Reciclaje

¿Qué otra alternativa existe?

Segregar: esto implica que en nuestras casas, oficinas, tiendas, en cualquier y todo lugar, separemos los residuos entre aprovechables y no aprovechables.

Los no aprovechables son la basura “real”, la que no se puede recuperar y debe ir a un relleno sanitario. Pero, los residuos que sí se pueden aprovechar (orgánicos, papel, cartón, aluminio, plástico, vidrio, peligrosos) deben ir a una bolsa o estación diferente, la de reciclaje ya que su destino será introducirlos en la cadena de economía circular y así tu residuo no es basura si no materia prima para otros productos.

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¿Cómo sumarse?

Conseguir generar cero residuos puede parecer muy dificil, pero como todo en la vida, consiste en dar el primer paso y entender que una acción es mejor que ninguna.

Te dejo unas ideas para empezar:

  • Apuesta por productos de higiene personal sólidos o en envases que se puedan reciclar.
  • Elige productos de uso diario por opciones que se degraden. Por ejemplo: peines, cepillos, exfoliantes de bambú.
  • Compra a granel y lleva siempre tus bolsas reutilizables.
  • Utiliza bicarbonato, limón o vinagre para limpiar en vez de los artículos de limpieza que muchas veces son dañinos con el planeta.
  • Reutiliza y recicla lo más que puedas y eso incluye compostar.

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Teniendo en cuenta lo anterior, la educación ambiental es fundamental para que los niños tomen conciencia de la necesidad de cuidar del medio ambiente. Sin embargo, muchas veces está centrada en temas que resultan lejanos e intangibles para ellos como el agujero de la capa de ozono o el calentamiento global. Son temas poco relacionados con el día a día de los niños, por lo que es difícil que se sensibilicen con ello. Por eso, enseñar a cuidar el medioambiente se debe centrar en inculcar hábitos desde la primera infancia.

¿Cómo educamos a los niños en el hábito de reciclar?

  • Primero, se trata de la coherencia y el ejemplo. Esto quiere decir, que no vale con que hagamos buenas acciones solo cuando los niños estén delante o cuando se lo estemos explicando. Debemos creer en lo que educamos, incorporándolo primero en nuestras propias acciones y conductas. Solo así seremos realmente un buen ejemplo.
  • En segundo lugar, necesitamos que se produzca un aprendizaje significativo, es decir, educar desde la experiencia, de forma que el niño no solo memorice unos conceptos, ideas o acciones, sino que de forma activa y participativa sea protagonista de ellas
  • Y como tercer punto clave, está el juego ya que es la forma natural en que los niños aprenden. 

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¿Cuánto se recicla en Perú?

Según las cifras oficiales, en el Perú se generan 21 mil toneladas de residuos diariamente (equivalente a 3 estadios nacionales llenos). Esto equivale a 0.8 kilogramos de generación de residuos por persona al día. ¡Esto es casi 300 kilos por persona al año! Una cifra bastante alta. ¿Y cuánto reciclamos? De acuerdo con información del Minam, las cifras están en 1% de reciclaje formal.

 

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Esta semana participé de un conversatorio sobre reciclaje y me quedó claro -una vez más- que el plástico es considerado el enemigo público número uno cuando se trata de cuidado ambiental y la solución que muchos proponen es primero prohibirlo para posteriormente eliminarlo de nuestra vida.

Sin embargo, la prohibición no es una solución real y paso a explicar por qué tomando como ejemplo la primera hora, luego de despertarse, de un ciudadano promedio que llamaremos Carlos:

Carlos se depertó cuando escuchó la alarma del celular, la apagó y aprovechó para revisar las notificaciones que llegaron. Es decir, casi sin estar 100% despierto ya usó un aparato que tiene piezas de plástico. Carlos se levantó de la cama y fue a ducharse con agua que llegó gracias a tuberías que contienen plástico. Carlos utilizó shampoo y jabón líquido que son empacados en envases de plástico, luego se lavó los dientes con un cepillo de dientes de plástico y utilizó pasta dental que contiene una tapa de plástico. Desayunó y desechó los restos en una bolsa de plástico. Puso su almuerzo en un tupper de vidrio cion tapa de plástico y salió de su casa en busca del bus que lo llevará cómodamente sentado en una silla de plástico a iniciar su día laboral.

Con el relato de Carlos tenemos -como mínimo- dos conclusiones:

  1. Es casi imposible eludir el plástico ya que está en nuestra vida sin que seamos conscientes de ello.
  2. Utilizamos muchísimos productos que están hechos de o contienen plástico. Esto se debe a que es un material versátil, eficiente en su uso, duradero y resistente pero sobre todo es un material económico y accesible a todas las personas.

Sin embargo, de acuerdo con un informe de la ONU Medio Ambiente, para 2050 existirán cerca de 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos repartidos, que tendrán como destino final mares y océanos. En nuestro país y más especificamente en Lima Metropolitana y el Callao se generan 886 toneladas de residuos plásticos al día.

Además, a nivel nacional, apenas el 4% del plástico producido es reciclado y solo 3 de cada 100 peruanos contribuyen en las iniciativas de reciclaje, según el Ministerio del Ambiente.

Es importante que tomemos conciencia del daño que estamos ocasionando al mundo. Tenemos una responsabilidad con el planeta y el primer paso para cumplir con esta es tomar conciencia de que somos parte del problema. La reducción en el consumo de plástico es responsabilidad de todos, tanto de quienes fabrican el producto, quienes lo consumen y las autoridades que gestionan los residuos. Lo siguiente es decidir ser parte de la solución.

Sabiendo que los plásticos son 100% reciclables y pueden volver a ser materias primas, la solución pasa por sumarnos a la circularidad de los envases -economía circular-  que busca aprovechar los recursos el mayor tiempo posible, recuperarlos al final de su vida útil para transformarlos y devolverlos al proceso productivo, y así los plásticos no se convierten jamás en residuos.

En concreto, compras una botella de agua y en vez de tirarla al tacho como antes, la dispones en un tacho especial para residuos que se pueden aprovechar. ¡Listo! Cumpliste con tu parte de la cadena. Lo que seguirá es que un reciclador -por intermedio de la Municipalidad- la recogerá y venderá a las empresas que transforman el plástico y así, esa botella se convertirá en una nueva botella.

Y tú, ¿serás parte del problema o de la solución?

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