Lima Escrita

La ciudad es un escenario crucial en muchas tradiciones literarias. Ya Sarmiento, en su Facundo (1845), la imaginó como el centro de la civilización y núcleo por excelencia de la modernidad. Se la enfrentó a lo rural, visto como el espacio de lo indómito, lo salvaje, lo bárbaro. Esta noción maniqueísta sobrevivió por muchos años, es cierto, pero hoy sería insostenible. 

Las ciudades han ha sido y son testigos de procesos vivos y cambiantes; su paisaje humano y social ha sufrido enormes transformaciones en diversas etapas históricas y Lima, nuestra maltrajeada capital, no ha sido ajena a estos vaivenes. A esto se suma el hecho de que la ficción, de varias formas, se ha encargado de representar la vida citadina en sus múltiples facetas, especialmente las más conflictivas.

Dos libros recientes invitan a pensar en Lima como escenario literario. El primero es un ensayo del poeta e investigador Alejandro Susti, titulado La ciudad sin límites. Lima en la narrativa peruana del siglo XX; el segundo una antología acometida por Carlos Villacorta Gonzales, poeta y profesor universitario en Estados Unidos: Lima escrita. Arquitectura poética de la ciudad 1970-2020

Ambos volúmenes se aproximan a diversas representaciones de la experiencia urbana y dan cuenta de un vasto campo metafórico y social. La ciudad sin límites ausculta con detalle el origen de la tradición de narrativa peruana urbana, que estaría marcado por una parte de la obra de Ricardo Palma, creador de un auténtico y vasto archivo de imágenes sobre Lima. También se interna en la escritura de Martín Adán o José Diez Canseco, autores, respectivamente de La casa de cartón (1928) y Duque (1937), novelas que ponen al espacio citadino en el centro de sus vivencias y reflexiones.

Seguidamente, Susti explora continuidades y contigüidades, a través de las obras de varias figuras de la Generación del 50, como Sebastián Salazar Bondy (especialmente sus crónicas y artículos), Enrique Congrains, Julio Ramón Ribeyro o Luis Loayza, para culminar examinando el decantamiento del tema en autores posteriores como Osvaldo Reynoso, Alfredo Bryce, José Antonio Bravo o Augusto Higa, entre otros. Adolescencias turbulentas o complacientes, vidas marginales, barreras sociales, la idea de barrio, el espacio público, encabezan una lista de varios problemas que se analizan en este significativo corpus narrativo.

Si algo destaca en la representación del entorno urbano es su inestabilidad. Dice Susti: “tanto la ciudad como el sujeto que la habita se encuentran en perpetuo movimiento, de manera tal que no existe ya un punto fijo de mira a través del cual representar el espacio” (p.15). La lectura del corpus analizado en este volumen es, sin duda, evidencia de esta dificultad crítica.

Villacorta, por su parte, condensa cincuenta años de poesía que se nutre de la experiencia urbana en un amplio espectro que va del sueño a alienación, del vagabundeo a la angustia existencial, de la contemplación a la destemplanza. La búsqueda de la plenitud, el desasosiego ante los vaivenes de la realidad, la mirada de sospecha sobre las transformaciones de la ciudad, la cruda violencia que se cierne sobre ella, son temas que van apareciendo en la escritura de los poetas reunidos en esta antología. 

Declara el antólogo con claridad rotunda: “Este libro revisa los últimos cincuenta años de poesía peruana escrita sobre la ciudad de Lima. Desde 1970 hasta 2020, la capital ha sido una inquietud para quienes la habitan, es el lugar pro el que transitan, viven, experimentan y sueñan sus ciudadanos; es el espacio que da forma a sus deseos y a sus anhelos. En la primera mitad del siglo XX, podemos ver dos procesos urbanos: uno de cancelación de la ciudad colonial, y otro de la aparición, aún incipiente, de una nueva. Ambos procesos implican la modernización de la urbe no solo desde su evolución urbana, sino, también, desde su lenguaje” (p.13). Y podríamos añadir: proceso que ha continuado disruptivamente y nos acompaña hasta hoy.  

La antología se distribuye en siete partes y, en cada una de ellas, aparecen poetas de distintas generaciones y grupos tejiendo sus visiones sobre Lima. Ese espíritu diacrónico es el que permite, seguramente, mantener una unidad temática en un campo de evidente diversidad expresiva. Como para no olvidar que la ciudad es un calidoscopio, imagen certera que ilumina la complejidad de la urbe.

La ciudad sin límites. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 2021.

la ciudad sin límites

Lima escrita. Arquitectura poética de la ciudad 1970-2020. Lima: Intermezzo Tropical, 2021.

Lima escrita

 


Alonso Rabí Do Carmo es profesor ordinario de la Universidad de Lima, donde imparte cursos de Lengua, Literatura y Periodismo. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y obtuvo el Doctorado en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Colorado. Ejerce el periodismo desde 1989.

 

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