Emprende

Alguna vez te has puesto a pensar o te has dado cuenta, cuántas veces al día escuchas a alguien o incluso tú mismo dices la siguiente frase: “No tengo tiempo”. Casi aseguraría que es bastante probable que, si alguien te lo dice o tú mismo la utilizas, en la mayoría de las ocasiones, ni lo vas a cuestionar, o no te vas a dar cuenta, ya que está socialmente aceptado e incluso, en muchos casos, bien visto no tener tiempo.  Es más, dependiendo de la persona, podríamos decir que, en muchos casos, cuando alguien nos lo dice, casi automáticamente vienen pensamientos tales como: “claro, es que es muy importante, por eso no tiene tiempo”, “es una persona que siempre está ocupada”, “su agenda está full porque es muy solicitada”, etc.

Sin embargo, antes de profundizar más en el tema, sería apropiado entender realmente qué es el tiempo y las definiciones que existen de este:

-Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.

-Oportunidad, ocasión o coyuntura de hacer algo.

-Cada uno de los actos sucesivos en que se divide la ejecución de algo.

Entonces, es importante mencionar un aspecto que la mayoría pasa por alto: el tiempo no es algo físico o material, no lo puedes tocar, o lo puedes ver, no lo puedes comprar, por lo tanto, no se puede poseer.  Nadie “tiene tiempo”, nadie lo puede almacenar, no se puede guardar para ser utilizado posteriormente: o lo utilizamos eficientemente o simplemente lo desperdiciamos.

Y aunque parezca solo semántica, y en realidad no lo es, porque es realmente la forma en que nuestra mente interpreta, entiende y asimila el entorno, la cosas, es importante recordar lo que Zig Ziglar, conocido orador americano, dice: “Las palabras crean imágenes en nuestra mente”.  Piénsalo un poco, y hazte las siguientes preguntas, cuál es la imagen que estás creando en tú mente sobre ti y tu relación con el tiempo, si constantemente te estás diciendo, que no tienes tiempo.

Cada vez que repites esa frase, le estás diciendo a tu mente que no lo tienes, que no lo posees, que no existe. Y en realidad, como hemos visto, no se trata de que lo tengas o no sino de si lo estás usando eficientemente o no.  Entonces, lo que va a suceder es que tu mente va a alinear las cosas de tal manera que ese pensamiento se va a “convertir” en tu realidad: no vas a “tener tiempo” o mejor dicho no lo vas a utilizar de la mejor manera.

Muchos pensamientos y creencias refuerzan esta situación.  Cuando las personas ven sus agendas y no las ven “llenas”, se preocupan con pensamientos de “no estoy haciendo lo suficiente”.  Y esto a su vez tiene que ver con pensamientos como que “si tengo tiempo libre no soy tan importante”.

Stephen Covey, escribió su célebre libro “7 hábitos de la gente altamente eficiente”, sin embargo, él mismo reconoce que todos esos hábitos son insuficientes a menos que utilicemos como base el “8vo habito – Hacer primero lo primero”.  Es decir, si queremos sacarle provecho al tiempo del que disponemos, lo más importante en lo que debemos enfocarnos es en sí estamos haciendo primero lo primero, en otras palabras, si estamos haciendo las cosas importantes y urgentes en primer lugar o estamos llenando nuestra agenda con cosas que no necesariamente nos acercan a las metas y objetivos que tenemos trazados, simplemente por tenerla llena.

Así que te invitamos a que la próxima vez que vayas a decir “no tengo tiempo”, recapacites sobre esta declaración y las implicancias que esta tiene en tus resultados y en general en tu experiencia y relación con el tiempo.  Te deseamos una vida plena, abundante y exitosa.

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Creciendo entre amigos, No tengo tiempo

De la misma forma en que en el ámbito deportivo se habla de atletas que están acostumbrados a tener un alto rendimiento, entre las organizaciones, el término permite hablar de entrenamientos y formas de mejorar constantemente para incrementar la productividad y la calidad en la organización.

De acuerdo a Genara Castillo, docente de la Universidad de Piura, implementar este enfoque en la organización requiere sobre todo de directivos que puedan motivar a los trabajadores y hacer que estos puedan identificarse con la misión de la empresa, generando un equilibrio.

“Si por el contrario no hay buenos directivos -no sólo buen ‘management’- no se selecciona bien a los colaboradores, no hay una estructura ni sistema formal adecuado, ni estrategias acertadas, ni ventaja diferencial o competitiva necesaria, ni valores básicos, sería muy difícil que se dé una cultura de alto rendimiento”, explicó.

Es cierto que para tener un alto rendimiento se debe motivar al equipo de trabajo, pero la especialista precisa que se deben distinguir al menos tres niveles de motivación: la motivación extrínseca, que persigue el logro de resultados extrínsecos como los bienes materiales y el dinero, la motivación intrínseca, donde el logro viene a través del conocimiento y la experiencia, y la motivación trascendente, donde se busca un objetivo de excelencia en el servicio con buenas prácticas éticas.

El coaching y los resultados del modelo

Además de encontrar la motivación adecuada y reconocer al equipo de trabajo cuando este se encuentra alineado con los valores de la organización, Castillo señala que en una cultura de alto rendimiento debe tener idealmente el acompañamiento de un coaching personalizado.

“La retroalimentación es clave no sólo para transmitir la propia experiencia por parte del coachee, sino también para ayudarle a conocerse en sus cualidades y en sus déficits para ayudarle a superar sus puntos vulnerables y especialmente a potenciar sus fortalezas”, asegura.

Cuando se aplica este modelo de trabajo, que va más allá del modelo mecanicista, afirma que se van a obtener resultados externos como una mayor productividad y una producción de bienes y servicios con una calidad más alta, pero también se debería de obtener resultados internos porque los equipos de trabajo empiezan a crecer en los tres niveles de motivación: extrínseco, intrínseco y trascendente.

“Se van identificando cada vez más y mejor con la misión de la empresa y la hacen suya, por lo que su propio aporte las vitaliza más y la hacen crecer porque crecen con ellas”, indicó.

Por último, agregó que el ‘coaching’ debe ser entendido no como el trabajo con un instructor en el plano técnico, sino el entrenamiento con un mentor que de un soporte integral.

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Genara Castillo, objetivos, Universidad de Piura

Todos tenemos sueños, pero no todos tienen claros los pasos para conseguirlos. El psicólogo Arturo Torres explica que muchas veces nos sentimos perdidos o estancados porque no nos animamos a tomar las decisiones necesarias para concretar estos sueños. Lo más importante es, más allá de tener presentes nuestros sueños, es tener claros nuestros objetivos y lo que deseamos conseguir en la vida.

El experto brinda algunas recomendaciones para empezar a establecer metas en nuestras vidas:

Delimita tus valores

Es necesario tomar en cuenta cuáles son los valores más importantes para ti y que en el día a día dan forma a aquello que consideras necesario. Esto te permitirá tener un esquema acerca de lo que deseas en tu vida y de aquellas cosas que quieres evitar. Anota un conjunto de conceptos de carácter abstracto que revelen las cosas que importan para ti: la amistad, el medio ambiente, las emociones fuertes u otros. Luego, haz una selección de unos 8 o 9 elementos y ordénalos colocando en las primeras posiciones lo que es más importante para ti.

Elabora una lista de metas a largo plazo

Las metas a largo plazo son aquellas que planteamos como objetivos a alcanzar en cuestión de años. Por ejemplo, aprender idiomas, ponerse en forma, conocer a más gente, viajar u otros. Elabora un listado de los 5 o 6 objetivos a largo plazo que te hagan mayor ilusión. A partir de ello podrás decidir de una manera más fácil qué empezar a hacer.

Concreta tus planes

En el proceso de establecer metas de vida debes actuar para alcanzar estas metas, tomando en cuenta maneras realistas de conseguirlo, sin entrar en conflicto con tus valores. Por ejemplo, si uno de tus objetivos es viajar pero uno de tus valores más importantes es la protección del medio ambiente, vale la pena que te plantees hacerlo de forma menos contaminante. Establece las estrategias necesarias para concretar tus planes.

Ten objetivos a corto plazo

Para lograr un objetivo a largo plazo, debemos plantearnos pequeños objetivos a corto plazo que nos permitan acercarnos a la meta. Segmenta los objetivos en pequeños pasos, que te generen varias retribuciones emocionales. Esto te dará la sensación de estar avanzando constantemente, lo cual te brindará la motivación necesaria. Con estas metas a corto plazo podrás crear calendarios para medir y controlar tu progreso a lo largo del tiempo, de manera que crees un compromiso contigo mismo.

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Metas, objetivos, sueños, valores

Las centrales de riesgo recopilan nuestra información bancaria y manejan los reportes positivos y negativos de todos los ciudadanos que en algún momento han adquirido un producto crediticio como una tarjeta de crédito o un préstamo. En las centrales de riesgo todos contamos con una calificación que le indica a las entidades financieras cuál es nuestra probabilidad de pago de deudas. Mientras más alta sea nuestra calificación, mayor será nuestro acceso a mejores productos financieros.

Pero, ¿qué sucede si encontramos algún error en el récord crediticio que afecte nuestra calificación? La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), entidad que determina el funcionamiento de las centrales de riesgo, cuenta con un servicio de Alerta de Calificación Crediticia con el fin de mejorar las finanzas de los ciudadanos. Este sistema permite conocer las variaciones en la calificación crediticia de un usuario del sistema financiero y saber cuándo una nueva línea de crédito sea abierta a su nombre. En ambos casos, y cuando se registre nueva actividad durante el mes, el usuario recibirá un reporte por correo electrónico. Esta notificación, sin embargo, no llegará de inmediato, sino que se enviarán los días 28 de cada mes.

Error identificado

En caso encontremos una gran variación en nuestro récord sin haber generado mayor deuda en los últimos meses, debemos acercarnos a la entidad financiera, ya sea un banco, caja o pyme, y efectuar un reclamo bajo cualquier canal que la entidad hubiera colocado.

Posterior a ello, la entidad tiene la obligación de responder dentro de un plazo máximo de 30 días y efectuar una rectificación, en caso el reclamo proceda dentro de los 5 próximos días. Este proceso funciona de forma automática.

La misma entidad financiera tiene la obligación de registrar esta información ante las centrales de riesgo. No obstante, también tienes el derecho a solicitar la revisión de la información que tienen las centrales tras ponerte al día en tus pagos, o si en tu reporte sigue apareciendo información errónea. Puedes solicitar periódicamente tu reporte de deudas gratis a Equifax, vía web, para saber cómo te ven los bancos y cuál es tu perfil crediticio.

Para utilizar el servicio de Alerta Crediticia de la SBS, debes estar inscrito primero en el Reporte de Deudas de la SBS, y luego indicar tu DNI y un teléfono celular en la web del servicio de alertas.

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Centrales de riesgo, Deuda, Deudas fantasma, Equifax

Todas las redes sociales ofrecen ahora publicidad para potenciar el alcance de las marcas según el tipo de público. Twitter, por ejemplo, ofrece distintos tipos de anuncios según los objetivos deseados, como Anuncios Promocionados, Anuncios para Seguidores y Trend Takeover. Twitter Ads ofrece más de 20 opciones de productos para promocionar tu contenido y tus medios de la mejor manera posible. Si bien pueden usarse de manera intercambiable, la mayoría se asocian directamente a un objetivo de campaña y una meta de marketing para maximizar los resultados.

Expertos de Twitter Ads brindan algunos consejos al momento de programar la publicidad en esta plataforma.

Respeta la sencillez

A pesar de que el límite de caracteres ya no es tan estricto como solía ser, hasta el antiguo límite de 140 caracteres puede ser demasiado largo para un anuncio efectivo. Las personas no dedicarán más de un segundo o dos a mirar tu anuncio mientras navegan. Mientras más breve lo hagas, más posibilidades tendrás de entregar tu mensaje y hacer que presten atención. Escribe tu anuncio de la misma forma en que escribirías un cartel para exteriores. Es sorprendente lo mucho que puedes comunicar con solo unas cuantas palabras.

Cuidado con el relleno

Aunque los hashtags y emojis pueden hacer que tu texto sea más divertido, no abuses de ellos. Al igual que con las imágenes, utilízalos solo si hacen que tu texto sea más sólido. Si el texto funciona igual con y sin ellos, elimínalos.

Crea contenido visual llamativo

Twitter es un medio visual, lo que significa que debes dedicar la misma atención y cuidado (además de presupuesto) a tu imagen y a tu contenido. No te limites simplemente a las fotos de bancos de imágenes o las plantillas generales, usa fotografías o ilustraciones personalizadas para crear contenido visual llamativo que no se pueda encontrar en ningún otro lugar. Una buena regla general es que si el texto del anuncio funciona igual sin la imagen, estás usando la imagen incorrecta. La imagen debe actuar en conjunto con el texto, a fin de hacerlo aún más potente.

Domina el llamado a la acción

El texto y la imagen son tu carnada. El llamado a la acción, o CTA, es tu anzuelo. Este es el momento de la verdad, cuando deberás decirle a las personas lo que deseas que hagan y lo que pueden esperar a cambio. No lo escondas ni lo endulces: usa un lenguaje directo que explique claramente lo que deseas que hagan y por qué eso será beneficioso para ellos.

Haz que sea oportuno

La esencia de Twitter es lo que está sucediendo en el momento, aprovéchala y crea anuncios que también sean parte del momento. Utiliza la segmentación por eventos para integrar tus anuncios con los eventos o las festividades más importantes. También puedes revisar lo que sucede en el mundo y con tu audiencia, a fin de descubrir oportunidades para integrar los sucesos del momento con tu marca.

Experimenta con tu cronología

Además de las pruebas A/B estándar, puedes probar mensajes, textos específicos, imágenes y ofertas en tus publicaciones orgánicas. Si tus seguidores reaccionan bien ante un Tweet, es probable que tus clientes potenciales respondan ante él de la misma forma cuando lo utilices en un anuncio.

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campaña, Publicidad, twitter

De “Proverbios y cantares”, de Antonio Machado

Caminante, son tus huellas el camino y nada más;
caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar.

Ante la pregunta: «¿Quién eres?», Clotaire Rapaille, psiquiatra y mercadólogo francés, autor de «Move Up» y «Código Cultural», radicado desde los 18 años en Estados Unidos dice: «¡Muy tarde!… ya soy otro». En una charla en México, en el contexto de un evento denominado «La ciudad de las ideas», menciona que biológicamente, todo es cambio. Desde la presencia de las hormonas, reacciones químicas, el entorno, las ideas e información que ingresan al cerebro, consciente e inconscientemente, hasta la regeneración celular (que en el caso del ser humano y con el paso del tiempo, se vuelve más lenta), todo se manifiesta como un cambio permanente en las personas.

Comprendiendo entonces que lo único permanente es el cambio, la pregunta que deambula por mi cabeza sin cesar es: «¿Existe alguna tendencia, quizás alguna ley natural que rija y encauce ese cambio?» y mi conclusión es que sí, la ley natural es el progreso y la prosperidad. Creo profundamente que los seres humanos, mientras más información tienen, ya sea que haya ingresado al cerebro de forma consciente o inconsciente, más herramientas deben disponer para progresar. Que mientras más tiempo pasan en un entorno de relaciones personales, mayor control e inteligencia emocional deben adquirir. Que mientras más experiencias completen su vida, mayor es la sabiduría. Es decir, todo me hace pensar que la ley natural es el progreso y la prosperidad.

Sin embargo, conocer tantas personas, en tantos países con culturas tan diferentes, me ha demostrado que son muy pocos, aquellos que logran experimentar progreso y prosperidad.

Es que por un lado la genética, el entorno, las improntas familiares y la cultura determinan la información que tenemos en el cerebro y dado que las decisiones que tomamos diariamente están en función de dicha información, es que debemos hacer un profundo análisis de nuestras posibilidades y de ser necesario hacer algún cambio, debemos elevar el nivel de consciencia y trabajar duro y con mucha disciplina para encauzar correctamente este nuevo camino.

En este camino también experimentarás reacciones en el cuerpo, reflejo de la existencia de emociones placenteras y displacenteras como la alegría, tristeza, furia, desagrado, ¡Miedo!, entre otras. Y dado que las emociones no son buenas ni malas, sino tan sólo indicadores, cual instrumentos de navegación de la cabina del avión y que la idea es que logres identificarlas para luego entrar en acción respecto a cada una de ellas, es que conocerte se vuelve tan relevante. Eso es control e inteligencia emocional y es la forma en la que puedas tomar el control consciente de tu vida, para que la dirijas hacia la materialización progresiva de tus sueños.

Por todo lo anterior quiero decirte: «¡Hey!, ¡NO PASA NADA! Tranquil@. Decide no tener problemas, pero si desafíos y ponte en modo solución aplicando control e inteligencia emocional. Esa es la forma de dar un golpe de timón, de forma consciente. ¡Puedes, segundo a segundo volver a iniciar! Y te invito a que aproveches cada minuto de tu vida… ¡Si vale la pena! RECUERDA QUE LA CUENTA REGRESIVA DE TU VIDA NO SE DETIENE.

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¡No pasa Nada!, crecimiento personal, Sergio Pinto

Un informe del Harvard Business Review explica el alto nivel de frustración que genera el lidiar con personas desorganizadas y desordenadas. Abordar este problema puede ser difícil, pero es necesario para que la productividad del equipo mejore. «Primero es importante explicar a qué nos referimos con desorden. Si, por ejemplo, se trata de una desorganización de agendas, o no estar a tiempo para reuniones de trabajo», señala Gonzalo Rossi, CEO de Whalecom y experto en neuroliderazgo y gestión del cambio.

Cuando el desorden está vinculado al incumplimiento de procesos, el líder tendrá que ver hasta qué punto esa falta tiene que ver con el estilo de trabajo del compañero o si se debe a una sobrecarga de trabajo. También existe la posibilidad de que la persona no cuenta con las competencias necesarias para realizar las tareas que conllevan su posición. «En el primer caso, el líder tiene que poder dar feedback. En el segundo ejemplo, son pocos los jefes a los que les resulta fácil reconocer que alguien está tapado de trabajo. En el tercer caso, el líder debe saber hasta dónde puede dar un colaborador. Si el desafío está muy por encima de las capacidades de esa persona, se puede generar mucho estrés o desorganización en esa persona», explica Rossi.

Lidiar con el desorden

Por otro lado, Alejandro Melamed, director General de Humanize Consulting, explica algunos consejos para lidiar con los compañeros desorganizados. Es importante escucharlos, transparentar el problema, fijar fechas precisas para determinados objetivos y mostrar las consecuencias concretas del desorden. Además es necesario que la persona entienda por sí misma porque es necesario que cambie sus pautas de trabajo.

Como el cambio de hábitos no es algo que ocurra de un día para el otro, el líder puede cambiar algunas reglas de juego para impactar en el comportamiento del trabajador. Por ejemplo, si un trabajador desorganizado suele entregar los informes a último momento y esto no le permite al líder prepararse correctamente para estudiarlo e integrarlo en una presentación a sus superiores, ese jefe puede cambiar la fecha límite de entrega de esos reportes para minimizar el impacto negativo.

Una de las características más comunes de los trabajadores desorganizados es la incapacidad de asignar adecuadamente su tiempo a tareas particulares. «No pueden priorizar porque ni siquiera saben por dónde empezar. Si este es el caso de su empleado, ayúdelo a aprender a dividir sus tareas en partes más pequeñas», señala el informe de Harvard Business Review.

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Empresa, Trabajo en equipo

No todas las personas son altamente productivas a la misma hora. Muchas prefieren las mañanas y otras las noches para ser más eficientes al trabajar. Esto a veces puede ser incómodo para quienes cuentan con un horario laboral fijo que empieza por las mañanas.

La coach y experta en psicoterapia Beatriz Anguís Sánchez brinda algunos consejos para lograr tener energía durante las mañanas y empezar la jornada laboral con el pie derecho.

No aplazar el despertador

Despertarse justo cuando suena el despertador permite contar con mayor tiempo para empezar el día con tranquilidad y respirar profundamente mientras nos llenamos de energía, preparamos un desayuno completo y disfrutamos de ese momento. Además, permite ordenar los pensamientos y el día. Esto hace posible que adoptemos una actitud más segura y confiada que nos acompañará el resto del día.

Beber agua

Lo recomendable al levantarnos es beber agua, pues esto activa el organismo, ayuda a eliminar las toxinas del día anterior y pone en funcionamiento nuestro sistema digestivo, el cual está relacionado con nuestro estado emocional.

Además, beber agua durante las mañanas limpia el tracto urinario y la piel, da energía y mejora el estado anímico e hidrata el sistema linfático.

Evita usar tu celular

Usar el celular o la computadora para revisar las redes sociales o correo electrónico, o sentarse a ver la televisión justo después de despertar interfiere en el estado emocional, además de ser un ladrón de tiempo. Conecta con el exterior mediante estos dispositivos después de una hora de haberte despertado.

Respirar profundo

Inspirar y expirar profundamente es recomendable al iniciar la mañana. De esta forma, además de sentir que estamos vivos, aportaremos beneficios a nuestro cuerpo como el aumento de la oxigenación de la sangre, mejora de la digestión, y relajación mental y corporal.

Hacer afirmaciones positivas

Piensa y afirma frases como «soy capaz», «lo voy a conseguir», «hoy es un día fantástico» o «hoy es una nueva oportunidad y voy a aprovecharla». Generar pensamientos positivos es un hábito saludable, pues repercute en las emociones y éstas en la actitud.

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Energía, hábitos matutinos, Trabajo

Aunque las redes sociales están diseñadas para incentivar que sus usuarios compartan públicamente todas las actividades que realizan durante el día, existen motivos de seguridad personal, pero también de imagen profesional por los cuales no es buena idea hacer público todo lo que se nos ocurre.

Según Ernesto Rubio, gerente general de Ronald Career Services Group, lo que los reclutadores siempre buscan es la red profesional LinkedIn, pero también revisan Facebook, Twitter y cualquier otra red social que pueda estar en modo público. “Buscar en LinkedIn, luego en Facebook y finalmente en Twitter, que son las redes que se observan en la preselección”, explicó.

Por ello, se recomienda ser cuidadoso con las opiniones políticas y religiosas y, cada cierto tiempo, revisar la información que comparte públicamente. Una publicación antigua que ya no refleje su pensamiento actual igual puede perjudicar su futuro. Fue el caso del cineasta James Gunn, despedido de Disney por unos tuits antiguos con bromas sobre la violación y la pedofilia.

Precauciones al asumir cargos

Para las empresas, el riesgo reputacional de tener empleados involucrados en mensajes racistas o cualquier contenido que pueda resultar ofensivo es tan grande que pueden tomarse mucho tiempo en revisar perfiles. Uri Martinich, CEO de Agencia ROI, explicó a CNN Chile, que muchas empresas rechazan postulantes por lo que encuentran en sus redes sociales.

“Mientras más alto el perfil del cargo, más probabilidades existen de que el ‘headhunter’, e incluso una empresa dedicada a investigar digitalmente a los candidatos, realicen una investigación profunda en Google”, precisa.

Aconseja revisar en qué publicaciones estamos etiquetados o en qué publicación mediática aparecemos para eliminar cualquier contenido que no nos represente actualmente o que vaya en contra de nuestros ideales morales actuales. Para mitigar estos riesgos, algunas empresas manejan manuales de uso de redes sociales para sus trabajadores.

Para Alba Medina, especialista de IEBS Business School, es bueno que los trabajadores estén claramente identificados en redes sociales como empleado de una determinada marca, sin embargo, deben ser conscientes de que no pueden hacer comentarios a nombre de la empresa, a menos que estén autorizados para ello. En cualquier otra situación, sus expresiones deben ser a título personal.

“Antes de publicar nada se debe comprender que una vez se envíe no habrá vuelta atrás y puede suponer una repercusión muy grande. Aunque se borre una publicación es probable que alguien ya haya hecho una captura de pantalla del mensaje enviado y acabe dando vueltas por la red de forma permanente”, advierte.

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Redes sociales, reputación, Reputación Online
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