luis galarreta

La lección del último quinquenio fue clara: ningún presidente de la República puede sentirse fijo en su cargo. Censuras, vacancias y renuncias fueron parte del menú político de los últimos años. Como el escenario de inestabilidad no ha mejorado (sino, lo contrario), hay una alta probabilidad de que ello se repita. Y los llamados a cubrir el hueco serán –nuevamente– los vicepresidentes. Estos son los perfiles y las ‘credenciales democráticas’ de quienes podrían asumir la conducción del país.

 

 

Galarreta: a la cabeza del obstruccionismo

Luis Galarreta, candidato a la primera vicepresidencia de Fuerza Popular, es –de todos los postulantes– el que más recorrido tiene en la política peruana. Su kilometraje incluye haber ocupado una curul de manera ininterrumpida desde el 2006 hasta el 2019, cuando el Congreso fue disuelto por Martín Vizcarra. Antes de eso, también fue regidor provincial de Lima.

En estas elecciones, Galarreta postuló al poco conocido Parlamento Andino y fue elegido como representante del fujimorismo. En declaraciones para América Noticias, a mediados de marzo, aseguró que su candidatura a ese órgano supranacional se dio por un pedido de su partido, y agregó que dentro del Congreso había cumplido con “lo que corresponde” y que para él “la política no es una aventura, es una carrera”.

Parte de esa ‘carrera en la que ya cumplió’ incluye haber sido la cabeza del Congreso obstruccionista, término que su propio partido hoy acepta. Galarreta presidió el Parlamento entre el 26 de julio del 2017 y la misma fecha del 2018, uno de los periodos más conflictivos de la relación Legislativo-Ejecutivo del último quinquenio. Durante su presidencia se le negó la confianza al expremier Fernando Zavala y pasaron las dos mociones de vacancia contra Pedro Pablo Kuczynski (PPK).

Además, fue cuestionado por la compra de televisores, frigobares y flores meses antes del Mundial Rusia 2018. Cuando fue increpado por los medios, defendió las adquisiciones y aseguró que aprobarían “otra ley para que saquen la publicidad de algunos medios mermeleros”, en alusión a la llamada ‘Ley Mulder’.

Un año antes, cuando era vocero de la bancada naranja, se hizo público el chat de Telegram “Mototaxi”, donde la agrupación liderada por Keiko Fujimori coordinaba sus movimientos legislativos. En medio del debate para censurar al entonces ministro de Educación, Jaime Saavedra, Galarreta escribió: “Jaja recién leo que está temblando… pero para jodernos era valiente!”. La decisión de tumbarse a Saavedra ya estaba tomada.

 

 

Aunque el ex congresista parezca un fujimorista de larga data, lo cierto es que milita recién desde el 2018. Antes militó en el PPC y en Renovación Nacional. Hoy es secretario general del partido naranja y, como tal, está involucrado de lleno en la campaña. Esto incluye ser consejero de la nueva bancada electa, la que tendrá la labor de limpiar la cara del fujimorismo en el Legislativo.

De darse el caso que Fujimori gane las elecciones y luego deba dejar Palacio, ponerse la banda presidencial será un déjà vu para Galarreta. En marzo del 2018, como presidente del Congreso, la vistió brevemente tras la renuncia de PPK y antes de la toma de mando de Martín Vizcarra.

A pesar de ser un acto simbólico –y durar unas cuantas horas– Galarreta no desaprovechó la oportunidad de posar campante con la banda presidencial. Junto a sus colegas de bancada improvisaron una sesión fotográfica mientras esperaban a Vizcarra. La sonrisa entonces no cabía en su rostro. ¿Tendrá la oportunidad de revivir ese momento en el futuro?

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Galarreta cuando tuvo la fortuna de utilizar la banda presidencial brevemente. A su lado Luz Salgado, colega fujimorista.

 

Juárez: del amarillo al naranja

La plancha presidencial del fujimorismo la completa, en la segunda vicepresidencia, Patricia Juárez. Aunque sus posibilidades de asumir son pequeñas, ‘Patty’ ya ganó en estas elecciones: será congresista fujimorista por Lima, cargo que había intentado alcanzar en el 2011 con Solidaridad Nacional.

Precisamente, su pasado político es totalmente amarillo. Juárez fue regidora provincial y teniente alcaldesa de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) entre los años 2014 y 2018. Como tal, fue una férrea defensora de la gestión de Castañeda Lossio hasta que el sol del partido se apagó.

El ex burgomaestre es hoy investigado por el Equipo Especial Lava Jato y la acusación salpicó a ‘Patty’. Ambos son acusados de haber favorecido a la constructora brasileña OAS con la entrega de peajes, presuntamente a cambio de un aporte de US$480 mil para la campaña municipal del 2014, donde Juárez fue electa regidora.

La ex funcionaria edil enfrenta un glosario de delitos: concusión, negociación incompatible, tráfico de influencias, asociación ilícita y cohecho pasivo propio. El caso recién está empezando, según reveló el portal Convoca.

Con esa mochila infame la hoy candidata a la vicepresidencia abandonó a Castañeda en el 2018, y renunció a su partido. Divagó brevemente, pero al año siguiente se reubicó como secretaria general del último bastión solidario: Miraflores. Luego llegó Patricia Juárez a Fuerza Popular, otro partido que también tiene problemas con las palabras “Lava Jato”. Intercambiando el amarillo por el naranja, la ex teniente alcaldesa aceptó la invitación de Keiko Fujimori a finales del año pasado.

 

Boluarte: las denuncias por maltrato

En las últimas semanas apareció en televisión una representante de Perú Libre que, hasta ese momento, había pasado desapercibida para la mayoría de la prensa. Su nombre era Dina Boluarte y, con mayor solvencia que el propio Castillo, defendió a su partido ante las cámaras. Esta vocera inesperada también es la candidata a la primera vicepresidencia del lápiz.

La única experiencia en el sector público que lista en su hoja de vida es la de jefa de la oficina de Reniec en Surco desde el año 2007, al que hoy ha pedido licencia sin goce de haberes. Tras su crecimiento como figura mediática y vocera de su partido, un sector de la prensa empezó a escudriñar su gestión en esa entidad registral. Encontró unas cuantas cosas.

Boluarte tiene, según Canal N, tres denuncias policiales entre los años 2011 y 2020. Dos de ellas ocurrieron alrededor de su local laboral, la Reniec.

La primera fue en mayo del 2015. Paula Parina denunció a Boluarte por lesiones ante la Policía. «La denunciante trabaja como lava carros en el lugar de los hechos y a eso de las 4 p. m. se presentó Boluarte, la misma que agredió físicamente a la denunciante, debido a que su espacio de estacionamiento estaba siendo ocupado por otro vehículo», describe el parte policial.

El otro incidente en la Reniec de Surco es más reciente. En febrero del 2020 la activista transexual Marina Kapoor la denunció por maltrato. Luego de esperar varias horas para que la atiendan en la oficina que dirigía Boluarte, Kapoor pidió el libro de reclamaciones. Esto, según su versión, hizo estallar a la hoy candidata a la vicepresidencia de Perú Libre.

“Escuchó ‘libro de reclamaciones’ y la señora es la que más bien se exaltó. Salió de su oficina y comenzó a decir al vigilante ¿quién ha dejado entrar a este señor aquí, cuando se dio cuenta de que era una mujer transexual”, explicó la denunciante a Canal N.

Frente a ambas revelaciones Boluarte respondió, nuevamente, en una pantalla televisiva. Y a nivel internacional. Frente a la pregunta de Fernando del Rincón sobre estas denuncias en CNN la candidata aseguró que “sus manos están bien limpias”, que no tiene “ni un acto de corrupción” y se quejó porque no “dicen nada del otro lado” en referencia al fujimorismo.

 

 

La funcionaria registral está ligada a Perú Libre hace años, aunque milita solo desde finales del año pasado. Su cercanía incluye dos postulaciones previas. La primera fue a la alcaldía de Surquillo en el 2018 –cuando el partido aún se llamaba Perú Libertario– y la segunda al Congreso en el 2020. En ambas oportunidades fracasó.

También intentó postular este año al Parlamento, pero fue excluida por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) porque la personera legal del lápiz presentó documentación de subsanación sobre su candidatura fuera de plazo. ¿Cambiará su suerte si sale ganador Castillo?

 

El excluido

La fórmula presidencial de Perú Libre solo tiene a Boluarte como candidata a la primera vicepresidencia. La razón: el otro vicepresidente fue excluido por tener una sentencia firme de corrupción.

Se trata de Vladimir Cerrón, el fundador y secretario general del partido. Cerrón también es autor del ideario que fue presentado como plan de gobierno en primera instancia al JNE. Este documento fue actualizado después porque, entre otros graves problemas, no tenía ninguna mención relevante sobre la pandemia.

A pesar de no ser el candidato presidencial, Cerrón ha tenido un rol protagónico en esta campaña. Como ideólogo del lápiz, ha hecho trabajo político en redes sociales, aunque no siempre parece hacerlo a favor de Castillo.

Su simple presencia política ya es cuestionable. El llamado “médico del pueblo” fue gobernador de Junín en dos periodos entre el 2011 y 2019. Su segunda gestión terminó abruptamente cuando fue sentenciado por el delito de negociación incompatible.

La justicia determinó que Cerrón, junto a otros miembros de su gobierno regional, favorecieron al Consorcio Altiplano mediante el pago de S/850 mil por “gastos adicionales” en la ejecución de un proyecto de saneamiento en La Oroya en 2011, durante su primer gobierno regional. Por este delito Cerrón tendrá que cumplir cuatro años de prisión suspendida y está inhabilitado de ejercer cargos públicos durante un año. La decisión fue ratificada a mediados de abril.

Tanto Castillo como otros representantes de Perú Libre se han cansado de decir que Cerrón no fue sentenciado por corrupción, sino “por la corrupción”. Un juego de palabras que lo victimiza e ignora las pruebas en su contra.

Incapaz de volver a postular a la presidencia –lo hizo en el 2016 cuando su partido aún se llamaba Perú Libertario– quiso pasar “escondido” dentro de la plancha presidencial del lápiz, pero el Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 declaró improcedente su candidatura.

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Vladimir Cerrón con su banda presidencial durante su gobierno regional en Junín.

Como Galarreta, el fundador de Perú Libre ya sabe lo que es usar la banda presidencial. Al menos una imitación. Durante su gobierno regional Cerrón se lucía en eventos públicos portando una muy parecida a la original, pese a que ese no era el protocolo. Mientras dure su sentencia se quedará con las ganas de tentar la verdadera.

 

**Fotoportada: Leyla López (Fuente: Andina)

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Kenji Fujimori, antes de esta reconciliación, dijo que Fuerza Popular busca perpetuarse en el poder. ¿Cuál sería la diferencia con lo que dijo el electo congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo [que no van a soltar el poder si lo consiguen]? 

Esta campaña, más allá del riesgo de la amenaza comunista de Perú, ha servido para reconciliaciones, como la de [Mario] Vargas Llosa o [Máximo] San Román. La de Kenji con Keiko me ha parecido extraordinaria. No ha estado dentro de un cálculo*. Él deberá contestar sobre su opinión [anterior]. Lo que Bermejo ha dicho es algo que lo vas a vivir en historia del castrismo, en historia de Venezuela y Centroamérica cada vez que el comunismo ha entrado. 

*Nota de edición: Según Datum, para 7 de cada 10 peruanos fue una estrategia de campaña.

¿Y cómo podrían garantizar que ustedes dejarán el poder en cinco años, considerando lo que históricamente ha ocurrido con el fujimorismo?

El gobierno de los 90 fue exitoso, pero también somos conscientes de que hay temas que no pueden repetirse. La reelección es uno. El 27 de julio se entrega el mando democráticamente. La gente que se va sumando [a la campaña fujimorista] también lo tiene claro y son garantes de que cumpliremos la palabra. No vamos a hacer lo que hacía Vizcarra, que se reunía con fiscales. La garantía es, primero, nuestra palabra; segundo, las personas que se suman; y tercero, la prensa. Keiko no tendría ningún motivo por el cual quedarse porque ella es una demócrata. Puede haber muchos cuestionamientos, pero hemos pedido disculpas del caso, y nunca hubo nada fuera del marco constitucional. Uno puede decir que fue un exceso [la actitud de la bancada fujimorista en el Congreso disuelto], pero fue dentro del marco constitucional. Ella se va el mismo 27 de julio del 2026. 

En una entrevista reciente a Perú 21, Keiko indicó que afrontaría la justicia recién en el 2026. ¿Busca dilatar los procesos? 

El proceso va a continuar con los demás coimputados. Para mí es claro: es absurdo cuestionar [a Fujimori] por un hecho que no estaba prohibido. Me refiero al financiamiento privado, que espero sea más transparente algún día. A partir de 2018 se vuelve una prohibición legal, antes no. Existe un peritaje de los últimos 10 años a KF así como a su esposo, que nos da tranquilidad. Lo que sí estuvo mal es que no se informó a la ONPE en su momento, pero son temas administrativos.

Nota de edición.: Según el penalista Carlos Caro, el delito de lavado de activos prescribe, pero los plazos de prescripción son de entre 15 a 30 años. Además, el plazo de prescripción se congelaría durante un eventual mandato presidencial. 

Pero no se trata de aportes privados y nada más. Está el presunto delito de lavado de activos, que incluye dinero de procedencia ilícita en torno al caso Odebrecht

Es una figura que no tiene ningún sustento. Tendrá que ser comprobada en el juicio oral. Es parte del derecho de la fiscalía plantear su hipótesis, pero se ha ido cambiando en el tiempo. Primero se habló de un grupo dentro de Fuerza Popular, luego fue el partido. Primero fueron aportes ilícitos, luego fue lavado. El núcleo original es el financiamiento privado. Con lo de Odebrecht ni siquiera hay una vinculación directa, pero tendrá que comprobarse en un proceso penal si lo que dice una o dos personas es real o no. 

En el partido de Perú Libre hay personas que están llevando procesos y también está la condena por corrupción de Vladimir Cerrón. Pero en Fuerza Popular también hay personajes con procesos en camino. ¿Qué responde ante esto?

En el tema de las ligaduras [el caso sobre esterilizaciones forzadas], así sea una sola persona, tiene que verse quien será responsable. Es un juicio que se archivó, pero si se quieren investigar nuevamente, habrá absoluta libertad para el Poder Judicial dentro de su autonomía. En el caso de la investigación al señor Aguinaga, no dejo de reconocer que, así sea una sola mujer y ha habido algo mal hecho, habrá que asumir responsabilidad. 

Pero si tiene un proceso abierto, ¿por qué se le llevó como candidato?

Cuando se evaluó el caso de la candidatura de Alejandro no estaba esta nueva ocasión en que se le ha vuelto a abrir el proceso. No es que no importe, sino que no estaba presente el tema en el momento.

Keiko dijo que se trataba de una política de planificación familiar. ¿Lo respaldan?

Ella dijo que el concepto como política pública era eso [planificación familiar]. Si dentro de este, hubo un exceso de una o dos personas, se tendrá que indagar. Respetamos que se inicie nuevamente la investigación, pese a que se ha archivado antes. Si una mujer fue violentada de su libertad, se tiene que saber quiénes son los responsables. No se puede hablar de un pasivo si la campaña todavía está en carrera. Cualquier análisis será posterior a esta.

¿En Fuerza Popular están convencidos de que Pedro Castillo es cercano al terrorismo, como dicen varios de los que atacan su candidatura?

Es difícil que un ciudadano peruano haya aceptado ser candidato de un grupo con Cerrón, que además era su candidato a vicepresidente, incluso con las manifestaciones lamentables que ha tenido respecto al terrorismo. No puedo decir si Castillo es cercano o no al terrorismo directamente, pero sí te puedo decir que lo que me preocupa es si es solo una figura. ¿Decide? ¿Toma decisiones? ¿Analiza con quien está? Aquí [en el fujimorismo] lo que siempre se va a encontrar al frente es el dedo acusador de corrupción, pero en nuestro lado no tengo ninguna investigación por terrorismo. Alrededor de él, sí hay mucha gente que está vinculada, conversa y están en fotos. El 80% de su bancada es de Cerrón. 

Ya, pero Fuerza Popular reivindica el gobierno de Alberto Fujimori, que según la CVR incurrió en terrorismo de Estado. Incluso Keiko ha dicho que lo indultará si sale elegida.

El indulto es una potestad constitucional y tiene que estar dentro del marco legal, donde se evalúan otros parámetros y condiciones. No veo una contradicción. Cualquier exceso que esté muy bien sancionado en contra de la lucha contra el terrorismo, nunca he escuchado que se haya negado que eso se sancione. Es una decisión de Keiko que respaldamos y que consideramos es sobre alguien que ha pagado suficiente prisión. Siempre en el marco constitucional.

Alberto Fujimori aún no ha pagado la reparación civil que le debe al Estado, que con intereses suma más de S/51 millones, dispuesta en sus condenas. 

No hay prisión por deuda. Si la norma legal dice que no se puede indultar sin que se cancele eso, tendrá que hacerse. Eso lo verán los abogados. Si es que es un requisito pagar [para el indulto], se tendrá que hacer a quien corresponda.

¿Entonces pagará lo que debe antes del indulto?

No conozco los requisitos específicamente, pero no se hará nada que vaya fuera del marco legal.

Keiko Fujimori también ha pedido perdón a Jaime Saavedra y Fernando Zavala. Usted presidió el Congreso. ¿Qué piensa al respecto?

Lo de Fernando fue cuando era presidente del Congreso, Saavedra fue antes. Hice un mea culpa donde reconocí que caí en eso. Debí persuadir mejor de que no era el camino. Respaldo y coincido en las disculpas. En general, [disculpas] no solo a ellos dos sino a cualquier persona y todos aquellos que esperaban un trabajo entre Fuerza Popular y PPK. Entramos dolidos en ambos lados. Me apena y me obliga doblemente a rectificar y pedir disculpas por no revertir esa situación. Cuando veo el riesgo al frente [se refiere a Perú Libre] me molesta, porque hicimos mal e impide que la gente vote por nosotros. 

¿No son disculpas solo por campaña, que es a lo que suena después de todo lo visto?

Las disculpas no son por la campaña. En su momento, hubo una reunión con el señor [Salvador] Del Solar para calmar la situación política. Hace dos años hay una visión distinta, por lo que las disculpas no tienen que ver con lo de ahora. No se llegó a buen puerto con Vizcarra y otros parlamentarios, pero la posición de Keiko de disculpa y corrección es desde hace dos años. 

¿Cuánto le pondría de nota al Congreso confrontacional, que fue disuelto?

Gran parte de la confrontación fue por el señor Vizcarra que tenía un proyecto personal y sabía de sus temas de corrupción. Hay dos lecturas de esa situación. No voy a desgastarme en explicar que había otra posición. El problema fue pisar el palito. No pondría nota, pero se perdieron dos años. Jalado está, eso lo tengo claro. 

¿Han llamado a la izquierda para tender puentes?

No tuve ninguna opción para comunicarme con Verónika Mendoza, sé que Miki [Miguel Torres] es amigo y que alguna vez estuvo con ella en algún proyecto, pero sentí rechazo [por parte de Mendoza]. Yo era el responsable de esos puentes en esos momentos. Si resulta electa Keiko Fujimori, no habrá problema para armar agendas en común. No creo que se nieguen para hospitales o vacunación.

¿Pedro Cateriano será primer ministro?

Pedro tiene todas las condiciones como Carlos Neuhaus o Luis Carranza, de asumir cualquier responsabilidad. A ninguna persona [se les ha ofrecido un puesto], ni a los que armaron el texto del [primer] plan [de gobierno], Rescate 2021. Todas han participado de manera absolutamente voluntaria. Con ninguno se ha hablado de ningún cargo del futuro gobierno. Esto será un gobierno abierto, de diferentes partidos. Que no se tenga ninguna duda que no es el regreso del fujimorismo.

¿Pero hubo alguna intención concreta de sumar a técnicos de centro o centro izquierda? ¿O los han contactado y no ha habido mayor avance con eso?

Hemos conversado con mucha gente de otros sectores. De los que se suman, muchos han sido críticos del fujimorismo. El 70% son de la otra orilla. De izquierda, hay personas también, pero claro, estamos acostumbrados a ver figuras de izquierda como Mendoza o de algún partido reconocido. Ellos se la han jugado por Cerrón. Pero hay otros, como sindicatos o personajes, con los que conversamos y se van a sumar en un hipotético gobierno. No porque no queramos, pero ya tienen posiciones tan marcadas. 

¿Cuál es el papel de sus asesores ecuatorianos? Fuentes de alto rango de Fuerza Popular han explicado a Sudaca que se han sumado hace poco. 

Ha habido muchas campañas paralelas. Nos hemos enterado por ahí que algún fulanito está trayendo a algún asesor. Pero el efecto interesante es que hay una multicampaña. Han venido amigos de muy buena fe que traen asesores del extranjero. Tenemos una línea que la maneja el comando principal. Recibimos un montón de sugerencias, pero siempre hemos dicho que, en una segunda vuelta, traer gente requiere tiempo. El señor Jaime Durán [asesor político ecuatoriano], por ejemplo, necesitaba tiempo para hacer análisis, pero nunca hemos hecho ninguna coordinación. 

¿Quiénes conforman su comando de campaña principal?

La campaña principal parte de este comando liderado por Keiko Fujimori, donde estamos yo, ‘Miki’ Torres, ‘Nano’ Guerra García y Carlos Raffo. Para mí, ‘Miki’, es el creador de este grupo. 

¿Los ecuatorianos Roberto Izurieta y Juan Mateo Zúñiga no son parte de la campaña?

A Izurieta lo conocí algunos minutos, me pareció un tipazo, y fue a saludar a Keiko. Lo contó en RPP, pero no está participando. Hubo un momento donde a Lima llegó medio Quito. ¿Por qué? No sé. 

Pese a las estrategias y los reconocimientos, las últimas encuestas no los favorecen y amplían, incluso, la brecha con Castillo. ¿Qué harán?

Hay un gran sector de la población que, con justa razón, creen este canto de sirena. Ve que la cosecha se muere, donde la pandemia ha disparado la pobreza del 20% al 30% y se registran 10 años perdidos. Miran al sistema económico que todos alaban, pero no les ha llegado nada de desarrollo. Hay un descontento con absoluta lógica, pero nosotros haremos cambios profundos. Lo necesario para no destruir lo que hemos crecido. Después del debate, muchos han visto que al otro lado hay una improvisación absoluta. Lo otro es el sector indeciso, pero cada acción tiene su tiempo de maduración. Vamos a mencionar las propuestas para cambiar al Estado inerte y elefantiásico.

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