Al margen de ofrecer instalaciones físicas para las oficinas, estas organizaciones se preocupan por sacar el proyecto adelante con financiamiento, mentores y diseño de estrategias para que logren sobrevivir en el mercado
De la misma forma en que los bebés prematuros requieren de una incubadora para desarrollarse bien en sus primeros días de vida, las ideas de negocio que recién están formándose, también requieren de asistencia especial. A las organizaciones que brindan este apoyo a los emprendimientos tecnológicos o ‘startups’, se les conoce como “incubadoras”.
Estas incubadoras y las aceleradoras son vitales para los emprendimientos. Según INCAE Business School, la diferencia es que las incubadoras buscan futuras ‘startups’, negocios que aún estén formulándose. En cambio, las aceleradoras trabajan con proyectos en desarrollo, que tengan cierto grado de madurez.
Además de brindar espacios físicos para las oficinas, tanto las incubadoras como las aceleradoras ayudan a los emprendedores a conectarse con clientes y proveedores. Este apoyo es fundamental para la supervivencia de las compañías.
De acuerdo a Rosmary Cornejo, coordinadora ejecutiva del programa estatal Innóvate Perú, solo uno de cada ocho a 10 proyectos prospera. Los demás fracasan por una débil formulación.
Experiencias más conocidas y procedimiento
A nivel mundial, la principal incubadora es Y Combinator, que se fundó en el 2005 y ha tenido grandes casos de éxito como la plataforma de almacenamiento de información Dropbox y la plataforma para alquiler de alojamientos, Airbnb. Actualmente, más de 10 mil startups al año, buscan aplicar a esta incubadora, pero solo entre 200 y 250 ideas de negocio son admitidas.
En el Perú, la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap), precisa que existen decenas de incubadoras y aceleradoras, que proveen tanto de servicios de apoyo como de capital “semilla”, una inversión sin obligación de retorno.
Son organizaciones que vienen del sector corporativo, como Wayra, o de las universidades, como Emprende UP o StartUPC, pero también está Startup Perú, el programa del Estado que funciona como una aceleradora de negocios. Para postular, se requiere tener un Producto Mínimo Viable (PMV) en desarrollo y con alguna tracción (otros inversionistas).
Antes de salir el mercado, si el proceso de incubación es el adecuado, se distinguen al menos procesos por los que atraviesa el emprendimiento:
Pre-incubación. Periodo de orientación y asesoría a los emprendedores para el desarrollo de su idea de negocio. En esta primera parte, por ejemplo, se define la problemática social, los beneficiarios, los indicadores clave de rendimiento o KPI’s y el impacto esperado, así como la sostenibilidad financiera.
Incubación. Puesta en práctica en la que se revisa y se da seguimiento a la implementación, operación y desarrollo del emprendimiento. Aquí se brinda retroalimentación, se crean programas piloto, se prototipa y se crea el producto mínimo viable.
Post-incubación. Es donde se le hace seguimiento al emprendimiento con el fin de mejorarlo continuamente, hasta que está listo para salir al mercado.