En el extremo opuesto del extremismo izquierdista, las fuerzas del orden nacionales, vencedoras en un mismo tiempo y en un mismo lugar de los dos principales grupos terroristas de América Latina, sabían qué hacer en cada lugar del país apenas los ultra izquierdistas dieran el primer paso. Como bien lo explicó la mañana del sábado el director de Inteligencia del Comando Conjunto, era importantísimo tomar el control militar de los aeropuertos del sur andino del país, sobre todo del aeropuerto de Huamanga, Ayacucho, punto estratégico para controlar todo el movimiento de tropas en la sierra sur. Como es lógico, los militares saben eso como parte del manual de la defensa integral del territorio, pero, ¿cómo lo saben Cerrón, Bermejo y Bellido? Por eso, para algunos expertos, cobra actualidad el papel cumplido por estrategas extranjeros y, sobre todo, el rol cumplido por la inteligencia militar boliviana, subsede de la inteligencia cubana, la más activa de América Latina.
Por eso es necesarísimo que Aníbal, Betssy y, sobre todo, Roberto Helbert Sánchez Palomino nos digan a nombre de quién obligaron a Pedro Castillo a disparar la crisis social que hoy estamos viviendo.