Gobierno peruano

Solo así podríamos darle calma momentánea a un país fracturado y polarizado producto de no entender las lógicas informales que se han formado a través de décadas.


*Fotografía perteneciente a un tercero

Tags:

Gobierno peruano

Las muertes y los heridos demuestran que las clases dirigentes han olvidado un proyecto nacional que incluya a todos(as) dentro de nuestras diferencias. Las diferencias regionales, dialogar, así como representar a los ciudadanos en proyectos de alimentación, salud, vivienda digna, comunicaciones y la educación son oportunidades de hacer una mejor república. No entender este triste momento de nuestra historia como un fratricidio y andar buscando culpables no soluciona nada, al contrario, hará que la explotación laboral, la intolerancia, la discriminación, el racismo, la delincuencia, la violencia familiar y social sigan a sus anchas en el país.

Estos hechos sangrientos no deben enfrentarnos más, deben ser una oportunidad para reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro presente, para reafirmar nuestro rol ciudadano de cumplimiento de nuestros deberes y de vigilancia de nuestros derechos, para contribuir con la justicia y el bien común en base a la libertad y la democracia. Hacer realmente efectivos los ideales de libertad con los que muchos patriotas como tú soñaron. Con toda nuestra historia sobre las espaldas, es nuestro deber volver a comenzar y usar nuestra democracia representativa para el diálogo. Espero que los heridos (y las heridas) se recuperen pronto. A eso aspiramos todos.

 


 1. Scarlett O’Phelan: “El norte patriota y el sur realista. La división territorial del Perú en el contexto de la independencia (1820-1824)”.

*Fotografía perteneciente a un tercero

Tags:

Gobierno peruano

Si no se procede con inteligencia y voluntad de diálogo, el conflicto va a seguir escalando, se va a salir de control, se va a extender a otras regiones –hoy pacíficas- y vamos a ingresar a la espiral del caos que los grupos radicales violentistas justamente anhelan (castillistas, perulibristas, Fenate-Movadef, narcotraficantes, mineros ilegales, infiltrados bolivianos, etc.) y que generaría un vacío de poder de tal envergadura que un pedido marginal, como es hoy la Asamblea Constituyente, de repente termina siendo central en el escenario político. Hay que evitar, a toda costa, llegar a ese escenario antidemocrático.

Se espera, por supuesto, que el Congreso entienda la urgencia de los tiempos. El país se está incendiando y no puede operar dentro de una burbuja, pensando solo en su mayor permanencia en el cargo. La crisis debe ser resuelta y eso va a suponer desprendimiento de muchas partes, entre ellas del Legislativo.

Tags:

Congreso de la República, Gobierno peruano

5. Mayor Antauro Humala, ¿usted es consciente que su nombre está asociado desde los días finales del gobierno de Alberto Fujimori a levantamientos en armas y a furibundos ataques verbales contra enemigos políticos. No cree que esas actuaciones han escondido y casi sepultado su velasquismo escrito en negro sobre blanco en varios libros?

No creo. Sucede que el velasquismo de los 70’s, así como el nasserismo de los 60’s o el peronismo de los 50’s, si bien es cierto fueron caudillistas, se caracterizaron por ser de soberana ruptura contra el viejo orden, por ende progresistas y/o revolucionarios. Acá el “viejo orden”, corruptocrático (fujiconstitucional y lavajatista, generador de “presidelincuentes”) y pro-extranjero, vigente desde hace un tercio de siglo, lo visualizo como “globoneoliberal”, sin necesidad de guiarme por coordenadas de izquierda o derecha, sino desde perspectiva (etno)nacional definidora de la identidad, pues sin ello (identidad nacional) no puede existir proyecto nacional soberano.

6. Mayor Humala, ¿sigue manteniendo en pie las partes más polémicas de su discurso reinvindicativo de las grandes mayorías pobres y cobrizas de nuestro país?

Me cuido de preservar coherencia entre discurso y praxis. La perspectiva etnonacional (del cual el etnocacerismo es versión castrense) conceptúa que la ecuación social en países ”de color humilde”, como Perú (también Bolivia, Ecuador, México, Guatemala y otros), marcados por un mestizaje histórico de “todas las sangres”, en que el aporte local cobrizo, aunque demográficamente mayoritario, carente de hegemonía política, contempla -esa ecuación sociológica- que desde el choque de civilizaciones personificado con Atahualpa y Pizarro en Cajamarca de 1532, el motor de nuestra historia sea dual: Factor Etnocultural y Factor Clasista (FEC + FC), a diferencia del marxismo (colonialismo ideológico de izquierda) que exclusivamente contempla el FC.

7. En ese discurso elaborado conjuntamente con su padre y defendido en sus inicios por su hermano, el expresidente Ollanta Humala, usted habla de fusilar a los expresidentes corruptos y someter a drásticos castigos a los miembros de la comunidad LGTB, ¿mantiene en pie esas amenazas?

No he declarado nunca, ni figura en nuestra perspectiva gubernamental, “castigos” contra homosexuales. Considero, mas bien, que la homosexualidad (todas las siglas LGTB… implican eso en diferentes formas) debe mantenerse entre sábanas y punto. No constituye tema político, al igual que la “causa hererosexual” de haberla. El pudor social es tan básico como la seguridad ciudadana. Lo que sucede es que, como movimiento etnonacional, reivindicamos la bandera del arco iris tawantinsuyano o “wifala” milenaria; la cual el colectivo homosexual inaugurado en California de los 60’s,  ignorando este antecedente histórico, se adjudica. Además resulta absurdo que una opción sexual tenga “bandera”, pues el “escudo” tendría que ser, por simbología ad doc, ¿acaso un poto? Y en cuanto a mi discurso de fusilar presidelincuentes por delito de (macro)corrupción en cuanto extensión de la figura jurídico-constitucional de traición a la patria, claro que me ratifico. Refiérase que en la actual Constitución, así como en las 11 anteriores, se contempla la pena capital por traición a la patria. Simplemente quiero que se cumpla.

8. En sus libros usted defiende con un ardor inusitado las grandes acciones anti empresariales tomadas por el general Juan Velasco en los años setenta, ¿sigue creyendo que la gran minería, la pesquería industrial, el agro, la industria, el comercio y el control de los medios de comunicación debe ser una tarea estatal?

Ante la evidencia crítica del hampa extranjera, alias “inversionista”, como es el empresariado privado/transnacional lavajatista, obviamente -acá- se cae el mito del “libre Mercado”, ahora, calateado en libre saqueo. Además, no es el capital lo que crea el trabajo, sino al revés. Tampoco se llega al extremo del lema mussoliniano “todo dentro del Estado; nada fuera de este”. Por otra parte, si bien es cierto el régimen velasquista amnistió guerrilleros y cumplió 5 de los 6 puntos del programa de De la Puente Uceda, empezando por la nacionalización del petróleo y la reforma agraria, aún así, se le describió como “capitalismo de Estado”. El planteamiento nuestro también reivindica al empresariado, empezando por el nativo. O sea el empresariado nacional, pero que principal actúe como nacional. En cuanto a la gran minería, dado el fundamento ambientalista que asumimos, será inadmisible en toda territoriedad que compita con la actividad agropecuaria. Y donde sea admisible, pues -esa gran minería- luego de ponerse al día con todo adeudo al Estado, será replanteada con participación estatal y transferencia tecnológica. Respecto a los medios de comunicación masiva, específicamente la TV de señal abierta, indefectiblemente serán expropiados y entregados a la sociedad popular civil organizada: gremios sindicales y empresariales (Frecuencia Latina); universidades y colegios profesionales (ATV); gremios castrenses y policiales retirados (oficiales, suboficiales y tropas) (América TV); colectivos culturales y artísticos (Panamericana TV), etc; por la razón principista que el verbo social/masivo jamás ha de estar en manos de un privado, sino en el de la colectividad, más aún en el caso de la TV cuyas ondas electromagnéticas de trasmisión usufructúan territorio aéreo nacional.  

9. En concordancia con la pregunta anterior, ¿usted cree en la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente para que elabore una Constitución estatista como las que crearon los Castro y Hugo Chávez en Cuba y Venezuela con consecuencias calamitosas para casi todos los ciudadanos de esos tres países?

Propugnamos, efectivamente, la convocatoria -previo referéndum- de una Asamblea Constituyente (AC) en cuanto paso elemental de refundación republicana. AC, que por las condiciones imperantes en un país cuyas empresas estatales fueron privatizadas/extranjerizadas, y donde el capital es extranjero y el trabajo nativo, deberá tener un componente nacionalizador robusto, el cual, podría manifestarse tanto en versión estatal como privada. Sin intención de ampararme en modelos como el cubano o el venezolano, considero que el componente estatista en una Constitución también lo vemos en países europeos más vinculados a la social-democracia.

10. He dicho “casi todos”, porque en esos dos países los militares asociados a ambas dictaduras se han hecho inmensamente ricos, asociados estrechamente con narcotraficantes de toda América Latina. ¿Es ese el futuro que quiere usted para nuestro país?

La corrupción se da en versión civil como militar. Veamos la media docena de presidelincuentes peruanos: cinco de extracción civil y uno de extracción militar. Aparte, quiero mencionar dos hechos contundentes: Cuba, a diferencia de un Perú cuyo rol en la pandemia fue la de proporcionar cobayos humanos en quienes experimentar vacunas, fabricó -Cuba- su propia vacuna; y Venezuela no campeonó -como el Perú globoneoliberal- en muertes por millón de habitantes.

 11. Finalmente, en medio de la peor crisis política del presente siglo, creada por la acción demencial del círculo íntimo de expresidente Pedro Castillo, ¿tiene usted un punto de vista sobre el particular?

El principal responsable de la autodefenestración de Pedro Castillo fue un Aníbal Torres que jamás entendió que la solución del problema republicano actual se circunscribe al artículo último (307) de la C-79 y no en función de una interpretación “auténtica” o absurda de cierto articulado de la C-93. Esa era y sigue siendo la manera correcta jurídico/constitucional de sanear la República vía refundación y escarmiento histórico.

 12. La última, ¿qué piensa -a estas alturas- de Castillo, de Keiko Fujimori y de Ollanta Humala?

– Reitero: Castillo apenas era un ladronzuelo de gallinas en comparación a los cachalotes lavajatistas de Toledo, Cosito, García, PPK, Keiko, Vizcarra y compañía.

Factor principal: 

  • Constitución antinacional e ilegal. 

Factores derivados: 

  • Lavajatismo presidelincuencial (Corruptocracia y Seguridad Nacional). 
  • Invasión lumpen/laboral venezolana. 
  • Subempleo/desempleo nacional (80% de la PEA en informalidad o ilegalidad). 
  • Inseguridad ciudadana / desborde poblacional penitenciario. 
  • Bancarrota del agro nativo y desborde cocalero 

Factor catalizador: 

Pandemia covidiana.

Tags:

Antauro Humala, Gobierno peruano, política peruana, Televisión del Perú

Dina Boluarte tiene que ser muy enérgica y a la vez serena respecto de lo que se viene. No es broma. No es una protesta social normal. Hay una lógica desestabilizadora y política detrás de la ciudadanía que, más allá del pliego de reclamos, se suma a la protesta porque acumula décadas de resentimiento frente a las políticas públicas del Estado peruano.

Hay que desactivar con inteligencia política el nuevo golpe que el castillismo y sus cómplices en la izquierda quieren perpetrar contra la democracia. Porque esta es una protesta golpista y antidemocrática, por más razones sociológicas que, en muchos casos, pueda haber detrás.

Tags:

Democracia, Gobierno peruano, Izquierda, Pedro Castillo

Para Pedro Castillo -el año que acaba de pasar- fueron de muchos problemas, típicos de gobiernos que no cuentan con un real partido que lo sostenga tanto con técnicos como con políticos profesionales (como fueron también los gobiernos de Humala y Toledo). Hemos visto que recurren a activistas y sindicalistas que tienen una forma gremial de ver la acción política y con poca carrera pública. Para el ejercicio público no sólo es válido el conocimiento, sino también la práctica política y conocer país para hacer viables reformas importantes.

Eso lo pudimos apreciar con el mal manejo de los conflictos sociales el torno a la minería, teniendo –como ejemplo de este problema- el caso de las Bambas y el corredor minero del sur del país. Se puede apreciar también que no se encuentra un norte que tendrá el gobierno de Pedro Castillo. En los primeros cien días no se ha visto ningún gesto y dirección o qué tipo de reformas emprenderá. Lo que se ha podido apreciar es el copamiento del Estado peruano por parte de sus aliados, convirtiendo a las entidades públicas en un soviet de soviets. 

En el Perú hace años que se tiene problemas de representación tanto a nivel vertical (de gobernantes hacia los gobernados), así como a nivel horizontal (de organizaciones sociales hacia los ciudadanos). Por el bien del país, si el gobierno de Pedro Castillo hace un balance del tema, puede -a partir de este año en adelante- dar un giro mayor, acercándose a temas como, salud, educación, seguridad y empleo para desde ahí partir en búsqueda de acentuar cierto tipo de consenso político sobre estos temas urgentes. 

Tengamos en cuenta también que el Estado –frente al superciclo del precio de los comodities vinculados al cobre y al litio– debe avanzar hacia plan de reactivación económica por sectores y en tiempos precisos. Declarar en emergencia, por ejemplo, a la pequeña y mediana empresa para su proceso de competitividad. Pero eso no se hace sin dirección política. Pedro Castillo tiene que pensar que conducir un país no es fácil y que no necesariamente todos tienen que estar contentos. 

Hay que tener firmeza para la ejecución de los temas económicos y políticos pendientes aún en el país. La ciudadanía en general y la opinión pública así lo requiere.

 

Tags:

Gobierno peruano, Pedro Castillo

Contra todo lo que se temía, el gobierno de Castillo produce cifras macroeconómicas estables, incluso con crecimiento y reducción del déficit fiscal. Y hasta una Bolsa de Valores al alza. Achacar esto tan solo a una coyuntura de mejora de los precios de los minerales, que sin dudas influye, es bastante mezquino. Hay, también, un manejo responsable, y conservador, de la economía. 

Obviamente, el resultado tiene también que ver con que el anunciado ultraizquierdismo de Castillo no se tradujo en hechos como los que pregonaba. Aunque tampoco es que haya virado a la derecha, ni se ha dado alguna humalización, sustantivo que tendrá larga duración, a pesar de haberse ejecutado una sola vez. 

Ya es sentido común reconocer que todo lo que de izquierda tenía el peruposibilista Castillo provenía del alharaquiento ideario, que no programa, de su vientre de alquiler Perú Libre. Por lo demás, Castillo es hombre sin rumbo y sin ideas claras de gobierno, que está aprendiendo aún muy lentamente que no es igual ser sindicalista demandante que jefe del ejecutivo de todo un país. 

Entonces, para los realistas del dinero, los que la llevan, hubo mucho ruido y pocas nueces. Apostaron muchos a lo del fraude, pero ya se dieron cuenta que se pierde más que se gana con eso. Aún toman ciertas precauciones, y preferirían a uno de los suyos en palacio de gobierno. Pero es lo que hay, pues, y siguen produciendo e invirtiendo, y no hay fugas de capitales. 

El MEF y otros ministerios sin Perú Libre

Por lo demás, en el Ministerio de Economía y Finanzas, que desde hace décadas ha establecido una centralizada y eficaz dictadura de facto sobre todo lo que se mueve en el país, hay un ministro que tiene claro hasta dónde le es posible ir, no solo por el escenario político pleno de adversidades ideológicas, sino por la ya antigua burocracia de su propio ministerio que se mantiene en las ortodoxas rutas del liberalismo extremo, y con el que debe pactar casi a diario. 

Pero, asimismo, en todos los sectores, con la burocracia nombrada desde hace décadas, herencia sobre todo del aprismo y el clientelismo en general, así como de los criterios estrictos y tantas veces poco prácticos de SERVIR. 

El caso del ministro Pedro Francke es, entonces, el más emblemático – por la gran importancia que aún tiene ese ministerio – de lo que los técnicos provenientes del sector de la izquierda socialdemócrata aportan para la estabilidad del gobierno.  

El Ministerio de Salud ha hecho lo suyo bien, y con creces. Con un ministro de anterior militancia en el Frente Amplio, no podemos hablar de extremos sino de razonable sentido común y profesionalidad. El asunto de la pandemia, bien orientado durante la gestión del presidente Sagasti, ha seguido la ruta emprendida y hecho oportunos aportes que permiten que veamos el horizonte con natural cautela, pero con más optimismo también. Cabe destacar, asimismo, algo que no suele ser noticia de primera plana en la gestión del ministro Cevallos, como es el proceso de fortalecimiento del primer nivel de atención de salud, algo vital y trascendente y de lo que se verán los mejores frutos en adelante. 

El Ministerio de la Mujer hace un trabajo poco vistoso, pero con importantes avances, como el programa para los y las huérfanos de la pandemia por COVID, mediante la ley de orfandad, que permitirá la ampliación de la cobertura de la asistencia económica por orfandad bajo diversas causales, para las niñas, niños y adolescentes en tal condición. Hay una tendencia, positiva, en ese sector a fortalecer lo ya andado y mejorarlo, aunque ciertamente le falta mejor difusión.

La PCM

Se puede hacer muchas observaciones y críticas a la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, pero sería de la peor cicatería negarle el mérito de logros importantes en la relación con los movimientos sociales en conflicto. Hay ahora, a diferencia de antes, un diálogo sin muchas desconfianzas (salvo las que falta limar de lo heredado), y poco a poco se va logrando avanzar en cuestiones que parecían imposibles de solucionar, y para las que la gritería y demagogia de Guido Bellido no solo no servían para nada, sino que las empeoraban. 

Tiene enormes méritos Mirtha Vásquez. A muchos no les gustará su priorización de los aspectos ambientales, su firmeza en aquello que antes no importaba mucho a nadie, pero ese cambio es positivo, debe dejar huella, y deberán darse cuenta muchos que el cuidado del territorio para hoy y para las futuras generaciones, es tanto o más importante que obtener más plata para el inmediato PIB, o la caja del tesoro. Lograr eso será madurez en algo que falta: sentido de patria. 

Mirtha Vásquez ha demostrado, además, una enorme capacidad y coraje para apostar por ir construyendo mejores momentos, a costa de tragarse varios sapos indigestos con los que, apenas ha podido, ha saldado cuentas, no personales, sino a nombre del país que, con su cargo, representa: varios ministros y funcionarios absolutamente impresentables, designados por Castillo o sugeridos por Perú Libre, y que generaban conflictos y escándalos innecesarios, pudieron salir gracias a decisiones terminantes de Vásquez que supo aprovechar los momentos adecuados para arreglar la casa. 

Los horribles sapos

El caso del ex ministro del interior Barranzuela, es quizá el más emblemático de esos sapos, pero cuenta también lo del ex ministro de defensa Ayala, y casos de viceministros y directores nombrados al azar de misteriosas inspiraciones. 

Queda mucho por mejorar. No es posible que el ministro de energía y minas, Eduardo González Toro, además de su inoperancia, haya tenido comportamiento tan brutal con sus viceministros, al punto de la malacrianza y el maltrato. Tengo relación cercana con las federaciones indígenas amazónicas del circuito petrolero, agrupadas en la Plataforma de Pueblos Afectados por la Actividad Extractiva (PAAE), a las que asesoro, y su impresión sobre el ex viceministro de hidrocarburos, Antar Enrique Bisetti, es la mejor en tanto que interlocutor. No cito a una empresa petrolera, sino a federaciones indígenas con justos reclamos, que tenían frente a ellas a un hombre que conoce de lo que habla, y al que echan de menos. Ese mismo viceministro – así como al ex viceministro de Electricidad, Jaime Luyo Kuong – es al que el señor González Toro, se dio el lujo de ofender públicamente. Funcionario que tenía el respeto que el ministro González Toro ya quisiera tener. 

La presencia de un ministro del ambiente totalmente ajeno al asunto más importante de nuestros tiempos, pesa muchísimo en las decisiones del gobierno, que no logra más que acciones defensivas a cargo de la PCM. La ausencia de un técnico de primer nivel a la cabeza se nota. Y la reversión de contratos de personal sin calificación y ni siquiera preocupación por el ambiente, es de mucha necesidad en esta cartera. Por una vez, voy a desear que prospere la censura al susodicho ministro de cuyo nombre, permítanme, no me acuerdo. (Busco en Google, que me hace acordar que se llama Rubén Ramírez Mateo, el abogado de los invasores de terrenos en Cerro de Corvina). 

El entrampamiento del área de transportes y comunicaciones, que más parece una prolongación de los intereses particulares de los transportistas – al mejor estilo fujimorista – o del Ministerio de Educación, más preocupado durante gestión del señor Gallardo y también con el nuevo ministro Rosendo Serna, por las demandas sindicales que por la razón de ser de ese ministerio, es decir los estudiantes, son preocupaciones de todos, pero también parte de esos sapos que la cabeza del gabinete debe aún masticar amargamente. 

Sin “caviares”, no hay timón

En breve, con algunos ejemplos y sin remontarnos al increíble periodo de Guido Bellido como premier, podemos decir sin dudas que si el gobierno se mantiene a flote es por el aporte de los técnicos socialdemócratas que, en buena hora, fueron convocados. 

Ellos, y es justo decirlo, otros funcionarios provenientes de actividades independientes, que, felizmente, estuvieron dispuestos a ofrecer sus servicios. Léase, el ministro Carrasco, también Aníbal Torres a pesar de su excesivo papismo, y podemos agregar a funcionarias desechadas por Perú Libre, como la vicepresidenta Boluarte en el MIDIS, o la ministra de trabajo Betssy Chávez, cuyo delito parece ser el mostrarse realistas, prácticas, y razonables. 

A todos ellos la dirigencia y fanáticos seguidores de Perú Libre los llaman “caviares”. Y se muestran dispuestos a reemplazarlos por técnicos propios que no tiene, cualquier “patita” improvisado, en suma, o provenientes de cualquier lado con tal de que no haya “caviares” en el ejecutivo. 

Ojalá que el presidente Castillo, que debe estar madurando poco a poco, esperemos, tenga el tino de corregir lo que hay que corregir, pero no se le ocurra reemplazar a esos “caviares” que son los que le salvan la vida, por las propuestas de Cerrón. Son los que le dan gobernabilidad. Eso está claro como el agua, no hay que coincidir políticamente con ellos, cuando hablamos de estabilidad en la línea de flotación del bote en que todos viajamos. 

El retorno de la gritería y la demagogia sin resultados, como sería de esperar si volvieran Perú Libre y similares, solo fortalecerían a la alicaída ultraderecha, que – en esto como en tantas otras cosas – debe tener total coincidencia con Cerrón y compañía. 

 

Tags:

caviares, Gobierno peruano, Pedro Castillo

EL PODCAST DIARIO DE OPINIÓN DE JUAN CARLOS TAFUR.

En Youtube:

En Soundcloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

Si deseas recibir nuestro contenido en profundidad por Telegram 📲 click en el siguiente enlace: http://ow.ly/U05w30rZ1

Tags:

Derecha, Gobierno peruano, Izquierda

Si a algún sector ideológico, este gobierno debería agradecerle, es a la derecha. Ha sido gracias a ella, a sus voceros mediáticos y políticos, que se han conocido sinfín de entripados y sancochados, los mismos que han podido detenerse (como el último caso del contrato irregular de Petroperú), gracias precisamente a la fiscalización ocurrida.

Nombramientos injustificables, de gente con prontuario antes que curriculum, concesiones mal hechas y con sombras de corrupción, decisiones absurdas y calamitosas (como el anuncio de la Premier del cierre de cuatro operaciones mineras en Ayacucho), y así, todo un rosario de cuchipandas que merced a la labor de auscultamiento de la clase política y la prensa derechistas, este gobierno -suponemos que, con gratitud- ha podido enmendar.

La izquierda, por el contrario, normalmente vocinglera, sensacionalista e hipercrítica de los gobiernos de turno, ha jugado un papel vergonzoso de connivencia y cuasi complicidad con los estropicios cometidos por el gobierno precario e improvisado de Pedro Castillo. Movida por los intereses subalternos de pequeñas cuotas de poder, renunciaron de la peor forma a su anunciado “voto vigilante” por un candidato que ya en campaña insinuaba radicalidad extrema, cercanías filosenderistas y absoluta orfandad programática.

La derecha no ha hecho absolutamente nada que le haya impedido a Pedro Castillo gobernar. Los únicos dos actos de gobierno que se podrían considerar obstructivos, han sido claramente positivos: primero, la denegatoria de las facultades tributarias que el MEF solicitaba (¿cómo se le iba a otorgar carta blanca a un régimen que castiga la inversión privada, principal fuente de recaudación fiscal, para que encimara aún más a tan golpeado sector?) y, segundo, la censura a un ministro como el de Educación, que nunca debió ocupar ese cargo y que ojalá el gobierno encuentre un reemplazo cualitativamente superior y no más de lo mismo.

La derecha peruana, fuera de algunos grupúsculos golpistas, ha jugado un rol democrático fundamental para evitar que el país se descarrile y caiga en la deriva radical bolivariana a la que nos quería conducir, en sus inicios, este gobierno, que hoy empieza a entender, al parecer, que ese camino no le es posible de recorrer sin destrozar previamente el Estado de Derecho y la propia democracia formal.

La del estribo: A ver si, llevados por los buenos vientos navideños, los amigos de la Asociación Alejandro Granda, dan alguna explicación sobre la presunta realización de la ópera Carmen, de George Bizet, que iba efectuarse a finales del 2020, que se suspendió por la pandemia, y que cuando uno se acercaba a pedir la devolución del dinero, respondían que no lo iban a hacer porque el evento había sido postergado para este año, 2021. Pues bien, ya este año tampoco se llevó a cabo, y las páginas oficiales del Festival Granda no dan señales de vida de qué es lo que piensan hacer con los cientos de consumidores que quieren, al menos, una respuesta que aclare el panorama.

Tags:

Derecha, Gobierno peruano, Izquierda
Página 2 de 4 1 2 3 4
x