Keiko Fujimori

Kenji Fujimori, antes de esta reconciliación, dijo que Fuerza Popular busca perpetuarse en el poder. ¿Cuál sería la diferencia con lo que dijo el electo congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo [que no van a soltar el poder si lo consiguen]? 

Esta campaña, más allá del riesgo de la amenaza comunista de Perú, ha servido para reconciliaciones, como la de [Mario] Vargas Llosa o [Máximo] San Román. La de Kenji con Keiko me ha parecido extraordinaria. No ha estado dentro de un cálculo*. Él deberá contestar sobre su opinión [anterior]. Lo que Bermejo ha dicho es algo que lo vas a vivir en historia del castrismo, en historia de Venezuela y Centroamérica cada vez que el comunismo ha entrado. 

*Nota de edición: Según Datum, para 7 de cada 10 peruanos fue una estrategia de campaña.

¿Y cómo podrían garantizar que ustedes dejarán el poder en cinco años, considerando lo que históricamente ha ocurrido con el fujimorismo?

El gobierno de los 90 fue exitoso, pero también somos conscientes de que hay temas que no pueden repetirse. La reelección es uno. El 27 de julio se entrega el mando democráticamente. La gente que se va sumando [a la campaña fujimorista] también lo tiene claro y son garantes de que cumpliremos la palabra. No vamos a hacer lo que hacía Vizcarra, que se reunía con fiscales. La garantía es, primero, nuestra palabra; segundo, las personas que se suman; y tercero, la prensa. Keiko no tendría ningún motivo por el cual quedarse porque ella es una demócrata. Puede haber muchos cuestionamientos, pero hemos pedido disculpas del caso, y nunca hubo nada fuera del marco constitucional. Uno puede decir que fue un exceso [la actitud de la bancada fujimorista en el Congreso disuelto], pero fue dentro del marco constitucional. Ella se va el mismo 27 de julio del 2026. 

En una entrevista reciente a Perú 21, Keiko indicó que afrontaría la justicia recién en el 2026. ¿Busca dilatar los procesos? 

El proceso va a continuar con los demás coimputados. Para mí es claro: es absurdo cuestionar [a Fujimori] por un hecho que no estaba prohibido. Me refiero al financiamiento privado, que espero sea más transparente algún día. A partir de 2018 se vuelve una prohibición legal, antes no. Existe un peritaje de los últimos 10 años a KF así como a su esposo, que nos da tranquilidad. Lo que sí estuvo mal es que no se informó a la ONPE en su momento, pero son temas administrativos.

Nota de edición.: Según el penalista Carlos Caro, el delito de lavado de activos prescribe, pero los plazos de prescripción son de entre 15 a 30 años. Además, el plazo de prescripción se congelaría durante un eventual mandato presidencial. 

Pero no se trata de aportes privados y nada más. Está el presunto delito de lavado de activos, que incluye dinero de procedencia ilícita en torno al caso Odebrecht

Es una figura que no tiene ningún sustento. Tendrá que ser comprobada en el juicio oral. Es parte del derecho de la fiscalía plantear su hipótesis, pero se ha ido cambiando en el tiempo. Primero se habló de un grupo dentro de Fuerza Popular, luego fue el partido. Primero fueron aportes ilícitos, luego fue lavado. El núcleo original es el financiamiento privado. Con lo de Odebrecht ni siquiera hay una vinculación directa, pero tendrá que comprobarse en un proceso penal si lo que dice una o dos personas es real o no. 

En el partido de Perú Libre hay personas que están llevando procesos y también está la condena por corrupción de Vladimir Cerrón. Pero en Fuerza Popular también hay personajes con procesos en camino. ¿Qué responde ante esto?

En el tema de las ligaduras [el caso sobre esterilizaciones forzadas], así sea una sola persona, tiene que verse quien será responsable. Es un juicio que se archivó, pero si se quieren investigar nuevamente, habrá absoluta libertad para el Poder Judicial dentro de su autonomía. En el caso de la investigación al señor Aguinaga, no dejo de reconocer que, así sea una sola mujer y ha habido algo mal hecho, habrá que asumir responsabilidad. 

Pero si tiene un proceso abierto, ¿por qué se le llevó como candidato?

Cuando se evaluó el caso de la candidatura de Alejandro no estaba esta nueva ocasión en que se le ha vuelto a abrir el proceso. No es que no importe, sino que no estaba presente el tema en el momento.

Keiko dijo que se trataba de una política de planificación familiar. ¿Lo respaldan?

Ella dijo que el concepto como política pública era eso [planificación familiar]. Si dentro de este, hubo un exceso de una o dos personas, se tendrá que indagar. Respetamos que se inicie nuevamente la investigación, pese a que se ha archivado antes. Si una mujer fue violentada de su libertad, se tiene que saber quiénes son los responsables. No se puede hablar de un pasivo si la campaña todavía está en carrera. Cualquier análisis será posterior a esta.

¿En Fuerza Popular están convencidos de que Pedro Castillo es cercano al terrorismo, como dicen varios de los que atacan su candidatura?

Es difícil que un ciudadano peruano haya aceptado ser candidato de un grupo con Cerrón, que además era su candidato a vicepresidente, incluso con las manifestaciones lamentables que ha tenido respecto al terrorismo. No puedo decir si Castillo es cercano o no al terrorismo directamente, pero sí te puedo decir que lo que me preocupa es si es solo una figura. ¿Decide? ¿Toma decisiones? ¿Analiza con quien está? Aquí [en el fujimorismo] lo que siempre se va a encontrar al frente es el dedo acusador de corrupción, pero en nuestro lado no tengo ninguna investigación por terrorismo. Alrededor de él, sí hay mucha gente que está vinculada, conversa y están en fotos. El 80% de su bancada es de Cerrón. 

Ya, pero Fuerza Popular reivindica el gobierno de Alberto Fujimori, que según la CVR incurrió en terrorismo de Estado. Incluso Keiko ha dicho que lo indultará si sale elegida.

El indulto es una potestad constitucional y tiene que estar dentro del marco legal, donde se evalúan otros parámetros y condiciones. No veo una contradicción. Cualquier exceso que esté muy bien sancionado en contra de la lucha contra el terrorismo, nunca he escuchado que se haya negado que eso se sancione. Es una decisión de Keiko que respaldamos y que consideramos es sobre alguien que ha pagado suficiente prisión. Siempre en el marco constitucional.

Alberto Fujimori aún no ha pagado la reparación civil que le debe al Estado, que con intereses suma más de S/51 millones, dispuesta en sus condenas. 

No hay prisión por deuda. Si la norma legal dice que no se puede indultar sin que se cancele eso, tendrá que hacerse. Eso lo verán los abogados. Si es que es un requisito pagar [para el indulto], se tendrá que hacer a quien corresponda.

¿Entonces pagará lo que debe antes del indulto?

No conozco los requisitos específicamente, pero no se hará nada que vaya fuera del marco legal.

Keiko Fujimori también ha pedido perdón a Jaime Saavedra y Fernando Zavala. Usted presidió el Congreso. ¿Qué piensa al respecto?

Lo de Fernando fue cuando era presidente del Congreso, Saavedra fue antes. Hice un mea culpa donde reconocí que caí en eso. Debí persuadir mejor de que no era el camino. Respaldo y coincido en las disculpas. En general, [disculpas] no solo a ellos dos sino a cualquier persona y todos aquellos que esperaban un trabajo entre Fuerza Popular y PPK. Entramos dolidos en ambos lados. Me apena y me obliga doblemente a rectificar y pedir disculpas por no revertir esa situación. Cuando veo el riesgo al frente [se refiere a Perú Libre] me molesta, porque hicimos mal e impide que la gente vote por nosotros. 

¿No son disculpas solo por campaña, que es a lo que suena después de todo lo visto?

Las disculpas no son por la campaña. En su momento, hubo una reunión con el señor [Salvador] Del Solar para calmar la situación política. Hace dos años hay una visión distinta, por lo que las disculpas no tienen que ver con lo de ahora. No se llegó a buen puerto con Vizcarra y otros parlamentarios, pero la posición de Keiko de disculpa y corrección es desde hace dos años. 

¿Cuánto le pondría de nota al Congreso confrontacional, que fue disuelto?

Gran parte de la confrontación fue por el señor Vizcarra que tenía un proyecto personal y sabía de sus temas de corrupción. Hay dos lecturas de esa situación. No voy a desgastarme en explicar que había otra posición. El problema fue pisar el palito. No pondría nota, pero se perdieron dos años. Jalado está, eso lo tengo claro. 

¿Han llamado a la izquierda para tender puentes?

No tuve ninguna opción para comunicarme con Verónika Mendoza, sé que Miki [Miguel Torres] es amigo y que alguna vez estuvo con ella en algún proyecto, pero sentí rechazo [por parte de Mendoza]. Yo era el responsable de esos puentes en esos momentos. Si resulta electa Keiko Fujimori, no habrá problema para armar agendas en común. No creo que se nieguen para hospitales o vacunación.

¿Pedro Cateriano será primer ministro?

Pedro tiene todas las condiciones como Carlos Neuhaus o Luis Carranza, de asumir cualquier responsabilidad. A ninguna persona [se les ha ofrecido un puesto], ni a los que armaron el texto del [primer] plan [de gobierno], Rescate 2021. Todas han participado de manera absolutamente voluntaria. Con ninguno se ha hablado de ningún cargo del futuro gobierno. Esto será un gobierno abierto, de diferentes partidos. Que no se tenga ninguna duda que no es el regreso del fujimorismo.

¿Pero hubo alguna intención concreta de sumar a técnicos de centro o centro izquierda? ¿O los han contactado y no ha habido mayor avance con eso?

Hemos conversado con mucha gente de otros sectores. De los que se suman, muchos han sido críticos del fujimorismo. El 70% son de la otra orilla. De izquierda, hay personas también, pero claro, estamos acostumbrados a ver figuras de izquierda como Mendoza o de algún partido reconocido. Ellos se la han jugado por Cerrón. Pero hay otros, como sindicatos o personajes, con los que conversamos y se van a sumar en un hipotético gobierno. No porque no queramos, pero ya tienen posiciones tan marcadas. 

¿Cuál es el papel de sus asesores ecuatorianos? Fuentes de alto rango de Fuerza Popular han explicado a Sudaca que se han sumado hace poco. 

Ha habido muchas campañas paralelas. Nos hemos enterado por ahí que algún fulanito está trayendo a algún asesor. Pero el efecto interesante es que hay una multicampaña. Han venido amigos de muy buena fe que traen asesores del extranjero. Tenemos una línea que la maneja el comando principal. Recibimos un montón de sugerencias, pero siempre hemos dicho que, en una segunda vuelta, traer gente requiere tiempo. El señor Jaime Durán [asesor político ecuatoriano], por ejemplo, necesitaba tiempo para hacer análisis, pero nunca hemos hecho ninguna coordinación. 

¿Quiénes conforman su comando de campaña principal?

La campaña principal parte de este comando liderado por Keiko Fujimori, donde estamos yo, ‘Miki’ Torres, ‘Nano’ Guerra García y Carlos Raffo. Para mí, ‘Miki’, es el creador de este grupo. 

¿Los ecuatorianos Roberto Izurieta y Juan Mateo Zúñiga no son parte de la campaña?

A Izurieta lo conocí algunos minutos, me pareció un tipazo, y fue a saludar a Keiko. Lo contó en RPP, pero no está participando. Hubo un momento donde a Lima llegó medio Quito. ¿Por qué? No sé. 

Pese a las estrategias y los reconocimientos, las últimas encuestas no los favorecen y amplían, incluso, la brecha con Castillo. ¿Qué harán?

Hay un gran sector de la población que, con justa razón, creen este canto de sirena. Ve que la cosecha se muere, donde la pandemia ha disparado la pobreza del 20% al 30% y se registran 10 años perdidos. Miran al sistema económico que todos alaban, pero no les ha llegado nada de desarrollo. Hay un descontento con absoluta lógica, pero nosotros haremos cambios profundos. Lo necesario para no destruir lo que hemos crecido. Después del debate, muchos han visto que al otro lado hay una improvisación absoluta. Lo otro es el sector indeciso, pero cada acción tiene su tiempo de maduración. Vamos a mencionar las propuestas para cambiar al Estado inerte y elefantiásico.

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Absurda y estéril la campaña de los grandes medios por tratar de sacar provecho político al ataque narcoterrorista en el VRAEM buscando de afectar la candidatura de Pedro Castillo, dadas sus probadas vinculaciones pasadas y presentes con sectores del Movadef.

La narrativa “Perú versus el comunismo” ya se agotó. Surtió efecto al inicio de la campaña porque fue una ecuación la suficientemente potente para competir con la de “pobres versus ricos” de Castillo -que parecía invencible-, pero el objetivo de reconquistar a la derecha ya está prácticamente cumplido (aunque según la última encuesta de IEP aún hay un 24% de personas que se autoidentifican de derecha que piensan votar por Castillo) y no es allí donde se debe librar la gran batalla electoral de acá al día de las elecciones.

La derecha representada en esta contienda por su peor candidata, como es Keiko Fujimori, tiene que invocar al cambio del país. La narrativa “salud, comida y trabajo” que estrenó Fuerza Popular en el debate técnico es la pauta a seguir. La mayoría de la gente quiere cambios al modelo e identifica como tales a aquellos vinculados a seguridad, salud, educación y empleo.

Acierta el lema de campaña. pero no vemos traducido ese mensaje en las presentaciones mediáticas o políticas de la candidata Keiko Fujimori. Tampoco en la campaña publicitaria que recién se ha estrenado y que insiste en los programas sociales como medio de conquistar al D y E, sin percatarse del voto furioso contra el statu quo que existe en estos sectores, con más razón que sinrazón (la pandemia ha sido apocalíptica para ellos y les ha demostrado, sin necesidad de palabras, que el Estado-modelo no les ha funcionado para nada).

Si Keiko logra hacer el match con los sectores populares y dentro de ellos con los indecisos que desconfían de ella (¿por qué el mea culpa se limita a una portada de un diario capitalino y no lo vemos en medios masivos y más reiterado?), podrá lograr que ese mensaje antiestablishment sea creíble y cale, y de esa manera la permita remontar la diferencia que le ha sacado Pedro Castillo (quien con su radicalidad le ha dejado libre el camino del centro a Keiko).

Tiempo tiene aún para hacerlo. En las últimas dos semanas PPK y Ollanta crecieron ocho puntos cada uno de ellos en las campañas del 2011 y el 2016. La pelota está en la cancha de Keiko. Si no rectifica rápido, va perdida.

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Usted fue uno de los pocos analistas que vio el fenómeno Castillo, y advirtió su crecimiento antes que las encuestas. Calificó en algún momento su campaña como exitosa. ¿Cómo califica su carrera en la segunda vuelta?

La de segunda vuelta tuvo varias etapas. Una de efervescencia, cuando se presentó al país por una semana y la gente conoció un Castillo campesino. Dio una imagen hogareña, de pueblo, entrañable. Pero se sabía que este margen de 20 puntos no iba a durar. Era una cosa irregular del voto derechista que no se había animado por Keiko. Luego, vino una etapa de gran descoordinación en la campaña de Castillo. Inmediatamente Keiko implementó un plan bien hecho de provocación: entendían que la única forma de ganar era confrontarlo y mostrarlo en su precariedad. De ahí viene el debate de Chota, que fue un error. Castillo cayó en el juego de dar la iniciativa a la rival. Al profesor le va bien la plaza pública, pero no está en su ambiente en la parte más meditada. Sí hubo descoordinación, pero ha tenido suerte, porque Keiko también ha cometido muchos errores. No se ha moderado. Ha presentado un equipo técnico que no era el que necesitaba para ganar el centro. Me imagino que es lo mejor que ha podido conseguir. Si hubiese presentado gente un poco más centrista, Castillo estaría en problemas. El centro se lo ha ganado él.

También ha dicho que un gobierno de Fujimori será un gobierno “débil, represivo, corrupto, continuista y sujeto a conflictos sociales”. Al margen del entusiasmo que pueda presentarle la candidatura de Perú Libre, ¿qué nos asegura que un gobierno de Castillo vaya a ser todo lo contrario?

Sí, he sido bien duro con Keiko Fujimori. No es que el fujimorismo no lo pueda hacer. El fujimorismo podría plantear algo que sea interesante para el país, que vaya a sectores centristas, pero no está ocurriendo. Y yo sé que Juan Carlos Tafur ha intentado o deseado, como mucha gente, que el fujimorismo tenga una imagen un poquito más centrista. Por el lado de Castillo, usted ha empezado diciendo que tengo mi entusiasmo, sí, desde la primera vuelta incluso. Creo que ha habido un esfuerzo de establecer alianzas que no se quedan en la izquierda, sino que van más allá. Y este diálogo con Hernando de Soto o Miguel del Castillo, que son personajes derechistas, han sido intentos interesantes en ambos lados.

¿No es una traición como algunos seguidores de Castillo manifestaron?

Y yo mismo. Es que depende de los términos. Si vamos a agarrar el plan de Hernando de Soto y vamos a hacerlo pasar por un plan de izquierda eso no es viable. Pero si usted conversa, manifiesta su posición y van a entenderse, [sí]. Por ejemplo, estatizar todo no tiene ningún sentido. Y esto se ha ajustado, se ha corregido. En el plan de segunda vuelta no se habla de estatizaciones masivas, como sí decía el plan de Perú Libre con la portada de Cerrón. Son avances en la dirección correcta que no han sido bien enfatizados, vendidos y promovidos. Creo que estas señales son interesantes, como la suma de personajes que han venido al equipo técnico, que aún no ha mostrado todas sus cartas. Creo que hay pequeños avances hacia el centro. Yo no abogo por mantenerse en el programa de primera vuelta y gobernar con eso. Eso no es viable.

Pero usted sí se entusiasmó con el programa de primera vuelta, usted lo apoyó desde el inicio.

Bueno. Sí y no. Yo siempre fui consciente de que se necesitaban ajustes. Y el programa de primera vuelta tenía tres problemas: estatizaciones masivas, libertad de prensa y uno más por ahí. Eran los puntos más vulnerables. Además de estas referencias a Venezuela, Fidel Castro, Lenin, toda esa simbología que había. Pero en medidas concretas había tres puntos que han desaparecido.

¿Y eso no se puede reinterpretar como que hay una agenda autoritaria que se está edulcorando para esta segunda vuelta?

Hay gente que lo ve así, porque estamos en campaña. Yo creo que hay la voluntad incluso de Cerrón y de los sectores más estigmatizados, más impresentables…

Lo digo justamente por Cerrón. Por las declaraciones de Cerrón o Bermejo del año pasado o de hace algunos meses, que apuntan a ese camino.

A ver, después de la primera vuelta, al día siguiente, Cerrón fue entrevistado y ya se veía un ajuste. No era el Cerrón de hace seis meses que hablaba de quedarse en el poder y todo eso, pero eso no ha sido muy notado porque estamos en campaña electoral. Obviamente que hay un interés por tergiversar y vender las cosas de cierta manera. Si usted toma las señales y trata de interpretarlas, va a ver que sí ha habido un cambio. Proyectos autoritarios creo que no los hay porque no se puede. Supongamos que usted tiene un proyecto autoritario, ¿quién lo va a apoyar? Usted no tiene Congreso, no tiene fuerzas armadas, no tiene al clero, acaba de firmar un compromiso. Que hay gente que quisiera hacer [un proyecto autoritario], tal vez, pero la realidad les va a indicar otra cosa. Y la mayoría de gente que quiere un cambio, incluso dentro de la gente que apoya a Perú Libre, va por un cambio un poquito más atemperado.

¿Usted descartaría entonces que una rama autoritaria en Perú Libre pueda secuestrar un eventual gobierno de Pedro Castillo?

No veo cómo. Usted va a tener tendencias. Dentro de la izquierda [hay tendencias], por ejemplo en Latinoamérica: Mujica, Evo Morales, Correa, Lula incluso, por hablar de los más democráticos. Usted va a ver que en la izquierda siempre ha habido [tendencias]. Y en la derecha también es así. La idea de que hay un proyecto autoritario, un plan guiado por el Foro de Sao Paulo porque no han podido llegar al poder por la lucha armada, esto que están diciendo en Willax, es campaña electoral. Yo lo veo así y no le doy mucha credibilidad.

En todo caso, ¿no cree que las expresiones de Bermejo y Cerrón equiparan el temor que tiene la gente de Perú Libre al que le tienen a Fuerza Popular?

Un poco. O sea, de un lado usted tiene una voz bien bajita, pero con un amplificador gigante y obviamente suena a mucho. Pero es lo que dijo Bermejo hace un año, lo que dijo en una reunión y lo chuponearon, lo que por ahí se le chispoteó a Castillo, lo que dijo Cerrón en tal lugar. Tenemos que buscar con lupa estas cosas, pero es con lo que se dan las primeras planas. Si usted lee los grandes mensajes, lee el plan de segunda vuelta, va a ver al equipo, escucha a la vicepesidenta, va a ver que en este juego hay cada vez más fichas que se ponen en acción y van coordinando mejor. Y ve mensajes un poquito mejores. Igual hay errores garrafales: perseguir a la prensa, atacarla, atacar al JNE. Todo esto está fuera de lugar. Pero también usted ve que, luego de eso, hay la condena, ve el rechazo, el distanciamiento.

Más bien son desmarques muy débiles. Pienso en dos ejemplos: la defensa de Bermejo diciendo simplemente que fueron frases del año pasado y las declaraciones de Castillo condenando los ataques a la prensa, pero inmediatamente diciendo, con razón o no, “prensa basura”.

¿Es que cuál sería el desmarque fuerte? ¿Expulsar a Bermejo? No lo va a hacer. Es un cuadro importante que tiene su representatividad.

Habrá procesos internos en el partido.

Por una cosa que dijo el año pasado y la prensa filtró. Tampoco está clara la acción disciplinaria. Siempre va a ser débil. Si usted es un partido que quería pasar la valla y ahora está en segunda vuelta, usted no tiene el aparataje ni la influencia política que tiene el adversario. Es una batalla perdida. Nunca va a haber un desmarque suficientemente convincente cuando estamos en campaña electoral con una desproporción de fuerzas mediáticas. Y lo de Castillo es una precariedad. No es que tenga él un comando de campaña como tiene Keiko con asesores ecuatorianos y estrategas. Él tiene gente que lo asesora artesanalmente. No es que haya un control, una disciplina férrea. Dentro de esa precariedad, las cosas no van a hacerse mucho mejor. Lamentablemente.

Ha dicho también que debe haber un núcleo duro irrenunciable de medidas de un eventual gobierno de Pedro Castillo (Asamblea Constituyente, nacionalización de hidrocarburos, Conga no va), ¿está seguro de que Castillo no va a patear el tablero como lo hizo Ollanta Humala?

Bueno, ¿quién puede estar seguro de los políticos? El pueblo peruano ha sido tan maltratado por promesas incumplidas. Castillo como que ha traído esa esperanza, pero yo no puedo estar seguro. Sí hay señales alentadoras. Después del tema con Miguel del Castillo, se retrocedió y ahí yo especulo que jugó un rol importante Vladimir Cerrón para mantener el izquierdismo. Porque si Perú Libre se derechiza, como Humala, pierde la elección, pierde el sur. El mal menor sería viciar el voto. Sería un gran error. Por lo que yo abogo es por una gran coalición de izquierda y de centro.

¿Cómo analiza la última encuesta de Datum*? ¿Han llegado los dos a su techo?

Lo que ha pasado es que ha habido un contraataque del profesor Castillo. Ha subido dos puntos en simulacro y algo así en la encuesta. Se ha agotado la convergencia de Keiko. Así como dijeron “La distancia se acorta”, el titular de hoy (viernes) debería ser “La distancia se agranda”. Eso dice mucho de la campaña de Keiko. El terruqueo no está funcionando, ha sido desbordado. La gente se harta del terruqueo. Mírelo usted al profesor: ¿usted ve un terruco? No lo ve, pues. Como que no calza, la imagen no se refuerza. Algunos medios están yendo por su cuenta, están insistiendo en el terruqueo y es una inercia de la cual no van a salir, cuando eso no es lo que le conviene a Keiko. A Keiko lo que le conviene es decir: ‘yo tengo un mejor plan’, ‘una economía seria’, ‘el país va a tener estabilidad’. Eso no lo está haciendo.

Usted no cree en las proclamas, ni en las firmas de compromisos, al menos no en las organizadas por ciertas ONG. ¿A qué se aferran quienes miramos esta segunda vuelta con desesperanza?

Es que a mí no me gusta que el Perú sea tutelado ni por la iglesia ni por ONG internacionales. Yo creo en un Estado laico o instituciones sólidas y democráticas que tengan otras jerarquías. Entonces no me gusta que se diga: si no firmas, te vamos a hacer la marcha de los 4 suyos, te hacemos la de Merino, vamos a salir a las calles. Quien ha transmitido más claramente esa idea es Gorriti cuando dijo lo de no regalar el voto. No me parece bien. Por ejemplo, ¿qué es Transparencia? Usted mira el directorio y dice: ¿por qué esta gente va a ser la que determine? A mí me parecían mejor los compromisos unilaterales. Castillo ya había firmado uno y eso debería valer. Pero ya firmaron los dos, ¿y ahora qué? ¿Por quién va a votar Gorriti? ¿Cuál es el siguiente paso? El Perú necesita una institucionalidad de otro tipo y eso me gustó del debate en Chota, que fue una cosa desde abajo, con moderadores que venían del Perú no limeño. Se veía otra imagen, no los de siempre.

 

*Esta entrevista se realizó el pasado viernes 21 de mayo, el mismo día que se publicó una encuesta de Datum que le daba a Castillo 45.5% de intención de voto y a Fujimori, 40.1%.

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo, silvio rendón

“Haremos que vuelvas a ser una señora poderosa” o  “te entregamos el país porque creemos que vas a hacerlo bien”. Son frases de apoyo lanzadas a favor de Keiko Fujimori el pasado jueves 20 de mayo durante el “Forum Democrático”, que incluyó a miembros de la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas (Unicep). Este gremio reúne a las iglesias más conservadoras del país.

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Elecciones 2021, Evangélicos, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

A mí me parecía claro que el ascenso de Keiko Fujimori en las encuestas iba a frenarse y revertirse, y que los números de las estadísticas iban a retomar una ventaja, más o menos holgada, en favor de Pedro Castillo. Fueron varios los motivos de mi razonamiento:

El primero es que entendí la arrolladora campaña contra Castillo y en favor de Fujimori como una ofensiva militar que me recordó bastante la estrategia de las trincheras de la Primera Guerra Mundial. En ella, las ofensivas podían durar meses pero finalmente se agotaban y daban lugar a la contraofensiva del contrario. En realidad, se trataba de ataques bastante inútiles. Las trincheras demostraron ser, para la época, una tecnología defensiva casi inexpugnable. El atacante, en su despliegue, apenas lograba avanzar unos metros sobre el frente enemigo y luego debía soportar su contrataque.

En nuestro caso, se ha atacado tanto, y de manera tan artera y sistemática a Pedro Castillo, que ya no hay mucho más que agregar que no suene a perogrullada. A esto se suma el tufillo clasista de la embestida que, llegado a un punto, lo que está motivando es la solidaridad de importantes sectores de la población, principalmente D y E, con un hombre que, no lo olvidemos, es visto como representante de los sectores populares, como un maestro de escuela rural pública. Un meme muy difundido pregunta peyorativamente ¿le entregarías la educación de tu hijo a un hombre como Pedro Castillo?, lo que ignoran los autores y difusores de ese meme es que la mayoría de profesores y profesoras de nuestras escuelas rurales son como Pedro Castillo, o son Pedro Castillo, y es allí donde se manifiesta, una vez más, nuestro secular desentendimiento.

Por otro lado, el fin de semana pasado, la actuación de los candidatos me pareció clave para motivar un cambio en las tendencias electorales. Vi a Keiko Fujimori solitaria en Santa Mónica, como coqueteando con el futuro, y a Pedro Castillo, medio triunfal, atravesando las calles de la Victoria, en olor a multitud; y vi algo más: las masas que acompañan a Castillo son masas convencidas, militantes de un instante, de la situación, de su oposición ocasional a los poderes fácticos, pero militantes al fin y al cabo, y en tanto que tales poseedoras de la voluntad de convencer a sus pares con mejores argumentos que el terror a que el profesor Tacabambino se metamorfosee en Abimael Guzmán si llega a Palacio.

Asimismo, la presentación de los equipos técnicos debe estar, en estos momentos, jugando un rol importante en todos aquellos, que militantes de la primera fuerza política del Perú (el antifujimorismo), conservadoramente no se animaban a apoyar al profesor Castillo, al verlo rodeado de esos hombres de camisa blanca y cuello rojo, encabezados por el inefable Vladimir Cerrón. Pero ahora están Modesto Montoya, Anahí Durand, Avelino Guillén, Juan Pari, Pedro Francke, la sorprendente Dina Boluarte y otros técnicos de primer nivel. Se trata de un equipo en el que, además, la apuesta por la ciencia y la educación se destaca nítidamente.

Finalmente, ayer marchó y se activó el antifujimorismo, que es el factor que debía presentarse tarde o temprano. Las manifestaciones han sido multitudinarias y es posible que terminen por decantar a la juventud que sacó a Merino de Palacio, en favor del profesor del lapicito. De alguna manera, los espíritus de Inti y de Brian se unen a la causa y poco podrá hacer Keiko Fujimori, en el tiempo que le queda, para convencernos de lo que tendría que convencernos: de que no es Keiko Fujimori.

El Perú no es la caja de pandora, es aún más enigmático, pero así como van las cosas, la suerte parece estar tan echada como lo estuvo al día siguiente de la primera vuelta del 11 de abril, cuando nada nos hacía pensar que Pedro Castillo pudiese perderse en su ruta hacia Palacio de Gobierno. La ofensiva de los poderes fácticos ha sido demoledora, pero su poder destructivo ya no es el de hace unas semanas. Tras su devastador bombardeo, las fuerzas del profesor comienzan a avanzar de nuevo.

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

Junto a Alba Ñaupas

Luego de la actuación aplastante de su mayoría parlamentaria, la nueva bancada de Fuerza Popular dice querer enmendar los errores del pasado. ¿Qué hace para lograrlo? Buscan los consejos de quienes les hicieron ganarse a pulso la etiqueta de obstruccionistas.

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Congreso, Elecciones 2021, Fuerza Popular, Keiko Fujimori

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 132: Castillo logra aterrizar al menos un documento. ¿Fujimori aprovechó Santa Mónica? Vientos de cambio en Chile. Y varios seleccionados endosan la K: ¿es político el fútbol?

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Usted ha señalado en un tuit que, “sin duda, la dupla Castillo-Cerrón es una amenaza a nuestra libertad” y que “no existe ningún partido marxista-leninista que haya respetado la democracia”. Yo le planteo lo siguiente: ¿alguno de los fujimorismos que hemos padecido, el de los 90 o el de la mototaxi congresal, ha respetado la democracia?

No. Pero la diferencia es la siguiente: durante el fujimorismo, tanto el del absolutismo parlamentario como el de la etapa Fujimori-Montesinos, había espacios para una libertad. Mínima. En un sistema totalitario, en donde un partido marxista-leninista tiene el poder, ni siquiera hay ese espacio. No lo digo solo sobre modelos que ya han caído, lo vemos ahora en los rezagos: Cuba y Corea del Norte. Pero también lo apreciamos en procesos latinoamericanos como el de Venezuela, que es el caso más grave, donde casi no hay espacios para la libertad en general. Eso es lo que está en juego.

 

¿Cree que un gobierno de Castillo sea lo suficientemente robusto para lograr cualquier aspiración autoritaria?

Sin ninguna duda. Porque, además, su aparato, la plataforma que lo ha llevado a esta situación electoral, es del señor Cerrón, que abiertamente proclama que su partido es de izquierda socialista, marxista, leninista y mariateguista. Le da un toque de sabor nacional, pero es una ideología absolutamente totalitaria.

 

¿No confía en que los contrapesos hagan su trabajo? ¿Desde el Congreso, desde la calle…?

Por el contrario. Yo hago la siguiente pregunta: ¿qué pasa, en la eventualidad no deseada de que gane el señor Castillo y nombre Comandante General del Ejército a un general abiertamente con simpatías velasquistas? ¿Qué es lo que va a pasar?

 

Podría haber un conflicto interno en el Ejército.

Ningún conflicto interno. Porque los suboficiales obedecen al Comandante General del Ejército. Eso no se da. Lanzar esa hipótesis es no conocer la realidad del Ejército. Eso que para muchos parece que no va a ocurrir, es una posibilidad. Y de otro lado, abiertamente, Castillo y Cerrón están diciendo que van a convocar a una Asamblea Constituyente. O sea, se van a deshacer del Congreso. El país está notificado. Creer que el Congreso va a ser un contrapeso es realmente ingenuo

 

Usted también ha dicho en RPP que, a diferencia de Castillo, Keiko no ha planteado propuestas golpistas. Pero revisando sus declaraciones, en setiembre del 2017, frente a la cuestión de confianza pedida por el gabinete Zavala, usted comentó: “Keiko Fujimori quiere dar un golpe de Estado”. ¿No es suficiente ese antecedente para usted? ¿No es esa una manifestación de lo que puede hacer el fujimorismo?

Bueno, yo no estoy diciendo que Keiko Fujimori, de la noche a la mañana, se ha convertido en una beata. No. Yo he sufrido en carne propia y conozco perfectamente al fujimorismo. El fujimorismo me ha querido meter preso a mí. Soy plenamente consciente de los riesgos que implica. Pero a diferencia del gobierno de su padre, la señora Fujimori sí ha dado esa batalla dentro de la democracia y, bueno, se ha sometido, mal que bien. Ahora, son contextos absolutamente diferentes. No es comparable la actual coyuntura con la que yo atravesé. Cuando fui ministro no era un riesgo inminente la captura del poder por una agrupación marxista-leninista, que es precisamente lo que me ha hecho variar de posición. Usted comprenderá que para mí no ha sido fácil adoptar esta posición. Pero está en riesgo la libertad del país. No es, como dicen algunos, que estamos defendiendo el modelo económico.

 

Durante la primera vuelta, usted señaló que “los Fujimori manejan su partido en base primero a sus intereses personales y familiares”. Me imagino que eso no ha cambiado.

Yo calculo que eso tendrá que cambiar. Porque la señora Fujimori también tiene que interpretar lo que ha sido la votación: en primera vuelta la mayoría de los peruanos no ha votado por ella ni por el señor Castillo. Eso es algo que tienen que tener en cuenta ambos. Como consecuencia de ello, confío en que lo que viene anunciando sea una realidad, porque en la eventualidad de que ella gane, tendrá que plantear un gobierno abierto, diferente a lo que fue el poder del fujimorismo tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento.

 

Entiendo entonces que las dudas existen en el caso de la señora Fujimori. Pero, ¿cómo es que ahora la candidata de Fuerza Popular puede ser una invitada de lujo a un supuesto evento por la libertad y la democracia organizado por Vargas Llosa? Si hay tantas dudas, ese paso no se entiende.

Bueno, el término “invitada de lujo” es suyo. Ha sido invitada precisamente para que tenga un compromiso a nivel internacional. Que ese compromiso que le estamos exigiendo interiormente tenga la oportunidad de exponerlo a nivel internacional. 

 

¿Participa usted de la organización de ese evento?

Yo soy miembro de la Fundación Internacional de la Libertad, pero no participo en la organización.

 

Que haya un cóctel después del evento parece cachita.

Bueno, cada uno interpreta las cosas a su manera. Así como usted dice “invitada de lujo”, “cóctel”… En ese sentido, aprovechemos el espacio de libertad que tenemos en este momento [para decirlo], que no existirá en un eventual gobierno de Castillo y Cerrón donde se implantará la censura como ocurrió en la dictadura de Velasco.

 

Gustavo Gorriti escribió hace unas semanas un editorial sobre no regalar el voto. ¿No cree que se han apresurado en su apoyo a Keiko Fujimori? ¿No había que esperar un poco más para ver cómo se decantaba uno u otro lado?

Si hacemos una comparación, creo que el pronunciamiento de Mario Vargas Llosa fue un poco más tardío de cuando pidió el voto para Ollanta Humala, que fue al día siguiente de conocidos los resultados oficiales. Y es, calculo, por dos razones: porque el espacio que hay para hacer campaña en una segunda vuelta electoral es muy corto. En una recta final, revertir una tendencia es muy difícil. Y en segundo lugar, no hay que olvidar que Vargas Llosa ha sido comunista. Los conoce perfectamente desde que era estudiante universitario. Los ha enfrentado los últimos 50 años. Conoce cómo actúan cínicamente, cómo violan los principios democráticos. Porque es la misma técnica que usó Hugo Chávez. Ganó democráticamente las elecciones en Venezuela y dijo que iba a cumplir. Creo que Vargas Llosa no se ha equivocado.

 

¿Cuál es su opinión particular de la figura de Pedro Castillo?

Yo lo veo sumamente dúctil. Ha sido su forma de actuar en política. No tiene ningún reparo de hablar con extremistas, con el Movadef, con Cerrón, plantear el indulto a Antauro Humala. Es decir, el fin justifica los medios. Eso es Castillo. Y lo más grave: no tiene auténticas convicciones democráticas. Entonces, la noción básica de la democracia, de que la Constitución debe frenar el ejercicio del poder, no es algo que haya comprendido el señor Castillo. Por eso, en más de una oportunidad, he señalado que es necesario que tenga clases urgentes de derecho constitucional, porque en eso sí ha sido un mal alumno, por su desconocimiento de algo tan elemental como es el régimen constitucional.

 

¿Y Keiko Fujimori no necesita esas clases?

Bueno, Keiko Fujimori necesita esas clases también. Pero no tiene esas deficiencias o el conocimiento nulo de Castillo. Para no hablar de Cerrón, ciertamente. Porque Cerrón sería en este caso el alumno bandera de lo que significa el desconocimiento. 

 

¿Le cree a Keiko Fujimori cuando firma compromisos, como el que firmó el domingo pasado en Panorama?

No veo Panorama.

 

Bueno, le cuento entonces que firmó un compromiso…

No, sí lo leí. Creerle 100%, creerle ciegamente, fanáticamente, no. Pero frente a lo que tenemos al lado… En ellos [Castillo y Cerrón] simplemente no creo absolutamente nada. Keiko Fujimori va a tener un durísimo trabajo para generar credibilidad y construir confianza.

 

Ahora, Keiko sí tiene antecedentes de no cumplir con su palabra. El miércoles pasado en su programa, Rosa María Palacios detallaba punto por punto cómo Fujimori había vulnerado el acuerdo que firmó de cara a las elecciones del 2016. Básicamente eso nos asegura que va a mentir. ¿No coincide?

Vuelvo a lo mismo. Que le crea 100%, no. Pero ante Castillo y Cerrón, sin duda alguna, creo que más posibilidades de cumplir tiene Keiko Fujimori.

 

El día que manifestó su apoyo a Keiko Fujimori, usted dijo que la candidata lo llamó a agradecerle. ¿Conversaron algo más?

No suelo revelar conversaciones privadas.

 

¿No le ha soplado usted la idea del reparto del canon? Porque es una idea que usted ha lanzado antes.

El tema de que el canon minero, producto del esfuerzo de la inversión privada, genere bienestar no sólo a los empresarios sino a los trabajadores y a los pobladores de la zona de influencia de las minas, no es una novedad mía de esta campaña. Es algo que propugnamos desde la campaña presidencial de Mario Vargas Llosa. Mi propuesta no queda ahí: sino que, en el mediano y largo plazo, participen del accionariado de las empresas los trabajadores o cualquier peruano, como existe en un sistema de libre mercado. No en una lógica socialista, intervencionista, de Velasco. Lo que no planteamos es la captura política del poder, como sí lo quiere Castillo y Cerrón. Por eso se oponen a la asignación del canon minero, porque ellos tienen una concepción totalitaria del manejo del Estado. Ellos quieren las empresas del Estado para controlarlas políticamente, no para que la gente se beneficie económicamente.

 

Fujimori ha dicho que nombrará un gabinete no fujimorista, ¿usted se ve ahí?

No lo sé. Primero tiene que ganar las elecciones. Ella puede hacer propuestas.

 

Me refería si se imaginaba ser parte del gabinete de Keiko Fujimori, más allá de la apuesta que está haciendo por ella ahorita.

Yo estoy haciendo una apuesta no por Keiko Fujimori, estoy actuando en base a principios, defendiendo la libertad de mi país. Este no es un voto a favor de Keiko Fujimori, ni estoy pidiendo el apoyo político a Keiko ni a Fuerza Popular. No me he convertido de la noche a la mañana en un fujimorista fanático. Yo no voy a decir, pues, que el señor Becerril o la señora Martha Chávez son personas que admiro. No. Caer en esa caricaturización forma parte del juego de los adversarios en este momento. O de aquellos que antes me apoyaban y hoy me atacan, o de aquellos medios que antes me daban tribuna y hoy me silencian. Así es este proceso. Lo que yo creo es que en este momento nos debe animar la defensa de la libertad.

 

¿Con eso de los medios que le daban tribuna antes y que ahora lo silencian se refiere a La República?

Eso lo dejo para que lo interprete usted.

 

¿Qué cree que pasará el próximo 6 de junio?

Yo he aprendido en política a no especular. Lo que sí deseo es que el país no cometa el suicidio de elegir democráticamente a un presidente que no cree en la democracia, que ha instaurado un camino golpista para instaurar una Asamblea Constituyente y perpetuarse en el poder acompañado de un partido marxista, leninista, mariateguista, como Perú Libre.

 

¿Haría un pronóstico de lo que se viene en los próximos cinco años?

Estos cinco años de confrontación política entre el Ejecutivo y el Legislativo, de inestabilidad, que además se ha dado en una crisis inimaginable para el mundo desde el punto de vista sanitario, económico… Que vayamos otros cinco años a continuar con este enfrentamiento, ciertamente sería tener una vocación suicida.

 

Para terminar, señor Cateriano: ¿se está tragando muchos sapos?

La política también consiste en saber tragar sapos. No es la primera vez que lo hago. Ahora: vaya sapo que me he tragado, ¿no?

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo, Pedro Cateriano

Por Alba Ñaupas y Paolo Benza

“Si votas en blanco, votas en rojo” es una de las frases que ha circulado por Facebook apoyando la candidatura de Keiko Fujimori. Al menos 27 anuncios similares fueron pagados por la agencia de publicidad Algoritmo, de acuerdo a la biblioteca de anuncios de Facebook. Esta misma empresa ha sido seleccionada por la ONPE como parte del plan de medios de la franja electoral, un mecanismo a través del cual los partidos políticos compran espacios publicitarios con fondos públicos.

 

Son tres las empresas postoras que ofrecen espacio en redes sociales: Radio Onda Sideral, Ozono Networks y Algoritmo. Perú Libre, quizá sin saber de los anuncios naranjas de la empresa, eligió solo a esta última. El monto: S/60 mil que le da la ONPE.

Fuerza Popular, por su lado, ha apostado por no tener presencia en redes sociales con dinero del Estado. No tiene porqué. El fujimorismo ya tiene aliados en ese espacio, la mayoría ‘anónimos’, que han impulsado las iniciativas “Por mi familia” y “Unidos por un Perú mejor”.

Uno de los financistas de la campaña “Por mi familia” es justamente Algoritmo, una empresa fundada en 2013 cuya razón social es Go Digital Perú S.A.C. La página, creada el 29 de abril pasado, promueve el voto a favor de Fujimori, a quien califican como el “mal menor”. En unos videos publicados el 10 y 11 de mayo, se puede ver a la bailarina Vania Masías asegurando que no es “pro Keiko” y que, aunque le va a costar, va a marcar la K “por mi familia, porque no quiero que pasen por lo que ya pasamos”.

En otro de los videos pagados por Go Digital y difundidos el pasado 7 de mayo, aparecen figuras conocidas como Inés Melchor y Renzo Reggiardo hablando sobre no perder lo que ya ganaron, en alusión al comunismo, y “no votar con odio, sino por el Perú”. 

No todos los videos publicados asociados a esta campaña fueron pagados por Algoritmo. Según el medio Ojo Público, la semana pasada Facebook eliminó tres anuncios virales en contra de Pedro Castillo −publicados en la página “Por mi familia”− porque no identificaron al financista detrás de la propaganda política.

Como explica Facebook en su biblioteca de anuncios, estas publicaciones pagadas se pusieron en circulación “sin un descargo de responsabilidad”, es decir, no se advirtió quién las había financiado. Una vez publicadas, se determinó que cada una de ellas “era un anuncio sobre temas sociales, elecciones o política, y que requerían la etiqueta [de propaganda política], así que lo quitamos”.

Los videos que no se eliminaron fueron los de Algoritmo, precisamente porque en ese caso sí se identificó que esta empresa fue la que pagó la pauta publicitaria a favor de Keiko Fujimori.

 

¿Confidencialidad?

Consultados por el financiamiento de los anuncios pro fujimoristas, Algoritmo respondió que ellos solo son “una agencia de compra de medios digitales”, que sirven como intermediarios y que la campaña “Por mi familia” no fue financiada por ellos, sino por un cliente, “el cual debemos mantener en confidencialidad por nuestras políticas internas”.

Iván Lanegra, secretario general de Transparencia, explica que las empresas están prohibidas de hacer aportes a las campañas electorales. Ante el argumento de que esta publicidad fue financiada por un tercero, Lanegra agrega que sería importante que la ONPE intervenga para conocer quién financió estos anuncios, tal como sucedió con el caso de los carteles de “No al comunismo”, por un tema de transparencia.

Hasta el cierre de esta edición, no recibimos respuesta de parte de la agencia de publicidad Algoritmo a la pregunta explícita de quién es el cliente que habría financiado los videos.

Aunque la ONPE es responsable de asegurar la neutralidad y transparencia en el proceso electoral, Benito Portocarrero, jefe de prensa del organismo estatal, nos respondió que “no habría ningún impedimento legal” para financiar particularmente la campaña publicitaria de un candidato y, al mismo tiempo, ser el encargado por la ONPE de la campaña del competidor.

 

Fotoportada: Leyla López

 

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, ONPE
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