentida también por el ONPE a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, en respuesta a una usuaria que difundió el mismo dato. Poco después, la internauta eliminó la publicación.

En función de lo revisado, la red Ama Llulla señala que es falsa la versión de que la mesa donde votó Keiko Fujimori fue anulada por el Jurado Nacional de Elecciones. Por el contrario, el acta fue procesada de manera normal.

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Fake news, Fraude electoral

La transparencia de la información y los datos abiertos ha logrado parar -más allá de los candidatos y los medios- muchas mentiras y manipulación de la verdad sobre la elección última. Pero esto no ha parado. Tenemos que seguir en actitud vigilante para conocer la verdad.

Dos señoras, digamos “bien”. Sábado mediodía. Conversan en el parque donde han sacado a sus hijos a jugar: “¿nos vemos más tarde no? Por supuesto, ya organicé todo, la nana se queda con ellos y voy con mi esposo. Perfecto, tenemos que protestar, el fraude no va a pasar. ¿Quieres ir con nosotros? Así vamos en un solo carro.”

“El fraude no va a pasar” es un tema común de discusión entre mis vecinos que se han visto animados a la participación, motivados por el miedo, por el enojo, que la sensación del amaño de la elección les genera. Pero ¿existe el fraude?

Semana dura la última. Deberíamos estar escribiendo acerca de quién ganó las elecciones, aunque eso esté en evidencia, pero aún. Se ha instalado desde el lunes con fuerza pero desde hace varias semanas con sutilezas, la idea de que existe un fraude. Un fraude no es algo menor. Es un intento consciente de sabotear las elecciones usando diversos mecanismo, para manipular el voto.

Más de 86,000 actas electorales escrutadas, un candidato que matemáticamente ya pasó el límite y es imposible que pueda perder, una contabilidad de votos abierta, pública y transparente; están en riesgo de quedar en entredicho porque la candidata que va perdiendo está dispuesta a jugarlo el todo por el todo por la premisa de que hubo un intento para sabotear la elección.

Para eso, armó una estrategia legal compleja, buscando demostrar que al menos en 800 mesas de las zonas donde había ganado el contrincante, había un grosero intento de manipulación de la intención popular. Conseguir demostrar eso, no es tarea fácil. Las elecciones en el Perú toman en cuenta la resolución de la mayoría de controversias en mesa. Para eso hay un juzgado ad hoc, los miembros de mesa, y unos abogados, los personeros, que se encargan de dilucidar el proceso. Las observaciones deberían ser una excepción. Fuerza Popular considera que hay irregularidades más allá de la excepción y de que se trata de un intento sistemático.

¿Cómo se logra esa demostración? Con pruebas. Pruebas tangibles y objetivas de que se cambió la voluntad del voto en la mesa, a través de un sistema que por ejemplo ponga miembros de mesa amañados, falsifique formas, etc. Pruebas difíciles que son necesarias. Que no pueden ser cuatro o cinco ejemplos que se dan en conferencia de prensa.

En estas elecciones, como nunca antes hemos visto, disponemos de información privilegiada y de la capacidad de poder “bajarla” y hacer con ella todos los análisis convenientes para poder entender si es que hay o no fraude en alguna dirección. Profesionales del open data como Ragi Burhum por ejemplo, han logrado descargar la base de mesas de votación -de libre acceso- y aplicado determinados algoritmos para guiar sus propios análisis, descubrir patrones a través de algoritmos, entender si es que hay datos anómalos. Tenemos el universo de información a nuestro alcance. También lo tuvo Fuerza Popular y pudo empezar por allí su proceso de anulación de mesas, pero prefirió que los abogados en horas determinaran si había firmas falsificadas o no. El resultado va siendo catastrófico para ellos.

Pero el tener la data sola no sirve. Como Josué Ortega señala en un extenso hilo de Twitter (https://twitter.com/josueortc/status/1404183119582928904) entender un fenómeno como una elección popular y sus distintas complejidades no puede pasar solo por una aplicación de algoritmos y ya. Responden a contextos, realidades y espacios específicos que merecen tomar un momento para la comprensión, en lugar de mencionar exclusivamente: “es fraude”, “es fraude”.

Pero el marco de análisis está allí para verlo y para usarlo. Tenemos la base y a partir de ella sí hay esfuerzos muy relevantes para comprender los datos y poder darles una dimensión coherente. En función de ello lo primero que podemos decir es que no hemos hallado una sola referencia analítica de la información que se demuestre que hay un fraude. Ninguna. Nos hemos pasado los últimos tres días buscándolo y no hay nada en ese sentido. Por el contrario hemos visto algunos ejemplos que demuestran que de fraude esta elección ha tenido nada.

El mismo Ragi Burhum muestra que su análisis y algoritmos consideran que hay irregularidades para ambas candidaturas y que no se puede colegir de ello que hay fraude (https://twitter.com/rburhum/status/1404136235053031427). Usando su data, Saki Bigio hace sus propios análisis y manifiesta que: “no encuentro ninguna evidencia de fraude sistemático a nivel estadístico.” (https://twitter.com/SakiBigio/status/1404122740638945284)

La estadística ha jugado su papel, como no. Han existido hasta matemáticos que han señalado que es “estadísticamente imposible” que haya cambio de datos entre primera y segunda vuelta. Cómo es posible que si en la primera vuelta votaron por mí, ahora en la segunda no. ¡Fraude! Otros científicos de datos ya explicaron hasta la saciedad que eso no es anómalo. Pero acá vale entender que no solo se trata de la data cruda. Hay una inferencia importante a nivel del comportamiento humano. ¿Es posible que algunos votos cambien de dirección entre la primera o segunda vuelta? ¡Por supuesto que sí! Más en cinco años aún. Ni siquiera se debe entrar en la motivación expresa de ello. Si no fuera así, que elaboren una ley para que solo quienes no votaron por Castillo o Fujimori voten en segunda vuelta, porque quienes sí lo hicieron no pueden cambiar su opinión. Así de ridículo suena.

Además, Alejandra Costa y Kenneth Sánchez de Comité de Lecturas analizan de manera más cualitativa los casos en los que hay diferencias de votos de primera y segunda vuelta en un hilo muy meticuloso. Su conclusión: “ninguno de estos datos apunta de manera concluyente a un fraude o a una manipulación de las mesas” (https://twitter.com/alecosta/status/1403961227835895808)

Aún más, Sebastien Polis usa el análisis de al distribución de Benford, que analiza patrones de datos, para concluir que no hay datos fabricados, ergo, son datos que siguen un patrón natural que rompe cualquier presunción de fraude. (https://twitter.com/SebastienPolis/status/1403628945346641920). Todo esto es análisis de datos abiertos que están a disposición de todos y que cualquiera puede hacer. De eso se trata. No de andar lanzando ideas porque se me ocurren.

Todos estos son ejemplos, hay varios más que por extensión ya no se pueden presentar, de que:

  1. Se habla de fraude alegremente y no hay ni una sola evidencia de ello
  2. El acceso a los datos es público y gratuito y era esperable que Fuerza Popular presentara argumentos más serios de la existencia de fraude a partir de la data.
  3. Nada hace pensar que realmente exista un fraude o una intención de hacerlo.

Cualquier mensaje sobre las elecciones debe partir de allí. No podemos permitir que una idea tan compleja como la de fraude quede dando vueltas por allí como si fuera normal. Ello va a preparar las cosas para deslegitimar todo lo que se venga.

Finalmente, encontrar elementos “anómalos” es el primer paso para la comprensión. Necesitamos más que nunca a las ciencias sociales, en especial a la antropología, apara que nos aproximen a los vasos comunicantes que requerimos como sociedad.

No termino este artículo dejando de expresar solidaridad con todos aquellos que han visto su nombre expuesto acusados de fraude, de no ser ellos, de haber suplantado identidades o firmas. Ojalá se les brinde la reparación necesaria.

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Elecciones 2021, Fraude electoral, Keiko Fujimori
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