Gisela Ortiz, exministra y activista por los derechos humanos, conversó con Sudaca sobre las escandalosas declaraciones del ministro Morgan Quero. Ortiz señala que el Congreso “no está fiscalizando y no existe ningún contrapeso” por lo que descarta que el titular del Minedu deje su puesto.

¿Cree que el ministro Morgan Quero será retirado del Ministerio de Educación tras llamar ratas a las víctimas de las protestas?

Creo que no. No debemos olvidar que quien sostiene este gobierno es ese pacto político que hay con el Congreso y las fuerzas mayoritarias de extrema derecha e izquierda. Entonces, no lo van a interpelar ni exigir su renuncia. Por otro lado, Quero siempre se ha mostrado fiel a Dina Boluarte y creo que, por parte de ella, no va a haber un pedido de disculpas, que debería ocurrir, y tampoco le quitará el cargo.

¿Es una declaración desafortunada o representa la política del gobierno actual?

Las palabras del ministro Quero son un fiel reflejo de lo que es este gobierno que no cree en los derechos humanos y carga con cincuenta personas asesinadas que también ha dejado mil personas heridas que vivirán con  las secuelas y familias destrozadas. Estas expresiones son un reflejo de lo que ellos creen. Tenemos a un ministro reincidente en esta forma como se expresa, con esta falta de respeto y maltrato que lo dice con total naturalidad.

¿Las declaraciones del ministro Quero y el desinterés por parte del gobierno ante este caso se puede interpretar como una amenaza para futuras manifestaciones?

No tengo la menor duda que este gobierno no tiene el más mínimo respeto por los derechos humanos y va a hacer de la represión policial una forma de mantenerse en el poder. La violencia con la que la policía ha actuado en las últimas manifestaciones es una expresión de esa forma de gobernar por la fuerza. Es un peligro para quienes expresamos una opinión en contra de este gobierno y quienes ejercemos el derecho a la protesta.

Mencionaba el rol del Legislativo, ¿se podría decir que el Congreso ha dejado de cumplir un rol fiscalizador y de contrapeso del Ejecutivo?

Desde diciembre del 2022 hay un acuerdo político para mantenerse en el poder hasta el 2026. Ahí radica la priorización de estos proyectos de ley que se discuten y que son en favor de grupos de delincuentes y vanrestringiendo  la función del Ministerio Público y el Poder Judicial. El Congreso hace tiempo no está fiscalizando y no existe ningún contrapeso sino que son parte de este gobierno que se impone por la fuerza.

En los últimos días la presidenta Dina Boluarte ha intentado instalar el debate sobre la pena de muerte, ¿qué opinión tiene sobre esta iniciativa que el Ejecutivo está impulsando?

Estamos en un contexto de una fragilidad tremenda de nuestras instituciones. No hay una garantía que realmente se va a determinar la responsabilidad de los violadores para aplicar la pena de muerte. Qué pasa si esto se convierte en una nueva forma de chantaje y amenaza para cobrar dinero a los familiares con extorsionadores dentro de la policía. Lo que aquí no hay es prevención, que debe trabajar el Estado, y lo que ocurre es que cuando los familiares acuden a los centros policiales no hay una respuesta inmediata y se tiende a culpar a la víctima y la familia. Imponer la pena de muerte en este contexto es una utilización banal para tapar los delitos que siguen apareciendo cada día y están relacionados con este gobierno. No es una discusión seria.

Aprovechando este debate, diversas bancadas han apoyado que Perú se retire de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, ¿existen segundas intenciones detrás de este pedido?

Quienes plantean eso son congresistas que tienen algúntipo de vinculación con las Fuerzas Armadas, han sido partícipes del conflicto armado interno y alguna responsabilidad tienen. También son parte de agrupaciones políticas que, en procesos y juicios, se ha evidenciado su accionar criminal durante el conflicto armado interno. No son personas que no tienen nada que ver con las responsabilidades y violaciones de derechos humanos. No es un planteamiento desinteresado sino parte del afán de imponer o garantizar la impunidad para los delitos que se cometieron, como hemos visto en la ley pro impunidad presentada por el congresista Rospigliosi.

¿El Perú está atravesando un momento crítico en lo que respecta a darle importancia a los derechos humanos?

Antes, de alguna manera, los partidos políticos cuidaban las formas de expresar este repudio a los derechos humanos a diferencia de como lo hacen actualmente. Ahora están a favor de los criminales, legislan a favor de los criminales y arrebatan derechos de las víctimas. Partidos políticos que no incorporan una mirada de los derechos humanos no deberían tener ningún tipo de oportunidad en nuestro país. No solamente porque somos un país post guerra con secuelas que no han sido atendidassino porque, lamentablemente, no tenemos una democracia sólida. Ese es el mayor miedo. El no tener libertad para expresarnos ni movilizarnos.

El Congreso también está abordando un proyecto de ley que busca un mayor control sobre las ONG, ¿qué consecuencias podría dejar esto para el país?

Es un proyecto que trata de tener mayor control no sólo sobre los recursos que reciben las ONG sino también sobre el uso que se les da. En nuestro país ya existe una organización que se llama APSCI, la cual está vinculada al Ministerio de Relaciones Exteriores y ejerce esta función. Lo que quieren ahora es incrementar el control y con frases ambiguas. Hablan de prohibir el uso indebido sin decir qué sería exactamente indebido. Todos los proyectos que tienen financiamiento internacional se hacen en función a objetivos. No es que uno invente las actividades en el transcurso del desarrollo del proyecto. Lo que quiere hacer el Congreso es prohibirlas porque las denuncias internacionales se canalizan a través de las ONG de derechos humanos y también porque el trabajo de estas ha sido la capacitación en materia de derechos humanos. Ellos ven ahí un peligro político.

¿Considera que el gobierno de Dina Boluarte, con situaciones como las declaraciones del ministro Quero, ha profundizado la división entre Lima y el resto del Perú?

Creo que desde la frase desafortunada de “Puno no es el Perú” que expresara Dina Boluarte empezamos con esa mirada de desconfianza a quienes estaban defendiendo su derecho a protestas. Cada vez que tienen oportunidad los representantes de este gobierno lo que hacen es seguir negando que hay un Perú distinto al de Lima y marcando sus frases racistas comparándolos con animales. Me parece peligroso porque en ese contexto de una mayor brecha política y social se van a dar las elecciones del 2026.

El último gobierno vinculado con represión a manifestantes fue el de Manuel Merino y, años después, no hubo responsables por estos actos, ¿será diferente lo que ocurrirá con Dina Boluarte en el futuro?

Justamente por eso son las movidas que están haciendo en el sistema electoral buscando qué más pueden hacer para asegurarse que van a tener un control absoluto en el JNE para que quienes salgan elegidos sean partidos políticos que les van a garantizar impunidad. Ese es el peligro para las víctimas, porque no están garantizados sus derechos y siempre está el poder político que negocia, como pasó con los asesinatos de Inti y Bryan. Qué democracia vamos a construir en un país que ningunea a sus víctimas y las trata con una falta de respeto total.

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Contra la mayoría de analistas, considero que la compra de una flotilla de aviones de combate, es una buena decisión del gobierno. Ya estaba contemplado hace años en los pliegos analíticos del ministerio de Defensa y simplemente se ha activado para el año venidero.

No es verdad, para empezar que el continente sea una región liberada de potenciales conflictos militares, en los que el Perú pueda ser parte. Un golpe militar nacionalista en Ecuador que desconozca el acuerdo de Itamaraty, la contínua expansión del narcotráfico colombiano en las fronteras con el Perú (y, como se sabe, detrás del tráfico de drogas están siempre los militares), el nunca abandonado expansionismo brasileño, una resurrección del aymarismo boliviano, la decisión geopolítica chilena de apropiarse de recursos que conforme persista el cambio climático, serán estratégicos para ese país y que el Perú posee, pueden ser tranquilamente detonantes de conflictos militares indeseados.

Ya de por sí, la historia prueba con suficiente data fáctica que un desequilibrio geopolítico constituye per se una razón para la aparición de conflictos militares. Y el Perú hoy en día es un país rico y débil militarmente, extremadamente débil, incapaz de sostener un conflicto militar con alguna solvencia defensiva.

No hay mejor garantía para la paz, que estar militarmente apertrechados de manera suficientemente disuasiva. Y ya era hora de que el país se modernice militarmente (y debe hacerlo no solo en la Fuerza Aérea sino también en la Marina y en el Ejército).

Tenemos suficiente experiencia histórica de haber perdido todos los conflictos militares por estar mal equipados militarmente. ¿Que con esos dineros se podrían construir hospitales y colegios que tanto necesitamos? Sí, por supuesto, pero calcúlese los costos de una guerra perdida y se entenderá que el nivel de catástrofe seríainfinitamente mayor.

El Perú debe estar preparado para una guerra y para que, dado el caso, sea suficientemente disuasivo para que algún afiebrado vecino lo piense tres veces antes de siquiera declararnos hostilidades.

Una feria de libros nunca puede ser una mala noticia. Primero porque se trata de un evento que tiene como protagonistas al libro y la lectura y eso, querido lector, no puede sino tener consecuencias positivas. En segundo lugar porque es una ocasión para presentar novedades bibliográficas y escuchar a exponentes de la literatura peruana de diversas generaciones. Y tercero, porque se trata, una vez más, de poner en evidencia un valioso activo: la diversidad bibliográfica de nuestro país. Por último, hay numerosas editoriales extranjeras invitadas, una razón más para asistir.

Mañana sábado 14 y el domingo 15 tendrá lugar la segunda edición de FIN 2024, Jornadas Editoriales de Fin de Año, como ya se dijo, una oportunidad para empaparse del trabajo de algunas editoriales independientes y escuchar a los autores invitados. El ingreso por supuesto es libre, el local es amistoso con las mascotas, habrá un espacio de comidas y, claro, presentaciones, recitales y conversatorios.

En esta edición participan las siguientes editoriales: Álbum del Universo Bakterial, Fiesta Pagana, Glifos, Intemezzo, La Balanza Taller Editorial, Librería Inestable, Personaje Secundario, Máquina Purísima, Estarcido (Lima) y Atmosféricas (Valparaíso), Bisturí 10 (Santiago de Chile), Cardboard House Press (Providence), Ediciones Sin Fin (Barcelona), El Laboratorio y Parque Vacío (Arequipa), Lumpérica (Poitiers), Nebliplateada (Buenos Aires), Nuevos Clásicos (La Paz) y Salto de Mata (México).

Una nutrida representación de editores animará esta edición de FIN. Las actividades del sábado y el domingo congregan a destacados poetas, escritores y críticos peruanos y extranjeros. Entre ellos la poeta mexicana Tania Favela, los poetas Jorge Frisancho y Róger Santivañez, Victoria Guerrero, Rocío Silva Santisteban, Javier Torres Seoane, Guillermo Nugent, Miluska Benavides, Luis Alberto Castillo, Alexis Iparraguirre, Javier García Liendo, Teresa Cabrera y Juan Luis Dammert, por mencionar a algunos.

Si bien algunas mesas dan pie a presentación de libros y novedades editoriales, en otras se reflexiona sobre ese oficio maravilloso, invisible a los ojos del lector, que es la edición de libros y todo lo que rodea a esta actividad. Cecilia Podestá y Arturo Higa, entre otros editores peruanos, compartirán su valiosa experiencia como editores, mas bien creadores editoriales, con el público asistente.

Entonces ya lo sabe: Sábado 14 y domingo 15, de 2:45 a 10:30 pm en Unión Central, Calle Héroes de Tarapacá 177, Lima. Más información sobre el programa siguiendo este link:

https://www.instagram.com/unioncentral.lima/p/DDfNy6fRvbc/?img_index=1

No se la pierda.

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Cuando un gobierno se halla desfalleciente y su actuación pública es inocua es mejor adelantar su final. Claramente, el régimen de Boluarte está en esa situación. No hay un solo indicador que muestre mejoría bajo su gestión, la ciudadanía lorechaza rotundamente y la crisis política se ahonda por los múltiples desaguisados en los que el propio régimen se mete (los Rolex, la cirugía, el cofre, Qali Warma, las declaraciones de Quero, etc.).

Parece como si hubiera un guionista palaciego encargado de la misión de no permitir que pase más de una semana sin un nuevo escándalo que adorne las portadas de los diarios. Y si a ello le sumamos las que, por su propia obra y gracia, un Congreso calamitoso aporta, se entenderá que vivimos la coyuntura jaloneados por el escandalete y la desvergüenza política.

Si solo fuera cuestión de esperar pacientemente a que acabe el suplicio el 2026, santo y bueno, pero lo preocupante es que el estado de cosas descrito abona políticamente en favor de los actores polarizantes de la sociedad, tanto de la izquierda como de la derecha.

Con el actual estado de cosas ganan los Antauro, los Bellido, los Torres, los López Aliaga, los Butters (ojo con su candidatura que tiene potencial enorme de crecimiento). Pierden las opciones moderadas o centradas que son mayoría en el proscenio electoral.

El problema con los candidatos disruptivos es que pueden ser un salto al vacío. En una de esas sorprenden y terminan ejecutando un gobierno eficaz y sobresaliente, pero son un disparo al aire, sin certeza del resultado que vayan a generar.

El estado de ánimo favorable a su surgimiento y crecimiento lo brinda la mediocridad galopante de un gobierno como el de Boluarte, que no acierta una y sobrevive gracias a un pacto espúreo con las bancadas de Fuerza Popular y Alianza por el Progreso, básicamente, aunque se sumen otros eventualmente (Perú Libre, Avanza País, Renovación Popular, Podemos). Estamos advertidos.

[TIEMPO DE MILLENNIALS] Nada está acordado hasta que todo esté acordado es la conclusión que me llevo del quinto Comité Intergubernamental de Negociación de la ONU (INC-5).

El propósito del INC es acordar un tratado vinculante sobre la contaminación por plásticos. La INC-5 llevada a cabo en Busan, Corea del Sur, del 25 de noviembre al 1 de diciembre 2024, llegó a su fin sin arribar a un acuerdo. 

Fueron 7 días de negociaciones en los que escuchamos los argumentos de los Estados que son miembros de la ONU. Son 3 posiciones bastante marcadas:

  • High Ambition Coallition – HAC son los Países de Ambición Alta que persiguen un tratado ambicioso y vinculante con miras a erradicar la producción de productos plásticos. Perú se encuentra en esta posición junto a 65 países.
  • Países neutrales con tendencia a favorecer la elaboración de un tratado.
  • “Like Minded Countries” hace referencia a los países que tienen un pensamiento similar y que prefieren un enfoque no vinculante y flexible. Rusia y Arabia Saudita lideran esta posición.

Después de 7 días de negociaciones aún no tenemos un tratado. Entonces, ¿qué sigue? 

El comité acordó que habrá una reunión intersesional en el primer trimestre del 2025 en la que se buscará que los países llegan a un acuerdo en los puntos más discordantes previo a la continuación del INC-5, llamado INC-5.2 que se llevará a cabo posiblemente en el mes de junio de 2025.

Las negociaciones tendrán como punto de inicio el “non-paper” presentado por el secretario Luis Vayas el último día de las negociaciones. El “non paper” es una propuesta de tratado que levanta las observaciones y comentarios que surgieron durante las negociaciones.

La mayor discusión se centra en:

  • La definición de un producto plástico y si el tratado debe abarcar todo su ciclo de vida, es decir, desde su fabricación hasta disposición.
  • La lista de polímeros y sustancias químicas que deben o no ser prohibidas. 
  • Límites y reducciones a la producción de plástico.
  • El mecanismo de financiamiento y qué países serán los que financien.

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Esta Casita de Cartón abre sus puertas gastando las suelas de sus zapatos, como todo buen periodista, por las calles de la capital a pesar del sol abrumador que acapara las calles de Lima. Cuando de pronto recibo el llamado de su gran amigo, Manuelito Esponja, para ir a la Feria de libro de Ricardo Palma para ver las novedades dentro del universo de los libros. Así que no lo pensé dos veces y fui a Miraflores. Y es que ad Portas de las vacaciones, necesitaba comprar algunos libros para que me hicieran compañía. Así que adquirí dos, ya que me quedan todavía en mi biblioteca algunos que esperan con ansias por ser leídos. Los libros son para mí como amigos, y estos que se encuentran en la espera, son como viejos amigos buscando reencontrarse conmigo. Uno fue la enternecedora novela ‘Stoner’ de John Williams, del cual tenía ya tenía buen tiempo las ganas de leerlo en físico, porque soy parte de aquellos lectores que prefieren tenerlo en frente y admirar la portada, sus pastas, abrir y sentir las hojas y su aroma o las que el tiempo baña de nostalgia en su color, el palpar en cada transcurrir de la historia, desandando como nudillos de ovillos, y de que sea un fiel compañero en un parque o una playa, disfrutando del sonido de la naturaleza mientras me adentro en la atmósfera de ese mundo mágico e infinito. Y eso me pasaba con este libro que tiene por peculiaridad que los años le están dando el merecimiento correspondiente, ya que pasó en los años de su publicación sin pena ni gloria para que en este siglo logre ser, con el reconocimiento de escritores de la talla de Ian McEwan o Bret Easton Elliss, en un best seller. Una historia muy profunda que ahora quiero volver a leer con los ojos de la madurez.

Otro libro, del cual he quedado gratamente sorprendido, es ‘Historias Ocultas: 200 hechos que no conoces del Perú (Revuelta editores)’, que ya va por su tercera edición y que recientemente ha sido incluido en la fecunda biblioteca de la Universidad de Texas en Austin. Este ilustrado libro contiene más de 500 páginas, algo transgresor para los lectores de estos tiempos acostumbrados a lecturas cortas, pero realmente no hay pierde. Dado que al abrir la primera hoja, ya te quedas envuelto en ese maravillosa nebulosa del tiempo. Y es que la historia siempre ha sido un materia de mi agrado. Hasta podría decir que tengo un pequeño sueño frustrado con el haber sido historiador. Quizás la vida me de la oportunidad de hacerlo, pero aun así no es impedimento para adentrarnos en distintos libros historiográficos, así que no dude en comprar y empezar a echar mis primeras leídas. Y lo interesante era el intenso viaje por el túnel del tiempo: por la Colonia, el Virreinato, la guerra de la Independencia y la República, alrededor de cinco vastos y sinuosos siglos. Dando distintas paradas, como en el Siglo XVIII, con un invento que en su momento fue el más adelantado para pronosticar terremotos y temblores en el mundo, y se hizo en Perú, exactamente en el año de 1725, por Juan de Barrenechea.

De por sí, son inacabables las ‘joyitas’ que saca el autor a relucir, como la primera denuncia hecha en el Perú independiente, poco después de dos meses de declarado nuestra independencia, o el testamento de Riva Agüero acusando a Bolivar de ser su mayor perseguidor, como el que San Martín, quien le diera la ‘Orden del Sol’, la distinción más importante de nuestra patria a Santa Rosa de Lima, pero Bolívar le retiraría ese título aduciendo que favorecía a la monarquía, O a días de la rememoración de la Batalla de Ayacucho, acontecer trascendental en la historia de nuestra nación, ya que involucró el fin del imperio español en nuestro territorio, consolidando plenamente nuestra independencia, descubrir que los militares pasaron por varios pueblos y fusilaron más de 200 mujeres y enfermos civiles. Y que en palabras del autor: La libertad del Perú no se consiguió agitando pañuelos blancos en las proclamas de independencia. Pero además, ¿sabían que a quienes propiciaron nuestra independencia les tuvimos que pagar 4 millones de pesos por la expedición? O cuando el mundo se dividía entre capitalismo y comunismo, en la temblorosa Guerra Fría, donde el Perú aportó conocimiento y estudios científicos sobre la geografía del mar y la tierra de nuestra región a ambos bandos, para sus programas de viajes espaciales, entre otros tantos. Lo curioso es que realmente son datos que, por su valor, deberían ser normalmente mencionados y rescatados, pero que aparentemente se quedaron en donde reposan los viejos libros de historias, en estantes de añejas bibliotecas. Pero he aquí a la gran virtud de Ítalo Sifuentes, el hacer un compendio de todos ellos y plasmarlo en un fructífero libro que sin duda toda persona de alguna manera culta o que se jacte de serlo, debería de leerlo como aquellos que quieran no repetir el inacabable y cansino patrón de que ‘aquel que olvida su historia esta condenado a volver a repetirlo’.

Esta Casita de Cartón cierra sus puertas al terminar de leer este libro gratamente, recordando la frase del brillante poeta alemán, Bertolt Brecht: ‘Tantas historias. Tantas preguntas’. Y de sacarse una foto de recuerdo después de oír su presentación en la Feria Ricardo Palma. Sin duda un maestro del periodismo y la historia. 

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El nivel de encanallamiento moral del régimen ha alcanzado su cima con las deplorables declaraciones del ministro de Educación, Morgan Quero, respecto de los derechos humanos de las víctimas de la violencia represiva del 2022 y 2023, luego de las protestas por la caída del régimen de Castillo.

Lo peor -y que revela complicidad ética del gobierno- es la falta de reacción palaciega a semejante brutalidad. Cualquier gobierno normal, en cualquier país del mundo, ya le habría extendido ipso facto su carta de despido al ministro que se atreva a decir semejante pachotada. Acá no. No pasa nada.

En general, el gobierno ha mostrado una actitud indolente y hasta justificatoria de los desmanes represivos ocurridos entonces, sin admitir culpa, ni siquiera moral, respecto de lo sucedido, que claramente desbordó los límites de una represión justificada.

Pero al menos se conservaban las formas, medianamente, y se dejaba seguir el curso penal de las investigaciones que al respecto existen. Salvo algunas declaraciones altisonantes de la primera mandataria o de su expremier, Alberto Otárola, no había pronunciamiento oficial avalando el proceder de las fuerzas policiales y militares.

Lo que allí sucedió fue una matanza violatoria de los derechos humanos, en gran medida avalada por un gobierno que oía con placer los cantos de sirena de una derecha extrema que clamaba que hubiera tantos muertos como los que fueran necesarios para recuperar la paz (ya corresponderá a los fueros judiciales determinar si la cadena de mando llegó hasta las entrañas palaciegas para proceder a las sanciones penales correspondientes y no sean, como siempre, solo los hombres de uniforme los que carguen con todas las responsabilidades).

Quizás el ministro Quero no ha dicho otra cosa como no sea lo que se comenta en las sobremesas palaciegas, pero la responsabilidad política de haberlo expresado públicamente es ineludible y justifica sobradamente su retiro del gabinete ministerial.

Lo dicho solo alimenta la distancia sideral que existe en el sur andino respecto del gobierno y del statu quo. Aun visto desde una perspectiva política, lo declarado es una barbaridad que solo va a abonar en favor de la radicalización de una región del país que va a decidir el destino de las próximas elecciones. Mientras más tiempo dure Quero en el gabinete será tanto peor.

 

El Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud comete un insólito error en la compra de materiales para el plan de prevención y control del dengue. Sudaca accedió a los documentos que detallan este cuestionable error.

Con la llegada de diciembre, la mayoría de peruanos empieza a sentir, cada vez con mayor intensidad, las cálidas temperaturas del verano. Pero esta estación, que para muchos puede ser sinónimo de época de visitar las diversas playas de la costa peruana, también se ha convertido en una época crítica para el sector salud.

Esto es debido a que es en estos meses cuando se registran numerosos casos de una enfermedad conocida el Dengue. Esta infección, que se transmite a través de la picadura de los mosquitos, se caracteriza por provocar fiebres altas, dolor de cabeza muy intenso y dolores musculares, aunque es pertinente señalar que también se registran casos de personas que desarrollan complicaciones mucho más severas.

En los últimos años se ha podido observar que los casos de dengue en Perú, así como en otros países de la región, han registrado cifras que encendieron las alarmas de los diversos gobiernos y sus respectivos ministerios encargados de la salud. En este 2024, el país ha registrado más de doscientos cincuenta mil casos y más de doscientos fallecidos.

Ante este panorama y con el inicio de la temporada en la cual se disparan las cifras, lo lógico sería esperar que el Ministerio de Salud tome acciones para lidiar con el Dengue y otras enfermedades infecciosas, como es el caso del Zika y Chikungunya. Sin embargo, el sector salud parece haber cometido un nuevo error que podría repercutir negativamente en la estrategia para responder a este problema que amenaza la salud de los peruanos.

UN DESCUIDO COSTOSO

En junio de este año, Cenares, el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud, convocó una licitación pública para la compra de dos ítems en lo que fue denominado “Adquisición de dispositivos en el marco del plan de prevención y control del dengue según Resolución Ministerial N° 082-2024-MINSA».

Según la información correspondiente a este proceso y que Sudaca ha podido revisar, se había estimado destinar más de un millón trescientos mil soles para la adquisición de un “kit de PCR tiempo real para detección de dengue, chikungunya y zika”.

Cristian Rebosio 

Para el mes de septiembre, cerca de tres meses después, la empresa SIMED PERÚ S.A.C. obtuvo la buena pro con su oferta económica que representaba menos de la mitad del valor inicialmente estimado para la adquisición del kit en cuestión. 

Cristian Rebosio

Pero, al siguiente mes, se supo que existían varios cuestionamientos con respecto al producto ofertado por la empresa que obtuvo la buena pro. Entre los principales argumentos se encontraban los siguientes:  “No existe documento que sustente que los “tubos sean utilizados para la extracción ni para uso en biología molecular”, “No acredita que los tips sean de uso en biología molecular”, “No acredita que el kit de extracción se pueda utilizar con tejidos”, “No acredita que el kit de extracción sea compatible con el kit de amplificación” y “El certificado de análisis ofertado no acredita la vigencia mínima solicitada”.

Fue en base a estos puntos que se presentó un recurso de apelación ante el Tribunal de Contrataciones del Estado en contra de la buena pro obtenida por la empresa SIMED PERÚ S.A.C. ante lo que parecía ser la adquisición de un producto que no cumplía con los requerimientos exigidos por el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud y, por lo tanto, se podía interpretar como la adquisición de materiales que podrían resultar inútiles en la detección de dengue, chikungunya y zika.

Sin embargo, previo al análisis de los puntos cuestionados en la apelación, el Tribunal de Contrataciones del Estado atendió una cuestión previa ante lo que fue calificado como “posibles vicios de nulidad advertidos en el procedimiento de selección” y que, posteriormente, expondrían que fue el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud el principal responsable de los problemas suscitados en este proceso de compras.

Según se puede leer en la Resolución Nº 4558-2024-TCE-S4, el tribunal que atendió este caso advirtió que el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (CENARES)  “no precisa qué características técnicas y/o requisitos funcionales son las que deben acreditarse con los mismos”, situación que conllevó a que los postores no tengan claros los requisitos a presentar.

Cristian Rebosio

En la resolución se ha utilizado como ejemplo el caso de dos certificados (Certificado de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y Certificado de Buenas Prácticas de Almacenamiento (BPA)) que no pueden ser tomados como prueba que el producto ofrecido cumple con abordar las características requeridas para uno de los productos debido a que sólo brindan información sobre los estándares de calidad mas no del cumplimientos de especificaciones técnicas.

Cristian Rebosio

El descuido y falta de rigurosidad de Cenares en esta compra ha llevado a que, según lo señala la propia resolución del Tribunal de Contrataciones del Estado, los proveedores se basen en “la interpretación que le pueda dar cada uno de ellos” al momento de presentar los documentos que comprueben la idoneidad de los productos ofertados. 

Cristian Rebosio

La grave consecuencia de esta falta de claridad por parte del propio Cenares ha sido que el proceso, que ha tomado varios meses, tenga que volver a la etapa de convocatoria y con ello se pongan en riesgo las acciones planificadas de cara al inicio de la temporada de verano y la mayor proliferación de casos de dengue.

Cristian Rebosio 

NI ELLOS SE PONEN DE ACUERDO

Otra de las situaciones insólitas que han quedado al descubierto en esta resolución que data del pasado mes de noviembre es que existe una contradicción con respecto a la vigencia del producto puesto que no era claro si esta se debía presentar en la etapa de presentación de la oferta o cuando se entregue el producto a los almacenes. Por ello, el tribunal fue contundente al señalar que “ni siquiera la entidad (Cenares) tiene clara la forma de acreditación de vigencia del producto”.

Cristian Rebosio 

El pasado 18 de noviembre, el Tribunal de Contrataciones del Estado se pronunció y, teniendo en cuenta lo relatado en este informe, tomó la decisión de declarar la nulidad de oficio de la Licitación Pública N° 20-2024-CENARES/MINSA y, con ello, la “Adquisición de dispositivos en el marco del plan de prevención y control del dengue según Resolución Ministerial N° 082-2024-MINSA» sufrirá un inesperado retraso que tomará más tiempo del esperado.

Cristian Rebosio

En las numerosas resoluciones que emite el Tribunal de Contrataciones del Estado es común encontrar casos de postores que intentan recurrir a rebuscados argumentos para obstaculizar a su competencia y arrebatarles la buena pro obtenida, pero este caso marca una situación particularmente inusual en la cual se encuentran errores burdos que ponen en riesgo la salud de los peruanos en una época que el país entra a la etapa más crítica en lo que respecta a casos de dengue, zika y chikungunya.

Además, cabe señalar que no es la primera vez que Cenares y el propio Ministerio de Salud cometen errores en la adquisición de medicamentos o materiales. En los últimos meses, por ejemplo, Sudaca informó sobre el descuido por parte del sector salud al adquirir los tratamientos que requieren las personas con VIH.

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El 80% de la ciudadanía pide la salida de Juan José Santiváñez del ministerio del Interior y apenas el 4% aprueba su gestión. Claramente, es un lastre para el gobierno y no aporta nada para que la presidenta Boluarte empiece a mejorar en algo su también alicaída aprobación popular.

El propio ministro señaló que si los estados de emergencia decretados por su gestión no funcionaban, él daría un paso al costado. Claramente, dichas medidas no han dado ningún resultado y el ministro solo ha dado un paso más cerca de la presidenta que lo respalda con inexplicable entusiasmo.

No hay posibilidad de que una gestión al mando del ministerio del Interior funcione si no arremete directamente y sin tapujos contra la alta penetración de la corrupción en la policía nacional, la misma que se halla comprometida ya no solo con los famosos operativos de tránsito, sino que participa en extorsiones, hurtos, operativos bamba, complicidad con el narcotráfico o el delito organizado. Y ya no solo son elementos aislados sino que la corrupción es sistémica. Ya no es una manzana podrida sino esel barril el que hay que cambiar.

Mientras eso no ocurra, será imposible emprender una lucha cabal contra la inseguridad ciudadana, porque la policía es parte del problema, o porque es sobornada para hacerse de la vista gorda o porque ella misma forma parte del crimen organizado.

En Colombia se hizo una purga monumental de la policía, se reclutaron equipos especializados y se reemprendió la formación de los policías. Debemos seguir ese ejemplo.

Mientras la inseguridad ciudadana no se resuelva no habrá gobernabilidad democrática en el país. Toca la fibra esencial del contrato social que da origen a toda sociedad y en particular a una que se pretenda democrática. La permanencia de un ministro inefable como Santiváñez, solo contribuye a hacer más inviable este gobierno y le aporta una enorme cuota de ilegitimidad.

Hay que tener en cuenta que la inseguridad es la responsable de las marchas de protesta más importantes contra el régimen. De seguir como va, el tema va a seguir escalando y va a tener inclusive repercusiones electorales  

 

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