Perfil

No es gratuito que la edad promedio del emprendedor peruano sea de 40 años. Así lo indica el estudio “Perfil del Emprendedor Peruano del Bicentenario” realizado por Ipsos. “Creo que sobre los 50 años todavía tenemos el empuje para hacer las cosas, sumado a todas las rayas que la vida deja en las experiencias. Esa es una ventaja de ser un emprendedor a edad grande”, indica Marco Suárez, que se considera a sí mismo un late bloomer o emprendedor tardío.

Suárez es el creador de Aqará, marca peruana de destilado de agave artesanal premium en Caraz, Huaraz, su tierra natal. En el país del Pisco, Aqará, quiere convertirse en un nuestro nuevo producto de bandera. «Quiero que los peruanos se sientan orgullosos de este destilado», dice. En la cuenta de Instagram de esta bebida artesanal se lee: «No es tequila, no es mezcal, es Perú. Y Perú ¡Es delicioso! El mensaje mencionando a dos de las bebidas más tradicionales de México no es en vano. El agave  se utiliza para fabricarlas.

Hace cinco años Suarez ingresó al mundo del destilado y hace 30 meses sacó al mercado su marca que se viene posicionando con éxito en Estados Unidos, país donde su producto ha ganado 15 reconocimientos internacionales.

“Tenemos dos materias primas únicas: el agave silvestre (una planta de forma similar al cactus que también es conocida como penca, cabuya o maguey y que crece -con gran calidad en Caraz, en pleno Callejón de Huaylas) y agua recién fusionada de la Cordillera Blanca. Estas son aguas que por cientos de miles de años han sido hielo y recién se están convirtiendo en líquido”, explica.

En mayo de este año, el destilado de Agave de los Andes se hizo acreedora de cinco medallas reconociendo sus dos variedades de destilado, en el certamen San Francisco World Spirits Competition 2021 en Estados Unidos. Su línea Plateado está elaborada a partir de piñas de agave silvestre cuidadosamente seleccionadas, picadas a mano, cocidas con chaquetas de vapor y pasadas por doble destilación.

Por otro lado, el destilado de la línea Reposado es puesto a descansar por cuatro meses en barricas de roble americano de primer uso, lo cuál le brinda nuevos aromas y sensaciones a la experiencia de disfrutar de un destilado de agave.

AQARÁ
Aqará y el agave, planta que en el Perú crece entre los 1500 y 3500 msnm

Mercado por trabajar

El también docente de Marketing en la Escuela de Negocios ESAN, que trabajó durante cerca de dos décadas en supermercados, cuenta la poca diversidad de destilados de agave en el mercado peruano frente al gran abastecimiento de pisco. “Hace 20 años veías en la zona licorería, tres cuerpos de góndolas de whisky y unos cuantos piscos. Hoy día encuentras cuatro cuerpos de góndola de pisco. Es un mercado muy competitivo y esencialmente para el consumo local”, explica.

Aqará, por otro lado, apostó por ingresar a mercados internacionales aún más competitivos, específicamente al de Estados Unidos, donde compite con el tequila y el mezcal. “De los más de 250 millones de litros de tequila producidos al año, el 90% llega a Estados Unidos. Así de grande es el mercado”, comenta Suárez.

Para el emprendedor caracino, si bien es una gran satisfacción obtener reconocimientos internacionales para Aqará, el mayor logro aún no ha llegado: conseguir que los peruanos se sientan orgullosos de ser productores de agave de los Andes. “El primer libro que habla sobre el agave en el Perú es de 1590, sobre historia natural, escrito por el padre Joseph Acosta. El tema es que después, con la llegada de los conquistadores, la caña y la uva, se dejaron de utilizar los recursos que teníamos en abundancia, como el maguey [o agave]”, explica Suárez.

“El logro no se habrá conseguido hasta que los peruanos sientan orgullo, hasta que sientan que este producto puede ser también bandera. Mientras tanto, estamos contentos con los 15 reconocimientos que hemos logrado en estos 30 meses de vida”, cuenta el emprendedor en destilados, que se animó a apostarlo todo en ese mundo desde los últimos cinco años.

Emprender internacionalmente

Tras esta buena experiencia que Marco Suárez viene viviendo, recomienda a quienes buscan empezar en el camino del emprendimiento, elegir una categoría que desean explorar y desarrollar. Luego, deben tener claro su valor diferencial. “Pensar en qué cosas puedo ofrecer, cuáles son los atributos que me diferencian del resto del mercado”, explica.

Lo siguiente, que para Aqará fue clave, es la exposición en el mercado. “La estrategia para nosotros fue participar en concursos. Teníamos un producto que se podía medir en concursos internacionales. Así fue que empezaron a mirarnos, y cuando digo eso, me refiero a que empezamos a buscar el camino. Cada uno tiene que desarrollar las estrategias que mejor funcionen para crecer”, finaliza.

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agave artesanal, Aqará, Marco Suárez

Cuando tenía 17 años, Marina Bustamante tuvo una idea: crear un negocio dedicado al cuero. Podía hacer cinturones, carteras, billeteras o bolsos. En fin, una amplia gama de productos con un propósito: que sean de calidad y con buen diseño. Era la década del setenta y hacer negocios -cuenta- parecía una tarea imposible para una mujer. “Mi padre era machista y me decía. ‘Tú no puedes ser negociante. Las mujeres van a colaborar con sus maridos, pero una mujer no lleva adelante un negocio’”. Sin embargo, ella -que por esos años tenía una máquina de costura y una atracción por el cuero- no hizo caso y siguió con la idea de hacer empresa, mientras estudiaba las carreras de psicología en San Marcos y actuación en la Escuela de Arte Dramático.

Desde entonces han pasado 48 años y ahora tenemos a Marina Bustamante al frente nuestro, vía Zoom, recordando sus inicios. Es la fundadora y gerente general de Renzo Costa, una marca que produce y vende artículos de cuero. Una empresa que nació cuando ella cumplió los 20 años y abrió una pequeña tienda en el jirón de la Unión, en el Centro de Lima y que bautizó con el nombre de su primogénito. Un emprendimiento que se convirtió en un imperio del cuero y que -hace unos días- la hizo obtener el reconocimiento de Empresaria del año 2020, otorgado por IPAE.

“[Galardón obtenido] por su trayectoria, perseverancia y su contribución al desarrollo empresarial, con un ejemplo de empoderamiento femenino e iniciativa privada ética”, se lee en el comunicado donde la anuncian como ganadora del premio que se entrega desde 1961.

Usted fundó en la década del 70 Renzo Costa, en los 80 se fue a Chile y siguió con su negocio en medio de una crisis social y económica; y encima, en tiempos donde era aún más difícil hacer empresa siendo mujer. ¿cuán complicado fue emprender y enfrentarse a todo eso? ¿Se podría decir -usando una palabra de moda- que la suya es una historia de resiliencia?

“Soy una resiliente 100%. La historia de una mujer que empezó un negocio superando la súper hiperinflación, el terrorismo y el machismo. Nuestra empresa no hubiera salido adelante si no hubiera sido resiliente. Los peruanos somos resilientes. Eso nos salva”, cuenta.

Líneas arriba Marina Bustamante nos había contado que su padre no la apoyaba en su idea de ser empresaria. Él, lamentablemente, no pudo ver su éxito. Falleció en 1973, cuando ella comenzaba a despegar su negocio. “A mi padre le hubiera gustado ver mis logros. Se hubiera sentido orgulloso y hubiera olvidado lo que me dijo antes, cuando me hacía la guerra”, dice y sonríe orgullosa, algo nostálgica.

Todo esto nos hace peguntarle sobre las dificultades que tuvo que sortear en medio de una sociedad que solo concebía a un hombre de saco y corbata creando industria. “Cuando iba a los bancos a pedir un préstamo, imagínate, era joven y mujer. Me veían y no me lo daban. Todos los que iban a pedir eran hombres con terno. Entonces yo me decía: ‘Vengo a recibir un sí’, pero generalmente me daban un no. Me recorría las cajas municipales, Asociaciones de iglesias, o les pedía dinero prestado a mis hermanas. Un día me dieron una respuesta positiva y comenzó todo”.

Crecer en grande

Actualmente Renzo Costa de Marina Bustamante es una de las empresas más importantes de la región en su rubro. Tiene 65 puntos de venta distribuidos en centros comerciales, tiendas independientes en zonas estratégicas de Lima y en el aeropuerto Jorge Chávez. Es una empresa familiar donde su hijo, Renzo Costa, tiene una de las gerencias. ¿Cómo lidiar con la familia en el negocio y con las discusiones en el trabajo?, le preguntamos sobre ese delicado terreno que es laborar con los parientes.

“En el trabajo no hay familia, todos somos trabajadores. Todos debemos responder a una disciplina, organigrama y responsabilidades”, cuenta. “En el trabajo se respeta cada jefatura. Formamos comités y consensuamos, discutimos, hacemos críticas constructivas. La palabra respeto está, sobre todo”, agrega y señala: “Siempre hago una diferencia: hay que separar la mesa del directorio de la mesa del comedor. En casa no se habla de temas de negocios. Hablamos de nuestra familia, de nuestros cachorros, de otras cosas… pero no de trabajo”.

Ser reconocida como Empresaria del año 2020 parece una paradoja si tenemos en cuenta que la economía se desplomó durante el año pasado y muchos negocios quebraron durante las cuarentenas en medio de la pandemia. ¿Qué retos tuvo que enfrentar la empresaria y cómo adaptó su negocio en tiempos de Covid-19?

“Nosotros los empresarios estamos preparados para asumir retos difíciles, pero nunca tan difíciles como los del 2020”, responde. Luego de una pausa cuenta las peripecias que enfrentó: En marzo del 2020 se quedaron con el stock de la mercadería para el Día de la madre y del padre. Tuvieron que fortalecer el ecommerce, que ya venían impulsando en Renzo Costa desde hace cinco años. Trabajar de manera presencial les era imposible: abrieron su fábrica, tuvieron contagios y cerraban. Volvían a abrir, nuevamente aparecían más contagios y tenía que cerrar otra vez. “Era muy riesgoso y tuvimos tercerizar la producción. Era imposible trabajar así”, detalla, aunque acepta que su empresa salió a flote porque su marca es sólida y ya es parte del imaginario de la gente cuando se habla de productos de cuero. Además, habían ampliado su gama: diseñaron ropa casual, pues la gente ya no salía a reuniones ni fiestas. Hicieron productos resistentes al alcohol y desinfectantes. Impulsaron la perfumería y la venta de chocolates con la marca Renzo Costa. “Nos diversificamos”, dice Marina, quien en octubre lanzará su libro de memorias Atrévete, donde contará su experiencia de vida como emprendedora. Entonces le pedimos que dé algunas claves para quienes aspiran a emprender en el Perú.

“Persigan su sueño y conviértanlo en una meta. Hay que ser creativo, innovador, que no solo los mueva el dinero, sino la pasión”, dice. “Conviértete en un líder y forma líderes. Estudia para mejorar. El mundo cambia. Califícate y mejora día a día. Sé curioso y sé disciplinado”, recomienda: “A pesar de la situación difícil tenemos que hacerlo con optimismo. Cualquier producto, que es bueno, tendrá éxito. Pensemos así”, enfatiza y añade a modo de sentencia: “Esta pandemia nos ha enseñado mucho. Hemos aprendido frente al dolor y hay que ser solidarios, hay que estar unidos y trabajemos en equipo. Una empresa sin valores no sirve. Todos debemos ser honestos y transparentes”.

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IPAE, Marina Bustamante, Renzo Costa

“Cuando hablamos de personas con discapacidad pensamos en quienes trabajan en el centro de la ciudad o en una avenida importante vendiendo caramelos o esperando una moneda. Pero no nos preguntamos por qué llegaron ahí. Eso se debe a la falta de oportunidades. Pero cuando una persona con discapacidad, dentro de un equipo de trabajo se desarrolla, motiva e inspira a su grupo”.

La frase es de Fabián Chira, un joven de 29 años con acondroplasia, por lo que mide un metro con 27 centímetros. Él que es chalaco, apasionado por el fútbol e hincha del Sport Boys, en el 2019 creo Inclulab, una consultora de inclusión laboral que busca reducir la brecha entre las personas con discapacidad y las empresas.

“Acercamos a las personas con discapacidad a las oportunidades laborales y las acompañamos en todo el proceso de selección: antes, durante y después”, cuenta Fabián. Pero su plataforma no solo las ayuda a conseguir un trabajo en la carrera que estudiaron, eso solamente es una parte del trabajo que realizan: además, las empodera como personas, como profesionales y hace que las empresas – a través de talleres de capacitación- entiendan el valor de ser inclusivas. Pero ¿Cómo nació su idea y qué tiene que ver el fútbol en esta lucha por construir un país inclusivo?

“Uno estudia, tres o cinco años, con la finalidad de posicionarse en una empresa, adquirir experiencia, pero muchas veces es difícil. Muchas empresas creen que contratar personas con discapacidad es un gasto mayor y eso no es cierto”, cuenta Fabián, quien en 2014 fundó la Selección Peruana de Fútbol de Talla Baja, equipo donde conoció a profesionales y a otros deportistas con algún tipo de discapacidad y, a quienes oía repetir un problema: “Las empresas no nos contratan”. ¿Discriminación? ¿Poco interés en hacerlo? ¿Escasa consciencia de las organizaciones? Eran (y son) algunas de las preguntas que se hacían.

“Había un chico al que le pedían tener experiencia para realizar prácticas en una empresa. Pero si antes nadie le había dado la oportunidad por tener discapacidad ¿Cómo iba a conseguir ese empleo?”, se pregunta Fabián, recordando alguna de las experiencias que le tocó vivir de cerca.

Con la sumatoria de testimonios, más su propia experiencia de vida: a los padres de Fabián – en los noventas- les habían dicho -de la manera más torpe- que su niño podría trabajar en un circo o en la televisión. “Están perdiendo dinero”, les decían.

seleccion peruana peru - argentina
Selecciones de Talla Baja de Perú y Argentina se enfrentaron por primera vez en la historia en esta categoría en el 2015.

El fútbol, esa inspiración…

Entonces, a lo largo de su vida, Fabián tuvo que aprender a lidiar con las miradas, con los impertinentes, hasta que en la secundaria entendió que ese cuerpo suyo debía aprender a amarlo y reconocerlo como tal. Entonces, “era hora de salir adelante y convertirse en una referencia para las personas de talla baja del futuro. Ser ejemplo de las nuevas generaciones”. Esa fue la razón principal para crear Inclulab y la Selección Nacional de Talla Baja, donde fue capitán y juega de defensa.

“Queremos que las personas con discapacidad también sean el sustento del hogar, que el sueño de su vida continúe”, dice y agrega: “La idea es que la inclusión no se quede en la empresa. Ni que la empresa contrate personas con discapacidad por un tema de responsabilidad social. ¿Responsabilidad social? Si nosotros cumpliremos nuestro trabajo”, explica. Y agrega: “Queremos también que papá o mamá que trabajan en la empresa lleven el mensaje de inclusión a su hogar. Que expliquen a su familia cómo trabaja su compañero y lo sorprendente que es. Si queremos hacer un cambio, insertar a una sola persona en el mercado laboral puede generar mucho impacto en nuestra sociedad”, cuenta. Y suelta una cifra, más que eso un bofetazo: de 10 personas con discapacidad, solo dos tienen trabajo.

Fabian Chira
Fabián Chira realiza diagnóstico de accesibilidad en empresas.

Entonces, Fabián nos cuenta que para tener impacto en las empresas, realizan activaciones y dan charlas. Además, dice que han logrado establecer contacto con organizaciones que los buscan para que sugieran postulantes a puestos de trabajo. Las personas con discapacidad interesadas en ser parte de la base de datos de Inclulab, solo deben ingresar a su página web o a sus redes sociales y llenar un formulario.

Debido a su innovadora propuesta, Inclulab acaba de ganar hace una semana el premio Protagonistas del Cambio 2021 de la UPC. El camino a ser referentes, ya está enrumbado.

“Lo primero que deben hacer las empresas para ser más inclusivas es querer incluir a personas con discapacidad en sus organizaciones. Luego sensibilizar a su personal para que estén preparados para recibir a una persona con discapacidad. Luego asegurar que sus instalaciones sean inclusivas y – lo principal- que, a la hora de escoger a un talento, centrarse en su capacidad y no en su discapacidad. Solo así generaremos un cambio”, dice Fabián, quien estudió administración de empresas, aunque de momento tuvo que dejarlo porque está metido de lleno en el emprendimiento de su vida, ese que busca marcar un hito y generar un cambio en la sociedad.

Dato:

Pueden contactar a Inclulab en su página web, Facebook, Instagram y LinkedIn 

 

Foto de portada: Javier Bustamante.

Fotos secundarias: Archivo personal Fabián Chira.

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Fabián Chira, Inclulab, Selección Peruana de fútbol de Talla Baja

Para muchos emprendedores, la pandemia representó una oportunidad para potenciar al máximo sus negocios, consolidando la vía digital. Según un estudio del Observatorio Ecommerce Perú de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE), el comercio electrónico creció 50% durante el 2020, en plena pandemia, moviendo US $6.000 millones.

Detrás de estas cifras están miles de peruanos que decidieron seguir adelante con el sueño de ver sus negocios crecer. Un claro caso de ello es el de Geraldine García y su socio, Fernando Flores, quienes hace cuatro años iniciaron un próspero camino con Mueblez Vintaje. Se trata de un negocio dedicado al diseño personalizado de muebles para el hogar, y que a la fecha ha conseguido más de 20 mil seguidores en Facebook, plataforma por la que captan la atención de internautas con sus diseños.

Como muchos emprendimientos, Mueblez Vintaje nació a partir de identificar una clara oportunidad de negocio. “Todo empezó cuando me mudé a mi departamento y tenía que amueblarlo. Me había enamorado de unos sofás y consultando con proveedores me di cuenta que era mucho más rentable trabajarlos con fabricantes directos. Ahí vi una oportunidad de negocio”, cuenta Geraldine.

Muebles vintage 2       Muebles vintage

Expertos en decoración

Inicialmente eran tres los modelos insignia de la marca, pero vieron que hacer trabajos a pedido y personalizados les daba una satisfacción mayor a sus clientes. “Vimos la oportunidad de personalizar los muebles porque no queríamos ser una empresa convencional. Conseguimos que los clientes puedan elegir la tela, el tamaño, el color de la madera, ya sea una butaca, el sofá del comedor, la mesa de noche. Nosotros fuimos uno de los pioneros en ofrecer la visita de diseñador a casa, para hacer una simulación del mueble en el tamaño que el cliente desea”, asegura Geraldine, que se encarga del área comercial de Mueblez Vintaje.

Como todo emprendedor en sus inicios, es necesario ser multitarea hasta conseguir al equipo adecuado. Geraldine cuenta cómo ella y Fernando tuvieron que encargarse de cada uno de los pasos en el negocio: compra de insumos, negociación con proveedores y clientes, inventario, diseño de muebles, publicidad, venta y posventa. “Siempre nos acordamos, porque fue una época muy bonita: Fernando me buscaba los fines de semana y caminábamos viendo proveedores. Hoy estamos conversando con diversas marcas y tiendas por departamento, a las que también vamos a ingresar”, anuncia la emprendedora.

Geraldine pasó de saber lo que cualquier persona que compra un mueble conoce, a ofrecer un catálogo de más de cuatrocientas telas para que sus clientes escojan la que desean, según la propia iluminación de su casa, y los colores de su hogar. “Nosotros construimos el mueble en función de lo que el cliente busca. Felizmente tenemos a todos nuestros clientes contentos. Podemos decir con orgullo que es porque nos preocupamos mucho en el tema de postventa que es también un espacio muy importante. Cuando los clientes tienen dudas, nosotros también estamos. Respondemos inmediatamente al cliente y estamos muy pendientes de todo”, indica.

Para ella, la parte más compleja de lanzarse a emprender es encontrar al equipo humano que el negocio realmente necesita y merece. “Puedes contratar a alguien, pero finalmente en la cancha ves si es una persona responsable y comprometida. Lo más difícil es poder encontrar a personas comprometidas con su trabajo y no que tan solo busquen tener un sueldo fijo. Afortunadamente contamos con un equipo que ha demostrado ser totalmente responsable”, cuenta agradecida.

Ahora, y tras haber ganado más clientes durante la pandemia, debido al impulso del ecommerce, Mueblez Vintaje está próximo a lanzar su tienda digital, que facilitará el proceso de diseño y compra directa. Igualmente han reactivado las visitas a las casas de sus clientes para darles asesoría. Esta consiste en ver las medidas del departamento para que el mueble a fabricar sea del tamaño ideal al hogar, además que los colores del departamento combinen con el de los muebles para conseguir una armonía total. Esto se hace cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad para garantizar la mejor experiencia, afirma Geraldine.

“Buscamos exportar, como cualquier otra empresa que tiene ambición por seguir expandiéndose. Estamos trabajando y conversando con diversas empresas y personas dedicadas a este negocio en otros países, como Bolivia y Chile. Hoy el campo digital nos permite hacer cada vez más cosas. Así vamos creciendo. Roma no se hizo en un día. Un negocio tampoco”, finaliza.

Dato:

Puedes seguir a Mueblez Vintaje en su cuenta de Facebook e Instagram o contactarlos a su WhatsApp.

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Fernando Flores, Geraldine García, Muebles Vintage

Paso a paso y con espíritu didáctico, Daniel Bonifaz, cofundador y CEO de Kambista, lleva algunos meses contando algunos datos de su experiencia empresarial a sus seguidores en Youtube y en Instagram, con el objetivo de que más personas puedan sacar adelante sus emprendimientos. Siendo comunicador, en el 2016, se lanzó -junto a dos amigos- a crear Kambista, la plataforma que se convertiría en la primera casa de cambio digital del país.

En entrevista con Sudaca.pe, recuerda que todo empezó cuando su amigo, Paulo Valdiviezo, volvió de Australia con la necesidad de cambiar dólares y no encontraba una alternativa satisfactoria, en términos económicos y de seguridad. “La banca cobraba carísimo por mucho tiempo, había un mercado muy informal en el país, una industria dolarizada y en esos fallos es donde empiezan a aparecer las oportunidades. Creo que todo emprendedor tiene que estar atento a esas quejas, esos problemas de la gente”, explica.

Ahora que han realizado más de 800 mil transacciones y que la pandemia les ha permitido más que duplicar el ticket promedio por operación, asegura que las crisis son los mejores momentos para emprender. “Son las mejores oportunidades porque cuando se mueven las cosas es cuando empiezan a aparecer huecos a nivel de negocios”, señala.

Las lecciones de los fracasos

En el camino de obtener estos logros también se presentaron algunos tropiezos. Uno de los más importantes ocurrió en el 2019, cuando anunciaron su ingreso a Argentina. “Cambiaron la regulación y pusieron topes a los cambios y tuvimos que cerrar Argentina, pero fue un proceso de aprendizaje que valoro bastante. Nos ayudó a enfocarnos, a ver cómo es abrir en un nuevo país, ver el tema societario. No importa si fracasas, sino que encuentres aprendizajes de ahí y los apliques”, comenta.

Por ello, considera que, parte de lo que aprendió, vino también por estos golpes. “El ecosistema no estaba tan desarrollado cuando empezamos. Las ‘startups’ que existían eran Culqui, Joinnus, Fandango, muy pocas empresas fintech (financieras tecnológicas)”, precisa. Era tan poco común este tipo de emprendimientos que la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) tuvo que incluir la figura de las casas de cambio digitales en su regulación y a partir de allí, se han creado muchas otras plataformas en el mismo rubro.

“Nos gusta no solamente haber sido los primeros, sino también haber puesto los estándares en materia de seguridad. Por ejemplo, hoy en día tenemos la validación biométrica. El hecho es no solamente crear la plataforma primero, sino marcar la ruta. Eso es lo más interesante y al mismo tiempo, lo más riesgoso”, refiere.

La incertidumbre como compañía constante

Al margen de los riesgos que supone la pandemia, Bonifaz reconoce que hay una sensación de mayor inestabilidad que podría jugar en contra de cualquier persona que quiera lanzarse a abrir un negocio. Sin embargo, agrega que todo el tiempo el camino de un emprendedor está plagado de riesgos.

“Es una situación difícil. Creo que la incertidumbre es algo que nos acompaña a todos los emprendedores cuando hacemos un negocio y ahora ha crecido, pero creo que las crisis son los mejores momentos para emprender. (…) No sé si recomendaría emprender porque cada caso es particular y depende de la perspectiva de riesgo que tenga esa persona, pero en general, lo que veo es que siempre de las crisis salen los mejores emprendimientos”, indica.

En el caso de Kambista, también están evaluando formas de seguir emprendiendo e innovando, a pesar del escenario de incertidumbre. En ese sentido, el siguiente objetivo al que apuntan es la industria de las remesas.

“No es fácil, lo cual me gusta más porque hay más barreras de entrada, pero tenemos una base de usuarios que nos pide hacer remesas, nos pide envíos al extranjero y nuestro plan es digitalizar ese servicio y hacerlo igual que Kambista, a precios justos, con rapidez y seguridad. Entonces, ya estamos explorándolo, estamos en ese proceso y aún no puedo revelar mucha información. Espero que las novedades les lleguen pronto, pero sí es una industria a la que queremos entrar definitivamente y ahí nos vamos a expandir”, añade.

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Daniel Bonifaz, Kambista, remesas

Li Ce es fotoperiodista y ha sido editora de fotografía en prestigiosas revistas del Perú. Tenía una vida tranquila y un trabajo estable. Eso que llamamos una vida profesional lograda. Pero un día lo dejó todo: cambió el bullicio de la ciudad, el estrés de Lima y las correrías agobiantes de las redacciones periodísticas para mudarse a un rincón perdido de la selva peruana. En este espacio verde y espeso de nubes pomposas viene levantando su casa-taller. Un lugar desde donde impulsa el emprendimiento de su vida: Machina.

“Machina es un taller de diseño y fabricación de artesanía contemporánea con productos fabricados en madera certificada o reciclada”, cuenta Li Ce a través del Zoom. Detrás de ella se observan algunos de sus trabajos: candelabros, portarretratos, revisteros, pero también nos precisa que fabrica repisas, sillas, mesas, todo tipo de muebles que construye como piezas únicas. “Mi objetivo es hacer piezas hermosas y duraderas que le den soporte y realce a cada aspecto de la vida cotidiana que resalten en los espacios que ocupamos diariamente”.

Machina fue fundado en Lima en el 2016. En su momento era un trabajo paralelo mientras Li Ce editaba las imágenes de reconocidas revistas, entre ellas una dedicada a la arquitectura, decoración y el diseño de interiores.

“Trabajé más de 10 años para medios impresos y la mayor parte de ellos para una revista de decoración. Me había empapado demasiado de las tendencias de diseño mundial. Todos los días consumía diseño, mañana, tarde y noche”, cuenta la comunicadora convertida en artesana de la madera.

“Saliendo del colegio había estudiado en la Escuela de Bellas Artes. Aprendí las técnicas de las artes plásticas y la fotografía. Luego estudié ciencias de la comunicación y me gradué en producción audiovisual. Aunque me alejé de las artes plásticas, por un tiempo, el trabajo artístico con las manos nunca dejó de reclamarme”, afirma.

   

La vida en la montaña

Sin querer todo se iba alineando para su futura vida en la selva peruana. A la par de su trabajo periodístico, compró un par de máquinas que instaló en un cuarto de su casa, el instinto la hizo dibujar sus primeros diseños y de pronto su hogar se llenó de aserrín: ya estaba cortando, lijando y taladrando la madera. Todo lo hacía después de su trabajo como fotógrafa.

“Poco a poco fui implementando más el taller y aprendiendo la técnica con bastante facilidad. Era bastante cansado pues era como tener dos trabajos y la carpintería es físicamente demandante”, recuerda.

Por su trabajo como comunicadora, pronto Li Ce, entendió que si quería dedicarse a esto debía trabajar su marca, la visión y el propósito de su negocio. “Fue en ese momento que me di cuenta que estaba en un camino sin retorno”. Vivir en la selva ya no era una idea fantasiosa. Comenzaba a palparse como una realidad. Pronto llegó la pandemia, el encierro, hubo quienes fueron en la búsqueda de espacios abiertos para vivir huyendo de una cuarentena que nos destruía. En ese contexto ¿Por qué no mudar su vida a un espacio donde pueda estar en contacto con la madera, la materia prima de su negocio? Total, Machina ya era una realidad, los productos se ofertaban por internet, se vendía bien, había que entender aún más el origen del producto: la madera, in situ. Entonces tomó la oportunidad y se marchó. Machina tenía nuevo hogar: un lugar perdido en la selva.

“Hace poco mudé el taller a una montaña en la selva. Esta fue una idea que concebí hace algunos años atrás”, cuenta. “Cuando aún trabajaba como editora y empezaba a preguntarme qué era lo más importante para mí. La respuesta fue aprender de lo más básico y esencial acerca de la vida”, explica. “En medio de este contexto en el que vivimos, tan bullicioso y cargado de mensajes desalentadores y superficiales, de distracciones y paliativos, esta fue mi manera de buscar el silencio necesario para que la vida se manifieste tal cual es, sin maquillaje”, insiste Li Ce. “Por eso quise acercarme a la naturaleza, para absorber de ella lo que deseo plasmar en mis creaciones. Salir de Lima fue el primer paso y había que llevar el taller”.

Para Li Ce Machina es un reencuentro con el trabajo hecho a mano. Hace el diseño de los productos, el packing, los fabrica, los fotografía y comunica su valor a través de las redes sociales. “Al principio, pensaba que al trabajar la madera la estaba transformando, pero ahora me doy cuenta de lo mucho que ella me ha transformado a mí”, reflexiona sobre sus piezas fabricadas de madera y de  manera artesanal. Entonces ahí aparecen los libreros, collares, tarimas modulares, y demás muebles.

“Uno de nuestros objetivos es alejarnos de la cultura de lo descartable y contribuir a cambiar esa predisposición del consumidor actual. Esa de comprar cosas económicas, pero débiles que pronto se deterioran y deben cambiarse produciendo más basura y un mayor desperdicio de recursos”. Su idea, nos cuenta, es tener productos duraderos, como los muebles de los abuelos.

Antes de terminar la entrevista le preguntamos a Li Ce qué recomendarles a los emprendedores que buscan entrar en esta piscina sin agua que es iniciar un negocio en el Perú. Y su respuesta fue sencilla: animarse, lanzarse y encontrar en lo que hacen la pasión necesaria para hacer su negocio sostenible. Sin importar el dónde estés, ya sea en la bulliciosa ciudad o en el silencio de la selva. Aquel lugar que inspira a Li Ce, para crear, para seguir adelante… para tener madera para emprender.

Dato:

Puede contactar a Machina a través de su Instagram y Facebook. También revisar su catálogo.

 

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Era la etapa más dura de la pandemia en el año 2020. El Covid nos tenía en confinamiento y los negocios estaban cerrados. Las calles vacías eran una triste señal de un virus que nos atacaba. La incertidumbre era reinante y los emprendedores buscaban la forma de adaptarse a aquello que se bautizó como la “nueva normalidad”: una vida con mascarillas, caretas faciales y esquivar -como dardos- a la muerte. Había que luchar, reinventarse. Rediseñar una nueva forma de vender.

En ese contexto muchos emprendedores miraron la digitalización como una oportunidad para surgir. Fue entonces cuando Andrea Li, una joven administradora de empresas de 27 años y con experiencia en temas de retail, tuvo una idea: Hacer una plataforma que ayudara a los emprendedores a digitalizar sus negocios, creando sus propias páginas web para que exhiban sus productos. Así nació TiendaDa.

“Al inicio de la pandemia hice un emprendimiento (un negocio de comida). Comencé a vender por redes sociales y es ahí donde me doy cuenta que había otros emprendedores que se les dificultaba mostrar su catálogo virtual, sacar promociones y mostrar sus productos. Entonces me junté con mi socio (el ingeniero de sistemas Gi Wah Dávalos) y creamos TiendaDa para ayudar a digitalizar los negocios”.

Crear una tienda virtual

La idea es la siguiente. Un emprendedor ingresa a esta plataforma y crea de manera sencilla su propia página web (Puedes ver aquí -EN VIDEO- los pasos a seguir). Ahí pueden colocar las fotografías de sus productos, descripciones y contactar con clientes de todas las regiones. Es decir: crear su propia tienda virtual en unos cuantos pasos.

“Nosotros tenemos dos versiones. Una gratuita que te permite cargar productos ilimitados, descripciones y fotos. Con esta versión queremos llegar a todos los emprendedores del país”, afirma Li, quien estudió administración de empresas en la Universidad de Lima y en la Universidad de Queensland en Australia.

Pero también, precisa, hay una versión Pro, por un pago que va desde los 30 soles. Esta permite cargar precios al por mayor, las variantes de los productos (tallas, sabores, colores, etc) y gestionar su stock.

Li asegura que todos los negocios deberían tener acceso a una plataforma de venta digital y -enfatiza- que esto ayuda a organizarse mejor en cuestión de data, como ver la lista de clientes que te han comprado y hacerles ofertas especiales.

Para crear una tienda digital en tiendaDa, cuenta Andrea Li, solo se requieren tres pasos: 1) ingresar a TiendaDa.com. 2) Darle clic al botón “Crea tu tienda virtual gratis”. Solo se requiere un correo, una contraseña y un número de WhatsApp. 3) Luego de cargar toda la data del negocio (descripción del emprendimiento, productos, fotos), se creará un dominio, cuando los clientes ingresen a este, podrán ver los productos de tu nueva tienda digital.

Expansión regional

En esta plataforma, 4000 emprendimientos han creado su tienda virtual que ya superan los 100 mil soles en ventas. Los negocios que se ofertan a través de TiendaDa son de diversas categorías: ropa, bisutería, joyería, tiendas de postres, etc.

“El perfil de quienes se están sumando son: emprendedoras, con trabajo fijo pero que su sueldo ha sido reducido. Tienen entre 24 y 35 años con grado universitario. Quieren tener flexibilidad de tiempo, porque están pensando en formar una familia. También está el emprendedor entre los 30 y 40 años, cuyo emprendimiento es su trabajo a tiempo completo, que trabaja desde su casa y también necesita flexibilidad de tiempo”, asegura Li.

Pero ¿cómo se sostiene TiendaDa? Están preparando una ronda de inversiones para levantar capital para seguir potenciando su producto.

En esa línea, TiendaDa piensa en la internacionalización. Lanzarán su plataforma en Colombia, México y Chile para el 2022. “Queremos ser una solución regional”, asegura esta joven emprendedora que tuvo que vencer los temores naturales de emprender en nuestro país.

“Tuve que sentirme segura de poder lograrlo. Muchas personas tienen miedo al fracaso, al futuro. Les resulta difícil lanzarse a la piscina. Son miedos naturales. Pero hay que salir de la zona de confort. Es difícil, pero se debe entender que de toda crisis nace una oportunidad. Hay que adaptarse. La pandemia ha acelerado la digitalización y eso hay que hacerlo”, señala. Y antes de terminar recomienda.

“Lánzate de frente, no la pienses mucho. Si te equivocas, aprende y vuelve a lanzarte. Hay un dicho que dice: ‘Equivócate rápido, equivócate ya. Porque sino te equivocas no has aprendido’. Escuchen a sus clientes y enamórense de su problema y no de su solución: queremos solucionar el problema de la digitalización que todos sepan vender digitalmente. Este es el momento”, sentencia.

Dato:

El equipo de TiendaDa está conformado por Giwah Dávalos, Natalie Luy, Daniel Bonifaz, Gerson Carranza, Guido He y Sebastián Sánchez.

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Andrea Li, Digitalización, Emprendimientos, Negocios, TiendaDa

Sus manos y jeans tienen manchas de colores por dedicarse a su arte sin descanso. Su corazón está coloreado con humildad y sueños de seguir creando. A sus 39 años, Gerardo Aguirre es uno de los artistas residentes y más característicos de Monumental Callao, el espacio cultural que reúne todo tipo de expresiones artísticas en el distrito chalaco.

También conocido como Sesión DMJC, Aguirre es el maestro grafitero por excelencia de Monumental Callao. Desde 2016 trabaja enseñando las técnicas básicas del graffiti mediante trazos en los muros, sobre todo a niños y adolescentes, pero recibe a toda clase de alumnos. “El éxito de enseñar es saber transmitir y que se lleven la experiencia más bonita del mundo. Hay gente que ha regresado hasta cuatro veces y me han recomendado mucho. Me llamaban diciendo ‘tal persona me pasó tu teléfono’ y así se ha ido moviendo como una cadena”, cuenta el artista urbano que ha recibido interesados por este arte desde Hong Kong, Francia, y Nueva Zelanda.

De la ilegalidad a las galerías

Su relación con el graffiti empezó en 1998, cuando estaba por culminar la secundaria. En ese momento era muy difícil conseguir permisos para pintar paredes, o incluso conseguir, como ahora, que los propietarios de las viviendas ofrezcan sus paredes para el arte urbano. “Antiguamente era más de figurar tu nombre o tu seudónimo. Ibas a las diez de la noche y pintabas muy rápido tu seudónimo en una pared. Era una cosa más ilegal. Yo comencé haciendo los bocetos en mis cuadernos, luego pasé a la spray y luego practiqué en la cochera de mi tía, porque me la ofreció”, cuenta Aguirre.

“Cuando yo comencé a pintar en la cochera, no dije ‘voy a vivir de esto’, pero era algo que me apasionaba, algo que yo sentía que podía seguir haciendo más adelante, pero nunca me imaginé que hoy en día yo iba a vivir de esto”, reflexiona el artista, que cree fielmente que así como algunos pueden vivir del deporte, los artistas también pueden vivir de su trabajo.

Muchas de las coloridas pinturas de la Línea 1 del Metro de Lima son de su autoría. “Trabajé con dos chicos que admiro mucho y que pertenecen a mi grupo. Entes y Pésimo. Ellos me jalaron a su empresa de arte y comenzamos trabajando con la Línea 1, para muralizar varios barrios en Villa María del Triunfo y San Juan de Miraflores. Como parte de ese equipo, los ayudaba en todo, haciendo murales para los barrios, arreglando los puentes que cruzan las líneas de tren. Luego conocimos este maravilloso lugar que se llama Monumental Callao. Yo llegué gracias a ellos”, cuenta Sesión DMJC con mucho agradecimiento.

Al llegar a Monumental Callao, y tras participar de un festival y tour de graffiti en dicho espacio cultural, en 2015 apareció una gran oportunidad para el artista. “Fue una experiencia muy bonita. Me dijeron ‘¿qué te parece si vives y trabajas acá?’ y yo dije bueno, probemos”, recuerda. Aguirre solía vivir en Salamanca y al mudarse, rápidamente su corazón se hizo chalaco. “No es necesario haber nacido acá, solo tener el corazón de ayudar, el corazón de salir adelante y el corazón de que las cosas mejoren para todos. Así como tú sales adelante, hacer que todos puedan salir adelante con mucho trabajo”, comenta.

Desde abril de este año cuenta con su propia galería en el místico espacio artístico chalaco. Tras sobrevivir a la pandemia, apoyándose en otros compañeros artistas, y en su capacidad de crear para luego vender su arte, le solicitó a la directora de Monumental Callao un espacio propio: una galería. “Yo la admiro mucho. Le pedí un espacio porque lo necesitaba. Me dijo ‘yo te lo doy si tú me prometes que lo vas a cuidar, lo vas a abrir todos los días y te vas a sacar la michi por el espacio’. Yo le dije ‘no sólo te lo voy a prometer, te lo voy a demostrar’. Apenas me dio las llaves, lo primero que hice fue agradecer. Fue levantar todo desde cero y ahora es mi responsabilidad”, recuerda.E

Emprender con el arte

Para Aguirre, la parte más complicada de emprender, fue tener que empezar todo solo. “Si tú comienzas solo y todavía estás en el inicio, no tienes cómo pagar a personal. Tienes que hacerlo todo entonces. Yo tenía que ir a comprar, mover, arreglar, pintar, atender, dejar de atender y seguir pintando. Era una cosa loca. Hoy en día, gracias a Dios, cuento con la ayuda que necesito”, cuenta.

Reconoce también que en la travesía de ser independiente, está el tratar de encontrar momentos para descansar. “Nosotros los independientes nunca descansamos. Yo trabajo de lunes a domingo, llega la otra semana y nuevamente comienza la semana de lunes a domingo”, reconoce. Ahora, su día a día es abrir la galería y empezar con los pedidos de la semana. Luego de dos horas, trabaja en proyectos de la galería y en obras grandes. Con el pasar de las horas, van llegando visitantes curiosos a su galería para comprar sus coloridas piezas o hacer alguna solicitud personalizada.

“Hoy en día vivo del arte y feliz, feliz de que a mis 39 años he logrado tener mi propia galería, haber pintado murales. No hay nada más gratificante que tu madre pueda sonreír y decirte: así se hace”, cuenta Aguirre.

Dato:

Pueden seguir a Gerardo Aguirre en su cuenta de Instagram, o agendar clases de graffiti al 981 379 183.

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Gerardo Aguirre, Grafiti, Monumental Callao

Quienes han podido ver alguno de sus videos en Youtube, han escuchado su podcast “Invertir Joven” o han leído su libro “Código Dinero”, saben que Cristian Arens empezó a emprender desde muy joven, pero fue a los 19 años que su vida dio un giro, metiéndose a profundidad en las inversiones. Según explica, ese cambio de paradigma fue detonado por un encuentro con el multimillonario Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo.

“Vi que existían dos habilidades: la habilidad de generar dinero e ingresos, sea a través de un negocio o un trabajo, y la segunda habilidad era hacer que tu dinero trabaje por ti. De esta manera, tu tiempo no va directamente relacionado a tus ganancias. Si es que no aprendía esta habilidad, siempre iba a tener que trabajar por dinero, no importa cuánto ganase. En cambio, si aprendía a hacer que mi dinero trabaje por mí, podía tener más tiempo y energía para hacer las cosas que realmente me gustan y apasionan”, señala.

Invertir en uno mismo

Las ganas de hacer negocios siempre fueron parte de su vida. En un capítulo de su podcast recordó que cuando era niño se le ocurrió comprar varios recuerdos durante un viaje escolar y los vendió todos en el bus de vuelta a Lima, recuperando su inversión. Después del encuentro con Buffett, a esa voluntad de emprender se le sumó el interés por rentabilizar sus ganancias y ser libre financieramente.

Mientras se ocupaba de sus emprendimientos y terminaba la universidad, se le ocurrió compartir todo lo que había aprendido con otras personas. Al inicio, lo hizo a través de sus videos de Youtube y después, se animó a lanzar “Código Dinero: 4 pasos para hacer que tu dinero trabaje por ti”, libro que se convirtió dos veces en un best-seller de Amazon, primero a mediados de 2020 y la segunda vez a inicios de este año.

“Desde chico pensaba en escribir un libro y como hace cinco años me puse más serio con esto. Lo postergué y al final, en el 2019, comencé a escribirlo y a inicios de 2020 pude publicar la primera versión”, comenta.

Ahora que lleva unos meses estudiando una maestría en España está trabajando en una segunda versión que se publicaría a fines de agosto y que permitirá que su libro esté presente en todas las librerías. “Al final la idea es poder democratizar la información y que llegue a cada rincón del país. Vamos por ello”, agrega.

Además del tiempo que dedica a sus estudios y a grabar sus videos educativos, se da un espacio para jugar fútbol, leer o salir con sus amigos. Al momento de esta entrevista se encontraba de vacaciones, ¿cuál es su secreto? Revela que siempre invierte en cosas que conoce y eso le da suficiente tranquilidad para sentirse seguro.

“De nada te sirve tener una alta rentabilidad si estás viendo todos los días el celular, poniéndote nervioso y sacrificando la salud. La primera inversión que todos debemos hacer es invertir en nosotros mismos, en nuestra capacitación para justamente poder comenzar a entender las inversiones”, indica.

Oportunidades en medio de la incertidumbre

La inversión más grande de Cristian Arens, en este momento, es el MBA que está llevando en Madrid, pero también tiene la meta de llegar al millón de suscriptores en Youtube (actualmente, tiene unos 244 mil). Además, en uno de sus podcasts, confesó que le gustaría ser dueño alguna vez en la vida de un club de fútbol, ya que no pudo ser futbolista.

Este y todos los objetivos que se va trazando los suele compartir con frecuencia con sus seguidores porque asegura que, de esa manera, se obliga a cumplir sus sueños. “Siempre estoy tratando de crear cosas nuevas. Me considero un emprendedor, así que seguro vendrán más emprendimientos”, confía.

A pesar de las circunstancias de incertidumbre que se tienen en el país, Arens considera que sí es posible emprender y ahora más que nunca. “Cuando hay un problema, hay una oportunidad y cuando hay una oportunidad, debe aparecer un emprendedor para solucionarlo”, observa.

Independiente de la situación del país, considera que todos deberían empezar a emprender o nutrirse de la información adecuada para tener negocios no solo localmente, sino también de manera internacional. En su opinión, el principal reto que se tiene que afrontar al momento de lanzar un negocio es la paciencia porque muchas veces se buscan resultados rápidos.

“Muchas veces no se cosecha en el mismo año en el que se siembra. Hay que ser pacientes y salir adelante. A veces me ha pasado lo contrario, ser muy empeñado en una idea y que esa idea no sea tan buena, debí cambiarlo y no lo hice. Entonces, creo que un emprendedor siempre debe adaptarse a los cambios, aprender de ellos y seguir adelante”, anota.

Dato:

Pueden seguir a Cristian Arens en sus cuentas de Youtube, Facebook,e Instagram.

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Amazon, Cristian Arens, Emprendedor, Youtuber
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