La sociedad civil y las ONGs vinculadas a aspectos de justicia y derechos humanos, tienen que tomar parte activa en el resguardo mediático, político y eventualmente legal de Zamir Villaverde. No puede quedar abandonado a su suerte y a lo que buenamente puedan hacer sus abogados frente a la maquinaria del poder que se ha desplegado en su contra.
La democracia va a salir fortalecida de este proceso de deshollinamiento de las suciedades morales que se habrían cometido apenas se asentó en el poder el señor Pedro Castillo. Si se prueba sus inconductas no merecerá estar un segundo más manejando las riendas del poder.