mercado popular

En el tema de mercado, para ser parte de la interculturalidad,
debemos ser fuertes en identidad”


Comienzo este nuevo año, esperando que sea diferente, que las condiciones estén dadas para el crecimiento y desarrollo de nuestras potencialidades en todo sentido, y sobre todo para enfrentar los retos que se presentan al momento de emprender algo.

Y en ese sentido es recurrente, nuevamente para las ciencias sociales, considerar para el debate el concepto de interculturalidad, un modelo social en construcción y que atañe mucho también para el análisis, cuando lo enfocamos desde el punto de vista de mercado y de empresa, donde los empresarios populares o los ahora llamados emprendedores, tienen que darse cuenta que, al definir este concepto, tienen una herramienta más que les permita encontrar una alternativa más de éxito.

Siempre se ha dicho, que hay dos formas de interculturalidad, una que es la interculturalidad deseada, o sea, aquella que es construida desde la academia y que adorna muy bien la definición donde destaca la tolerancia, la interacción entre culturas, de una forma respetuosa, donde se concibe que ningún grupo cultural esté por encima del otro, y que favorezca  la integración y convivencia entre culturas, propiciando al mismo tiempo el fortalecimiento de las identidades culturales, la autoestima como punta de lanza del crecimiento personal, el respeto y la comprensión de culturas distintas y  por otro lado la interculturalidad de hecho, que es aquella que se da cotidianamente en la sociedad y que los procesos migratorios de décadas en el Perú han permitido su multiplicación cultural y los encuentros entre culturas han propiciado algo nuevo y popular y sui generis que será motivo de otro análisis, pero que en la realidad esa interacción social se da todos los días, y más aún, cuando tenemos culturas nuevas que están introduciendo su presencia y fortaleciendo cada vez más rápido sus redes sociales, culturales y económicas en nuestro país, no es un secreto ver restaurantes o tiendas importadoras que son dirigidas por nativos de otros países, ahí la importancia de considerar este concepto para fortalecernos desde la cultura nuestra, la popular urbana, o la nueva cultura llamada peruana (que se debe construir).

Pues este modelo social que se basa en el respeto a la diversidad cultural y promueve una convivencia entre las culturas presentes en un determinado contexto, implica también que estas relaciones se den de manera horizontal y equitativa. El hecho de poder relacionarse de manera simétrica con otras personas cuyas culturas son distintas, con saberes distintos y practicas distintas, requiere de un muy logrado autoconocimiento de uno mismo, de una fuerte identidad que sepa destacar lo propio de lo diferente. Por eso es innegable, que el sentido de identidad este muy asociado al concepto de interculturalidad.

Para la UNESCO, la interculturalidad “se refiere a la presencia e interacción equitativa de diversas culturas y a la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo”.

Para ser equitativo en el Perú es muy necesario considerar la construcción o fortalecimiento de una cultura nueva que propicie la nueva identidad, solo así, nuestras relaciones podrían ser horizontales y equitativas, y cuando nos referimos a la empresa o a las empresas populares, esta falta de sentido de pertenencia o de identidad a una cultura propia, nos resta o nos podría restar puntos en nuestro recorrido por el mercado interno en construcción.

En el tema de emprendedores se habla mucho de innovación, de estrategias, de formas de pago, de delivery, pero no nos ponemos a pensar que existen bloques culturales que se ven fortalecidos por sus redes y que no generan equidad, sino que su potencial es su identidad, y poco a poco escalan y se posicionan en nuestro mercado. No es malo, ojo, es parte del juego de mercado y es válido, pero otra sería la historia si comenzamos a darnos cuenta que nuestro mercado interno, que es intercultural de hecho, necesita estar más cohesionado y con características más firmes, categorizando una suerte de marca Perú en todos los rubros. Es un trabajo arduo, les toca a las asociaciones de comerciantes, a los mercados itinerantes, a los mercados de emprendedores y a los emprendedores establecidos, ir fortaleciendo esta posible nueva mirada, que parte de la Interculturalidad, que siendo cotidiana, necesita fortalecerse desde la base territorial que es nuestro país, no puede haber una interacción cultural que ayude a la inserción del mercado, cuando la cultura receptora, cual crisol de culturas no define una identidad y pretende horizontalizar las relaciones sin una base identitaria, que si tienen muchas poblaciones de otras partes  que nos acompañan en el Perú y que saben que su fuerza esta en su red cultural.

En resumen, también en el tema de mercado, para ser parte de la interculturalidad, debemos ser fuertes en identidad, construir, fortalecer y solo de esa forma, se puede equilibrar la interacción que desea la academia cuando define.

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Hans Behr, Interculturalidad, mercado popular
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