La oposición. Ay la oposición. Qué se puede decir. Que sea publicable quiero decir. Si usted se siente representado por algún partido de la oposición lo felicito. Hay una escena de la gran película argentina 9 reinas en la que el Marcos, el protagonista -personaje de Darín- le narra a Juan, su novel aprendiz, la tipología de cada uno de los ladrones que se pueden encontrar en las calles de Buenos Aires.
Son descuidistas, culateros, abanicadores, gallos ciegos, biromistas, mecheras, garfios, pungas, boqueteros, escruchantes, arrebatadores, mostaceros, lanzas, bagalleros, pesqueros, filos… (9 reinas)
Esa escena representa de manera brillante lo que es nuestro Congreso y los locales de los partidos políticos: Vacadores, conservas, mercantilistas, delincuentes prontuariados, fantoches, torquemaditas, figuretis, tramitadores, portapliegos y un muy largo etcétera.
Si dos cosas quedan claras para representar este primer año son que no hay proyecto de país desde el Ejecutivo ni desde la oposición. Y que la pelea política no se da desde la concepción del Estado y de las políticas que le den sentido. Si no más bien desde los sectores que mejor “rinden”, usted me entiende.
De acuerdo con eso, si alguna característica ha tenido este primer 20% de avance de lo que es este período es la República Lumpen. Si escucha con atención los discursos directos del Ejecutivo y los debates parlamentarios, hemos perdido por completo el pudor como país. No hay un gramo de decencia de nadie. Lo que se reclama es fundamentalmente que MIS intereses tengan prioridad y -literalmente- a la mierda con los demás. ¿La ley? ¿La constitución? Todo tiene solución. Léase esto con la voz de Marco Antonio, de la Teleferia.
Ojo que dentro de todo este panorama, dos actores que son recibidos con cierta benevolencia tienen de fondo serios problemas en lo que están representando. Por un lado el expresidente Vizcarra, que a partir de un jingle muy exitoso, que da la vuelta al mundo contando una historia bochornosa, trata de capturar un escenario político vía el show. Por otro lado, desde una esquina bastante más seria, el expresidente Sagasti insiste con una propuesta de adelanto de elecciones generales. En principio suena razonable que desde la sociedad civil existan iniciativas de esta naturaleza. Pero lo complicado resulta si esa iniciativa es una plataforma para postular. Hoy, en esta coyuntura, resulta increíblemente importante que si Sagasti quiere liderar un movimiento principista, se niegue a ser protagonista de la consecuencia. Nada de “el pueblo me lo pidió”, “no puedo negarme a la voluntad de la gente”, “mi vocación es el servicio”. Necesitamos iniciativas sin segundas.
Así, en este breve resumen, nos quedamos sin espacio para las proyecciones. Solo se nos ocurre una palabra: nada. No esperemos nada porque nada pasará. O nada a favor de usted o de mí. Nada. Solo sobrevivir. Esto que tenemos, en la Plaza Bolívar o en la Mayor, es lo que elegimos. Si lo vamos a cambiar, que sea legal y válido.
(continuará… 4 años)
[1] Meléndez, Carlos (2022). Populistas. ¿Cuán populistas somos los peruanos? Editorial Debate. Una reseña donde además se profundiza en el término la hace Omar Awapara en El Comercio: https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/populistas-por-omar-awapara-noticia/