Me recomendaron una película para verla con mi hija de tres años. En la película, de animación digital, hay un hombre que vive solo en un planeta desierto. Un día llega una mujer y comienza a trabajar en una misión. Él la ve y se siente sumamente atraído por ella. Al comienzo, la mujer ignora completamente al hombre, y luego muestra abierta hostilidad hacia él. Pero de pronto hay una terrible tormenta de arena y el hombre la invita a refugiarse en su casa, a lo cual ella accede. Es un planeta completamente desierto, pero él tiene una maceta con una pequeña planta: la única forma viviente en todo el planeta. Al ver la planta, ella decide protegerla y la guarda en un contenedor especial súper hermético que ella posee. Y por alguna razón misteriosa, al hacerlo ella pierde el conocimiento.
Una vez pasada la tormenta, estando ella aún inconsciente, el hombre la saca de la guarida presumiblemente para ver si la luz del sol la hace reaccionar, pero nada. En este punto comienza una secuencia que encuentro terriblemente problemática. Aprovechando que ella está inconsciente, él la viste con adornos y la lleva consigo primero a un paseo en bote y luego a contemplar el atardecer, cosas a las que ella decididamente no hubiera accedido en ese momento de su relación (y que además no puede disfrutar porque está inconsciente). Ignorando cuáles puedan ser los deseos reales de ella, el hombre dibuja un corazón con el nombre de ambos en un poste, y, en el clímax de la secuencia, tímidamente le coge la mano inerte. La película no muestra esto como algo reprehensible. Al contrario, toda la secuencia está acompañada de una música muy tierna y dulce, lo cual indica que el director quiere transmitir emociones positivas, y que todo esto le parece muy romántico.
Por supuesto que me sorprende que me hayan recomendado, como algo que puedo ver con mi hija de 3 años, una película en la que un hombre se aprovecha de una mujer inconsciente para cumplir sus fantasías románticas, llegando incluso a tocarla y manipularla. Pero lo que más me interesa resaltar aquí es la naturalidad con la que, como sociedad, aceptamos ese tipo de comportamiento como normal y hasta romántico. La película ha sido clasificada G por la Asociación de películas de los Estados Unidos (MPA por sus siglas en inglés). G significa que es apto para todo tipo de audiencia en general, niños y adultos.
La secuencia está en YouTube, y en los comentarios también se puede ver la normalización de esta conducta: “Esta es la escena más linda que hay”; “Esta parte siempre me llega [al corazón]”; “Él y ella son la pareja más linda”; “Mi escena favorita de la película”. Incluso hay alguien que dice que le encanta como él “chequea sus pulsaciones primero, para asegurarse de que ella esté bien”. O sea, se aprovecha de ella, pero la cuida. ¡Qué romántico, por dios! Como padre de dos preciosas niñas de dos y tres años siento que… que necesito un whiskey.
Ahora bien, siguiendo con los comentarios de YouTube, un usuario escribió que a pesar de que la escena es “linda y graciosa al mismo tiempo”, nunca le gustó mucho porque “ella no está despierta” y “nunca accedió a tener una cita con él”. Obvio pues, ¿no? No. Este comentario recibió las siguientes respuestas: “Pero él la está cuidando. La está tratando de curar”, “él solo quería amar a alguien”, y el descalificativo, “¡estás paranoico!” Yo entiendo que a uno pueda escapársele que lo que muestra la película está mal, sobre todo porque reproduce la manera como muchos entienden las relaciones de pareja. Pero para mí, el verdadero error está en defender lo indefendible incluso cuando te explican por qué está mal.
Claro, uno podría decir que es solo una película y que no es para tanto. Y sí pues, es solo una película, excepto que en uno de los comentarios un usuario escribe que “eso es lo que mi novia no nota”, implicando, bueno, que eso es lo que dicho usuario hace cuando su novia está inconsciente. Un whiskey doble, sí. Y sin hielo.
WALL-E se estrenó el 2008. Fue producida por Pixar y Disney. Ese año ganó el Oscar y el Globo de Oro a mejor película animada.
* Manuel Barrantes es profesor de filosofía en California State University Sacramento. Su área de especialización es la filosofía de la ciencia, y sus áreas de competencia incluyen la ética de la tecnología y la filosofía de las matemáticas.