Miedo

El miedo es una de las emociones primarias de un ser humano, y muchas veces puede resultar útil para protegernos de un inminente peligro, pero en otras ocasiones puede representar un gran impedimento para nuestro desarrollo personal. El psicólogo Arturo Torres explica que lo negativo del miedo aparece cuando lo utilizamos de forma inconsciente como una excusa para no salir de la zona de confort, o cuando, por ciertas dinámicas aprendidas, interiorizamos la idea que debemos temer a ciertas cosas que no conllevan un riesgo tan alto.

Gran parte del miedo que sentimos puede ser explicado mediante la memoria emocional. Se trata de un sistema de almacenamiento de información relacionado exclusivamente con las emociones, y no con los conceptos que pueden ser explicados fácilmente con palabras. Sin embargo, aquellas cosas que verbalizamos son procesadas de forma importante por nuestro cerebro. El psicólogo explica que existen frases positivas con tanto poder que son capaces de motivarnos y cambiar nuestra manera de ver la vida en mayor medida que libros enteros o charlas.

En ámbitos de estudio como la Psicología Positiva se parte de la idea de que los pensamientos positivos pueden ser un motor de cambio, algo que nos acerca a la transformación personal que buscamos a la vez que nos vuelve más optimistas.

Considera usar algunas de estas frases de la filosofía budista que pueden ayudarte a superar los temores diarios:

  • “Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro mira tu presente que es la causa”.
  • “Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu mente disciplinada”.
  • “Nunca veo lo que ha sido hecho; sólo veo lo que sigue sin hacerse”.
  • “El único fracaso real en la vida es no ser fiel a lo que uno sabe”.
  • “El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional”.
  • Sólo hay dos errores que uno puede cometer a través del camino a la verdad; no avanzar todo el camino y no empezarlo”.
  • “Nadie nos salva excepto nosotros. Nadie puede y nadie debería. Nosotros debemos andar el camino”.
  • “No insistas en el pasado, no sueñes en el futuro, concentra tu mente en el momento presente”.
  • “No creas nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen; créelo después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la consciencia”.
  • “Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo”.
  • “Es mejor viajar bien que llegar”.
  • “Para entender todo, es necesario olvidarlo todo”.
  • “Todo el secreto de la vida se resume en vivirla sin miedo”.

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Miedo, Motivación, Temores

En pocos momentos de la historia se han podido entrecruzar en Latinoamérica, pero en particular en la sociedad peruana, tantos miedos colectivos como ha ocurrido actualmente. El miedo, como lo han dicho desde las ciencias sociales y humanas, nace de la ansiedad provocada por la subversión de diferentes órdenes en los que se asientan nuestras comunidades.

Con la pandemia del 2020, el primer orden en trastocarse fue el social: vimos cómo se podía morir casi de inmediato si es que no se aprendía nuevas formas públicas de caminar, transportarse o no al trabajo, comprar, alimentarse, limpiar, estudiar, relacionarse socialmente. La muerte de trece jóvenes en Thomas bar en Los Olivos el año pasado, nos aterró y un incómodo racismo empezó a manifestarse.

El desorden más profundo, mientras tanto, era el de nuestra salud. Si no usábamos mascarilla podíamos caer fulminantemente muertos, como se asumía cuando aparecían personas desmayadas en las calles de Lima. El miedo produjo que se agotaran los productos en los supermercados. Nadie supo por qué el papel higiénico, pero fue sujeto de bromas que ayudaron a distender un poco ese miedo que se prolongaba mes a mes, cada vez que se anunciaba que continuaría la restricción en nuestras casas, mientras tanto, las dolorosas cifras.

El freno económico fue terrible. Por un momento hasta el mercado internacional se detuvo. El impedimento de viajes clausuró amplios sectores. Empezaron las deudas, los cierres de pequeñas y medianas empresas, el aprovechamiento de los grandes consorcios, el negocio de la salud y el oxígeno, el sálvese quien pueda avalado por un Congreso de la República dedicado enteramente a proteger los intereses económicos de los grupos más corruptos del país.

La educación virtual sólo sirvió en las ciudades del país. El sistema educativo estatal colapsó en las zonas rurales sin cobertura a internet y no logró adaptarse a los requerimientos pedagógicos de la virtualidad. Se discutía el tema cuando salió a la luz la corrupción también en el poder Ejecutivo: el Presidente Martín Vizcarra que había frenado al Congreso con el apoyo de más de la mitad de la población, resultó contar con una red de clientelaje y corrupción venida desde sus tiempos de Gobernador de Moquegua. Él y su entorno estaban tan acostumbrados que hasta mintieron respecto de las vacunas que se habían repartido y aplicado. El contexto de miedo en el que nos hallábamos, hizo ver a Vizcarra como un traidor, pues sus buenos mensajes televisivos, habían ayudado a contener el miedo. Nos había hecho sentir que estábamos ganando la guerra al coronavirus, cuando todo se vino abajo. En ese contexto el Congreso de la República quiso aprovecharse y dar un golpe de Estado. Durante la protesta contra Manuel Merino murieron dos jóvenes. Las universidades tuvieron que suspender las clases durante una semana y buscar estudiantes desaparecidos. El miedo empezó a cundir en la joven generación bicentenario. Pero se logró retirarlo.

La larga elección de Francisco Sagasti logró estabilizar lo aprendido y priorizar el tema de salud. Pero pronto surgió el contexto electoral. ¡Vaya elecciones! Los dos primeros lugares los ocupaban la hija del dictador Alberto Fujimori, denunciada como cabecilla de una organización de lavado de activos, y el maestro rural que ganó protagonismo el año 2017 durante la prolongada huelga magisterial. Un racismo extremo fue la reacción inmediata de miedo contra Pedro Castillo, quien, por ser hijo de padres campesinos de hacienda y rondero, fue presentado como analfabeto, comunista y terrorista. El sector de la población costeña vinculado a las empresas relacionadas con el fujimorismo decidió que debían impedir como fuera que ganara. Sumaron al grupo El Comercio y otras empresas de radio, televisión y publicidad y acordaron no cesar de asustarnos sobre cada vínculo de Castillo con la corrupción y el chavismo venezolano.

Pero Castillo ganó, y ya la campaña de fraude posterior no dio miedo, sino hartazgo. Ha quedado a la luz qué abogados y políticos de alguna u otra forma están vinculados con la organización fujimorista por razones económicas o temor a su futuro encarcelamiento. Que Perú Libre sea investigado parece no haber asustado como lo esperaban. Ningún llamado a golpe de Estado ha sido tomado en serio y las instituciones electorales y judiciales se han logrado mantener firmes.

Ahora que ya aprendimos a convivir con mascarilla, el arribo de las vacunas y su avance a buen ritmo (sin la absurda necesidad de comercializarla) ha ayudado mucho a espantar los miedos. El temor a la vacuna se está disipando y así como nos tomó cambiar el orden social, si queremos regresar a poder abrazarnos, a reír a carcajadas con las amistades en un viaje, a celebrar que finalmente el Perú rural está siendo protagonista del bicentenario, debemos esforzarnos en tener las dosis necesarias para dejar el principal miedo atrás; de los demás miedos, en las calles nos encargaremos.

13 de julio de 2021

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Miedo, Pandemia

Fito Páez dice en su tema Buena Estrella: «Ya ha corrido mucha agua debajo de este puente, me ha sobrado y me ha faltado inspiración…», también dice «… es genial por fin haber tocado fondo, porque ya no se puede bajar mucho más. ¿Ves ese hilo de luz que está allá arriba? Es tu buena estrella, te protegerá; entonces cuando todo al fin se vuelve insoportable, cuando el mundo y el veneno dan dolor, todavía sigue allí tu buena estrella, buena estrella para todos, para vos».

Hoy te escribo desde Santiago, ciudad capital de un país largo y delgado situado al sur del continente. Tierra de guerreros y colonos que buscan construir una vida mejor, una vida de esperanzas, una vida de prosperidad, abundancia, felicidad y trascendencia. Y yo no soy la excepción.

Es por eso que desde lo más profundo de mi cerebro reptil se ha forjado una idea, un deseo, más bien una necesidad: «Transformar la vida de las personas por medio de la educación». Es por eso que ha nacido NIUFLEEX, un nuevo espacio virtual de educación, pero hoy no te voy a hablar de eso.

El nacimiento de NIUFLEEX ha sido el resultado de una decisión, una sólida decisión, clara y consciente, inamovible e inalterable.

En el camino, se han presentado múltiples oportunidades (y siguen apareciendo). Personas maravillosas y correctas se han abierto paso brillando con una poderosa luz interior permitiendo que cada desafío sea superado con valentía e hidalguía. Un gran equipo se ha formado y se ha forjado con base en la disciplina, foco y trabajo. Sin embargo, dichos desafíos han sido innumerables, permanentes y algunos de ellos, de gran nivel y la neta, tengo absoluta claridad que lo seguirán siendo. Les hemos hecho frente a todos y cada uno de ellos y si bien, en algunos casos hemos salido fastidiados e incluso lastimados, pero al final del día y como siempre, hemos vencido.

Y como dice Will Smith en la película «After Earth«: «El peligro es real, pero el miedo tan sólo está es tu cabeza» y como diría yo, el «PINCHE MIEDO» es una creencia arraigada en lo más profundo de tu coco. En este punto se me hace muy importante establecer que el miedo es la creencia que algo negativo va a ocurrir en el futuro producto de ideas preconcebidas e improntas cargadas de muchas y profundas emociones que han nacido en el pasado, quizás tan sólo en algunos pocos segundos.

Ahora quiero que pienses ¿Qué tienes que perder en la vida? Piénsalo, ¡¡¡Nada!!! ¡¡¡En la vida no hay nada que perder!!! Es más, lo más impactante que te pueda llegar a pasar es que mueras. ¡¡¡Pero todos vamos a morir!!! Así es que te invito a que te juegues todas las cartas ahora mismo. ¡No te guardes nada! ¡Y no permitas que el MIEDO te paralice! Y es que yo soy un absoluto convencido que todos los seres humanos tienen un talento, un don, todos somos maravillosos y extraordinarios en algún aspecto de la vida. ¡Todos somos maestros!

Es por eso que te desafío a que te atrevas a tomar acción, a que vivas intensamente cada minuto a partir de hoy y hagas que este viaje, esta travesía, esta jornada, realmente valga la pena. Y tal como le responde Brad Pitt a Anthonny Hopkins al final de la película «Conoces a Joe Black» cuando debían cruzar el puente entre la vida y la muerte y éste último le pregunta si debía preocuparse por algo, Brad Pitt le responde: «Un hombre como tú definitivamente no».

Finalmente, no se trata de la edad que tienes, pero del tiempo que te queda. Recuerda siempre que LA CUENTA REGRESIVA DE TU VIDA NO SE DETIENE.

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Miedo, Sergio Pinto
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